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AUTORIDADES
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
Decano
Prof. Dr. Juan Ángel BASUALDO FARJAT
Vicedecana
Prof. Méd. Mónica Esther FERRERAS
Secretario de Asuntos Académicos Prof. Dr.
Mario Pedro SAN MAURO
Secretaria de Ciencia y Técnica
Prof. Dra. María Virginia CROCE
Secretaria de Extensión Universitaria
Lic. Esp. Melina FERNANDEZ
Prosecretario de Extensión Universitaria
Lic. Pablo VETERE
Secretaria de Redes en Salud
Lic. Ingrid Denise KARPENKO WILMAN
Prosecretario de Redes en Salud
Lic. Joaquín LAZARTE
Secretaria Docente Asistencial
Méd. Silvana BABOLIN
Jefe de Departamento Práctica Final
Obligatoria
Méd. Pablo Omar PUCCI
Secretario de Asuntos Estudiantiles
Sr. Guillermo Federico DEVIDA
Prosecretaria de Asuntos Estudiantiles
Srta. Candela GALANTE
Secretario de Supervisión Administrativa
Lic. Mario ALMANZA
P rosecretario de Supervisión Administrativa
Sr. Danilo Alberto RODRIGUEZ
Secretario de Vinculación
Sr. Matías ROJO
Directora de Comunicación Institucional
Periodista Yanina Antonella AZUL
Directora de relaciones estudiantiles
internacionales
Srita. Luciane Cardozo DA SILVA
Jefa de Departamento de Postgrado
Prof. Méd. Alejandra CORDOBA
Prosecretaria del Departamento
de Postgrado
Prof. María del Pilar SOULÉ
Prosecretario de articulaciones
de Especialidades y Residencias
Méd. Maximiliano SALVIOLI
Prosecretario Legal y Técnico
Abog. Osvaldo Carlos ELLIFF
Prosecretario de Derechos Humanos
Abog. Jerónimo GUERRERO IRAOLA
Directora de Género y Salud
Lic. María José TIRAO
Director del HUI
Méd. Juan Pablo COCOZZELLA
Subdirector del HUI
Méd. Marcelo Pablo BUSQUETS
Secretaria del HUI
Lic. Fernanda RETES
CURSO DE INGRESO
Departamento Pedagógico
Prof. Silvana Carolina CERASA
Contenidos
Prof. Antonella GONZALEZ
Lic. Mariana JUREIT
PRÓLOGO
Bienvenido/as a la Universidad Nacional de La Plata la cual tiene su sede en la ciudad de La Plata
capital de la provincia de Buenos Aires. La constituyen 17 facultades, 137 carreras de grado, 167
de posgrado, 13.500 docentes y más de 1 4 0.000 alumnos.
La Facultad de Ciencias Médicas es una de las Facultades de la Universidad con las carreras de,
Lic. en Obstetricia, Lic. en Nutrición, Enfermería Universitaria, Tecnicatura en Prácticas Cardio-
lógicas y Medicina.
La creación de la Escuela Preparatoria de Ciencias Médicas data de 10 4 años ya que fue apro-
bada por el Poder Ejecutivo de la Nación por Decreto del 30 de abril de 1919.
El primer año de la carrera de Medicina, se dictaría en 1919, para el cual había más de 200
alumnos inscriptos. El lunes 12 de mayo comenzaron las clases, siendo la primera en dictarse la
de Botánica Médica, dictada por el Dr. Augusto Scala. La primera clase de Parasitología, a cargo
del Dr. Daniel Greenway, se dictó el 13 de mayo, al igual que la de Anatomía, a cargo del Dr.
Pedro Belou.
En la sesión del 18 de julio de 1921 el Consejo Superior aprobó el plan de estudios de Medicina,
de la Escuela, compuesto por tres años y diez materias y se elimina la palabra preparatoria y a
partir de este momento se llama Escuela de Ciencias Médicas. Es designado Director de la Es-
cuela, el Dr. Héctor Dasso, quien inició su período con fecha 15 de julio de 1923. Es a partir de
ese momento, que se normaliza la vida de la Escuela de Ciencias Médicas, desenvolviéndose la
misma con la independencia y organización de una Facultad.
El 4 de enero de 1934 el Consejo Superior aprobó la Ordenanza de transformación de la Escuela
en Facultad , la cual a su vez fue aprobada por el Poder Ejecutivo de la Nación el 20 de marzo
de 1934. Es electo Decano el Dr. Héctor Dasso.
La razón de ser de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, como
una Institución pública, laica, gratuita, autónoma, democrática, inclusiva y co-gobernada, se rea-
liza a través de su compromiso con:
- Formar profesionales de la salud socialmente responsables, críticos/as, comprometidos/as
con la democracia y con el cuidado y la promoción de los derechos humanos, enfatizando la
perspectiva de género, capaces de mejorar la salud y el bienestar de los individuos y las co-
munidades, a través de una educación basada en la solidaridad y que contemple la salud
como un derecho universal.
- Contribuir a la transformación de nuestra sociedad, su desarrollo social y económico, político,
cultural, científico y tecnológico, para generar una comunidad participativa y equitativa, for-
mando ciudadanos/as mediante la participación colectiva en la vida universitaria y el ejercicio
del co-gobierno.
- Contribuir al desarrollo de un sistema nacional de salud público, universal, equitativo y soli-
dario, sustentado en el funcionamiento equilibrado de todos los niveles de atención y en la
protección y cuidado integral de la salud de las personas y las comunidades.
- Promover la investigación científica traslacional, como fuente de conocimiento y herra-
mienta de transformación de la realidad, articulando la investigación en las materias básicas
con la investigación clínica, y desarrollando la investigación epidemiológica sobre las preva-
lencias y los determinantes del proceso salud-enfermedad-atención en nuestra región, apor-
tando conocimiento para la mejor respuesta de los servicios de salud de nuestra población.
- Impulsar y fortalecer la formación y el desarrollo permanente de los/as docentes, investiga-
dores/as y funcionarios/as para contribuir a su perfeccionamiento y a la mejora continua de
la gestión institucional.
- Estimular la orientación hacia la atención primaria de la salud mediante programas en edu-
cación, investigación y extensión, fomentando la capacidad de ejercer liderazgo a nivel social
y de trabajar en forma inter y multidisciplinaria con una visión de la salud integral, que con-
temple el entorno social, político, económico, cultural, científico y psicológico, con el más
alto sentido ético.
- Impulsar acciones directas de servicio y extensión, así como el intercambio de saberes con la
comunidad contemplando la diversidad cultural, para la construcción de una salud colectiva,
fomentando la vocación humanística en un sentido de justicia social.
Los valores son:
• VOCACIÓN DE SERVICIO
• COMPROMISO SOCIAL
• PROFESIONALISMO Y RESPONSABILIDAD
• COMPORTAMIENTO ETICO
• INTEGRIDAD
• EQUIDAD
• CALIDAD
• RESPETO
Bienvenido/as a nuestra Facultad que los recibe con los brazos abiertos, con gran afecto para
que juntos trabajemos en post de dar cumplimiento a que la SALUD es un DERECHO.
Cordialmente,
Prof. Dr. Juan A. Basualdo Farjat
Decano
El material de estudio se organiza en dos capítulos:
Capítulo 1: Salud, Educación y Sociedad
Capítulo 2: Introducción al estudio de las carreras de primer año
El primer capítulo lo integran textos escritos por diferentes autores/as, que comparten de manera in-
troductoria algunas miradas sobre los complejos vínculos entre salud, educación y sociedad. El segundo
capítulo incluye actividades sobre las propuestas de enseñanza de las materias de primer año.
Requisitos
Considerando la ordenanza Ordenanza 288/15 el curso de ingreso es de carácter
obligatorio e irrestricto.
La evaluación del mismo comprende las siguientes instancias:
● Asistencia del 80 % a las actividades presenciales.
● Entrega de un trabajo práctico según criterios de evaluación.
Importante: los/as estudiantes ya inscriptos en alguna carrera de la FCM desde el año 2019,
que deseen inscribirse en otra carrera de la Facultad, deben participar en la segunda parte
del Curso Introductorio (Capítulo 2: Introducción al estudio de las materias de primer año),
ya que se abordan contenidos disciplinares, presentados como introductorios y propios de la
carrera elegida.
CAPÍTULO 1
Salud, Educación y Sociedad
En esta primera parte se proponen una serie de lecturas y actividades que invitan a quienes han
decidido estudiar en la FCM, pensar sobre la atención de la salud de la población, las caracterís-
ticas y los problemas de los sistemas de salud y la importancia de la formación de los y las pro-
fesionales desde un posicionamiento que garantice el derecho a la salud. Asimismo, aborda una
perspectiva de la salud como derecho humano y desde la perspectiva de géneros.
Contenidos:
● Derecho a la educación superior. Conceptos de salud. Modelos Médicos (MMH y Bio-psico-so-
cial) y estrategias de atención en salud (Atención Primaria de la Salud). Equipos interdisciplina-
rios y redes en salud. Perspectiva de géneros y de DDHH.
Propósitos:
● Complejizar y problematizar las miradas sobre las relaciones entre salud, educación y sociedad
a partir de concepciones, modelos y paradigmas de salud.
● Introducir las perspectivas de la salud como derechos humanos, así como a las discusiones
acerca de qué significa efectivizar tales derechos en la Universidad pública y los determinantes
sociales, políticos, económicos y culturales que intervienen en dicho proceso.
● Dar a conocer la perspectiva de género en salud y su potencial capacidad de transversalización
a lo largo de la formación académica.
Objetivos:
● Reflexionar sobre las representaciones propias y sociales en torno a la identidad del estudiante
universitario/a, sus derechos y obligaciones.
● Conocer, identificar y reflexionar colectivamente, acerca de las perspectivas, concepciones, mo-
delos y determinantes de la salud.
● Reconocer herramientas que promuevan la conformación del equipo de salud, la perspectiva de
derechos humanos y género, entre otros, reconociendo la complejidad del campo de la salud.
A continuación, se presentan las actividades y materiales de lectura para abordar los contenidos de
este primer capítulo.
Un grupo de trabajo barrial definió la salud de un modo bien diferente a las dos definiciones ante- riores. El Dr. Floreal Ferrara, un gran maestro de la salud pública, solía referirse a esa definición: la salud como la capacidad singular y colectiva para lu- char contra las condiciones que limitan la vida. No se trata de eliminar microbios, ni de enseñarle a la gente cómo tiene que vivir, ni de alcanzar un estado imposi- ble. Se trata de la capacidad de luchar, de desear cam- biar lo que produce sufrimiento, lo que limita la vida. Para eso es necesario asumir el protagonismo de la propia vida y encontrarse con otros. Para eso es ne- cesario constituirse como sujeto y luchar para que los otros también lo sean. Trabajamos entonces para que todos ganemos control sobre nuestras propias vidas. Siguiendo este modo de concebir la salud, un pro- blema es la distancia entre lo que alguien está vi- viendo y lo que desea. Un problema requiere siem- pre de un sujeto. Alguien: una persona o un grupo, que quieren cambiar algo que están viviendo. Los problemas son construidos por quien quiere cambiar la realidad. Por eso no hay problemas iguales, y no puede haber estrategias universales para enfrentar- los. Cada uno de nosotros construirá su visión de la realidad, dándole distinta importancia relativa a las situaciones que queremos cambiar. Con frecuencia los trabajadores de salud priorizamos circunstancias que no son las que la comunidad, un grupo social, una familia o un sujeto consideran lo más grave entre lo que afecta a sus vidas. Entender cómo construyen sus problemas grupos, familias y sujetos es fundamental para diseñar con ellos los proyectos de cambio. Para ello es necesario que todo el conocimiento, la experiencia, las capacidades de un equipo de salud se inclinen ante el problema del sujeto, familia o comunidad que lo padece. Y que en equipo discutamos y acordemos la mejor estrate- gia para superarlo. Pero también es necesario que escuchemos a quie- nes sufren ese problema, que comprendamos cómo lo viven, qué es lo que desean cambiar y con qué re- cursos, experiencia y saberes cuentan para enfren- tarlo. Es poniendo en común todas estas perspecti- vas, discutiéndolas sin que ninguna voz se reconozca como más importante que otra, que lograremos los proyectos terapéuticos y de cuidado más efectivos. Al analizar un problema, una circunstancia que queremos cambiar: el consumo complicado de al- cohol en los jóvenes de una comunidad, o la tu- berculosis en una familia que vive hacinada, nece- sitamos comprender cómo se produce en la reali- dad y qué consecuencias determina. Si sólo los viéramos como enfermedades el razonamiento sería simple: el alcohol y el bacilo son respectivamente responsables del alcoholismo y de la tuberculosis. Se trata de eliminarlos: internamos y desintoxicamos a los alcohólicos y hacemos tomar antibióticos a los enfermos de tuberculosis. Pero quienes trabajan en salud saben que la vida real es más compleja: es ne- cesario comprender cómo la historia va generando condiciones que limitan la vida. Entenderemos por ejemplo que el consumo de alcohol en la Argentina aumentó exponencialmente en la década del no- venta, particularmente entre los más pobres: quie- nes perdían sus empleos como consecuencia de los feroces planes de ajuste. Que la tuberculosis se con- centra en los hogares en los que hay mayor hacina- miento, y que suele tener una mayor incidencia en- tre los detenidos en comisarías, (donde el número de hombres por celda suele impedir que todos puedan dormir al mismo tiempo), y en sus familiares. Tam- bién es necesario comprender que, en la misma fa- milia, hay quienes enferman y quienes no, que tam- bién hay diferencias entre los sujetos: sus historias, su subjetividad, sus defensas, serán diferentes. Dife- rentes para cada uno de ellos, deberán ser nuestras
estrategias. Diferentes y complejas: porque deben ser diseñadas atendiendo a los contextos en los que los problemas se sufren, a los deseos, capacidades, recursos, historias y potencias de los sujetos y sus co- munidades. A los fines de construir un problema es útil imagi- nar un árbol e ir ubicando los fenómenos que ob- servamos o escuchamos en las raíces, el tronco, las ramas o el follaje, para ir visualizando la capacidad relativa que tienen para explicar el problema. La desocupación se acerca a la raíz, la violencia do- méstica al tronco, la deserción escolar a las ramas más gruesas y el consumo complicado de alcohol a ramas más periféricas, el daño hepático y el ais- lamiento social serán parte del follaje. La si- guiente pregunta que nos haremos es sobre nues- tra capacidad de incidir sobre el problema: ¿con las herramientas que contamos, sumadas a las del equipo, sumadas a las de la comunidad, podremos con las ramas, con el tronco, con la raíz? ¿Qué otros saberes y poderes podemos sumar para au- mentar nuestra potencia? También es necesario acordar la lista de proble- mas que constituyen el análisis de situación de sa- lud de la comunidad con la que trabajamos. Será una lista en permanente cambio, que debemos construir reuniéndonos con la comunidad, anali- zando con ella la información sanitaria más la in- formación de otros sectores, más las vivencias de los distintos actores de la comunidad y las de los trabajadores de la salud. Discutir con la comuni- dad el orden de urgencia e importancia de los pro- blemas nos permitirá ganar seguridad en la orga- nización de nuestro tiempo y planificar la manera de monitorear nuestro trabajo y sus resultados. Asimismo, es necesario construir un listado de problemas con cada familia con quien trabajemos, un listado que identifique para quién la situación enunciada es un problema, o sea, quién es el que desea transformarla. Dicho listado es el corazón de una historia clínica familiar, instrumento esen- cial para la práctica de un equipo de salud. Nada más inconveniente que suponer que la historia clí- nica es cosa de los médicos. El trabajo en salud es cosa de un equipo, y el instrumento historia clínica es esencial para todos sus integrantes. Es necesa- rio que agentes sanitarios, promotores de salud, enfermeros, psicólogos, médicos, odontólogos y trabajadores sociales, discutamos (junto con los demás integrantes del equipo de salud), el listado de problemas de una familia a nuestro cargo, la je- rarquía relativa entre ellos, nuestra capacidad de intervención sobre la situación y el consiguiente proyecto terapéutico y de cuidado que nos dare- mos, con acuerdo de esa familia. Dentro de cada familia, cada sujeto a su vez nece- sitará que con él construyamos ese listado de cir- cunstancias que limitan su vida: las situaciones que quiere cambiar, lo que nosotros creemos y quisiéramos cambiar en él y acordar también con él o ella ese listado de problemas y un orden de importancia. En equipo y respetando la autono- mía de ese sujeto diseñaremos una estrategia sin- gularizada, un proyecto que detalle las acciones que nos proponemos desarrollar para lograr los cambios que deseamos. En ese proyecto siempre sumaremos tareas del equipo a estrategias de la comunidad. El equipo de salud comunitario movi- lizará todos los recursos de la red de servicios para responder a la necesidad que plantean los proble- mas construidos. Con frecuencia los servicios de salud se quejan de la “falta de adherencia” de los pacientes a los tra- tamientos. Un enfoque basado en los sujetos, como el que proponemos, implica cambiar el lado
DERECHO A LA SALUD DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO
¿POR QUÉ PENSAR UNA SALUD CON PERSPECTIVA DE GÉNERO?
Méd. Gisela Leiva.
Puede que esta no sea una de las preguntas inicia- les que se hagan en sus primeros días de vida uni- versitaria, pero debemos decirles que sí es una pregunta que queremos que se hagan lo antes po- sible. Habitar un espacio donde la educación que recibimos es pública, gratuita y de calidad supone una gran responsabilidad, sobre todo si considera- mos que en nuestro país solo el 3,5 % de la pobla- ción accede a una educación universitaria pública y gratuita^1. Como estudiantes de ciencias de la sa- lud y futurxs trabajadorxs de la salud, creemos que una dimensión de esta responsabilidad radica en poder garantizar el derecho a la salud desde una perspectiva de género, lo que asimismo contri- buye a una noción de salud más justa para la so- ciedad. Pensar la salud desde esta perspectiva, tiene este espíritu y objetivo. Género y Modelo Médico Hegemónico Nos precede y nos atraviesa, como paradigma de las ciencias de la salud, lo que prontamente han de conocer como Modelo Médico Hegemónico (MMH). La idea de paradigma tiene varias inter- pretaciones, nosotrxs tomaremos aquella que proviene de las Ciencias Sociales y que la entiende como un “modelo” o forma de interpretación y comprensión reconocida “universalmente” sobre un tema o cuestión. En tanto conjunto de ideas, métodos y principios teóricos, los paradigmas son sostenidos por grupos de personas o comunidades (^1) Utilizaremos cuando fuese necesario la “x” adop- tando la posición política de utilizar siempre un len- guaje inclusivo, entendiendo que “lo que no se nombra (científicas, por ejemplo). Por esto, un paradigma puede ser la forma “más validada” de entender o comprender determinada cuestión. En este caso, decir que el MMH ha sido y es actual- mente el paradigma de las ciencias de la salud, en parte implica decir que es la forma en la que, como sociedad, hemos validado nuestras ideas en rela- ción a la salud. Este modelo, descrito inicialmente como una categoría analítica (Menéndez, 1978), tiene dos características principales. Por un lado, subordina a otros saberes (por eso es hegemó- nico) y por el otro, instrumentaliza una práctica médica biologicista, positivista, deshumanizada, mercantilista, a-histórica y a-social. Es decir, una práctica que des-empodera a las personas sobre sus propios procesos de salud, enfermedad y cui- dado, y que históricamente ha disciplinado y nor- malizado nuestras concepciones sobre el mundo. Por otro lado, en los años ‘70, la dominación y subordinación de las mujeres fue el disparador para que el movimiento feminista de la época co- menzara a desarrollar y utilizar el concepto de gé- nero haciendo referencia a la construcción social, cultural y simbólica que se estructura a partir de las diferencias biológicas entre los sexos; es decir “el conjunto de prácticas, símbolos, representa- ciones, normas y valores sociales que las socieda- des elaboran a partir de la diferencia sexual ana- tómica-fisiológica” y que va a establecer, bajo una lógica binaria, lo que es “ser-hombre” y “ser-mujer” no existe”. Por ello, decidimos visibilizar a las personas feminizadas ocultas detrás del uso del masculino como universal.
en una sociedad determinada (Bargas, 2011; Gamba, 2009). A través de esta categoría se pro- ponían entender las relaciones de poder entre hombres y mujeres y dar cuenta de que las cau- sas de la opresión sobre estas últimas no eran “naturales” ²,³. Siguiendo este análisis, el sexo fue entendido como lo “natural” y estático, aquello que supone las ca- racterísticas cromosómicas, anatómicas y fisiológi- cas de los cuerpos y el género como una categoría cambiante, cultural e histórica. No obstante, a par- tir de la década del ‘90, estos primeros análisis, aun contemporáneos, empiezan a ser cuestionados y numerosxs autorxs van a proponer que el sexo está tan culturalmente construido como el género; Anne Fausto-Sterling (2006; en Bargas 2011) dirá: “las se- ñales y funciones corporales que definimos como masculinas o femeninas ya están imbricadas en nuestras concepciones del género” ². Poder comprender cómo dialogan estos “discur- sos” y nociones y el alcance que tienen sobre nuestras ideas, en nuestro comportamiento y prácticas cotidianas, no resulta tan difícil si inten- tamos respondernos algunas preguntas. Lxs invito a hacer un ejercicio. Piensen en un cuerpo: el pelo, la cabeza, los ojos, la nariz, la boca, los hombros, el tronco, los brazos, las manos, el abdomen, la pelvis, las piernas, los pies. Conserven esa imagen en sus mentes unos minutos. ¿Qué imaginaron? ¿Era un cuerpo des- nudo o estaba vestido? ¿Era un cuerpo inmóvil o en movimiento? ¿Era un cuerpo con pene, con vulva o sin nada? - ¿Era un cuerpo funcional en to- das sus partes o algo no funcionaba? ¿Era un cuerpo “normal”? ¿Podemos hablar de cuerpos “normales”? ¿Era un cuerpo de varón o de mujer? ¿Cómo son estos cuerpos? ¿Qué entendemos por cuerpos femeninos y cuerpos masculinos? ¿Cómo se inscriben en estos imaginarios los cuerpos de personas transgénero, transexuales, travestis, in- tersex? ¿Hay entonces una manera “correcta” de pensar un cuerpo? ¿Hay una sola manera de pen- sar nuestros cuerpos? ¿Quién o qué nos ha dicho cuál es esa manera o cómo debe ser? ¿Quién o qué nos ha dicho lo que está bien y lo que no? En nombre de “las ciencias médicas”, se ha dado respuesta a todas estas preguntas, y se lo ha he- cho desde los inicios de la producción teórica mé- dica, en palabras de Ana María Fernández: “ En una línea de pensadores que va de Hipócrates a Galeno, reforzados por Platón y Aristóteles, [...] se planteará que entre hombres y mujeres no solo hay diferencia de órganos sino también de esen- cias: los hombres, en tanto secos y calientes, serán superiores a las mujeres por ser frías y húmedas. En el mito de los orígenes, Platón dibujará a las mujeres como individuos inferiores, por cuanto eran hombres castigados. En el origen, el de- miurgo creó un ser humano varón, pero aquellos varones que fueron cobardes, en su segundo naci- miento fueron trasmutados en mujeres. Con Aris- tóteles y luego con Galeno, tomará fuerza la no- ción de la mujer como hombre fallado, incompleto, inacabado y por lo tanto, inferior ” ⁴ El MMH devenido de esta historia también ha dado respuestas, y lo ha hecho de una manera esencialista y biologicista; de esta forma ha invisi- bilizado y negado sistemáticamente cualquier existencia que no se incluya dentro de la norma. Podemos empezar a vislumbrar, que esta norma- lización histórica ha implicado la homologación de lo genérico humano con lo masculino. De esta ma- nera, se ha estructurado el conocimiento, la for- mación y la investigación en salud en torno a esta normalización, lo que ha operado directamente sobre la salud de las personas.
mado social y se articulan con otras relaciones so- ciales, como las de clase, etnia, edad, preferencia sexual, religión”. (Gamba,2009) ³ Por todo esto, entendemos que pensar el mundo y el derecho a la salud desde una perspectiva de gé- nero, no es tarea sencilla, porque en parte supone el ejercicio de desmontar críticamente la estructura de nuestra concepción del mundo y de la propia subjetividad y tiene como desafío, de-construir y re- construir las dimensiones de la vida cotidiana, las relaciones, los roles, los estereotipos que impactan directamente en la salud de las personas. No obstante, aunque es tarea difícil, la perspectiva de género nos da los argumentos para generar al- ternativas a las ya existentes, para generar nuevos conocimientos para aprender. La Dirección de Género y Salud En junio del 2018 se crea en nuestra casa de estudios la primera Dirección de Género y Salud que tiene como uno de sus principales objetivos transversalizar la perspectiva de género en todo el ámbito acadé- mico-asistencial-laboral de la Facultad. Las activida- des y funciones de esta Dirección se proyectan desde cuatro áreas potenciales de trabajo:
- De articulación institucional : promoviendo - a través del trabajo conjunto con las diferentes carre- ras de grado de la FCM- la incorporación de la pers- pectiva de género a las currículas; y generando y potenciando espacios de formación y debate en materia de género para estudiantes, docentes, gra- duadas, graduados y personal Nodocente.
- De relaciones interinstitucionales : fomentando y coordinando iniciativas conjuntas con otras áreas y espacios vinculados a la temática, de la uni- versidad y de las distintas facultades, generando y potenciando espacios de formación conjunta.
- De vinculación con la comunidad : promoviendo la participación de la comunidad en la planifica- ción, desarrollo y evaluación de las políticas que impulse la dirección, así como el intercambio, sen- sibilización y formación en materia de género con la comunidad.
- De intervención y comunicación : generando y promoviendo actividades para el compromiso y la participación de la Facultad de Ciencias Médicas en las efemérides anuales de la agenda del Movi- miento de Mujeres y de la Disidencia Sexual, Na- cional e Internacional, así como material de difu- sión gráfica y audiovisual en materia de género para los diversos ámbitos académico - asistencia- les de las diferentes carreras de la Facultad. Por otro lado, fomentando el conocimiento y difusión de leyes y programas de alcance sanitario en los diferentes ámbitos académico-asistenciales que transita nuestra comunidad educativa (Ley de identidad de Género, Ley de Educación Sexual In- tegral, Programa Provincial de Implementación de Políticas de Género y Diversidad Sexual en Salud de la Provincia de Bs. As., entre otras) Un horizonte más justo para la salud Pensar la salud con esta perspectiva, supone una po- sición política frente a la desigualdad y la opresión de género, posición que denuncia el daño que esta de- sigualdad genera en la vida de las personas, pero que a la vez habilita acciones y alternativas para erradi- carla. Iniciar un nuevo tránsito como el que hoy les toca, desandando a la vez los caminos que nos lleva- ron a alejarnos de una salud justa, libertaria y emanci- padora para todas las personas, es un enorme desafío. Las adversidades y los obstáculos serán cotidianos; sin embargo, creemos en palabras de Judith Butler (2011) que “cualquiera que sea la libertad por la que lucha- mos, debe ser una libertad basada en la igualdad” ⁷. Esa lucha acompañamos.
Referencias bibliográficas
_1. Departamento de información universitaria 2016-2017. Ministerio de Educación. Presidencia de la Nación
- Bargas, María Luján (2011). Del descubrimiento a la creación histórico-social del dimorfismo sexual. En: Gutiérrez,_ _María Alicia (Comp.) Voces Polifónicas. Itinerarios de los géneros y las sexualidades. Buenos Aires: Ediciones Godot.
- Gamba, Susana Beatriz (2009). Diccionario de estudios de género y feminismos. Buenos Aires: Editorial Biblos. Pág._ _122.
- Fernández, Ana María (1993). La mujer de la ilusión: pactos y contratos entre hombres y mujeres. Buenos Aires: Paidós.
- Tasa-Vinyals E, Mora-Giral M, Raich-Escursell R. Sesgo de género en medicina: concepto y estado de la cuestión. Cua-_ _dernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace. Revista Iberoamericana de Psicosomática, Nº 113 - 2015.
- Esteban, Mari Luz. “El estudio de la salud y el género: las ventajas de un enfoque antropológico y feminista”. Salud_ Colectiva [en línea] 2006, 2 (enero-abril): [Fecha de consulta: 29 de noviembre de 2018] Disponible en: http://www.re- _dalyc.org/articulo.oa?id=73120102. ISSN 1669-2381.
- Butler, Judith (2011). Violencia de Estado, guerra, resistencia: por una nueva política de la izquierda. Madrid: Katz_ Editores. ¿Sabías que en la facultad de Ciencias Médicas hay un espacio de acompañamiento, escucha y asesoramiento para personas que están en situación de violencia por razones de género? Se llama Unidad de Atención contra las Violencias por Razones de Género (UDA) y podes ponerte en contacto en el caso de estar atravesando una situación de violencia o discriminación, o necesitar asesoramiento. Contáctate a uda- cienciasmedicas@med.unlp.edu.ar ¿Sabías que en la Facultad de Ciencias Médicas contamos con el espacio de la Dirección de género y salud? Funciona en el 4° piso ala Berisso del edificio central de la facultad. También podes contactarte a direcciondegenero@med.unlp.edu.ar
ACTIVIDADES
Luego de la lectura del texto, le presentamos algunas preguntas orientadoras para el debate en
pequeños grupos de trabajo.
Leer el texto “¿Por qué pensar una salud con perspectiva de género?” , y acceder al material
audiovisual del Colectivo Ovejas Negras “¿Cuál es la diferencia?” (Uruguay, 2012. Disponible en:
https:// www.youtube.com/watch?v=WUnGHQNpxQY
Contestar:
a. ¿Qué son los estereotipos de género y cómo impactan en los procesos de salud, enfermedad
y cuidado?
b. ¿Qué te sucedió cuando te preguntaron por la identidad de género en la encuesta? Remitirse
a la Ley Nacional de Identidad de Género Nº 26.743 para responder a esta pregunta.
ANATOMÍA A
Equipo docente : Profesor Titular, Profesores Adjuntos, Jefes de Trabajos Prácticos, Ayu-
dantes Diplomados, Ayudantes alumnos y Becarios.
Año: 2024
¿Por qué la materia se encuentra en el plan de estudios del primer año de
la carrera de Medicina? ¿De qué se trata? ¿Qué relación tiene con otras
materias del mismo año?
La asignatura Anatomía es una disciplina descriptiva y topográfica que estudia la estructura de
los seres vivos, es decir, la forma, ubicación, disposición, relación entre sí de los diferentes ór-
ganos y estructuras que las componen. El término designa tanto la estructura en sí de los orga-
nismos vivientes, como la rama de la biología que estudia dichas estructuras, que en el caso de
la anatomía humana se convierte en una de las llamadas ciencias básicas o “preclínicas” de la
Medicina. Si bien la anatomía se basa ante todo en el examen descriptivo y topográfico de los
organismos vivos, la comprensión de esta arquitectura implica en la actualidad una integración
con la función, por lo que se funde en ocasiones con la fisiología (en lo que se denomina anato-
mía funcional o morfofisiología) y forma parte de un grupo de ciencias básicas llamadas “ciencias
morfológicas” (biología, histología), que completan su área de conocimiento con una visión di-
námica y pragmática. En nuestra Facultad la Anatomía sigue siendo el primer contacto que hace
que los alumnos experimenten la sensación de que se están preparando para ser médicos, de-
jándoles no sólo la impronta afectiva que siempre los acompañará sino también los cimientos
dónde construirán sus pilares fundamentales de su formación básica, sobre la que edificarán la
profesión médica.
Esta asignatura pertenece al Departamento de Ciencias Morfológicas; y en ese contexto re-
quiere su integración, actuando como asignatura complementaria que facilita el desarrollo de
competencias específicas en la formación del médico.
Esta materia corresponde al 1er año de la carrera de Medicina, ya que la estructura del cuerpo
humano es el prerrequisito imprescindible para luego conocer la función. Asimismo, la Anatomía
moderna y en el marco de todas las Facultades de Medicina del mundo, además de integrarse
con la Fisiología, se proyecta como una herramienta esencial para la futura práctica médica pro-
fesional. Es por ello que, a la clásica enseñanza con material cadavérico en las salas de trabajos
prácticos, se añaden nuevos métodos, tal como la incorporación del estudio de anatomía de
superficie y de la anatomía por imágenes.
Asistimos así a una Anatomía viva, pujante y actualizada, que recibe al estudiante de medicina
al inicio de su carrera; y con la pretensión de no abandonarlo en todo su trayecto, lo acompaña
por siempre a lo largo de toda su formación, incluso en su futura vida profesional.
¿Cómo es la modalidad de la cursada de la materia? ¿Cuáles son las acti-
vidades obligatorias y optativas?
Cada estudiante deberá concurrir a una actividad práctica obligatoria en forma semanal en la
Cátedra de Anatomía “A”, en el día y en el horario de la comisión elegida al momento de la
inscripción en el Sistema SIU.
Por lo tanto, al inscribirse el estudiante deberá elegir el día y horario que quiera y pueda concu-
rrir. Es imprescindible que el estudiante tenga en cuenta si realmente podrá cursar en el día y
horario elegido; ya que una vez inscripto la Cátedra no podrá realizar cambios de comisión por-
que no se encuentra facultada para modificar el sistema SIU.
Días y Horario Comisión
Lunes 13 a 17 1 y 2
Martes 13 a 17 3 y 4
Miércoles 09 a 13 5 y 6
Miércoles 13 a 17 7 y 8
Jueves 13 a 17 9 y 1 0
Viernes 13 a 17 11 y 1 2
En cada actividad práctica obligatoria los estudiantes cursarán en dos lugares diferentes:
En el aula Anfiteatro del II Piso Ala Berisso, y en la Sala de Trabajos Prácticos de Anatomía de
Planta Baja, Ala Berisso.
CONDICIONES IMPRESCINDIBLES PARA INGRESAR
A LAS ACTIVIDADES OBLIGATORIAS
a. Asistir al lugar indicado (Anfiteatro o Sala de Trabajos Prácticos, según Comisión) en el hora-
rio de inicio señalado, con una tolerancia máxima de 10 min. Transcurrido ese tiempo se
considerará ausente.