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Fases libidinales: Desarrollo psicosexual del niño, Resúmenes de Filosofía

Las fases libidinales del desarrollo psicosexual del niño, caracterizadas por la organización de la libido en torno a una zona erógena y un modo particular de relación con el objeto de la pulsión. Se detalla cada fase, desde la oral hasta la fase genital, incluyendo el papel del objeto de la pulsión, la oposición en juego y las teorías sexuales infantiles.

Tipo: Resúmenes

2021/2022

Subido el 02/11/2022

jose-paz-23
jose-paz-23 🇦🇷

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FASES LIBIDINALES: etapas del desarrollo psicosexual del
niño y se encuentran caracterizadas por una organización de
la libido en torno a una zona erógena y un modo particular de
relación al objeto de la pulsión. Es decir, en cada fase el niño
va a encontrar satisfacción en una zona erógena particular, si
bien las pulsiones siguen siendo múltiples.
Las fases del desarrollo libidinal son:
FASES PREGENITALES
“Llamaremos pregenitales a las organizaciones de la vida
sexual en que las zonas genitales todavía no han alcanzado su
papel hegemónico”
1 FASE ORAL: (desde el nacimiento hasta los 2 años
aproximadamente) En esta fase el objeto de la pulsión en
principio es el pecho materno, que paulatinamente irá
sustituyéndose por otros objetos (chupete, partes del propio
cuerpo o de otros, juguetes, etc.). El placer se encuentra
ligado a la boca como zona erógena (labios, dientes,
garganta, etc.). En esta etapa observamos que los niños
encuentran satisfacción llevándose objetos a la boca, sin
sentir asco. Con la aparición de los dientes, comienzan a
morder. El caníbal, como es sabido, permanece en esta
posición; le gusta devorar a su enemigo, y no devora a
aquellos de los que no puede gustar de algún modo”. Esto es
observable cuando el bebé muerde el seno materno o
cuando los niños pequeños muerden a algún otro niño.
La satisfacción oral a su vez da lugar a “temor a ser
devorado”.
“Transitivismo infantil”. En el proceso de constitución del yo
se produce una alienación a la imagen del otro, en el que “el
yo humano es el otro”. El otro es un objeto de rivalidad, celos
y competencia.
FASE SADICO- ANAL: (entre los 2 y 3 años
aproximadamente). Se caracteriza por una organización de
la libido en torno al ano como zona erógena. Así como la
sexualidad nace apuntalada en la nutrición, también
encuentra apuntalamiento en la función corporal de la
defecación. Ante esta satisfacción el niño se encontrará con
la exigencia social de que debe retener y expulsar las heces
en un lugar determinado. Para el niño su excremento no es
algo asqueroso, “lo trata como una parte de su propio
cuerpo; representa el primer regalo” por medio del cual
expresará obediencia al cederlo y desafío, al rehusarlo.
En esta organización pregenital, la satisfacción se encuentra
también en la agresión. Por ejemplo, algunos niños se
empujan, pegan, arañan, tiran del pelo, muerden, son crueles
con los animales.
FASE FALICA (alrededor de los 4- 5 años) En esta etapa el
interés recae sobre los genitales. Para los niños de ambos
sexos hay algo masculino, pero no algo femenino aún. La
oposición que se presenta es fálico (con falo)- castrado (sin
falo): “Los genitales femeninos permanecen por largo tiempo
ignorados. “Premisa universal del falo” . Esto significa que los
niños creen que todo tiene pene, no solo las niñas y las
mujeres en general, sino los objetos. Este es el carácter
principal de esta fase. El falo es cualquier objeto que cobre
valor (no es solamente el pene). La lógica de la etapa
pregenital está ligada a un drama: ser o no ser amado; en
principio por los padres. Se trata de tener o no tener el falo
para poder ser amado. El falo es aquello que se tiene y se
puede perder”. Tener el falo es tener aquel atributo que los
hace ser amados, lo cual implica una pregunta para el niño
acerca de qué lo hace querible. onanismo o masturbación
infantil. Se diferencia de la masturbación en la fase genital (a
partir de la pubertad), en que en la niñez no es posible
biológicamente, la descarga.
La investigación sexual infantil:
Voyeurismo: placer de espiar, Los niños están muy
interesados, entre otras cosas, no solo en sus propios
genitales sino en los de los demás.
También encuentran placer en el exhibicionismo de su propio
cuerpo o de sus partes íntimas (por ejemplo, se pasean
desnudos riendo y sin vergüenza).
Está en juego la pulsión epistemofílica o pulsión de saber o de
investigar, que recae sobre los problemas sexuales. Su interés
los lleva a realizar muchas preguntas. En su investigación van
elaborando “Teorías sexuales infantiles”. Se trata de
argumentos tendientes a explicar aquello que no les es
posible comprender aún.
La primera de ellas es la “Premisa universal del falo”.
La llegada de un nuevo niño lo lleva a preguntarse “¿De
dónde vienen los niños”? Para responder a esto, elaboran
teorías sobre la concepción y el nacimiento:
Concepción sádica del comercio sexual: Si a esa tierna edad
los niños son espectadores del acto sexual entre adultos,
conciben este acto como una especie de maltrato o
sometimiento sádico.
Complejo de Edipo: Al llegar esta fase, cada uno de ellos
sentirá atracción sexual por el progenitor del sexo opuesto y
rivalizará con el del mismo sexo. Intentarán formar pareja
con éste intentando eliminar a su rival para ocupar su lugar.
Por lo tanto, el niño conservará a la madre como objeto de
amor, y la niña se dirigirá al padre, cambiando así de objeto.
De esta manera, por el Complejo de Castración la niña entra
en el Complejo de Edipo.
Freud plantea que el Complejo de Edipo se presenta de dos
formas en ambos sexos:
Positivo: amor al progenitor del sexo opuesto y rivalidad
hacia el del mismo sexo.
Negativo: amor al progenitor del mismo sexo y rivalidad
hacia el del sexo opuesto.
El varón sale del Complejo de Edipo por la amenaza de
castración. Renuncia al amor sensual por su madre quedando
solo los sentimientos tiernos hacia ella. En cuanto al padre,
renuncia a rivalizar con él y se identifica. Es una segunda
forma de identificación que consiste en que el YO “tome
sobre sí las propiedades del objeto”, es decir, copia algún
rasgo de una persona amada o no amada, intentando
parecerse: “la identificación aspira a configurar el yo propio a
semejanza del otro, tomado como «modelo»”. En cuanto a la
niña, habíamos mencionado que cambia de objeto de amor
dirigiéndose al padre de quien espera un hijo. A su vez se
identificará con su madre.
En cuanto a la niña, habíamos mencionado que cambia de
objeto de amor dirigiéndose al padre de quien espera un hijo.
A su vez se identificará con su madre. Freud no es preciso
respecto del la salida del complejo de Edipo en la niña pero
refiere que para ambos sexos, el conflicto en juego es en
torno al amor de los padres, perder o no perder el falo,
significa perder o no perder el amor de los padres. La
amenaza de castración es una amenaza con la pérdida de
este amor.
Sepultamiento del Complejo de Edipo: Freud sostiene que el
Syo es el heredero del Complejo de Edipo. Esto significa que
los deseos incestuosos van a ser reprimidos. Ambos
conservarán hacia cada uno de sus padres sentimientos
tiernos y aquellos “No” que le fueron transmitiendo se
incorporarán al Yo como núcleo del SYo (tanto la prohibición
como el deseo)
Período de latencia: receso en la evolución sexual, hasta la
pubertad. Se trata de un nuevo ordenamiento intrapsíquico.
Por la resolución del Complejo de Edipo y el comienzo de la
operación del Syo, el Yo tiene que encontrar nuevas maneras
de canalizar las exigencias del Ello (Yo como mediador entre
Syo, Ello y mundo exterior). Ya que los deseos sexuales
infantiles resultan inaplicables (no es posible aun el acto
sexual), esto provoca displacer al Yo y se ponen en marcha
mecanismos de defensa, principalmente la sublimación y la
formación reactiva.
La sublimación posibilita que la satisfacción pulsional se
encause en función de lo que la sociedad acepta, promueve y
espera de él. Produce una desviación de las fuerzas
pulsionales sexuales de sus metas y su orientación hacia
metas nuevas.
La formación reactiva, lo que ocurre es que se suscitan
fuerzas anímicas contrarias que construyen diques psíquicos:
asco, vergüenza y moral.
La vergüenza es percibida ante otro que lo descubre
haciendo algo que no debería ser visto o si falla al ideal
esperado por él, es decir al Ideal del yo. Pueden surgir
sentimientos de inferioridad y frustración, Para él es muy
importante cómo es visto y valorado por los otros. Primero
por los adultos pero después el de sus pares ya que le
importa pertenecer al grupo. También puede sentir
vergüenza por defectos físicos, o cuando algo no le sale, o
ante alguna diferencia por la cual el grupo se burle, puede
recurrir a engaños y fabulaciones.
El asco es una formación reactiva ante algo que dé más chico
le generaba mucha satisfacción
La moral, el niño va construyendo juicios acerca de lo que
está bien y lo que está mal
El cambio exogámico: Con el desenlace del drama edípico, ve
que no tiene el lugar que tenía en la familia, debe renunciar a
los deseos incestuosos y eso motoriza el 1° movimiento
exogámico por el cual comienza a ampliarse su entorno
social. Se va separando gradualmente de los padres. Va a ir
conociendo otros adultos y pares de los que recibe nuevas
influencias y que le ofrecen nuevos modelos identificatorios.
La autoridad va a ser desplazada de los padres a otras
autoridades. Se va a ir modificando la imagen de los padres y
progresivamente se irá abandonando la creencia en la
omnipotencia de ellos. En relación a los otros, sublima la
necesidad de conquistar al otro mediante el ataque directo y
aprende a obtener reconocimiento y afecto por medio de la
producción de cosas o el cumplimiento de metas.
Desarrollo intelectual y del pensamiento: Paralelamente se
produce cierto aislamiento que posibilita la concentración y
por lo tanto el aprendizaje. El aprendizaje básico de
conocimientos y técnicas le permiten transformarse en
alguien que produzca. Desarrolla la capacidad de completar
un trabajo mediante el esfuerzo continuado y la atención
sostenida. Confluyen en la posibilidad del aprendizaje, la
sublimación de la curiosidad sexual y la presión social. Esto
ocurre porque por la angustia de castración, el interés sobre
el propio cuerpo se desplaza hacia otros objetos del mundo.
La preocupación por la diferencia sexual se modifica hacia
diferencias en términos de habilidades y capacidades. Así se
va ampliando el campo a conocer y a comparar. Las fantasías
criminosas edípicas aparecen en la latencia como una
progresiva preocupación por la muerte y las enfermedades
(1° de los padres, después de él y luego de todos).
6 a 8 años: Se angustia frente a lo impulsivo de sí mismo. El
Yo lucha por controlar la descarga pulsional y limitarla.
Comienza a poder posponer la descarga inmediata para una
mayor armonía con el Syo (Ej: tiene ganas de correr pero
espera hasta el recreo).
8 y 11 años: Logra mayor fluidez, continuidad y equilibrio de
la conducta. Este logro disminuye el sufrimiento por temor al
desborde y surgimiento de angustia. Aumenta el
distanciamiento de los padres y pasa a ser más importante el
grupo de pares. El Yo se encuentra más consolidado para
lidiar con las exigencias del Ello, Syo y del mundo externo. La
sublimación redirige la pulsión por lo cual disminuye la
presión del Syo y por lo tanto la angustia.
Actividad motriz y juego El juego es más organizado,
compartido y socializado. Se desarrolla la competencia y las
actividades cooperativas. Con los nuevos aprendizajes van
variando los juegos. Las actividades corporales son una de las
vías privilegiadas para la descarga pulsional.
6 y 8 años: La maduración neurobiológica posibilita la
coordinación óculo manual y la motricidad fina (por eso en 1°
grado comienzan a enseñarle a escribir en cursiva). 5 En sus
actividades predominan las que ponen en juego la motricidad
gruesa (correr, patear, saltar, etc.). Le interesa más la
fortaleza que la habilidad.
8 y 11 años: Va surgiendo la posibilidad de internalizar roles y
esto le permite diferenciar lugares y funciones. Puede jugar
en equipo realizando una tarea con un fin común. Las reglas y
normas adquieren importancia y va desarrollando el sentido
de justicia y equidad con su grupo de pares. Ambos sexos
pueden compartir juegos pero dado que los modos de gozar
de su cuerpo son diferentes, suelen disfrutar de diferentes
actividades. El varón tiende a la utilización del músculo más
ligado al vigor, la fortaleza y la resistencia. Le interesa la
efectividad, los records y la competencia. La niña tiende a
preferir actividades y movimientos más armónicos, la
coordinación, el ritmo y lo estético.
La agresión: La pulsión agresiva carga la nueva instancia
superyoica, y la vuelve severa y cruel. También puede ser
canalizada en actividades sublimadas como el juego o en la
competencia. Pero la agresión puede aparecer de modos más
directos, en las mentiras, insultos, daños, trampas en los
juegos, crueldad hacia animales. Otro modo que aparece en
esta etapa es una forma agresiva hacia el otro pero muy
encubierta y bajo estilos socialmente aceptados. Se trata de
la utilización de la agresión pasiva como desafío y a la ironía
en el hablar. También empiezan a realizar gestos y posturas;
a decir frases equívocas o de doble sentido, etc.; pudiendo
detectarse el monto agresivo por el sentimiento que provoca
en el otro.
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FASES LIBIDINALES: etapas del desarrollo psicosexual del niño y se encuentran caracterizadas por una organización de la libido en torno a una zona erógena y un modo particular de relación al objeto de la pulsión. Es decir, en cada fase el niño va a encontrar satisfacción en una zona erógena particular, si bien las pulsiones siguen siendo múltiples. Las fases del desarrollo libidinal son: FASES PREGENITALES “Llamaremos pregenitales a las organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales todavía no han alcanzado su papel hegemónico” 1 FASE ORAL: (desde el nacimiento hasta los 2 años aproximadamente) En esta fase el objeto de la pulsión en principio es el pecho materno, que paulatinamente irá sustituyéndose por otros objetos (chupete, partes del propio cuerpo o de otros, juguetes, etc.). El placer se encuentra ligado a la boca como zona erógena (labios, dientes, garganta, etc.). En esta etapa observamos que los niños encuentran satisfacción llevándose objetos a la boca, sin sentir asco. Con la aparición de los dientes, comienzan a morder. El caníbal, como es sabido, permanece en esta posición; le gusta devorar a su enemigo, y no devora a aquellos de los que no puede gustar de algún modo”. Esto es observable cuando el bebé muerde el seno materno o cuando los niños pequeños muerden a algún otro niño. La satisfacción oral a su vez da lugar a “temor a ser devorado”. “Transitivismo infantil”. En el proceso de constitución del yo se produce una alienación a la imagen del otro, en el que “el yo humano es el otro”. El otro es un objeto de rivalidad, celos y competencia. FASE SADICO- ANAL: (entre los 2 y 3 años aproximadamente). Se caracteriza por una organización de la libido en torno al ano como zona erógena. Así como la sexualidad nace apuntalada en la nutrición, también encuentra apuntalamiento en la función corporal de la defecación. Ante esta satisfacción el niño se encontrará con la exigencia social de que debe retener y expulsar las heces en un lugar determinado. Para el niño su excremento no es algo asqueroso, “lo trata como una parte de su propio cuerpo; representa el primer regalo” por medio del cual expresará obediencia al cederlo y desafío, al rehusarlo. En esta organización pregenital, la satisfacción se encuentra también en la agresión. Por ejemplo, algunos niños se empujan, pegan, arañan, tiran del pelo, muerden, son crueles con los animales. FASE FALICA (alrededor de los 4- 5 años) En esta etapa el interés recae sobre los genitales. Para los niños de ambos sexos hay algo masculino, pero no algo femenino aún. La oposición que se presenta es fálico (con falo)- castrado (sin falo): “Los genitales femeninos permanecen por largo tiempo ignorados. “Premisa universal del falo”. Esto significa que los niños creen que todo tiene pene, no solo las niñas y las mujeres en general, sino los objetos. Este es el carácter principal de esta fase. El falo es cualquier objeto que cobre valor (no es solamente el pene). La lógica de la etapa pregenital está ligada a un drama: ser o no ser amado; en principio por los padres. Se trata de tener o no tener el falo para poder ser amado. El falo es aquello que se tiene y se puede perder”. Tener el falo es tener aquel atributo que los hace ser amados, lo cual implica una pregunta para el niño acerca de qué lo hace querible. onanismo o masturbación infantil. Se diferencia de la masturbación en la fase genital (a partir de la pubertad), en que en la niñez no es posible biológicamente, la descarga. La investigación sexual infantil: Voyeurismo : placer de espiar, Los niños están muy interesados, entre otras cosas, no solo en sus propios genitales sino en los de los demás. También encuentran placer en el exhibicionismo de su propio cuerpo o de sus partes íntimas (por ejemplo, se pasean desnudos riendo y sin vergüenza). Está en juego la pulsión epistemofílica o pulsión de saber o de investigar, que recae sobre los problemas sexuales. Su interés los lleva a realizar muchas preguntas. En su investigación van elaborando “Teorías sexuales infantiles”. Se trata de argumentos tendientes a explicar aquello que no les es posible comprender aún. La primera de ellas es la “Premisa universal del falo”. La llegada de un nuevo niño lo lleva a preguntarse “¿De dónde vienen los niños”? Para responder a esto, elaboran teorías sobre la concepción y el nacimiento: Concepción sádica del comercio sexual: Si a esa tierna edad los niños son espectadores del acto sexual entre adultos, conciben este acto como una especie de maltrato o sometimiento sádico. Complejo de Edipo: Al llegar esta fase, cada uno de ellos sentirá atracción sexual por el progenitor del sexo opuesto y rivalizará con el del mismo sexo. Intentarán formar pareja con éste intentando eliminar a su rival para ocupar su lugar. Por lo tanto, el niño conservará a la madre como objeto de amor, y la niña se dirigirá al padre, cambiando así de objeto. De esta manera, por el Complejo de Castración la niña entra en el Complejo de Edipo. Freud plantea que el Complejo de Edipo se presenta de dos formas en ambos sexos: Positivo : amor al progenitor del sexo opuesto y rivalidad hacia el del mismo sexo. Negativo : amor al progenitor del mismo sexo y rivalidad hacia el del sexo opuesto. El varón sale del Complejo de Edipo por la amenaza de castración. Renuncia al amor sensual por su madre quedando solo los sentimientos tiernos hacia ella. En cuanto al padre, renuncia a rivalizar con él y se identifica. Es una segunda forma de identificación que consiste en que el YO “tome sobre sí las propiedades del objeto”, es decir, copia algún rasgo de una persona amada o no amada, intentando parecerse: “la identificación aspira a configurar el yo propio a semejanza del otro, tomado como «modelo»”. En cuanto a la niña, habíamos mencionado que cambia de objeto de amor dirigiéndose al padre de quien espera un hijo. A su vez se identificará con su madre. En cuanto a la niña, habíamos mencionado que cambia de objeto de amor dirigiéndose al padre de quien espera un hijo. A su vez se identificará con su madre. Freud no es preciso respecto del la salida del complejo de Edipo en la niña pero refiere que para ambos sexos, el conflicto en juego es en torno al amor de los padres, perder o no perder el falo, significa perder o no perder el amor de los padres. La amenaza de castración es una amenaza con la pérdida de este amor. Sepultamiento del Complejo de Edipo: Freud sostiene que el Syo es el heredero del Complejo de Edipo. Esto significa que los deseos incestuosos van a ser reprimidos. Ambos conservarán hacia cada uno de sus padres sentimientos tiernos y aquellos “No” que le fueron transmitiendo se incorporarán al Yo como núcleo del SYo (tanto la prohibición como el deseo) Período de latencia: receso en la evolución sexual, hasta la pubertad. Se trata de un nuevo ordenamiento intrapsíquico. Por la resolución del Complejo de Edipo y el comienzo de la operación del Syo, el Yo tiene que encontrar nuevas maneras de canalizar las exigencias del Ello (Yo como mediador entre Syo, Ello y mundo exterior). Ya que los deseos sexuales infantiles resultan inaplicables (no es posible aun el acto sexual), esto provoca displacer al Yo y se ponen en marcha mecanismos de defensa, principalmente la sublimación y la formación reactiva. La sublimación posibilita que la satisfacción pulsional se encause en función de lo que la sociedad acepta, promueve y espera de él. Produce una desviación de las fuerzas pulsionales sexuales de sus metas y su orientación hacia metas nuevas. La formación reactiva , lo que ocurre es que se suscitan fuerzas anímicas contrarias que construyen diques psíquicos: asco, vergüenza y moral. La vergüenza es percibida ante otro que lo descubre haciendo algo que no debería ser visto o si falla al ideal esperado por él, es decir al Ideal del yo. Pueden surgir sentimientos de inferioridad y frustración, Para él es muy importante cómo es visto y valorado por los otros. Primero por los adultos pero después el de sus pares ya que le importa pertenecer al grupo. También puede sentir vergüenza por defectos físicos, o cuando algo no le sale, o ante alguna diferencia por la cual el grupo se burle, puede recurrir a engaños y fabulaciones. El asco es una formación reactiva ante algo que dé más chico le generaba mucha satisfacción La moral , el niño va construyendo juicios acerca de lo que está bien y lo que está mal El cambio exogámico : Con el desenlace del drama edípico, ve que no tiene el lugar que tenía en la familia, debe renunciar a los deseos incestuosos y eso motoriza el 1° movimiento exogámico por el cual comienza a ampliarse su entorno social. Se va separando gradualmente de los padres. Va a ir conociendo otros adultos y pares de los que recibe nuevas influencias y que le ofrecen nuevos modelos identificatorios. La autoridad va a ser desplazada de los padres a otras autoridades. Se va a ir modificando la imagen de los padres y progresivamente se irá abandonando la creencia en la omnipotencia de ellos. En relación a los otros, sublima la necesidad de conquistar al otro mediante el ataque directo y aprende a obtener reconocimiento y afecto por medio de la producción de cosas o el cumplimiento de metas. Desarrollo intelectual y del pensamiento: Paralelamente se produce cierto aislamiento que posibilita la concentración y por lo tanto el aprendizaje. El aprendizaje básico de conocimientos y técnicas le permiten transformarse en alguien que produzca. Desarrolla la capacidad de completar un trabajo mediante el esfuerzo continuado y la atención sostenida. Confluyen en la posibilidad del aprendizaje, la sublimación de la curiosidad sexual y la presión social. Esto ocurre porque por la angustia de castración, el interés sobre el propio cuerpo se desplaza hacia otros objetos del mundo. La preocupación por la diferencia sexual se modifica hacia diferencias en términos de habilidades y capacidades. Así se va ampliando el campo a conocer y a comparar. Las fantasías criminosas edípicas aparecen en la latencia como una progresiva preocupación por la muerte y las enfermedades (1° de los padres, después de él y luego de todos). 6 a 8 años: Se angustia frente a lo impulsivo de sí mismo. El Yo lucha por controlar la descarga pulsional y limitarla. Comienza a poder posponer la descarga inmediata para una mayor armonía con el Syo (Ej: tiene ganas de correr pero espera hasta el recreo). 8 y 11 años: Logra mayor fluidez, continuidad y equilibrio de la conducta. Este logro disminuye el sufrimiento por temor al desborde y surgimiento de angustia. Aumenta el distanciamiento de los padres y pasa a ser más importante el grupo de pares. El Yo se encuentra más consolidado para lidiar con las exigencias del Ello, Syo y del mundo externo. La sublimación redirige la pulsión por lo cual disminuye la presión del Syo y por lo tanto la angustia. Actividad motriz y juego El juego es más organizado, compartido y socializado. Se desarrolla la competencia y las actividades cooperativas. Con los nuevos aprendizajes van variando los juegos. Las actividades corporales son una de las vías privilegiadas para la descarga pulsional. 6 y 8 años: La maduración neurobiológica posibilita la coordinación óculo manual y la motricidad fina (por eso en 1° grado comienzan a enseñarle a escribir en cursiva). 5 En sus actividades predominan las que ponen en juego la motricidad gruesa (correr, patear, saltar, etc.). Le interesa más la fortaleza que la habilidad. 8 y 11 años: Va surgiendo la posibilidad de internalizar roles y esto le permite diferenciar lugares y funciones. Puede jugar en equipo realizando una tarea con un fin común. Las reglas y normas adquieren importancia y va desarrollando el sentido de justicia y equidad con su grupo de pares. Ambos sexos pueden compartir juegos pero dado que los modos de gozar de su cuerpo son diferentes, suelen disfrutar de diferentes actividades. El varón tiende a la utilización del músculo más ligado al vigor, la fortaleza y la resistencia. Le interesa la efectividad, los records y la competencia. La niña tiende a preferir actividades y movimientos más armónicos, la coordinación, el ritmo y lo estético. La agresión: La pulsión agresiva carga la nueva instancia superyoica, y la vuelve severa y cruel. También puede ser canalizada en actividades sublimadas como el juego o en la competencia. Pero la agresión puede aparecer de modos más directos, en las mentiras, insultos, daños, trampas en los juegos, crueldad hacia animales. Otro modo que aparece en esta etapa es una forma agresiva hacia el otro pero muy encubierta y bajo estilos socialmente aceptados. Se trata de la utilización de la agresión pasiva como desafío y a la ironía en el hablar. También empiezan a realizar gestos y posturas; a decir frases equívocas o de doble sentido, etc.; pudiendo detectarse el monto agresivo por el sentimiento que provoca en el otro.

Psicoanálisis 1 tópica Conscientes (Cc) : a refiere que es un estado en extremo pasajero. Lo que es consciente, lo es sólo por un momento. Preconscientes ( Prc) Fácil acceso a la Cc Muchos procesos devienen conscientes con facilidad, como se suele decir, pueden ser reproducidos o recordados. Inconscientes (Icc): La represión es un mecanismo de defensa. El Yo se defiende de aquellos contenidos que le resultan inconciliables, insoportables. No se trata de un acto voluntario sino Icc. Es decir, lo reprimido es aquello desalojado de la Cc. En el núcleo del Icc se encuentran contenidos que nunca fueron conscientes, sino que fueron Icc desde el inicio de la vida y permanecen inmutados dentro del ello como su núcleo, de difícil acceso. Lo Icc siempre insiste con retornar y se manifiesta de diversas maneras a las que llama formaciones del Icc. Pero al retornar se encuentran con la censura en el Prc por lo cual sufre desfiguraciones. Entonces, lo reprimido retorna desfigurado, disfrazado en las siguientes formaciones del Icc: sueños, actos fallidos, síntomas, olvidos y chistes. Los procesos de lo inconsciente o del ello obedecen a leyes diversas que los producidos en el interior del yo preconsciente. A esas leyes, en su totalidad, las llamamos proceso primario , por oposición al proceso secundario que regula los decursos en lo preconsciente, en el yo. El Icc funciona en base a proceso primario , se guía por el principio de placer y se rige por las siguientes leyes: Ausencia de cronología, Ausencia de sentido de contradicción, Desplazamiento y Condensación La Cc y el Prc, se guían por el principio de realidad y funcionan según las leyes del proceso secundario : Su ordenamiento es lógico y cronológico. y No admite contradicciones, ni desplazamientos, ni condensaciones. 2° Tópica: Las instancias psíquicas El psicoanálisis de Freud divide el aparato anímico en Ello, Yo y Supero yo. ELLO: su contenido es todo lo heredado, lo que se trae con el nacimiento, lo establecido constitucionalmente; en especial, entonces, las pulsiones que provienen del cuerpo y en el ello encuentran una primera expresión psíquica. Es decir, el ello es la sede de las pulsiones. Consiste en satisfacer sus necesidades. El ello obedece al intransigente principio de placer Yo : mantenerse con vida y protegerse de peligros mediante la angustia. La angustia funciona como señal de un peligro inminente (ya sea proveniente del exterior o del interior). Tiene que hallar la manera más favorable y menos peligrosa de satisfacción considerando el mundo exterior. Superyó tendrá como su principal función, el limitar las satisfacciones del ello. Conciencia moral y empuje a gozar Y ideales a futuro. La pulsión es un esfuerzo que empuja para obtener una satisfacción. Es una exigencia de trabajo para el aparato anímico”Aunque las pulsiones son la causa de toda actividad, son de naturaleza conservadora. Dos pulsiones básicas: Eros (pulsión de vida) producir unidades cada vez más grandes y, así, conservarlas, o sea, una ligazón por el amor y Tánatos (pulsión de muerte o de destrucción) disolver los lazos amorosos entre las personas y, así, destruir las cosas del mundo, su meta última es trasportar lo vivo al estado inorgánico; Características de la pulsión: empuje, objeto, fuente y meta. Empuje : se trata de una fuerza constante que insta a satisfacerse y que es el motor de la actividad psíquica. Su objeto es contingente, variable. Es aquel por el cual la pulsión alcanza su fin. Su fuente , las zonas erógenas. Estas son los agujeros del cuerpo que al haber sido libidinizados (cargados de energía sexual) pueden ser sede de satisfacciones (la boca, el oído, los ojos, el ano) el cuerpo íntegro es una zona erógena. Su meta , la satisfacción es decir, la supresión de la excitación; cancelar el estímulo en esa zona erógena. Pero no lo logra por completo, pues la satisfacción es siempre parcial. El desarrollo de la función sexual La vida sexual no comienza sólo con la pubertad, sino que se inicia enseguida después del nacimiento con nítidas exteriorizaciones. Es necesario distinguir de manera tajante entre los conceptos de «sexual» y de «genital». El primero es el más extenso, e incluye muchas actividades que nada tienen que ver con los genitales. La vida sexual incluye la función de la ganancia de placer a partir de zonas del cuerpo, función que es puesta con posterioridad al servicio de la reproducción.