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Resumen de Historia Económica Mundial: Europa Medieval y Moderna, Resúmenes de Historia Económica

Un resumen de la economía europea durante la Baja Edad Media y Moderna, centrándose en la economía feudal y su transición hacia la economía moderna. Se describen las características del feudo, la agricultura, el comercio y la aparición de las ciudades. Además, se aborda el impacto del descubrimiento de América en la economía europea y la introducción del mercantilismo. útil para estudiantes de historia económica y para aquellos interesados en la transición de la economía feudal a la moderna.

Tipo: Resúmenes

2021/2022

A la venta desde 04/07/2022

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Historia económica Mundial
Resumen
1. La economía europea durante la Baja Edad Media y Moderna
1.1 Introducción a la economía medieval y moderna.
La economía feudal es el modo típico de producción de Europa occidental a lo largo de la Alta Edad Media. Esta manera
de producir se basaba en la agricultura (la principal actividad económica) y su desarrollo se daba en el feudo (o señoría o
manor).
La economía que se desarrolla aquí es básicamente de subsistencia, el feudo produce todo lo necesario para la vida de
las personas, y prácticamente no existía el comercio entre los distintos feudos, salvo ocasiones excepcionales por un
truque.
El feudo tenía tres áreas: Las tierras de uso exclusivo del señor, que eran trabajadas por siervos. Otra parte del feudo lo
constituían las tierras que los campesinos arrendaban al señor y las trabajaban ellos mismos (una parte de lo producido
igual debía ser rendida al señor, incluso había unos días que debían trabajar para el señor sin percibir ningún tipo de
salario).
Por ultimo existía la tierra de uso común, que el señor vigilaba pero que podían ser utilizadas por los campesinos libres.
Las catedrales y monasterios también tenían sus propios manors que podían cederse a vasallos, ser administradas por
clericós, o encargarse a administradores laicos.
El señor percibía distintos tipos de renta: Renta en especie (una parte de lo producido), o renta trabajo. La agricultura
era rudimentaria pero hacia el siglo XI experimentó una serie de avances que permitieron mejorar la productividad de la
tierra e impactaron en el plano demográfico, el crecimiento de la población, y una generación de excedente que fue
luego destinado al comercio, al surgimiento de ferias y al renacimiento urbano. Las dos economías (rural y urbana)
coexistían. La reactivación del comercio no solo benefició a los que participaban de él, sino también a los señores y a los
reyes.
En plena época de feudalismo nacerá el germen que llevo a la disolución de este modelo: la ciudad o burgo medieval,
que a diferencia de las ciudades del mundo antiguo, eran organismos autónomos. Sus habitantes (los burgueses) fueron
impulsores de grandes cambios. Las ciudades proporcionaron a los mercaderes un marco legal y político para que vieran
garantizados sus derechos de propiedad, y tuvieran plenas facultades para disponer de sus bienes y trabajo, es decir, los
burgueses ejercieron efectivamente como hombres libres.
A fines del siglo XIII ya comenzaron a detectarse signos de estancamiento. Se frenaron las roturaciones, es decir, el
avance hacia tierras vírgenes, se abandonaron suelos agotados por la sobreexplotación. En el plano de las manufacturas
(sobre todo la textil) también había dificultades, y se redujo el comercio ante la escasez de moneda. Estos síntomas se
acentuaron en el siglo XIV al disminuirse aún más la superficie cultivada, generando un ciclo de carestía, hambruna y
epidemia que se reproducía a mismo. Hubo un deterioro climático (Europa se enfrió) con lo cual esto sumó a la
complicación en el plano de la agricultura y la caída demográfica.
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Historia económica Mundial

Resumen

1. La economía europea durante la Baja Edad Media y Moderna

1.1 Introducción a la economía medieval y moderna.

La economía feudal es el modo típico de producción de Europa occidental a lo largo de la Alta Edad Media. Esta manera de producir se basaba en la agricultura (la principal actividad económica) y su desarrollo se daba en el feudo (o señoría o manor). La economía que se desarrolla aquí es básicamente de subsistencia, el feudo produce todo lo necesario para la vida de las personas, y prácticamente no existía el comercio entre los distintos feudos, salvo ocasiones excepcionales por un truque. El feudo tenía tres áreas: Las tierras de uso exclusivo del señor, que eran trabajadas por siervos. Otra parte del feudo lo constituían las tierras que los campesinos arrendaban al señor y las trabajaban ellos mismos (una parte de lo producido igual debía ser rendida al señor, incluso había unos días que debían trabajar para el señor sin percibir ningún tipo de salario). Por ultimo existía la tierra de uso común, que el señor vigilaba pero que podían ser utilizadas por los campesinos libres. Las catedrales y monasterios también tenían sus propios manors que podían cederse a vasallos, ser administradas por clericós, o encargarse a administradores laicos. El señor percibía distintos tipos de renta : Renta en especie (una parte de lo producido), o renta trabajo. La agricultura era rudimentaria pero hacia el siglo XI experimentó una serie de avances que permitieron mejorar la productividad de la tierra e impactaron en el plano demográfico, el crecimiento de la población, y una generación de excedente que fue luego destinado al comercio, al surgimiento de ferias y al renacimiento urbano. Las dos economías (rural y urbana) coexistían. La reactivación del comercio no solo benefició a los que participaban de él, sino también a los señores y a los reyes. En plena época de feudalismo nacerá el germen que llevo a la disolución de este modelo: la ciudad o burgo medieval, que a diferencia de las ciudades del mundo antiguo, eran organismos autónomos. Sus habitantes (los burgueses) fueron impulsores de grandes cambios. Las ciudades proporcionaron a los mercaderes un marco legal y político para que vieran garantizados sus derechos de propiedad, y tuvieran plenas facultades para disponer de sus bienes y trabajo, es decir, los burgueses ejercieron efectivamente como hombres libres. A fines del siglo XIII ya comenzaron a detectarse signos de estancamiento. Se frenaron las roturaciones, es decir, el avance hacia tierras vírgenes, se abandonaron suelos agotados por la sobreexplotación. En el plano de las manufacturas (sobre todo la textil) también había dificultades, y se redujo el comercio ante la escasez de moneda. Estos síntomas se acentuaron en el siglo XIV al disminuirse aún más la superficie cultivada, generando un ciclo de carestía, hambruna y epidemia que se reproducía a sí mismo. Hubo un deterioro climático (Europa se enfrió) con lo cual esto sumó a la complicación en el plano de la agricultura y la caída demográfica.

A las hambrunas del siglo XIV se le sumó la PESTE NEGRA de 1348, y se intensificaron los conflictos sociales. La relación precio-salario se invirtió. Con la fuerte caída de la población que implicó la peste, y la caída de la demanda urbana, cayó también el precio de los productos agrícolas, al tiempo que aumentaron los salarios debido a la escasez de mano de obra. La caída de la producción significada la caída de las rentas para el Señor, que debió entonces estos pagar salarios para atraer mano de obra a sus tierras, o bien arrendarlas. Es así entonces que estamos escapándonos del modelo feudal donde la mano de obra era servil y ahora decimos que se pagan salarios, cosa que no es característica del feudalismo. El cambio de las condiciones económicas derivará en Europa occidental en la libertad de las ataduras feudales para muchos campesinos. Fin del orden feudal. En el este de Europa no fue igual, los señores libres de los reyes sometieron al campesinado por la fuerza a una situación de servidumbre.

1.2 El Mercantilismo y nuevas perspectivas en las ideas económicas: la fisiocracia y la obra de Adam Smith.

A partir del descubrimiento de América todo cambia. Hacia el año 1515 los portugueses se habían hecho los dueños del Océano Indico. Los portugueses no intentaron conquistar o colonizar el interior de la india, África o las islas, contentándose con controlar las rutas marítimas desde los fuertes estratégicos y los puestos comerciales. Aunque al principio parecía menos prometedor, el imperio español con el tiempo resultó ser más provechoso incluso que el de Portugal. Frustrados en su búsqueda de especias, pero estimulados por unas baratijas robadas a los salvajes de las islas del Caribe, los españoles volvieron rápidamente en busca de oro y plata. Al principio se dedicaron al saqueo arrebatando a los nativos todas las riquezas que pudieron llevar consigo, y cuando esta fuente se agotó, introdujeron métodos de minería europeos en las minas de plata de México y de los Andes. A diferencia de los portugueses, los españoles desde el principio se encargaron de colonizar y poblar las zonas conquistadas. Llevaron de Europa técnicas, equipamientos, e instituciones (incluida su religión) que impusieron por la fuerza a la población India. Además de la cultura y las manufacturas europeas, los españoles introdujeron productos naturales antes desconocidos en el hemisferio occidental. Otros rasgos de la civilización europea que también entraron en América, tales como las armas de fuego, el alcohol y las enfermedades europeas se expandieron rápidamente con efectos mortales. Para remediar la escasez de mano de obra los españoles introdujeron esclavos africanos en el hemisferio occidental. “La revolución de los precios” El flujo de oro y sobretodo de plata de las colonias españolas aumento enormemente las reservas europeas de los metales monetarios, triplicándose al menos en el curso del siglo XVI. El gobierno español intento prohibir la exportación de lingotes pero resultó imposible. En cualquier caso, el propio gobierno fue el peor infractor, pues enviaba enormes cantidades a Italia, Alemania y los Países Bajos para pagar sus deudas y financiar sus interminables guerras. Desde esos países así como desde la propia España, en movimientos de contrabando los metales preciosos se extendieron por toda Europa. El resultado más visible e inmediato fue un alza espectacular y prolongada (pero irregular) de los precios. En general, la subida de los salarios, quedó bastante rezagada con respecto a la de los precios de las mercancías, con lo que se produjo un severo descenso en los salarios reales.

preciosos, la riqueza es igual a tener oro y plata. Pero tener un montón de dinero si no lo invierto en una capacidad productiva mayor es lo que genera luego una crisis financiera. Se explotaron minas de oro y plata en América para tener más oro y plata.

CONCEPTOS CLAVE:

Fisiocracia : Escuela económica surgida en Francia a mediados del siglo XVIII que propuso por primera vez un esquema del funcionamiento del sistema económico basado en un orden natural. Consideraba que la única fuente de riqueza era la naturaleza, y entonces la agricultura era la única rama en que se creaba el producto neto. Compañías reguladas : Asociación de comerciantes como miembros activos, para el comercio de ultramar. Los mercaderes obtenían derechos de monopolio para comerciar en ciertas áreas, unían sus recursos para comprar o alquilar buques, y elegían a las personas que dirigían la empresa, pero los comerciantes traficaban por su propia cuenta. Compañías de capital adjunto: Asociación de comerciantes para el comercio de ultramar que combina el capital de inversores en lugar de combinar socios activos. Los inversores no intervenían en los negocios, pero participaban de las ganancias. Modelo: Compañía Holandesa de Indias Orientales. Capitalismo : Sistema económico del mundo occidental cuya evolución se remonta a los siglos XV y XVI en los que las relaciones entre los hombres se convierten en interpersonales, en el que el capital era móvil, trasferible y disponible a un precio determinado. Los capitalistas contrataban manos de obra asalariada en un mercado impersonal y vendían por dinero lo que producían. El incentivo de la actividad económica era el deseo de obtener beneficios. Industria domiciliaria: Sistema característico hasta el surgimiento de la fábrica, por el cual un mercader empresario suministraba la materia prima a un artesano, que trabajaba en su casa a un precio establecido por pieza. Pertenecía esencialmente al ámbito rural. Liberalismo : Escuela de pensamiento económico nacido en el siglo XVIII en Escocia (FUNDADA POR ADAM SMITH, QUIEN ESCRIBE SU LIBRO “LA RIQUEZA DE LAS NACIONES”), que atacó fuertemente los principios del mercantilismo, y postuló que el interés individual es el incentivo fundamental de la actividad económica y su ejecución privada y competitiva es la fuente del máximo nivel público; el trabajo como medida real de cambio de todos los bienes. Respecto de las políticas públicas: la libertad de comercio, la competencia, y un Estado limitado a la defensa común, la administración de la justicia, y las obras públicas necesarias. Mercantilismo : Conjunto de medidas prácticas de una escuela económica, tendiente a acumular riqueza nacional, materializándose esta en las reservas de oro y plata que tuviera un Estado. El objetivo fundamental consistía en maximizar el interés del Estado soberano, y no el de los propietarios de los recursos económicos, fortaleciendo así la estructura del naciente Estado Nacional. Para ello el gobierno ejercía un control de la producción del comercio y el consumo.

1. Los inicios de la Revolución Industrial

Ya en la Edad Media algunos individuos habían empezado a considerar las posibilidades prácticas del

aprovechamiento de las fuerzas de la naturaleza. Los logros científicos posteriores asociados a Copérnico,

Galileo, Descartes y Newton (por mencionar sólo unos pocos), reforzaron tales ideas.

Sin embargo, en el alba de la industria moderna, a principios del siglo XVIII, el cuerpo del saber científico era

demasiado pequeño y débil para ser aplicado directamente al proceso industrial, cualesquiera que fuesen las

intenciones de sus partidarios. De hecho, hasta la segunda mitad del siglo XIX, con el florecimiento de las

ciencias química y eléctrica, las teorías científicas no aportaron los cimientos de los nuevos procesos y las

nuevas industrias. Es indiscutible, sin embargo, que los métodos de la ciencia —en particular la observación y

la experimentación— se estaban aplicando (aunque no siempre con éxito) ya en el siglo XVII con propósitos

utilitarios.

Tampoco estas tentativas se limitaron a hombres de formación científica. De hecho, una de las características

más destacables del avance técnico en el siglo XVIII y principios del siglo XIX fue la gran proporción de

innovaciones importantes hechas por ingeniosos hojalateros, e ingenieros y mecánicos.

En muchos casos el término método experimental puede ser demasiado formal y exacto para describir el

proceso; prueba y error podría ser más apropiado. Pero la voluntad de experimentar y de innovar penetró en

todos los estratos de la sociedad, incluso entre la población agrícola, tradicionalmente, la más conservadora y

recelosa de las innovaciones.

1.3 La Revolución Industrial en Gran Bretaña: la situación del país en el siglo XVII. Instituciones económicas y

políticas.

Ya en el siglo XVI Londres había comenzado a funcionar como un «polo de crecimiento» para la economía

inglesa. Sus ventajas eran tanto geográficas como políticas. Los romanos habían elegido para emplazar la

ciudad el punto más bajo del curso del Támesis en el que podía construirse un puente sobre el río y la red de

carreteras que construyeron, centrada en Londres, fue todavía de utilidad para la economía inglesa del siglo

XVI y siguientes.

El crecimiento de la población fue extremadamente rápido en los siglos XVI y XVII, y en 1700 Londres había

alcanzado o posiblemente sobrepasado a París, anteriormente la ciudad más grande de Europa.

Comercialización y desarrollo de la organización financiera de la nación se influyeron entre sí. Los orígenes

del sistema bancario inglés son oscuros, pero en los años que siguieron a la Restauración de 1660 varios

orfebres importantes de Londres empezaron a funcionar como banqueros.

Emitían recibos de depósito que circulaban como billetes de banco, y concedían préstamos a empresarios

solventes. La fundación del Banco de Inglaterra en 1694, con su monopolio legal de bancsos de capital

conjunto, forzó a los banqueros privados a abandonar sus emisiones de billetes de banco, pero continuaron

funcionando como bancos de depósito, aceptando y descontando letras de cambio. Mientras tanto, aunque

los «corredores de dinero» (brokers), abogados y ricos mayoristas llevaban a cabo algunas funciones bancarias

elementales, como descontar letras de cambio y remitir fondos a Londres, el resto de las provincias

permanecieron sin instalaciones bancarias oficiales. El Banco de Inglaterra no abrió sucursales y sus billetes de

banco (de gran valor) no circulaban fuera de Londres.

Además, la Real Casa de la Moneda era extremadamente ineficaz; el valor de sus monedas de oro era

demasiado grande para ser útil al pagar salarios o comercializar al por menor, y acuñó muy pocas monedas de

siglo XIX, el 22 % a mediados del mismo (cuando la cifra absoluta alcanzaba su máximo) y menos de un 10 % a

comienzos del siglo XX.

Los medios a través de los cuales Inglaterra incrementó su productividad agrícola tienen mucho que agradecer

a la experimentación de prueba y error con nuevos cultivos y rotaciones de cultivos.

Probablemente la innovación agrícola más importante antes de que en el siglo XIX se introdujera la agricultura

científica fue el desarrollo de la llamada agricultura convertible, que implica la alternancia de cultivos agrícolas

y pastos temporales (producto frecuentemente de los nuevos cultivos de forraje), en lugar de tener siempre

unos mismos tierra cultivable y pastos. Esto supuso la doble ventaja de restaurar la fertilidad del suelo gracias

a las rotaciones mejoradas, que incluían el cultivo de leguminosas, y de permitir un número mayor de ganado

que producía así, al tiempo que más carne, leche y lana, más abono para fertilizar. Muchos terratenientes y

agricultores experimentaron también la cría selectiva de ganado.

1.5 Comercio y mercados coloniales. Capitalismo industrial: sectores dinámicos e innovación tecnológica.

Al comienzo del siglo XVIII varias regiones de Europa, principalmente de Europa occidental, habían acumulado

ya concentraciones considerables de industria rural, aunque no exclusivamente en la actividad textil. El

termino para esto es protoindustrialización.

Las características esenciales de una economía protoindustrial las constituyen trabajadores

dispersos, generalmente rurales, organizados por empresarios urbanos (mercaderes-

manufactureros) que les proporcionan las materias primas y venden su producción en mercados lejanos. Los

trabajadores deben comprar, cuando menos, una parte de sus medios de subsistencia.

En el curso de esta transformación, que se puede designar con más rigor, si bien más prosaicamente,

como el «nacimiento de la industria moderna», fueron surgiendo gradualmente algunas

características que distinguen con claridad la industria «moderna» de la «premoderna». Estas son: el uso uso

extensivo de maquinaria mecánica; la introducción de nuevas fuentes de energía inanimadas, especialmente

combustibles fósiles; y el uso generalizado de materias que normalmente no se encuentran en la naturaleza.

Característica relacionada con ellas es la mayor escala de las empresas en la mayoría de las industrias.

Las mejoras más significativas en la tecnología tuvieron que ver con el uso de maquinaria y energía mecánica

para realizar tareas que hasta entonces se habían hecho de forma mucho más lenta y laboriosa con energía

humana o animal, o que no se habían realizado en absoluto.

Máquinas elementales como la rueda, la polea y la palanca, se habían usado desde la Antigüedad, y durante

siglos la humanidad había utilizado también una pequeñísima parte de la energía inanimada de la

naturaleza para impulsar los barcos de vela y accionar los molinos de viento y de agua para procesos

industriales elementales.

Durante el siglo XVIII tuvo lugar un notable crecimiento en el uso de energía hidráulica en industrias como los

molinos de grano, procesos textiles y metalurgia.

Pero los avances más importantes en la aplicación de energía en los primeros pasos de la industrialización

supusieron la sustitución de la madera y el carbón vegetal por el carbón de piedra como combustible, y la

introducción de la máquina de vapor en la minería, la manufactura y el transporte.

De forma similar, aunque durante siglos se había transformado los minerales metálicos en metales, el uso de

hulla y de coque en el proceso de fundición redujo enormemente su coste y multiplicó sus aplicaciones

mientras que la de la ciencia química creó una multitud de nuevos materiales «artificiales» o sintéticos.

Hasta principios del siglo VIX predominó el sistema domestico de producción el cual consistía en el trabajo artesanal en el hogar, mayormente en la elaboración de textiles. La mayoría de los hogares en la zona rural de Inglaterra establecían un contrato con un comerciante que les proveía de la materia prima y luego compraba el producto finalizado para venderlo dentro o fuera del país. Toda la familia se ocupaba en esta actividad. Sin embargo luego podemos ver una transición hacia el segundo sistema: el fabril, en el cual las familias se desplazaron a las ciudades y perdieron su autonomía en dos sentidos, primero, ya no trabajan por encargo sino que lo hacen en un horario fijo y bajo la vista de un supervisor en la fábrica, y segundo, no tienen la posibilidad de completar su ingreso monetario con lo producido en sus parcelas de tierra. Es por eso que el grado de dependencia en el sistema domestico es bajo y en el fabril es alto.

La Revolución Industrial en Europa Continental

Desde una perspectiva, la industrialización fue básicamente un fenómeno regional. Aún existe otra perspectiva, la más convencional, desde la cual estudiar el proceso de industrialización es considerarlo en términos de economías nacionales.

1.7 Fluctuaciones económicas entre finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. 1.8 Consolidación de la

industrialización británica: inversiones, ferrocarriles y expansión colonial y mercantil.

El movimiento de grandes cantidades de mercancías voluminosas y de bajo valor, como el del grano desde el

campo hasta los crecientes mercados urbanos, el de la madera para la construcción y el del carbón y los

minerales desde las minas hasta las fundiciones, requería un transporte barato y fiable. Antes de la era del

ferrocarril fueron las rutas fluviales las que proporcionaron las arterias de transporte más económicas y

eficaces.

Gran Bretaña debió gran parte de los comienzos de su prosperidad y su primacía en la industria moderna a su

condición de isla, que no solamente le concedió una protección prácticamente gratuita contra los trastornos y

la destrucción de las guerras continentales, sino que también le proporcionó un transporte barato. Su vasto

litoral, excelentes puertos naturales y la abundancia de corrientes navegables eliminaron en gran parte la

necesidad del transporte terrestre, que obstaculizaba el crecimiento del comercio y la industria en el

continente.

Los historiadores que por lo que se sienten más atraídos es por el carácter revolucionario del cambio

industrial, llaman la atención sobre la rápida mecanización y el crecimiento de la industria del algodón

en las últimas dos décadas del siglo XVIII. Casi un siglo antes, sin embargo, y con sólo unos pocos años de

cardado y torcido, pasaba entre las dos barras y se enrollaba en la husos. Con una mano el trabajador movía

hacia adelante y hacia atrás el carrillo, mientras con la otra giraba una manivela por medio dé la cual se

comunicaba el movimiento a los husos. De este modo, el algodón era hilado y retorcido a un mismo tiempo.

En un primer momento las reducidas dimensiones del aparato permitieron su empleo en el marco de la

organización del trabajo existente y, ante todo, en la industria doméstica, sin determinar de inmediato graves

cambios en este contexto.

Sin embargo era indiscutible su carácter de máquina ahorradora de trabajo. Incluso, aunque no sólo por ello,

porque pronto se construyeron ejemplares con varias decenas de husos, hasta de 100 y 130, y cada uno de

esos mecanismos estaba en condiciones de hacer trabajar dos telares a pleno ritmo, mientras que

anteriormente hacía falta cinco o seis hiladoras a mano para cada telar.

Para 1788 había más de 20.000 jennies trabajando en Inglaterra y Escocia: la revolución industrial estaba ya en

marcha; era una marcha imparable en la cual, poco tiempo después, la máquina de Hargreaves ocuparía un

lugar totalmente secundario.

Mientras tanto en 1768 el barbero Arkwright, hasta ese momento dedicado a comprar cabellos de campesinas

para luego revenderlos a los fabricantes de pelucas, logró construir una máquina que más tarde fue llamada

water frame (torno de hilar de agua). El modelo original que junto con el documento de concesión de la

patente figura en el museo londinense de Kensington, demuestra sin equívocos la gran semejanza entre el

water frame y el torno de hilar automático de Paúl y Wyatt de 1733.

La máquina de Arkwright consistía en un telar de madera en cuya parte superior estaban colocadas

horizontalmente cuatro bobinas en las que estaba la cinta. Desde cada bobina ésta pasaba a través de dos

pares de rodillos divididos en cuatro secciones correspondientes a la bobina; el segundo par de rodillos se

movía más rápidamente que el primero alargando de tal modo el hilo, el cual pasaba después bajo el brazo de

una aleta unida a un huso en el fondo de la máquina y era envuelto en la bobina que el huso llevaba. La

velocidad de la bobina respecto de la del huso era regulada por medio de un freno constituido por un trozo de

lana hilada envuelto en su base; por tanto el bobinado de la hilatura se basaba en el mismo principio de la

rueda sajona, en la que Arkwright se había inspirado, incluso en la solución más bien grosera de colocar unos

pasadores en la aleta para permitir al hilador guiar el hilo de modo uniforme hacia la bobina...

1.9 La industrialización europea durante la primera mitad del siglo XIX. 1.10 Comercio y sistema monetario

internacional: afianzamiento de la división internacional del trabajo. 1.11 Europa en la era del librecambio.

Desde una cierta perspectiva se puede considerar el proceso de industrialización del siglo XIX como fenómeno

europeo. (Esta consideración no se ve alterada por el hecho de que a finales de siglo los Estados Unidos se

hubieran convertido en la primera nación industrial, ya que su cultura es básicamente europea.

Tres son los factores que han determinado un proceso de imitación de la revolución industrial inglesa por

parte de muchos países europeos. El primero es, por supuesto, el hecho de que compartían con Gran Bretaña

muchos de los elementos que habían conducido a la revolución industrial, aunque con diferencias notables de

un país a otro e incluso, como se verá, de una región a otra. El segundo se encuentra en la rápida circulación

de las informaciones en un espacio habituado al intercambio de ideas, personas y cosas. Lo que ocurrió en

Gran Bretaña demostraba a quienes se habían quedado atrás que ciertos avances eran factibles (efecto

demostración). El tercero, finalmente, consiste en el espíritu de competencia que siempre ha estimulado a las

naciones europeas, incluso antes que a sus ciudadanos, y que siempre ha impedido a cada una de ellas

aceptar una pérdida relativa de poder frente a las demás (es un efecto denominado equilibrio de poderes,

balance of power).

Pues bien, no había nada más potente para alterar el equilibrio de poderes que la revolución industrial, que

confirió a Gran Bretaña una renta y una riqueza que aumentaban más deprisa que en los demás países e hizo

crecer exponencialmente la diferencia, por primera vez sin necesidad de guerras para conquistar nuevas

colonias o nuevos territorios.

Las guerras napoleónicas, el bloqueo continental y la Restauración fueron todos ellos acontecimientos que no

favorecían la libertad de iniciativa de quienes en el continente europeo querían imitar a Gran Bretaña; con

todo, el proceso se puso en movimiento y se aceleró cuando prevalecieron las condiciones de paz y se

moderaron los rigores absolutistas de la Restauración, por decisión espontánea de los poderes públicos o

después de revueltas populares.

2. El capitalismo monopólico-financiero

2.1 La segunda mitad del siglo XIX y las nuevas condiciones económicas y tecnológicas: capitalismo

monopólico-financiero y profundización de la industrialización.

En la segunda mitad del siglo XIX, Gran Bretaña pasa de ser la pionera a quedarse atrás respecto de las nuevas

potencias en materia de desarrollo tecnológico e industrial.

2.2 Nuevos áreas productivas. La industrialización de los principales países de la época: Gran Bretaña, Francia,

Alemania, Estados Unidos, Japón.

Durante la mayor parte del siglo XIX Gran Bretaña mantuvo su dominio como nación industrial y comercial. Los tejidos, el carbón, el hierro y la ingeniería, fueron las bases de la temprana prosperidad de Gran Bretaña, que seguían siendo los pilares de su economía. Por lo que se refiere a la industria siderúrgica, Gran Bretaña alcanzó su máximo relativo alrededor de 1870 produciendo más de la mitad del hierro colado mundial. Respecto a la industria del carbón en cambio, mantuvo su liderazgo solo en Europa. En cuanto a la industria tecnológica, creación de la última parte del siglo XIX, se pueden buscar sus orígenes en las tres industrias ya mencionadas. La industria textil necesitaba constructores y reparadores de máquinas, la siderurgia producía los suyos, y la industria del carbón tenía necesidad de bombas de extracción eficaces y transporte barato, lo que dio como resultado el desarrollo de la máquina de vapor y el ferrocarril. El ferrocarril fue la más relevante de las nuevas industrias del siglo XIX.

Francia De los primeros países industrializados, Francia fue el que tuvo el modelo de crecimiento más anómalo. En realidad aunque el modelo de industrialización francés se diferenciaba del de GB, y del de los primeros países industrializados, el resultado no fue peor, y en términos de bienestar humado puede que fuese mejor. Pero asimismo tenía un bajo índice de crecimiento de demográfico. En segundo lugar está el tema de los recursos, las industrializaciones de GB, Bélgica, EEUU y Alemania se basaron en gran medida en recursos carboníferos abundantes. Aunque no puede afirmarse que Francia careciese de carbón, no estaba tan bien provista y además, por el carácter de sus yacimientos, su explotación era más costosa. En el aspecto tecnológico, Francia no estaba rezagada, más bien al contrario. Los científicos, inversores e innovadores franceses se pusieron a la cabeza en varias industrias, entre ellas la de la energía hidráulica, el acero, el aluminio, los automóviles, y en el siglo XX, la aviación. Pero a fines de siglo Gran Bretaña experimentó una revolución industrial mientras Francia estaba atrapada en medio de un gran terremoto político: la revolución francesa. Aquí radica la diferencia que afectó a los rendimientos relativos de las dos economías durante gran parte del siglo XIX. Desde 1790 hasta 1815 Francia se vio envuelta en lo que se ha llamado la primera guerra moderna, que supuso la llamada obligatoria a filas de gran cantidad de mano de obra. Sin embargo las crisis políticas y económicas de 1848-1851 marcaron una pausa en el ritmo del desarrollo económico. Las crisis de las finanzas públicas y privadas paralizaron la construcción de ferrocarriles y otras obras públicas. La producción de carbón sufrió una brusca caída, la del hierro fue más lenta. La cifra de artículos de importación disminuyó en un 50% en 1848 y no se recuperó por completo hasta 1851; las exportaciones se hundieron ligeramente en 1848 pero se rehicieron en un año. Con el golpe de Estado de 1851 y la proclamación del segundo imperio al siguiente año el desarrollo económico de Francia reanudó su curso a un ritmo acelerado. Su tasa de crecimiento se redujo algo tras la suave recesión de 1857, pero recibió un vigoroso impulso a través de las reformas económicas de la década de 1860, muy especialmente los tratados del libre comercio y las leyes de liberación de la asociación de 1863 y 1867. La guerra de 1870 a 1871 fue un desastre económico y militar, pero Francia se recobró económicamente de un modo que asombro al mundo. Sufrió la depresión de 1873 en menos grado que cualquier otra en vías de industrialización y se recuperó con mayor rapidez. La depresión que empezó en 1882 duro más tiempo y probablemente costó a Francia más que a cualquier otra Nación del siglo XIX. Finalmente volvería la prosperidad. La Belle Epoque , como llamaban los franceses a los años inmediatamente anteriores a la primera guerra mundial, fue un periodo de prosperidad material y florecimiento cultural. Aunque la precisión en estas comparaciones no es posible, probablemente en 1913 el francés promedio disfrutaba de un nivel de vida tan alto o más que cualquier otro ciudadano de la Europa occidental. Alemania Fue el último de los primeros países industrializados. Pobre y atrasada en la primera mitad del siglo XIX esa nación políticamente dividida era sobretodo rural y agraria. La escasez de transportes y de vías de comunicación frenó el desarrollo económico y las numerosas divisiones políticas, con sus sistemas comerciales y monetarios independientes, así como otros obstáculos al intercambio comercial, retrasaron aún más el progreso.

En vísperas de la primera guerra mundial en cambio, el imperio unificado alemán era la nación industrial más poderosa de Europa. Poseían las industrias para la producción de hierro y acero, y los productos, energía eléctrica, y maquinas químicas más modernas del continente. Poseía una de las redes de ferrocarril más densas y un alto grado de urbanización. La historia económica de la Alemania del siglo XIX se puede dividir en tres periodos casi simétricos. El primero desde principios del siglo hasta la formación de la unión aduanera alemana en 1833, fue testigo de una gradual toma de conciencia de los cambios económicos que tenían lugar en GB, Francia y Bélgica, y de la creación de las condiciones jurídicas e intelectuales que eran esenciales para la transición al orden industrial moderno. En segundo lugar un período de imitación que duró aproximadamente hasta 1870, donde se pusieron los cimientos de la industria, las finanzas y los trasportes modernos. En el último, Alemania accedió a la posición de supremacía industrial en la Europa occidental que aun ocupa. Las influencias extranjeras desempeñaron un importante papel en cada uno de los tres periodos. Al principio, tales influencias, como los propios cambios, fueron principalmente de orden jurídico e intelectual, y emanaron de la revolución francesa y de la reorganización europea de Napoleón. El segundo periodo estuvo marcado por la afluencia de capital, tecnología, y empresas del extranjero, y alcanzó su punto máximo en la década de 1850. En el período final, lo que dominó el panorama fue la expansión de la industria alemana en los mercados extranjeros. Hasta década de 1840 Alemania producía menos carbón que Francia o que la diminuta Bélgica, y hasta la década de 1860 también producía menos hierro que Francia. Pero a partir de esos momentos, el crecimiento en ambas industrias fue extremadanamente rápido, progreso que debió mucho (aunque no todo) al aumento de la red ferroviaria tanto por la demanda directa de ferrocarriles de sus productos, como por el bajo coste de transporte que proporcionaba a los usuarios. La producción era notable de dos industrias relativamente nuevas: la química y la eléctrica. Una característica notable era el gran tamaño de sus empresas. Otra característica singular de la estructura industrial alemana fue el predominio de carteles, convenios o acuerdos entre empresas independientes para fijar precios, limitar la producción, repartirse los mercados, o dedicarse a prácticas monopolizadoras y restrictivas de la competencia. Las empresas vendían a precios altos en el interior del país y exportaban precios muy bajos. El resultado de todas estas estrategias fue el rápido aumento de las exportaciones alemanas en el mercado mundial.

2.3 Comercio mundial y vigencia del patrón oro. Tendencias librecambistas y proteccionistas.

El comercio a larga distancia: su importancia creció enormemente y con gran rapidez en el siglo XIX. A principios del siglo había dos clases de obstáculos naturales y artificiales que entorpecían el flujo de comercio internacional. La incidencia de ambos fue decreciendo de forma significativa a medida que avanzaba el siglo. El obstáculo natural, el alto coste del transporte (especialmente por tierra) cedió ante el ferrocarril y los avances en la navegación. Los obstáculos artificiales, aranceles en las importaciones y exportaciones, se redujeron de igual modo. Gran Bretaña opta por el libre comercio. Consideraciones prácticas obligaron a los gobiernos a reconsiderar sus prohibiciones y sus elevados aranceles, el contrabando constituyó una ocupación lucrativa en el siglo XVIII y reducía tanto los ingresos fiscales del gobierno como los beneficios empresariales legítimos. Principio de ventajas comparativa, era la base de la teoría moderna del comercio internacional. La reforma parlamentaria de 1832 extendió el derecho de voto a las clases medias urbanas, que en su mayoría eran partidarias de un comercio más libre. Aumentó el poder político de la clase media urbana (que quería más comercio).

El patrón oro internacional La función de un patrón monetario es definir la unidad de valor de un sistema monetario, la unidad en la cual son convertibles todas las demás formas de moneda. La moneda de cuenta (patrón de valor) era el soberano de oro o libra de oro. Según los términos de la ley parlamentaria que instituyó el patrón oro, tenían que observarse tres condiciones: primero, la real casa de la moneda estaba obligada a comprar y vender cantidades ilimitadas de oro a un precio fijo; la segunda, el banco de Inglaterra estaba obligado a canjear sus pasivos monetarios por oro si se lo pedían; y tercera, no podían imponerse restricciones a la importación o la exportación de oro. La cantidad de oro que guardaba en sus arcas el banco de Inglaterra determinaba la cantidad de crédito que podía extenderse en forma de billetes de banco y depósitos. Pero debido al papel destacado de Gran Bretaña en el mundo del comercio, casi todos los países se vieron afectados por sus fluctuaciones económicas. A medida que la economía mundial se integraba más, las fluctuaciones económicas tendieron a transmitirse internacionalmente. A principios del siglo XX prácticamente todas las naciones con un comercio importante habían adoptado el patrón oro internacional. Pero duró menos de dos décadas. Entonces sistema de patrón oro es un mecanismo por el cual la emisión de moneda local depende de su respaldo en oro a una paridad fija. Este sistema fue utilizado por Gran Bretaña desde 1821, y por la mayoría de los países entre 1876 y

  1. La ventaja de este sistema es controlar la inflación. Para su funcionamiento los países deben asegurar la libre convertibilidad de su moneda en oro y garantizar una cuenta capital abierta, es decir, un flujo financiero libre entre un país y otro. El patrón oro se convirtió en el estándar monetario de las economías del centro y la periferia. La mayoría de los países se adhirieron a los sistemas después de 1870, se amplió el terreno para los inversores extranjeros quienes tenían la certeza de que podían cambiar sus billetes por metálico, y sabían de antemano a que paridad lo harían.

2.4 Inversiones y movimientos migratorios.

Hubo una cierta migración internacional dentro de Europa, pero el movimiento más importante fue transoceánico. En el trascurso del siglo, aproximadamente 60 millones de personas dejaron Europa para marcharse a otros continentes. En conjunto esta migración tuvo efectos beneficiosos, alivió las presiones demográficas entre los países de los que provenían los inmigrantes, aportó a los países ricos en recursos, pero escasos en mano de obra, a los que se dirigían una buena cantidad de trabajadores voluntarios. Finalmente por medio de los lazos humanos, culturales y también económicos, se promovió la integración de la economía internacional. El principal motivo para la inversión extranjera es la esperanza por parte del inversor de obtener un rendimiento más alto en el extranjero en que su país. Balanza comercial desfavorable: importar mercancías por más valor de las que se exportan. El capital extranjero (especialmente el británico) ayudó a construir ferrocarriles, a explotar recursos minerales, a financiar ranchos de ganado, y a apoyar otras muchas empresas. Australia, Nueva Zelanda y Canadá recibieron grandes inversiones extranjeras en relación con el tamaño de su población, lo que explica sus altos niveles de crecimiento. La mayor parte de la inversión extranjera aportó una infraestructura y superestructura para permitir que las economías dependientes participasen en la economía internacional. África Al principio los asentamientos eran principalmente agrícolas, pero en 1867 el descubrimiento de diamantes provocó una gran afluencia de buscadores de tesoros de todo el mundo. En 1886 se descubrió oro. Estos acontecimientos alteraron por completo las bases económicas de las colonias e intensificaron las rivalidades políticas. Asia El té y las sedas encontraron un mercado activo en Europa, pero los

comerciantes británicos no tuvieron mucho que ofrecer a cambio hasta que descubrieron el marcado gusto de los chinos por el opio. El gobierno Chino prohibió su importación pero contrabandistas y funcionarios de aduana corruptos hicieron que su comercio floreciera.

2.5 Imperialismo y armamentismo: el camino hacia la Primera Guerra Mundial.

Una de las explicaciones más populares del imperialismo moderno lo relaciona con las necesidades económicas. 1- La competencia en el mundo capitalista se hace más intensa, dando lugar a la formación de empresas a gran escala, y la eliminación de las pequeñas; 2- El capital se acumula en las grandes empresas cada vez con mayor rapidez y, con el poder adquisitivo de las masas, es insuficiente para comprar todos los productos de la industria a gran escala. Los beneficios disminuyen; 3- Como el capital se acumula y la producción de las industrias capitalistas no se vende, los capitalistas recurren al imperialismo para hacerse con el control político en aéreas en las que pueden invertir el capital acumulado y vender sus productos excedentes. Concentración económica en grandes empresas y una ampliación de la red de inversiones globales. Fue una etapa favorable al movimiento de mercancías, dinero y personas a escala global. Nuevas condiciones del sistema financiero global: A partir de 1850 hubo una multiplicación de bancos y una consolidación de mercados de crédito y de seguros en regiones de la periferia (América Latina, Medio Oriente, Sudáfrica, Australia, India y Japón). El flujo de capitales europeos tejió una red cada vez más compleja en el mundo financiero, por eso se conoce a este periodo como la primera globalización. El aumento de la interdependencia entre países potenció los efectos de una eventual crisis, así la creciente especulación bursátil entre 1867 y 1872 desencadenó un colapso en 1873 de alcance global. A diferencia de crisis anteriores, en esta el contagio fue mucho más rápido dado el nuevo carácter del sistema. El pánico bancario y la desconfianza financiera pasaron a ser elementos desestabilizadores.

3. Europa y Rusia: de la Primera Guerra Mundial a la crisis de 1929

3.1 La Primera Guerra Mundial: antecedentes y consecuencias económico-sociales.

El periodo que va desde 1875 hasta 1914 se conoce como la primera globalización debido al capitalismo financiero, la división internacional del trabajo, el sistema patrón oro y la era del transporte transoceánico. El sistema bancario y bursátil se multiplicó mientras que a nivel productivo nuevos países se incorporaron a la división internacional del trabajo. La mayor capacidad de carga de los barcos trasatlánticos entre otros avances hizo que la venta en mercados lejanos de materias primas fuera rentable por primera vez en la historia. Durante este periodo se dieron importantes avances migratorios desde Europa hacia el resto del mundo. También hubo un avance colonia sobre Asia y áfrica. Ford y Taylor: legado en cuanto a los métodos productivos y la planificación de los procesos.

puede disponer. Los sectores estratégicos quedan en manos del Estado: el transporte, el comercio exterior, la banca, las grandes industrias, las comunicaciones. En conjunto se puede decir que la NEP dio un resultado positivo. Se incrementó la producción agrícola industrial, y para 1927 podemos decir que la URSS alcanzó el nivel de producción de pre-guerra de nuevo. La NEP permitió mejorar el nivel de vida, y generar un mercado de capital que el Estado va a aplicar a mejorar la infraestructura del país. Desde el panorama de lo político generó mucho ruido dentro del partido el hecho de que se vuelva para atrás con algunas medidas. En 1924 muere Lenin y luego de tres años de lucha por el poder, para 1927 Stalin logra controlar el partido y termina con esta política económica y la suplanta por la economía de planificación centralizada.

3.3 La primera posguerra y el reordenamiento económico internacional. Tendencias y contrastes de la década

de 1920. - 3.4 La situación de los países europeos - 3.5 La prosperidad durante la década de 1920.

Lo primero que hay que considerar es que el mapa europeo cambia después de la primera guerra mundial Alemania pierde buena parte de su territorio producto del tratado de Paz (el tratado de Versalles) y también empieza a formarse la Unión Soviética. Rusia tiene dos revoluciones internas, una en Febrero y una en Octubre, y la de Octubre la lleva a ser una nación comunista. Una de las primeras medidas de Lenin (que es quien va a conducir la revolución comunista) es que la Unión Soviética salga de la guerra ya que es un gran peso económico, y la ventaja que se pudiera tener iba de la mano con que se pudiera seguir consiguiendo ejército y tecnología militar, no tanto de una estrategia efectiva. En ese sentido fue una guerra muy desgastante porque todas las economías se reinventaron pensándose meramente en la guerra. El problema con Rusia es que no estaba correctamente industrializada con lo cual los efectos fueron económicamente mucho más devastadores. La gente sufría hambre y estaban cansados que la guerra consumía cada vez más hombres. Es por eso que Lenin se hace con el poder y firma la paz con Alemania, por eso Rusia pierde algunos territorios con Alemania, pero después Alemania a su vez pierde la guerra y esos Estados quedan como independientes. Estos países que se independizaron van a funcionar como un efecto tapón para impedir que tanto Alemania como luego el comunismo se expanda llegando a Europa. Las economías de estos Estados en posguerra son bastante complejas ya que antes habían pertenecido a un imperio y estaban organizadas en base a lógicas de la región, no a Estados Nacionales, entonces empiezan a tener conflictos porque la economía estaba basada con otros límites. Esto hace que la zona este debilitada y tenga un periodo de readaptación de sus economías. Alemania queda perjudicada también porque pierde territorios, y algunas de sus zonas más ricas en recursos naturales quedaran administradas por las potencias vencedoras. Además a Alemania se le impone no militarizarse y toda una serie de restricciones aparte del pago de la deuda. Francia también está endeudada ya que la mayoría de los frentes estaba en su territorio. Para sostener la guerra fue endeudándose especialmente con Estados Unidos. Gran Bretaña también estaba endeudada con EEUU. Tratado de Versalles : A Alemania se le impone la desmilitarización, la perdida de territorio, el pago de deuda, que muchas recursos naturales queden en manos de otras potencias, que los avances militares sean incautados para estudiarlos y reproducirlos (ej. submarinos). La zona del Rin, una de las zonas más ricas que tenía Alemania en carbón y recursos minerales, queda administrada por Francia.

Europa quedó devastada económicamente con trastornos financieros y monetarios. Durante las guerra las potencias europeas tuvieron que salir del patrón oro que venía desarrollándose desde el siglo XIX de forma estable (control fiscal). Al salir del patrón oro los Estados podían emitir más moneda para financiar las deudas de la guerra, pero eso se paga generalmente con inflación porque las monedas se empiezan a desvalorizar. Inflación con cierto estancamiento económico, porque la economía (que era economía de guerra) ahora tiene que reacomodarse. Las empresas que se estaban dedicando a fabricar armamento y elementos para la guerra ahora tienen que volver a sus rubros habituales. Uno de los grandes problemas demográficos es no solo por la gente que muere durante la guerra sino también por la gente que no nace. Entre el año 1918 al 1921/22 la economía se va reajustando, hay inflación y por otros momentos deflación ya que a veces no hay consumo. A partir del año 22 los países van queriendo volver al patrón oro, especialmente Inglaterra y Francia, para retomar la estabilidad. Estados Unidos emerge como una potencia económica porque todos los países europeos se endeudan con él. EEUU después de la guerra sigue dando préstamos, especialmente a Alemania, y con ello Alemania paga a Francia e Inglaterra las reparaciones, y con ese dinero a su vez estos países pagan de nuevo a Estados Unidos. Del tratado de Versalles Estados Unidos no recibe ningún pago directo. EEUU: El Fordismo se aplica en sector automotor y de electrodomésticos. Otorgamiento de préstamos a plazos para que las personas de clase media puedan acceder a bienes. Hay mucho consumismo. Hay también un boom inmobiliario. Pero estos préstamos no tienen ninguna clase de control, los bancos otorgan préstamos y no se quedan con reservas, y esto sumado a la especulación de la bolsa financiera, dan los indicios de que EEUU entra en la década del ’30 en una crisis económica. Pero los años 20 para Estados Unidos son años de gloria, diferente a lo que pasa en Europa. La Unión Soviética desde la revolución genera un nuevo modelo que es el comunismo, cuyas primeras propuestas eran que las tierras dejaran de ser propiedad de los terratenientes y las dieran a los campesinos para que las trabajen. Se colectiviza tanto la producción agrícola como la incipiente producción industrial. El problema que tiene la Unión Soviética, es que Marx en realidad preside la revolución en países más capitalistas, que eran mayormente feudales, mayormente agrícolas. La Unión Soviética entonces quiere redistribuir la riqueza pero nunca se industrializó, y sin incentivos al sector privado va a ser muy difícil llegar a esa industrialización. Pero lo importante a nivel mundial es que de pronto hay un nuevo sistema económico que es el comunismo. Cuando el capitalismo entra en crisis en los años 30, el gran temor de EEUU y Europa era el avance del modelo comunista. Reordenamiento económico en la posguerra: En el acuerdo de Versalles se decide que las reparaciones de guerra las tendrá que pagar Alemania. El monto de estas reparaciones se fija en la conferencia de Londres. Si bien esta cifra no era tanto, al Alemania haber perdido sus recursos naturales e impedírsele un montón de avances tecnológicos, entonces tiene que desarrollar una economía fuerte para poder pagar las deudas, pero está atada de pies y manos por las cláusulas y controles impuestos.