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Educar y la Responsabilidad Pedagógica: Reflexiones sobre Democracia y Educación, Apuntes de Pedagogía

TRANSMITIR SABERES EMANCIPADORES Philippe Meirieu Paulo Freire NO HAY DOCENCIA SIN DISCENCIA

Tipo: Apuntes

2019/2020

Subido el 15/05/2020

Diego8519
Diego8519 🇦🇷

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Meirieu Philippe (2013): “La opción de educar y la responsabilidad
pedagógica” conferencia que el investigador francés ofreció como invitado
especial del Ministerio de Educación de la Nación
Existen tres exigencias que tienen una importancia fundamental en el vínculo que
existe entre democracia y pedagogía.
Estas tres exigencias son: primero, se trata de transmitir saberes emancipadores, no
cualquier saber; luego la segunda exigencia es que tenemos que compartir valores
que son fundadores
de la democracia; y el tercer elemento, formar a nuestros niños y a los ciudadanos
para el ejercicio de la democracia a lo largo de sus vidas.
PRIMERA EXIGENCIA: TRANSMITIR SABERES EMANCIPADORES
La escuela transmite saberes que permiten inscribirse en una historia y proyectarse
en un futuro. Muchas veces los saberes que nuestros sistemas educativos enseñan
y que fueron construidos en las currículas se reducen a pruebas formales, y el niño
no ve muy bien cuál es el sentido que esas pruebas tienen en la historia de su vida y
en la historia de su educación,.
Estamos frente a saberes que perdieron su sentido y que el alumno no puede
percibir su capacidad emancipadora, por eso no sólo hay que enseñar los saberes
sino la historia de esos saberes porque al entender que esos saberes fueron
cruciales en la historia, que constituyeron un gran desafío que permitió liberarse de
creencias arcaicas y que fueron la manera de liberarse del control de los que eran
tiranos y omnipotentes, se puede entender la interacción de todos los elementos de
nuestro complejo mundo.
Uno de los principales objetivos de la educación democrática es transmitirles a
nuestros hijos que los saberes fueron y siguen siendo una herramienta de
emancipación para los hombres y las mujeres.
Los niños de hoy, cuando aprenden, viven demasiado los saberes como una forma
de sumisión frente al adulto. Para un niño aprender a leer debería acceder a una
libertad, acceder a la lectura que le permite liberarse de la palabra de aquellos que
le hablan constantemente.
Acceder a la escritura es descubrir y acceder a una herramienta de comunicación
que permite expresarse y también desarrollar mejor el pensamiento. Si no tiene la
sensación de que eso le permitirá entrar en comunicación con los otros para
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Meirieu Philippe (2013): “La opción de educar y la responsabilidad pedagógica” conferencia que el investigador francés ofreció como invitado especial del Ministerio de Educación de la Nación Existen tres exigencias que tienen una importancia fundamental en el vínculo que existe entre democracia y pedagogía. Estas tres exigencias son: primero, se trata de transmitir saberes emancipadores, no cualquier saber; luego la segunda exigencia es que tenemos que compartir valores que son fundadores de la democracia; y el tercer elemento, formar a nuestros niños y a los ciudadanos para el ejercicio de la democracia a lo largo de sus vidas. PRIMERA EXIGENCIA: TRANSMITIR SABERES EMANCIPADORES La escuela transmite saberes que permiten inscribirse en una historia y proyectarse en un futuro. Muchas veces los saberes que nuestros sistemas educativos enseñan y que fueron construidos en las currículas se reducen a pruebas formales, y el niño no ve muy bien cuál es el sentido que esas pruebas tienen en la historia de su vida y en la historia de su educación,. Estamos frente a saberes que perdieron su sentido y que el alumno no puede percibir su capacidad emancipadora, por eso no sólo hay que enseñar los saberes sino la historia de esos saberes porque al entender que esos saberes fueron cruciales en la historia, que constituyeron un gran desafío que permitió liberarse de creencias arcaicas y que fueron la manera de liberarse del control de los que eran tiranos y omnipotentes, se puede entender la interacción de todos los elementos de nuestro complejo mundo. Uno de los principales objetivos de la educación democrática es transmitirles a nuestros hijos que los saberes fueron y siguen siendo una herramienta de emancipación para los hombres y las mujeres. Los niños de hoy, cuando aprenden, viven demasiado los saberes como una forma de sumisión frente al adulto. Para un niño aprender a leer debería acceder a una libertad, acceder a la lectura que le permite liberarse de la palabra de aquellos que le hablan constantemente. Acceder a la escritura es descubrir y acceder a una herramienta de comunicación que permite expresarse y también desarrollar mejor el pensamiento. Si no tiene la sensación de que eso le permitirá entrar en comunicación con los otros para

compartir lo que sabe y para compartir lo que piensa, entonces se va a someter a la orden que le da el adulto. No podrá desarrollar una personalidad ciudadana que le permitirá luego construir y vivir su propia historia. Debemos explicarles a los alumnos que la ortografía, la historia, la física son conquistas de la inteligencia humana en contra del autoritarismo y de la tiranía. Ellos tienen que entender que cuando Galileo afirmaba que es la Tierra la que gira alrededor del Sol, él designa en una situación cotidiana lo que puede emancipar a los seres de su época. Si queremos entender todo lo que está en juego a nivel geopolítico hoy, debemos observar lo que estaba en juego en aquel momento: la historia de la geografía, la historia de la física, la historia de la filosofía, la historia de la matemática son la historia de la humanidad. Tenemos que compartir: el pasado, para que los alumnos entiendan el presente y puedan construir el futuro. Philippe Meirieu se interesa en el tema de los alumnos que abandonan la escuela. Ese abandono escolar tiene lugar, en general, entre los 15 y 17 años. Ese abandono no es porque les falten conexiones sinápticas en el cerebro, tampoco es porque no tienen un buen nivel intelectual; se debe a que encontraron obstáculos en el camino del saber escolar. Para ellos, ese saber escolar no corresponde a nada deseable. Deben entender que no es la transgresión social los que los va a emancipar, sino una transgresión mucho mayor: la transgresión de la inteligencia en contra de los prejuicios. Hay muchos jóvenes que están en una actitud de subversión con la sociedad, en relación con las leyes que esa sociedad les impone, y eso sucede porque no fuimos nosotros capaces de contarles que la mayor subversión, la es la de la inteligencia frente a la tontería. La capacidad emancipadora de los saberes es una manera de volver a poner al saber en el centro de la escuela. Los niños y los adolescentes quieren emanciparse, y suelen hacerlo mediante la droga, mediante la transgresión, pero también pueden emanciparse mediante el conocimiento. Y para eso necesitan tener delante, adultos que se emanciparon mediante el conocimiento y no mediante la violencia. De esa manera vamos a volver a abrir el camino del conocimiento, y vamos a hacer que los saberes escolares no sean solamente utilidades escolares sino herramientas de formación de los ciudadanos.

TERCERA EXIGENCIA: LA FORMACIÓN PARA EL EJERCICIO DE

LA DEMOCRACIA

Debemos crear una pedagogía de la elección, una formación para la elección. Eso puede empezar muy temprano, desde el jardín maternal, identificando en la vida cotidiana del niño lo que es una obligación y el lugar donde el niño puede elegir algo. Una escuela equilibrada es una escuela que sabe identificar cuáles son las elecciones que van a permitir formar al niño; y trabajar sobre esas elecciones con el niño. Una escuela que no forma a los más desfavorecidos para elegir algo de su vida, una escuela que no los ayuda a hacer elecciones acerca de su vida personal y profesional, tampoco los va a formar para que hagan luego elecciones políticas y ciudadanas. Existen tres imperativos pedagógicos fundamentales en nuestra cotidianidad, dado que una escuela democrática debe enseñarles a sus alumnos a postergar, a simbolizar y a cooperar. PRIMERO: POSTERGAR O APLAZAR Es muy importante aprender a saber postergar una decisión. Hay que darle tiempo al pensamiento para que pueda realizar hipótesis, hay que dejar que la pulsión sea analizada en su totalidad por nuestra inteligencia; y eso necesita tiempo. El pedagogo le da al niño el tiempo y los medios para analizar constantemente el impacto y los resultados que tendrá su deseo. En la clase, tenemos que escuchar los deseos, los pedidos de los alumnos, pero también debemos imponerles esta posibilidad de postergar para poder reflexionar y debatir Aplazar es uno de los imperativos mayores de la educación democrática. Después de “aplazar”, hablaremos de “simbolizar”. SEGUNDO: SIMBOLIZAR La escuela tiene la gran responsabilidad en la construcción del aspecto simbólico, y esto se da permitiendo manipular símbolos, o sea, conceptos e ideas, no objetos. Hoy vivimos un frenesí de la acción inmediata, sin pasar por la simbolización

El niño está habitado por un caos psicológico, interior, interno; y ocurren un montón de cosas en la cabeza de ese niño: pulsiones, deseos, angustias, miedos, temores, y ese niño necesita poner un orden en ese caos interior. Es mediante un lenguaje articulado, mediante la cultura, como podemos salir de ese caos Dado que es esencial en una democracia luchar por la justicia social, por una distribución más equitativa de los bienes materiales, también es necesario luchar por una igualdad de acceso a las formas simbólicas, a las formas de expresiones artísticas y culturales. Si no ayudamos a ese niño a ordenar el caos interno que tiene, irá a buscar sus límites y su propio caos en la transgresión, en el exterior. Si el niño no logra adentrarse en su mente para entender lo que hay allí, para entender lo que vive, va a empezar a ir por un camino de escalada de la violencia, porque buscará los límites que no supo darse a sí mismo. Allí es donde el acceso al pensamiento simbólico resulta esencial. TERCERO: COOPERAR La democracia supone sujetos libres, que deciden en conjunto acerca del bien común. Lo que caracteriza justamente a la democracia es que nadie conoce de antemano el bien común, que se construye enfrentándose con los intereses individuales y los intereses del grupo La escuela tiene un papel esencial que cumplir en la formación y en la comprensión de ese bien común. El sistema de monitoreo que consiste en trabajar con un mentor guía en la clase, permite al que es el guía y al que es el alumno que lo escucha, un progreso importante. La computadora también puede introducir nuevas formas de cooperación y construcción colectiva como lo que llamamos “economía contributiva” que se basa en el hecho de poder compartir los saberes entre humanos. Es decir que esa economía de la contribución puede nacer desde la escuela, aportando cada uno herramientas para elaborar un trabajo colectivo en el que cada uno es un poco responsable.

Estas pruebas se construyen según normas internacionales que están totalmente fuera de lo que puede llegar a ser el entendimiento, ya que se basan en la lógica de las competencias y no en los indicadores de éxito de una educación democrática. Tampoco les interesa conocer la riqueza de las interacciones que existen dentro de la escuela, ni le interesa conocer todo lo que sea el uso de documentos ni la manera en que los alumnos se pueden apropiar de la información en la escuela. Sería ideal que a cada uno de los países e incluso a cada una de las provincias del país, se les autorice implementar tests complementarios para evaluar otras capacidades. Lo que les interesa a los responsables de la educación nacional, a los directivos, a los líderes del estado, es que el sistema esté organizado según el principio de la mejor gestión, de la mejor administración posible. Lo prioritario no son las finalidades del sistema educativo, sino sus modalidades; modalidades que se consideran estabilizadas En una democracia, el Estado debe decidir acerca de las finalidades, de los principios democráticos. Sin embargo, democracia no es sinónimo de burocracia, lo que caracteriza a una verdadera democracia es que las modalidades se les dan a los actores Nuestros países democráticos necesitan finalidades educativas claras, necesitan un contrato educativo entre la nación y su escuela. Para ello tiene que existir una confianza entre los actores. Si esos actores logran inventar modalidades más pertinentes para alcanzar finalidades, eso es una muestra de inteligencia, de imaginación. “No existe una democracia sin una educación democrática y para la democracia”, porque la educación es el futuro y la democracia es la preparación de ese futuro En este mundo sigue existiendo una sola riqueza infinita: son los hombres y las mujeres, son nuestros hijos, porque esa energía es renovable de manera infinita y es la única riqueza inagotable. La cultura tiene esa calidad extraordinaria: cuanto más consumimos cultura, más cultura hay. Contrariamente a los enfoques mercantilistas que sostienen que cuanto más consumimos mercaderías, más desaparecen; la cultura, cuanto más la consumimos, más va a existir; y hace a las riquezas de los hombres y las mujeres. Paulo Freire NO HAY DOCENCIA SIN DISCENCIA

Paulo Freire resalta que todo docente debería hacer hincapié, esto porque no simplemente nos permitirá tener una idea del trabajo dentro de las escuelas, sino mas bien que nos permitirá reflexionar y contribuir en la mejoría del quehacer educativo de allí que parto esta idea con las siguiente palabras “Para ser un buen maestro primero debes ser un buen aprendiz”. Esto quiere decir que el ser Maestro no implica que lo sepamos todo, no implica que el educando te escuche y lo tome como una verdad absoluta los temas de avances. Si fuera así querido entonces estamos en un error, error que debemos corregir ya que esto no nos estaría permitiendo la realización de los educandos a partir de sus propios conocimientos previos, y mucho mas no le estaríamos permitiendo ser el mismo en busca de su propio aprendizaje. Por otro lado lo único que estaríamos haciendo es estar oprimiendo al educando como un opresor del pensamiento crítico. El ser maestro es hacer que los docentes busquen y que desarrolle el área de investigación, convirtiéndose en personas autónomas de su propio aprendizaje y así mismo de su pensamiento. Que la práctica educativa que no quede solamente en la educación bancaria, aquella que sólo se dedica a llenar de información al educando, así éste, esté o no esté de acuerdo, aquella que tampoco le permite reflexionar o enriquecer con sus propios saberes y conocimientos los nuevos aprendizajes, sino simplemente la educación se vuelve en un traslado de información sin opciones de aceptarla en su plenitud o por su parte rechazarla. Sin embargo lo que como docentes debemos promover es que el educando se desenvuelva durante el proceso enseñanza aprendizaje como un estudiante crítico y autónomo de su propio aprendizaje. También sugiere considerar a la diversidad de identidades culturales ya que este nos demuestra que el educando es diferente uno del otro, cual lo diferencia y nos debe llevar a aceptar que cada uno de ellos son diferentes, sin embargo no deben ser visto como si fueran un problema en el salón de clases por el contrario ser diferente nos debe ayuda a aprender cosas nuevas, conocimientos nuevos, si llegamos a verlo de esta manera podremos enriquecer aun más nuestros propios conocimientos, y la educación se volvería reciproca; es decir en el que tanto el docente como el educando pueden lograr durante el proceso de enseñanza aprendizaje que éste se vuelva más dinámico, participativo sin exclusión y de mayor calidad.