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las ventosas es un tratamiento para músculos con contracturas
Tipo: Apuntes
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TEXTO: Pedro José Sáez Alfaro
Su origen se pierde en la noche de los tiempos. Se asocia con acciones, tan instintivas y primitivas, como la de succionar, con la boca, en la zona de una picadura para eliminar la toxicidad. Al mismo ámbito corresponde la utilización de cuernos huecos para la succión, pasando por el uso de vasos y tazas, hasta las modernas ventosas conectadas a dispositivos de suma precisión. Esta terapia es milenaria. En Mesopotamia, Egipto, India y China se ha practicado la terapia de ventosas desde hace más de 3. años como medicina tradicional. E igualmente
es una tradición médica entre los árabes, los Griegos y en determinados pueblos africanos y australianos. Como protagonistas practicantes de esta terapia en la tradición ortodoxa, podemos mencionar a Hipócrates, a Galeno, a Avicena... Según las crónicas, en Europa y América los médicos empezaron a utilizarla a principios del s. XIX. Hoy, después de un tiempo en el olvido, se han puesto de moda las ventosas a partir del centro irradiador de Hollywood. Aquí reciben el nombre de Cupping o Terapia de las tazas chinas. Estas técnicas tuvieron su
TERAPIA POPULAR TRADICIONAL EN LA RIOJA
arranque con Francis Ford Coppola cuando, en 1974, incluyó una sesión de terapia con ventosas en la segunda parte de El Padrino. Posteriormente potencia esta moda la actriz Gwyneth Paltrow, que exhibía orgullosa, a partir de los años noventa, las marcas circulares que dejaban en su espalda las Tazas Chinas o Tazas Curativas, utilizadas en el cupping. La siguieron en esta moda Chris Martín, esposo de Gwyneth, la amiga de ésta, Kate Moss, la ex spice girl Gery Halliwell. Con ello buscan el desbloqueo de ciertos puntos energéticos, el aporte de salud y la relajación.
Las ventosa pueden ser de dos clases fundamentales: Ventosas Secas y Ventosas Hemáticas o Sangrantes. Las Ventosas Secas son aquellas que se colocan directamente en la zona muscular. Si se va a masajear, se da un lubricante superficial (aceite, crema, vaselina) para facilitar el masaje. La aplicación de cada ventosa dura de 5 a 10 minutos. Se finaliza cuando la parte succionada adquiere una coloración rojo-azulada. Estas ventosas secas se aplican a los nódulos duros, como explicaremos a continuación. Las Ventosas Hemáticas o Sangrantes son aquellas que se aplican en una zona de piel previamente escarificada reiteradamente con una lanceta o con una aguja hipodérmica. Al aplicar la ventosa, se absorbe sangre, que va llenando el vaso. Se quita cuando ha llenado 3/4 de su volumen; y se vuelve a aplicar hasta que la zona escarificada no sangre. Después, la zona escarificada se limpia, se desinfecta y se cubre con una tirita. Estas ventosas hemáticas se aplican en los nódulos blandos, como explicaremos. Al ser más agresivo este tipo de ventosa, no deben aplicarse a hemofílicos, personas con tratamiento anticoagulante y personas debilitadas. Tampoco se aplicarán sobre vasos sanguíneos importantes.
Nódulos duros y nódulos blandos : Para aplicar las ventosas es necesario explorar minuciosamente a los pacientes. En esta exploración encontraremos puntos de alarma ( Trigger points ). Palpando la zona explorada, encontraremos nódulos o abultamientos debajo de la piel. Pueden ser abultamientos blandos, superficiales, o nódulos duros, más profundos. Todos estos nódulos indican una perturbación patológica en la zona, y se llaman Gelosis. Los nódulos blandos también reciben el nombre de calientes o rojos: son zonas con acumulación de sangre, hinchadas y que producen dolor cuando presionamos. En ellos encontramos una anomalía circulatoria capilar por sangre estancada, con edema circundantes. Si se hace en ellos una sangría con ventosa hemática, se reduce la inflamación y disminuyen el dolor y la viscosidad de la sangre. Por tanto, en los nódulos blandos, aplicaremos la ventosa hemática, que es antinflamatoria, analgésica y fluidificante de la sangre.
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Las alusiones a las ventosas como terapia suelen mencionarse hoy en el contexto de “cuando mis hermanos y yo éramos niños”, mi madre nos aplicaba ventosas en el pecho. Hoy es el día en el que dicha práctica popular, en La Rioja, está casi extinguida. Raramente se practica en el hogar; y entre los terapeutas y masajistas riojanos, yo sólo conozco a uno que la aplica: mi amigo Richard (Ricardo Mangado), que heredó la técnica de su abuela, que practicaba sobre todo “sobaos” (masajes de frotamiento y amasamiento). La técnica de ventosas que se practicaba en La Rioja era con vaso de cristal transparente, algodón empapado en alcohol y una ochava o perra gorda antigua, de cobre. La moneda servía de base para el algodón empapado y se colocaba en el sitio álgido del pecho o la espalda fundamentalmente. Se prendía el algodón y la moneda impedía que se quemara la piel del paciente. Inmediatamente se ponía el vaso boca abajo, cerrando el espacio del algodón que ardía. Así, cuando se consumía el aire del volumen del vaso, se conseguía un vacío suficiente, que generaba la ventosa succionadora. Según el aspecto de la zona orgánica absorbida, se hacía una interpretación, como diagnosis; o simplemente se aprovechaba la ventosa para masajear la zona oportuna de la espalda o del pecho, previa lubricación con aceite de oliva de la zona del recorrido del vaso.
El primer efecto era el enrojecimiento de la piel succionada por la acumulación de la sangre. Así, las células se oxigenan más y se produce un drenaje, que limpia las toxinas acumuladas in situ y en la zona adyacente. Además de estos beneficios, hay técnicos hoy que afirman que se liberan endorfinas
que eliminan el agotamiento y la ansiedad, mejorando nuestro ánimo. Otra técnica que se aplica en La Rioja se reduce al vaso y alcohol: se impregna de alcohol la base y las paredes internas del vaso. Se prende el alcohol y se vuelca el vaso, boca abajo, en la zona correspondiente, consiguiendo así el vacío deseado. Pero resulta ésta una técnica más arriesgada, ya que se producen con más probabilidad quemaduras en la piel del paciente si sobreabunda la impregnación del alcohol; o no se produce el adecuado vacío si el alcohol es escaso. Hoy, la técnica moderna de las ventosas, cupping o tazas curativas chinas tienen superadas todas estas limitaciones. Se dispone de motores de vacío de máxima precisión y fácil control, conectados con las ventosas. E incluso existen ventosas magnéticas que incrementan el beneficio de la ventosa normal en el flujo de sangre y en la eliminación de toxinas.
Fotografía: R. Solano.
Las ventosas (43)(35)