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Resumen final, de introducción del mundo contemporáneo, Resúmenes de Arte Contemporáneo

Resumen final del introducción del mundo contemporáneo

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 13/04/2023

queila-bertinat
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RESUMEN FINAL IPMC
1.a) SOUZA SILVA ¿Época de cambios o cambio de época?
En primer lugar, dice de Souza Silva, que no vivimos una época de cambios sino un
cambio de época. Cambio de época fue cuando la humanidad salió del agrarismo
(medieval, cuya referencia principal fue la tierra) para entrar al industrialismo
(moderno, cuya referencia principal fueron las nuevas fuentes de energía). Se sostiene
que hora estamos saliendo del industrialismo para entrar a la época informacional
(posmoderna, cuya fuente principal es el conocimiento). La era informacional, sostiene
Manuel Castells, es aquella que se basa en el proceso de información y comunicación
de símbolos sobre la base del conocimiento.3 Hay cambio de época cuando cambian
cualitativa, simultánea y profundamente las relaciones de producción, las relaciones de
poder, la experiencia humana y la cultura. Las relaciones de producción se refieren a
la acción humana sobre la materia para transformarla y apropiarse de ella. La relación
de poder es la imposición de la voluntad de unos sobre otros en forma física o
simbólica, actual o potencial. La experiencia humana es la interacción determinada por
la identidad biológica y cultural en el ambiente natural y social. La cultura es el
producto de las relaciones entre el ser humano y la naturaleza mediatizado por la
producción, el consumo, el poder y la experiencia humana. Las relaciones de
producción en tanto no se centra en la tierra, el capital o el trabajo, sino en el
conocimiento. Las relaciones de poder en tanto las naciones-estado pierden su
independencia en la toma de decisiones y el poder se centra en las corporaciones
transnacionales, acuerdos multilaterales, redes globales y mecanismos
supranacionales. La experiencia humana en tanto aparecen nuevas voces que
cambian el escenario de la vida, voces de sectores tales como el feminismo, el
ambientalismo, la liberación sexual, los derechos humanos, la igualdad étnica, la
participación democrática, etc. Una nueva cultura como realidad virtual, en tanto que
supera la dimensión espacio-temporal por la electrónica, la tecnología de la
información y la comunicación. Uno de los síntomas de que no estamos viviendo en
una época de cambios sino en un cambio de época es el ambiente de “turbulencias,
inestabilidad, discontinuidad, desorientación, incertidumbre e inseguridad” que vive
nuestro mundo actual, al menos en las últimas cuatro décadas del siglo XX.
Otro resumen
El autor sostiene que las elites dominantes a través de la imposición de sus intereses
como públicos llaman al actual proceso de globalización como una época de cambios
mientras que los cambios globales son claramente para el autor un cambio de época.
Pero ¿qué características conlleva cada definición?2
Una “época de cambios” implica modificaciones en el ritmo del proceso. Allí no existe
un cuestionamiento del paradigma, sino que aquella visión del mundo se encuentra
claramente establecida. Así los valores de referencia para moldear la
contemporaneidad en la forma de pensar y actuar de los actores sociales son
estables. Así como no existe un cuestionamiento del paradigma, tampoco se
cuestionan los fines u objetivos del mismo. Además las organizaciones e instituciones
buscan aumentar la eficiencia de los procesos internos. Es decir, los cambios se
producen más en los medios que en los fines. Así es que la tecnología se encuentra
en una evolución que tiene por fin el entendimiento de los cambios propios de la
época.2
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RESUMEN FINAL IPMC

1.a) SOUZA SILVA ¿Época de cambios o cambio de época?

En primer lugar, dice de Souza Silva, que no vivimos una época de cambios sino un cambio de época. Cambio de época fue cuando la humanidad salió del agrarismo (medieval, cuya referencia principal fue la tierra) para entrar al industrialismo (moderno, cuya referencia principal fueron las nuevas fuentes de energía). Se sostiene que hora estamos saliendo del industrialismo para entrar a la época informacional (posmoderna, cuya fuente principal es el conocimiento). La era informacional, sostiene Manuel Castells, es aquella que se basa en el proceso de información y comunicación de símbolos sobre la base del conocimiento.3 Hay cambio de época cuando cambian cualitativa, simultánea y profundamente las relaciones de producción, las relaciones de poder, la experiencia humana y la cultura. Las relaciones de producción se refieren a la acción humana sobre la materia para transformarla y apropiarse de ella. La relación de poder es la imposición de la voluntad de unos sobre otros en forma física o simbólica, actual o potencial. La experiencia humana es la interacción determinada por la identidad biológica y cultural en el ambiente natural y social. La cultura es el producto de las relaciones entre el ser humano y la naturaleza mediatizado por la producción, el consumo, el poder y la experiencia humana. Las relaciones de producción en tanto no se centra en la tierra, el capital o el trabajo, sino en el conocimiento. Las relaciones de poder en tanto las naciones-estado pierden su independencia en la toma de decisiones y el poder se centra en las corporaciones transnacionales, acuerdos multilaterales, redes globales y mecanismos supranacionales. La experiencia humana en tanto aparecen nuevas voces que cambian el escenario de la vida, voces de sectores tales como el feminismo, el ambientalismo, la liberación sexual, los derechos humanos, la igualdad étnica, la participación democrática, etc. Una nueva cultura como realidad virtual, en tanto que supera la dimensión espacio-temporal por la electrónica, la tecnología de la información y la comunicación. Uno de los síntomas de que no estamos viviendo en una época de cambios sino en un cambio de época es el ambiente de “turbulencias, inestabilidad, discontinuidad, desorientación, incertidumbre e inseguridad” que vive nuestro mundo actual, al menos en las últimas cuatro décadas del siglo XX.

Otro resumen

El autor sostiene que las elites dominantes a través de la imposición de sus intereses como públicos llaman al actual proceso de globalización como una época de cambios mientras que los cambios globales son claramente para el autor un cambio de época. Pero ¿qué características conlleva cada definición? Una “época de cambios” implica modificaciones en el ritmo del proceso. Allí no existe un cuestionamiento del paradigma, sino que aquella visión del mundo se encuentra claramente establecida. Así los valores de referencia para moldear la contemporaneidad en la forma de pensar y actuar de los actores sociales son estables. Así como no existe un cuestionamiento del paradigma, tampoco se cuestionan los fines u objetivos del mismo. Además las organizaciones e instituciones buscan aumentar la eficiencia de los procesos internos. Es decir, los cambios se producen más en los medios que en los fines. Así es que la tecnología se encuentra en una evolución que tiene por fin el entendimiento de los cambios propios de la época.

En cuanto a lo que el autor denomina como “cambio de época” implica modificaciones en el rumbo del proceso. Las características de la época se encuentran deterioradas de modo irreversible. Existe una inestabilidad en los elementos de referencia y la visión del mundo y el paradigma internacional se encuentra en crisis. Además está presente un cuestionamiento de la naturaleza, el rumbo y las prioridades del desarrollo (crítica a costos ambientales, sociales y económicos). Por otro lado hay una incertidumbre y desorientación generalizada que da razón para generar iniciativas de cambio por fuera de las organizaciones (premisa externa para el cambio). Junto con las crisis-en-cadena que erosionan la época vigente, la revolución tecnológica aportará muchas y profundas transformaciones en las relaciones de producción, relaciones de poder, experiencia humana y cultura. Para comprender la época emergente a la que el autor define como un “cambio de época” se deben tener en cuenta tres procesos independientes de los años ‘70: la revolución en la tecnología de la información, la crisis simultánea del capitalismo y del estatismo y la explosión global de movimientos sociales y culturales. Esto provocó transformaciones estructurales dentro de las relaciones de producción, las relaciones de poder y las relaciones intersubjetivas. Esta época emergente trajo consigo una nueva lógica de red (nodos autónomos, dependientes e interconectados que comparten códigos). Dentro de esta lógica se dieron transformaciones en las relaciones de producción donde se pasó de una economía industrial a una economía informacional/inmaterial. Para esta lógica, la información es tanto insumo como producto que de por sí es conocimiento y al utilizarlo correctamente, genera más conocimiento. Productividad y competitividad son los procesos que comandan de forma dominante a la economía informacional. La productividad es derivada de la innovación tecnológica y la competitividad, de la flexibilidad organizacional. Souza Silva menciona que una contradicción (entre otras) de este proceso es que implica una globalización del capital (a través de la eliminación de tiempo y espacio por medios electrónicos) y, a su vez, una localización del trabajo lograda a través de la construcción de las condiciones para su vulnerabilidad, es decir, la flexibilización. En cuanto a las transformaciones en las relaciones de poder, Souza Silva indica que este se constituyó históricamente a través de tres factores: la fuerza, el dinero y el conocimiento. En la época emergente es el conocimiento el que contiene mayor relevancia. Este es utilizado a su vez para la producción de mayor dinero y fuerza. De forma práctica, las transformaciones en las relaciones de poder pueden ser observadas en la crisis institucional de los Estado Nación y en la crisis política de las instituciones. “Las corporaciones transnacionales ya son los actores globales con más poder para decidir o influenciar decisiones antes definidas dentro del Estado-Nación. El poder como fuente para influenciar el comportamiento social, económico y político va a residir en las redes de intercambio de información y de manipulación de símbolos”. Por último como ya se ha mencionado, surgen transformaciones dentro de las relaciones intersubjetivas, es decir, en las experiencias culturales. Souza Silva indica que “en la sociedad-red constituida por redes de producción, de poder y experiencia, la cultura dominante será la cultura de la realidad virtual. Esto implicará una compresión electrónica del tiempo (que parece a-temporal), una pérdida de la materialidad del espacio y una deshistorialización de la historia, es decir, una desmaterialización del espacio y tiempo por medio de la tecnología informática. A esto se le agrega la presencia de los medios de comunicación y la imposición de su “realidad” como realidad efectiva lo que les genera un aumento de su poder.

reduciendo los costos para las empresas. Y por otro lado por la ampliación de la protección social (subsidio a transporte, créditos de vivienda, seguros de desempleo). Dentro del plano ideológico, la expansión del “desarrollismo” como nuevo paradigma que da coherencia y sentido al mundo occidental estaba organizado a partir del postulado del “fin de las ideologías” pretendiendo clausurar el período anterior y adjudicándole los desastres del pasado a las revoluciones sociales. Se trata del proceso de construcción de la hegemonía de posguerra. Estos postulados buscan consagrar un discurso tecnocrático como el mejor medio para regular la vida de las democracias occidentales e industrializadas. No debe existir un pensar ideológico sino “técnico”. Si bien se recurre al Estado como garante para el desarrollo de la economía, este debía ser necesariamente desideologizado, es decir, era visto como un instrumento técnico. Para la década de los años ‘60 la rentabilidad empresarial estaba estancada o en descenso. Comenzaba a surgir un problema para el capitalismo: la durabilidad de los objetos. La reducción de la tasa de ganancias empresarial (por el agotamiento de la renovación tecnológica y la ausencia de un cambio tecnológico) sumado al contexto determinado por una correlación de fuerzas favorable a los sectores subalternos (y su mayor capacidad de organización, movilización y disputa) y a los movimientos insurgentes de la periferia, colocaban al capital en una posición cada vez más delicada. En este contexto de aumento de la crisis política y parálisis productiva (lo que Gorz denomina crisis de gobernabilidad y saturación del mercado interno), en 1973 ocurre la crisis petrolera que impulsó el desmoronamiento del andamiaje ideológico construido a partir del desarrollismo y el fin de las ideologías. Así EEUU comienza un proceso de reestructuración económica que lo encamina a reafirmar su hegemonía en las finanzas globales (tras negociar la exclusividad para los bancos norteamericanos en el proceso de “reciclaje de los petrodólares” es decir el dólar se convierte en la moneda a través de la cual se comercializan los mayores volúmenes de crudo). Gracián indica que este viraje tendrá su saldo: entre ellos, un proceso de desindustrialización interno que ataca fuertemente a trabajadores y consumidores. 2.a) BYUNG-CHUL HAN. Psicopolítica Éste no es un libro para aprensivos de lo digital, ni para hipocondríacos de las transformaciones político-sociales, ni para tecnófobos pues su lectura puede incrementar ciertos temores. Byung-Chul Han, filósofo coreano formado en Alemania, nos proporciona en Psicopolítica una visión un tanto sombría de la libertad humana y su relación con el poder contextualizada en el marco de las nuevas tecnologías y los cambios de todo tipo que la hiperconexión lleva aparejados. El punto de partida de este ensayo repleto de interesantes y cuestionables reflexiones es la crisis de la libertad y su aprovechamiento como una nueva forma de explotación. Creemos que el poder hacer , tan característico e impulsado en nuestros días, frente al deber hacer nos hará libres cuando lo que genera es coacción. La consideración del hombre como proyecto libre que constantemente se replantea y se reinventa tiene una connotación de infinitud que genera coacciones y presiones. El deber hacer tiene un límite, el poder hacer no tiene ninguno. En este sentido, según Han, vivimos en una

sociedad del rendimiento en la que el sujeto se explota a sí mismo de forma ilimitada, convirtiéndose en amo y esclavo absolutos. En este contexto de hiperindividualización de la libertad, en la que el sujeto ejerce presión sobre sí mismo y se impone normas y metas que ya no tienen nada que ver con lo colectivo, surge una nueva forma de poder político-económico que Han denomina psicopolítica. Se trata de un poder inteligente, sutil, flexible que escapa a toda visibilidad; no es excluyente, prohibitorio o censurador. El sujeto sometido no es consciente de su sometimiento. Es un poder que cuida de que los hombres se sometan por sí mismos al entramado de dominación; en lugar de hacerlos sumisos, los hace dependientes. Este poder inteligente se ajusta a la psique de los individuos en lugar de disciplinarla y someterla a coacciones y prohibiciones. No impone ningún silencio, al contrario, exige compartir, participar, comunicar nuestras opiniones, necesidades, deseos y preferencias. En definitiva, es una forma de poder que exige contar nuestra vida. Precisamente, la crisis de la libertad a la que Han se refiere consiste en que ésta no es negada sino explotada por esta nueva forma de poder. Según el autor, la psicopolítica adopta refinadas formas de aprovechamiento con la finalidad de explotar a toda la persona, su atención e incluso su vida. El hombre en todas sus facetas es objeto de explotación de la psicopolítica. Menciona Han que en la sociedad actual se busca la permanente optimización personal y, por consiguiente, la optimización del sistema, algo que para el autor es destructivo pues conduce a un colapso total. La optimización personal se consigue eliminando los pensamientos negativos que impiden el rendimiento sin límite. No se tolera el dolor ni la negatividad, salvo que estén al servicio de ese rendimiento sin límite. No obstante, menciona Han que la negatividad es consustancial a la vida, pues mantiene la vida en vida y es constitutiva de la experiencia. La psicopolítica está dominada así por la violencia de la positividad cuya esencia es agradar en lugar de someter. El autor considera que la psicopolítica es la forma de gobierno del régimen neoliberal. A diferencia de otros sistemas de control, la psicopolítica es una forma de control muy eficiente en la que no existe limitación óptica. Al basarse en el autocontrol que los individuos hacen de sí mismos, la psicopolítica permite la vigilancia desde todos los ángulos; es capaz de llegar a la psique, actuar sobre los individuos desde un nivel prerreflexivo e influir en las emociones para generar determinadas acciones. En este sentido, la emoción representa un medio muy eficiente para el control psicopolítico del individuo. Han compara esta forma de control con el Big Brother de Orwell. En esta forma de gobierno se maximiza el consumo, se genera abundancia y exceso de positividad, se anima a comunicar y a consumir, no se tortura a nadie para lograr confesiones, sino que tiene lugar un desnudamiento voluntario de los individuos. A diferencia del Big Brother de Orwell, la psicopolítica tiene un aspecto amable y su eficiencia reside precisamente en su amabilidad y en que nadie se siente realmente vigilado o amenazado. Como si de un Big Brother digital se tratara, la psicopolítica se sirve del Big Data para apoderarse de los datos que los individuos le entregan de forma efusiva y voluntaria. Este dataísmo, caracterizado por la acumulación de enormes cantidades de datos que permiten filtrar todo emocionalismo e ideología, ha supuesto una Segunda Ilustración definida por la transparencia. El imperativo de esta Segunda Ilustración es que todo se ha de convertir en datos e información. El dataísmo, que pretende eliminar toda ideología, es así una ideología en sí mismo que conduce al totalitarismo digital. Esta

cultural de transición que anuncia una verdadera mutación en las subjetividades, Paula Sibilia analiza el veloz distanciamiento que se ha producido en los últimos años respecto de las formas típicamente modernas de ser y estar en el mundo, y de aquellos instrumentos que solían usarse para la construcción de sí mismo, hoy casi totalmente eclipsados. La intimidad como espectáculo pone en relación, de modo dinámico e inteligente, las formas actuales de construir la subjetividad con otras modalidades de relatos de sí, que van desde el diario íntimo hasta el psicoanálisis, pasando por todas las formas de introspección. La intimidad como espectáculo, como se propuso la autora, logra delinear ciertas tendencias que se perfilan en nuestra sociedad occidental y globalizada, en un contexto histórico. Pero más importante aún es que Sibilia prácticamente esboza una teoría de cómo se construyen las subjetividades en esta era digital. Su estudio sirve de base para nuevas investigaciones y reflexiones sobre este tema. 3.a) GORZ ANDRÉ. Miserias del presente, riquezas de lo posible El autor entiende la globalización como una respuesta política por parte del capital a dos procesos: la crisis de gobernabilidad (confrontación de sectores subalterno) y la saturación del mercado. En cuanto a la primera, desde los ‘60 hasta los ‘80 surge un cuestionamiento al aparato institucional constituido para organizar y reproducir una determinada forma social en función del capitalismo fabril (crítica a la matriz productiva y cultural del capitalismo). Es decir, se cuestionan a las instituciones reguladoras y reproductoras de la sociedad. Surge una crítica a la sociedad organizada a través del trabajo rutinario burocrático cuyo objetivo era organizar la vida a través del consumo de masas homogeneizador (Estado keynesiano). De esta manera se da un agotamiento del panóptico como forma de control y surge un planteamiento de alternativas y la posibilidad de transformaciones que buscan satisfacer el deseo más allá de lo mercantil y monetario. Paralelamente a esta crisis de gobernabilidad, los sectores ligados al capital ven en el Estado un límite para sus negocios. En la época de la posguerra este era visto como una herramienta técnica que ayudaba a la ampliación del mercado interno para el aumento de negocios de quienes poseían el capital. Sin embargo desde comienzo de los ‘70 el modelo económico keynesiano ya no era un modelo rentable debido a la saturación de los mercados internos. El capital tenía dificultad para reproducirse dentro de la órbita Estado-Nación. Así es que este es visto como una limitación/traba para la expansión del capital. De esta manera comienza una búsqueda de otra forma de organización social que no sea visible ni centralizada como lo era la del Estado benefactor aspirando a una forma de organización descentralizada y autónoma. Desde esta perspectiva es que Gorz entiende a la globalización como respuesta política ya que es un intento de generar un cambio en la correlación de fuerzas donde el Estado ya no es garante de derechos para que los ciudadanos accedan al consumo masivo de productos que el capital producía. Surge una inversión en esta lógica. Durante el período de los ‘70-’80 se da un retrocedimiento de derechos y garantías para la imposición de nuevas formas de producción para el capital.

Estas nuevas condiciones sociales y culturales son impuestas por las clases dominantes a través de distintas estrategias. En lo que respecta al disciplinamiento social recurrieron a la desaparición de personas, la baja de salarios y al desempleo. En cuanto a la reconversión financiera, las corridas bancarias, la fuga de capitales y la consecuente dolarización de la economía sumado al endeudamiento externo, han aumentado el poder de la clase dominante y la sumisión de los sectores subalternos. Este reacomodamiento de la correlación de fuerzas para Gorz comienza con la liberalización de los mercados donde el capital adquiere espacio global, que como señala Souza Silva en ¿Una época de cambios o un cambio de época? , genera contradicciones con el espacio local político (capital se globaliza-el trabajo se localiza). Este capital globalizado es producto de una nueva lógica proveniente de la revolución informática. La tecnología fue utilizada como recurso para la expansión global y el acceso de nuevos nichos de mercado donde encontrar materia prima y mano de obra más barata. Esto a su vez, aumentó la velocidad de la producción, el traslado y de las transacciones comerciales. Sin embargo, para que la tecnología sea rentable fue necesario el reacomodamiento de la correlación de fuerzas explicado anteriormente. Por otro lado, dentro de esta reestructuración (reacomodamiento de correlación de fzas) se conformó una estructura estatal más pequeña que permita la circulación libre del capital: el Estado supranacional. Este tiene como agentes a trasnacionales como el FMI o el Banco Mundial cuya ideología está ligada al descrédito de lo público y lo político, a la desregularización y a la privatización. Esto lejos se encuentra de una idea de soberanía. A lo largo de la década de los ochenta se impulsó la lógica de la flexibilidad de empresas y la llamada reingeniería (que Sennett explica en La corrosión del carácter). El propósito empresarial será aumentar sus beneficios recortando lo más posible sus costos y, dentro de estos costos se encuentran los salarios (“hacer más con menos”). A su vez se realiza una redistribución de abajo hacia arriba ya que lo que anteriormente eran costos salariales, ahora son ganancias para la gerencia de las empresas. Esto es símbolo de “eficiencia” lo que el mercado toma como buen signo. Esto provoca una subida de las acciones que le permiten a las empresas una mayor producción de dinero sin generación de productos. Esto es lo que se llama una caída en la producción y un aumento en la ganancia. Esta nueva forma de producción se despega de la lógica de la economía real y decanta en una economía predominantemente financiera que Gorz denomina como economía inmaterial. 3.b) SEBASTIÁN BOTICELLI. El trabajo en los Tiempos Modernos de Charles Chaplin.

*Compare las nociones de trabajo y ocio entre las concepciones de los

filósofos clásicos, los pensadores medievales y los teóricos liberales.

En este texto se ve como el autor va viendo el desarrollo del trabajo del capitalismo que va en crisis a lo largo de la historia, que el trabajo manual era considerado degradante en cuya época era esclavista y que eso llevaba la verdad por la necesidad de sobrevivir, donde el ocio también era visto como lo más importante dado que permitía acceder a esa verdad y en definitiva distinguir lo bueno de lo malo y hacer las divisiones de la sociedad. Si comparamos con el trabajo actual como se fueron

encontrándose ajeno a sus posibilidades de realización y vocándose solo a la actividad laboral porque es coaccionado a ello.

¿El autor está a favor o en contra de las tesis de Habermas?

El autor está en contra con Habermas en el devenir del capitalismo industrial, la ciencia, y la técnica, sustituyeron al trabajo como principal fuerza productiva y se ha extinguido o está por extinguirse por que ahora es la tecnología la que opera sobre la materia.

Leyendo atentamente los argumentos dados por el autor entre las

páginas 118 hasta 120, ¿Qué conclusión puede elaborar al respecto?

El autor nos muestra como a pesar del pasar de los años sigue en total vigencia lo que representa Chaplin en "tiempos modernos", nos hace abrir los ojos que lo que vivimos no es libertad, ni nos hace felices, todo lo contrario, estamos presos de un sistema de autoexplotación que comenzó diciendo "que la dignidad humana solo puede encontrarse trabajando" , el trabajo deja de ser un medio de satisfacción de necesidades para constituirse el mismo en una necesidad. Hoy, en el individuo no trabaja por el sentido de la dignidad, tampoco trabaja para sumar pertenencias, sino, para poder tener un mayor nivel de consumo. El mercado ya no se maneja con la oferta y demanda en un intercambio de bienes , si no que ; se maneja a partir de proveedores y usuarios , y en líneas generales usuarios, ya que los proveedores también participan en la competencia de consumo; es decir todos quieren consumir todo, aun no todos gozando de las mismas posibilidades. La meta es el consumo. Podemos ver el capitalismo, pero mas aun el neoliberalismo marcado en cada área de la vida del consumidor, no hay distinción entre el tiempo de ocio y trabajo , siempre esta consumiendo. 3.c) SENNET RICHARD. La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. El ensayo que escribe el sociólogo Richard Sennett hace énfasis no solamente en el fin del trabajo estable en las sociedades capitalistas avanzadas, sino también en las consecuencias que ha tenido dicha problemática sobre la identidad personal o individual basada, hasta cierto punto, en certezas derivadas de la rutina estable y los conocimientos adquiridos a lo largo del estudio de una profesión. De esta manera, los trabajadores se enfrentan con una situación laboral regulada por las necesidades de corto plazo de las empresas, cuyo dinamismo se apoya tanto en las innovaciones tecnológicas como en el recorte constante de la plantilla de trabajadores, cuya vida oscila entre el desempleo y el empleo temporal con precarias prestaciones sociales.^1 Este panorama, en términos generales, constituye el objeto de estudio de Richard Sennett, quien lo ilustra con lo que sucede en las vidas personales de algunos individuos^2 que, en mayor o menor medida, han sufrido los efectos perversos del "nuevo capitalismo". El "nuevo capitalismo", según Sennett, ha terminado con la idea "añeja" de que el trabajo estable o de largo plazo era el principal medio para acceder a una vida familiar

con prosperidad. Ahora se ha generalizado, en cambio, la incertidumbre, que termina por disolver la acción planificada y los vínculos de confianza y compromiso. Por otro lado, entre los partidarios del "nuevo capitalismo" se ha "popularizado" la creencia de que la rutina desprendida del desempeño de una actividad laboral es negativa porque responde a las necesidades de un tiempo burocrático que degrada a la persona; sin embargo, para Sennett la rutina no necesariamente conlleva a la degradación, pues hay "...el valor fundamental de la costumbre en las prácticas sociales y en la autocomprensión; probamos alternativas sólo en relación con hábitos que ya dominamos" (p. 45). Una experiencia no rutinaria se piensa que estimula la innovación frente a circunstancias cambiantes bajo el deseo personal de libertad. Pero detrás de esta creencia el autor descubre una nueva estructura de poder y control que tampoco ha estimulado la creación de condiciones de liberación. A dicha estructura se le ha llamado "flexibilidad",^3 y, a su vez, se compone, según el autor, de tres elementos: reinvención discontinua de las instituciones, especialización flexible de la producción y concentración sin centralización del poder (p. 48). La reinvención discontinua de las instituciones se relaciona con las "modernas" prácticas de dirección de las empresas, que buscan sustituir la jerarquía piramidal por un sistema fragmentario que pueda separar una parte sin destruir a las demás. Esto se mantiene en el plano de la teoría, porque en la práctica se ha expresado en la reducción de los puestos de trabajo, bajo una divisa que señala: "hacer más con menos" (p. 50). Empero, los recortes en la plantilla de trabajadores no han producido mayores beneficios ni han incrementado la productividad. Las razones de este fracaso son en parte evidentes: la moral y la motivación de los trabajadores bajaron (...) con los diversos recortes. Los trabajadores que sobrevivieron se quedaron, más que exultantes por una victoria competitiva frente a los despidos, esperando el nuevo golpe de hacha (p. 51). Por su parte, la especialización flexible intenta producir bienes más variados a una velocidad mayor. Pero la manera en que se desarrolla ese sistema depende del régimen de organización social. Por ejemplo, el angloamericano fomenta el pleno empleo con escasas restricciones políticas para evitarla desigualdad de ingresos; mientras, los sistemas de los Estados de bienestar del modelo renano, que cuentan con mayores apoyos páralos trabajadores, tienen más problemas para alcanzar el pleno empleo. Finalmente, la concentración sin centralización de poder supuestamente implica que los trabajadores de menor categoría cuenten con un mayor control sobre sus actividades. Pero en realidad se trata de un sistema donde el trabajador se relaciona con sus superiores inmediatos para tratar algún problema que se le presenta en el proceso de producción. Al mismo tiempo, el control lo mantiene la principal unidad organizativa, porque fija los objetivos que debe alcanzar cada una de las unidades con respecto al nivel de la producción. Otra forma de hacerlo consiste en que la estructura deja abierta a las unidades e individuos la manera de producir siempre y cuando se alcancen las cuotas de producción establecidas. En este "mar" de creencias e ilusiones, el autor concluye que la flexibilidad agudiza la desigualdad social debido a que el ganador se lleva todo.

movilidad absoluta. En la actualidad vivimos en un ámbito laboral nuevo, de transitoriedad, innovación y proyectos a corto plazo. Pero en la sociedad occidental, en la que «somos lo que hacemos» y el trabajo siempre ha sido considerado un factor fundamental para la formación del carácter y la constitución de nuestra identidad, este nuevo escenario laboral, a pesar de propiciar una economía más dinámica, puede afectarnos profundamente, al atacar las nociones de permanencia, confianza en los otros, integridad y compromiso, que hacían que hasta el trabajo más rutinario fuera un elemento organizador fundamental en la vida de los individuos y, por consiguiente, en su inserción en la comunidad. Mediante entrevistas con ejecutivos de IBM despedidos en la gran remodelación de esta compañía en los años noventa; el seguimiento de la trayectoria de un padre y de su hijo, asalariado toda su vida el primero y asesor forzosamente independiente el segundo; y de dos generaciones de trabajadores de la misma empresa panificadora de Boston, Sennett analiza con notable penetración y cuantiosa información el contraste entre dos ámbitos de trabajo radicalmente distintos: el antiguo, en vías de desaparición, un mundo de organizaciones jerárquicas rígidas, donde se esperaba de los trabajadores una identidad firme, una personalidad formada, y el nuevo mundo de empresas en permanente crecimiento y cambio, un mundo de riesgo, de extrema flexibilidad y objetivos a corto plazo, donde se exigen individuos capaces de reinventarse a sí mismos sobre la marcha. «Una notable síntesis de inteligente observación empírica y seria reflexión ética... Sennett sostiene con argumentos convincentes que la creciente inseguridad experimentada por los trabajadores hace que sea imposible para ellos lograr una identidad moral» (Richard Rorty). «Este libro hermoso y conmovedor, de uno de nuestros mejores sociólogos, alerta a Europa sobre lo que puede pasar si sigue el camino que han tomado los Estados Unidos y en alguna medida Gran Bretaña» (Eric Hobsbawm). «Un libro excepcional, una combinación de erudición histórica, sabiduría literaria y agilidad periodística» ( The New York Times Book Review ). «Muy bien escrito e inteligentemente argumentado. Sennett desafía al lector a decidir si la flexibilidad del capitalismo moderno ofrece un contexto mejor para el crecimiento personal, o es simplemente una nueva forma de opresión» ( Publishers Weekly ). 4.a) EZEQUIEL ADAMOVSKY “Historia de las clases populares en la argentina. Desde 1880 hasta 2003,“El triunfo del neoliberalismo”.

Adamovsky aporta una mirada directa del desarrollo, influencia y

consecuencias que el neoliberalismo genero en el país. El neoliberalismo

mediante los medios de comunicación y medidas económicas como la doctrina

del shock genero una desprotección de la industria nacional, privatización,

reducción del estado, flexibilización del empleo, precarización del trabajo,

disminución del costo laboral, entre otras. Cada individuo debía proveer su

bienestar, reduciéndose todo lo público y desfinanciando la educación, la salud

y la seguridad. El estado solamente quedo constituido por restos manejados

por redes personales y grupos de poder particular. Dejo de existir el ciudadano

social, poseedor de derechos, y paso a aplicarse la ciudadanía política; creció

el desempleo y la desigualdad empeorando todas las condiciones sociales.

a) ¿Qué estrategias implementaron las clases dominantes para terminar

de implementar el neoliberalismo según Adamovsky en la Argentina?

Por un lado, especialmente luego de 1987, iniciaron una campaña sistemática en los medios de comunicación sobre la necesidad de desmantelar el "estatismo", liberalizar completamente la economía y acabar con los principales derechos laborales. Buscaron seducir con ese discurso neoliberal especialmente a los cuadros de los partidos más importantes. Con la UCR tuvieron éxito, de modo que su candidato para las presidenciales de 1989 incluyó esas ideas en su plataforma electoral. La segunda estrategia de avance: las grandes empresas formadoras de precios experimentaron con una nueva manera de condicionar las decisiones políticas. El método, que mucho tiempo después recibiría el nombre de "doctrina del shock", consistía en aprovechar una situación caótica que sumerge a una población en el miedo y el desconcierto, para avanzar con medidas "salvadoras" que en tiempos normales jamás serían aceptadas.

b) En relación a lo visto las unidades anteriores explicar por qué el Estado

era un obstáculo para el neoliberalismo. Qué impacto tuvo esto en la

Argentina, según Adamovsky.

El estado era un obstáculo ya que tenían una política que protegía a los trabajadores y a la sociedad con la misión de integrar a las clases populares a la vida nacional, asegurar el orden. Una integración que promovía un país en el que todo todos los ciudadanos tenían los mismos derechos y se caracterizaba por la homogeneidad. Las políticas neoliberales significaron un cambio profundo en el papel del estado argentina. La premisa era que cada individuo debía proveerse el acceso de bienestar por sus propios medios, en el cual todo lo público debía reducirse. Así como consecuencia se desfinanciaron dramáticamente los sistemas de salud, previsión y educación, se redujeron las jubilaciones combinándose con las altas tasas de desocupación.

c) ¿Cómo afectó las transformaciones en el Estado en lo social? Tener en

cuenta la situación previa, la gestión de la pobreza y las lógicas de lo

político

Adamovsky paso de la clase media a las clases populares, se propone. En la primera, con la consolidación del Estado Nacional y la profundización del capitalismo, describe la transformación demográfica y la oleada inmigratoria, que fue tan importante para la politización de las clases populares. Para Adamovsky, el crisol de razas y la modernización económica del país en esos años son mitos. El primer mito omite la desigualdad racial que existió y el segundo, la escasa equidad con la que se repartían las riquezas del modelo agroexportador. La historia nacional ha sido forjada entre el choque y el conflicto entre las clases populares y la élite. La regla general es que a mayor unión popular, más cesiones de la élite. En ese proceso, una y otra se van modificando, así como las reglas del juego político, económico y social. El peronismo, unificó a las clases populares como sujeto político. Las clases populares ingresan a la alta política.

cotidiana de nuevos recursos de confort ejemplos :(la luz, el teléfono, la radio,etc) todo lo que los hacía sentir privilegiados como habitantes de la modernidad.

¿Qué diferencia a la “internacionalización” de la “globalización” en la

constitución de las identidades? ¿Qué papel juega en cada una de ellas el

Estado y la política?

La internacionalización fue una apertura de las fronteras geográficas de cada sociedad para incorporar bienes materiales y simbólicos de las demás. La globalización supone una interacción funcional de actividades económicas y culturales dispersas, bienes y servicios generados por un sistema con muchos centros. El estrechamiento de este proceso, reducido sólo a lo mercantil y en el caso del bloque latinoamericano, acompañado de políticas neoliberales, trae aparejados desfases entre el sector económico - financiero y el resto de lo que comprende lo social. El autor cuestiona esta forma de entender la globalización, preguntándose ‘’si este modo injusto de globalización es gobernable. O simplemente, si la globalización, hecha así, tiene futuro. Ahora lo que se produce en todo el mundo está aquí. Adoptará entonces la concepción de que existen redes dedicadas a la negociación de lo diverso, las que proliferan entre lo central y lo periférico, lo global y lo local. El proceso en su conjunto implica la reorganización de las fronteras y de las desigualdades, replanteamientos de los estereotipos culturales, la intensificación de los intercambios, es aquí donde somete la política a las reglas del comercio.

¿Qué factores influyen en la debilidad de la “identidad ciudadana” y el

fortalecimiento de la identidad de “consumidores”?

Las identidades hoy en día se configuran más bien en el consumo, dependen de lo que uno posee o es capaz de llegar a apropiarse. La versión política del estar contento con lo que se tiene que fue el nacionalismo de los años 60 y 70, es vista en el hoy como el último esfuerzo de las élites desarrollistas, las clases medias y algunos movimientos populares por contener dentro de las fronteras nacionales de explosión globalizada de las identidades y de bienes de consumo que las diferenciaban. Lo simbólico de consumir lo nuestro, estaba sostenido por una nacionalidad económica de buscar bienes extranjeros era un recurso de prestigio y a veces una elección de calidad. 4.c) BERNARD MANIN. Metamorfosis de la representación. El texto de Bernard Manin analiza las mutaciones en la representación. Es por ello que aquí resulta fundamental la idea de que la representación no está en crisis en la actualidad, sino que ha mutado a partir del cambio de época. Para analizar esta idea el autor analiza a lo largo de su texto cómo fue cambiando la representación desde principios del SXIX hasta la actualidad. Comienza su análisis explicando cuatro principios de la representación: Gobernantes elegidos por los gobernados; los gobernantes conservan cierto margen de independencia con relación a los gobernados; la opinión sobre temas políticos expresada más allá del control de los gobernantes y la decisión colectiva deriva de la deliberación. Luego el autor analiza esos cuatro principios a partir de tres tipos de gobiernos representativos: el parlamentarismo (fines del Siglo XVIII); la democracia de partidos (fines del SXIX hasta mediados del SXX) y la democracia de lo público(actualidad).

Las mayorías de los electores se identificaban con un partido político, hay un numero de electores que vota diferente en cada elección y las encuestas de opinión revelan que aquellos se niegan a identificarse con un partido político. Se tiene la impresión de que los partidos imponen a la sociedad divisiones que disgustan los observadores. La estrategia electoral de candidato y de partidos se basa en la construcción de imágenes en las cuales la personalidad de los lideres ocupa un lugar predominantes mas que la promesa de medidas determinadas.

1. ¿Cómo caracteriza el autor a los partidos políticos en la actualidad?

A menudo se afirma que la representación experimenta actualmente una crisis en los paises occidentales. Los partidos políticos imponen divisiones en la sociedad ( son artificiales). En la actualidad la estrategia electoral de los candidatos y de los partidos se basa en la construcción de imágenes, sobre todo lo que hace a la personalidad de sus dirigentes. La distancia entre el gobierno y la sociedad, entre representantes y representados, parece agrandarse, la elección de los representantes no parece ser ya el medio por el cual los representados escogen la política que desearía que se aplique. Hoy en día las personas cambian el voto de una elección a otra y ya no se casan con ningún partido político.

2. Sintetizar los cuatro principios de la representación

El desarrollo conceptual de los cuatro principios clásicos de los gobiernos representativos, son

  1. La independencia parcial de los representantes: este principio enmarca la necesidad de cumplir las promesas del electorado, y demuestra como en el fondo el veredicto del pueblo puede ser un elemento vinculante con las decisiones que tomen los representantes, pero en el fondo no existe ningún poder que obligue a los elegidos a cumplir con las promesas electorales.
  2. La libertad de opinión pública: el supuesto básico desde los teóricos de la representación es que la libertad de opinión sopesaría la ausencia de promesas vinculantes, dándole a los electores la posibilidad de crear corrientes de opiniones públicas que incidieran en las decisiones de los representantes. La realidad como lo demuestra Manin, es que la opinión pública queda en manos de los que hacen la opinión, es decir, de los que hacen los sondeos de opiniones que guían tendenciosamente la agenda pública y la agenda política, lo que en ultimas genera unos sistemas basados en la lógica y los resultados de encuestas, haciendo que la política gire en los problemas de la inmediatez.
  3. El carácter periódico de las elecciones: supuestamente las elecciones y la periodicidad de las mismas permitirán que los electores regulen las acciones políticas de sus representantes. Lo que demuestra Manin, es que los votantes tienen en cuenta el pasado a la hora de tomar decisiones y no el presente.
  4. Juicio mediante la discusión: otro de los supuestos clásicos es que la toma de decisiones en los sistemas representativos se basa en la verdad consensuada y en el convencimiento racional de los miembros. La verdad aparecerá mediante el uso de la razón que surge en medio del proceso de discusión. En su estudio Manin diferencia regateo, discusión, deliberación y debate, precisando sobre todo los límites y las

5.a) ARTURO JAURETCHE. Manual de zonceras argentinas. A los jóvenes militantes de FORJA les correspondió, allá por 1935, descorrer los velos y ahuyentar las leyendas que ocultaban al hombre argentino la verdadera realidad del país en el que vivía, o en el que sobrevivía sin sospechar siquiera la urdimbre de intereses extraños que manejaban su existencia, usufructuaban las riquezas de su país y conducían el destino de su nacionalidad. Para lo cual había sido preciso que la colonización cultural, mediante el discrecional manipuleo de la desinformación, se introdujera poco menos que secularmente en la vida ciudadana sobre todo a través de un sistema de enseñanza puesto al servicio de un enciclopedismo enajenante, sin practicidad nacional. De esa desinformación -que es ocultamiento y deformación de la verdad- proceden una cantidad de formulaciones de supuesta naturaleza axiomática que la mentalización acrítica instalada ha observado y repetido dogmáticamente, con sumisa sujeción a un principio de autoridad intocable, encarnada en clásicos popes de la intelligentzia argentina. Estas formulaciones son las que Arturo Jauretche llama, para desacralizarías (él diría destriparlas) como corresponde, “zonceras argentinas”: “Descubrir las zonceras que llevamos dentro es un acto de liberación; es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido, pues hay cierta analogía entre la digestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al psicoanálisis -que son modos de vomitar entripados- siendo uno mismo el propio confesor o psicoanalista. Para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza; simplemente estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria, como lo señala el verbo”. 5.b) CASTRO GOMEZ. Ciencias sociales, violencia epistémica y el problema de la “invención del otro” Hipótesis La hipótesis que sostiene el texto consiste en la demostración de que el “fin” de la modernidad implica una crisis del dispositivo de poder que construía un “otro” en función de la lógica binaria que reprimía las diferencias. Este “fin de la modernidad” se refiere a la crisis de una configuración histórica del poder en el marco del sistema- mundo capitalista que ha tomado nuevas formas en los tiempos de globalización. Esto no implica la desaparición del sistema-mundo (utilizamiento prefijo “post”). La actual reorganización flobal de la economía capitalista se sustenta sobre la producción de las diferencias (pluralidad). La afirmación celebratoria de estas podría contribuir a consolidarlo. El desafío para una teoría crítica de la sociedad es mostrar en qué consiste la crisis del proyecto moderno y cuáles son las nuevas configuraciones del poder global en lo que Lyotard denominó la “condición posmoderna”. El proyecto de la gubernamentabilidad Cuando se habla del “proyecto de la modernidad” se refiere al intento fáustico de someter la vida entera al control absoluto del hombre bajo la guía segura del conocimiento (antropocentrismo: elevación del hombre al rango de principio ordenador de todas las cosas). Es el hombre quien sirviéndose de la razón es capaz de descifrar las leyes inherentes a la naturaleza para colocarlas a su servicio. Dentro de esto, la

concepción del dominio sobre la naturaleza mediante la ciencia y la técnica entendiendo a la misma como un adversario al que hay que vencer para domesticar los riesgos de la vida. La mejor táctica es conocer al interior a este adversario para luego someterlo a la voluntad humana. El papel de la razón científico-técnica es acceder a los secretos de la naturaleza y obligarla a obedecer nuestros imperativos de control. Weber se refiere a esta racionalización de occidente como un proceso de “desencantamiento” del mundo. Cuando se habla de la modernidad como proyecto se habla principalmente de la existencia de una instancia central a partir de la cual son dispensados y coordinados los mecanismos de control sobre el mundo natural y social. Esta instancia central se refiere al Estado como garante de la organización racional de la vida humana (panóptico). Esta organización racional significa que el proceso de desencantamiento del mundo (Weber) empiezan a quedar reglamentados por la acción directriz del Estado. Para la formulación de metas colectivas, válidas para todes, se requiere la aplicación estricta de “criterios racionales” que permitan sintetizar deseos, intereses y emociones de ciudadanos. El Estado moderno no solo adquiere el monopolio de la violencia sino que la utiliza para dirigir racionalmente las actividades de los ciudadanos. Dentro de este contexto las ciencias sociales fueron una pieza fundamental para este proyecto de organización y control de la vida humana. El nacimiento de las mismas es un elemento constitutivo de los marcos de organización política definidos por el Estado-Nación. Funcionan como plataforma de observación científica sobre el mundo social que se pretendía gobernar. Gracias a ellas el Estado fue capaz de ejercer control sobre la vida de las personas, definir metas colectivas y de construir y asignar a los ciudadanos una “identidad” cultural. Las clasificaciones elaboradas por las ciencias sociales. La matriz práctica que da origen al surgimiento de las cs sociales es la necesidad de ajustar la vida de los hombres al aparato de producción (organización fabril-instituciones estatales Caruso/Dussel). Todas las políticas e instituciones estatales vendrán definidas por el imperativo jurídico de la modernización, es decir, por la necesidad de disciplinar las pasiones y orientarlas al beneficio de la colectividad a través del trabajo (biopolítica-panóptico-control de los cuerpos). Se trataba de ligar a todos los ciudadanos al proceso de producción (homogeneización) mediante el sometimiento de su tiempo y cuerpo a una serie de normas definidas y legitimadas por el conocimiento (saber/ciencias-mecanismo de poder). Las ciencias sociales enseñan las leyes que gobiernan la sociedad y el Estado, define sus políticas gubernamentales a partir de esta normatividad científicamente legitimada. El intento de crear perfiles de subjetividad estatalmente coordinados (homogeneización social en función de ciudadanía) conlleva la “invención del otro”. Este término no se refiere sólo al modo en que un cierto grupo de personas representa mentalmente a otras sino que apunta hacia los dispositivos de saber/poder a partir de los cuales esas representaciones son construidas. Este problema debe ser abordado desde la perspectiva del proceso de producción material y simbólica en el que se vieron involucradas las sociedades occidentales a partir del siglo XV. Según González Stephan, el proyecto fundacional de la nación en latinoamérica se lleva a cabo mediante la implementación de instituciones legitimadas por la letra (escuelas, hospicios, cárceles) y de discursos hegemónicos (mapas, gramáticas, constituciones, manuales) que reglamentan la conducta de los actores sociales, establecen las fronteras entre unos y otros y les transmiten la certeza de existir dentro o fuera de los límites definidos. La formación del ciudadano como “sujeto de derecho” solo es posible