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historia de la educación. educación y pedagogía.
Tipo: Apuntes
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¡No te pierdas las partes importantes!
La educación es antes que nada un proceso humano y que es inherente al propio hombre hasta tal punto que podemos
afirmar que en toda comunidad humana a lo largo de los tiempos se han dado proceso y acciones que se pueden
considerar educativos. La educación surge con las primeras manifestaciones humanas a dos niveles muy concretos:
El familiar y el grupal. Desde entonces, la educación se ha ido manifestando paralelamente al desarrollo de la nueva
especie, que se extendió por el mundo en la ardua lucha por conquistar y entender la naturaleza.
La gran diferencia que se da entre el hombre y el animal estriba en que para hablar de educación es necesaria la
existencia de un requisito, centrado en la posesión de parámetros axiológicos, es decir creencias, valores , una forma
específica y propia de entender el mundo que, efectivamente, no poseen los animales. Es decir, a modo de primera
conclusión podemos afirmar que para que haya educación debe darse un planteamiento o programa moral, la
condición, sino que son de la inteligencia y ciertos grados de intencionalidad.
Todas las razas, todas las culturas, han procedido a desarrollar pautas educativas por lo que podemos decir que la
educación es una actividad humana, de carácter universal, realizada. En las primeras manifestaciones escritas de la
humanidad, tanto en las culturas mesopotámicas con en las hindúes o egipcias, encontramos interés significativo
por las cuestiones educativas.
Desde entonces ha cambiado el mundo, han cambiado las necesidades individuales y sociales y como consecuencia
también fue transformándose el sentido de la educación.
Educar:
Educo – are: alimentar. Postura realista ( necesidad del educador) Educo-ere: extraer, sacar de adentro a fuera. Postura idealista (capacidad de educarse).
Ambas posiciones dan lugar, a planteamientos y posturas antagónicas; educación en cuanto (alimentar) significa
defender una postura realista y empírica, en el sentido de que para educar se requiere del concurso de otra persona,
al que denominamos educador.
En cambio, entender una educación como una extracción de posibilidades del sujeto implica afianzarse en postulados
idealistas, en el sentido que aquí se ve la educación como un fenómeno que depende más la naturaleza del sujeto
que de flujos de incidencias externas.
A pesar de las muchas significaciones que encierra la palabra educación, podemos extraer algunas cuestiones
comunes, a todas las culturas y sentidos que la educación a poseído a lo largo de la historia, lo que nos aproxima a
su esencia, a lo que siempre ha sido, es y será la educación:
1.- La educación es una hacer no es un pensar. Esto no quiere decir que para educar no tengamos que pensar
previamente algunas cuestiones.
2.- El proceso educativo es siempre un fenómeno educativo, que se establece entre una educador y el educando; es
la comunicación, el mecanismo educativo por excelencia.
3.- Este proceso educativo es, por lo general, intencional.
4.- Es necesaria la inteligencia para que se de educación. La mera intención supone ya inteligencia.
contenidos del aprendizaje, del factor del informacional que ello conlleva y de las capacidades psicológicas del
educando. En conclusión la educación es un fenómeno complejo.
La educación es un proceso de categorías, o aspectos que aparentan ser opuestos que deben ajustarse
convenientemente en la personalidad del individuo. Entender que es el educar implicara actualizar una forma de
pensar que nos ha de facilitar la comprensión del fenómeno, complejo y multivariado; buscamos una forma de pensar
la realidad que nos aporte comprensión de como las partes solo alcanzan su verdadero sentido en el seno de un todo.
Esto significa que muy difícilmente las formas analíticas del pensamiento, del conocimiento de la realidad se adapten
a la situación exigida por la educación. La capacidad analítica es adecuada para el estudio exhaustivo de las partes
que la componen.
En el caso de la educación la construcción científica del subconocimiento siguiendo la normativa de la ciencia
natural esta se fundamenta en el pensamiento analítico.
Ante la disyuntiva adaptamos a la característica esencia del o educativo, es decir a la necesidad de patrocinar una
visión compleja, integrada y relaciona de las diferentes variables que configuran la educación. El denominado
enfoque sistémico nos parece pertinente porque es capaz de englobar interconeccionadamente los diversos
elementos que configuran una realidad. Este enfoque sistémico ha sido patrocinado por la denominada Teoría
general de sistemas que se instituye en los años siguientes a la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.
La teoría general se sistemas propiciada por Ludwing Vori Bertalanffy lo que hace es generalizar el mismo
fenómeno, es decir a través, fundamentalmente del concepto de sistema, pretende estudiar cualquier situación en la
que se puedan encontrar más de dos ambientes o elementos en relación, entendiendo por sistema un conjunto de
elementos de relación. A partir de aquí, la pretensión de nuestro autor fue descubrir y formalizar matemáticamente
los fenómenos que puede concurrir en los sistemas , para que luego los investigadores, aplicasen estos fenómenos
descubiertos a cualquier realidad que pudiese ser interpretada o considerada como un sistema.
La educación puede acogerse al núcleo e conocimientos de la Teoría general de sistemas por tanto al pensamiento
sistémico-simple mentes porque bajo las categorías sistémicas pueden escribirse los fenómenos relacionales que
concurren en los procesos educativos. Por ejemplo:
No hay duda de que fue la teoría de sistemas la que dio los primeros pasos hacia otro tipo de pensamiento que
pretendió consolidar un discurso acerca de las realidades holísticas.
El pensamiento de dos autores – Edgar Morin y Joel de Rosnay-, que de alguna forma puede, considerarse los
grandes precursores del que ya se viene en denominar pensamientos complejos.
E. Morin, a través de su obra el método, desarrolla su tesis – muy interesante para la ciencias humanas y en
consecuencia para la educación – centrándose en una comprensión unitaria de la ciencia, asentando entonces unas
mismas bases para las denominadas ciencias humanas y para las ciencias de la naturaleza. Su discurso no se basa en
la diferenciación, en el análisis sino en la complejidad, ya que en el fondo su postura viene a decirnos que la realidad
es una extraordinariamente compleja. Surge así pues y de manos de Morín, la que bien podríamos denominar ciencia
de la complejidad de una nueva teoría del conocimiento, que pretende estudiar la realidad tal como es, con sus
múltiples dimensiones, relaciones y elementos en concordancia o en oposición, pero nunca dividiendo nuestro objeto
de estudio en diversas partes para facilitarnos así su comprensión.
Morin confiesa que la única forma de enfrentarse a una realidad compleja es mediante pensamiento a su vez
complejo, lejos entonces de cualquier tipo de reducciones, tales como:
-la racionalización
-La normalización
Asimismo, surge una cuestión ¿Qué es la complejidad?: lo complejo se aproxima a lo desconocido, al desorden, a
lo incierto. Es sin duda un nuevo formato conceptual que debe propiciar una nueva forma de comprender y explicar
la realidad, debe conducirnos al pensamiento complejo. Morin afirma que es necesario que el sistema se vea
desbordado por la propia complejidad sistemática.
La síntesis es necesaria y pertinente porque cuando enfrentamos a situaciones complejas se requieren múltiples
conocimientos asimismo complejos. En consecuencia, se requieren también métodos que conlleven en su razón de
ser la misma complejidad, es decir, que participen de la misma esencia que conforman sus objetos de estudio. Es,
en todo caso, el tipo de conocimiento que se requiere en educación: tener capacidad de ver la realidad en su
complejidad y, en consecuencia, saber sintetizar los procesos analíticos y sistémicos a fin de que el trasvase de las
partes al todo se haga con la misma facilidad que el del todo a las partes.
Además de compleja, la educación debe entenderse desde posiciones propias de la tecnología y no tanto desde la
ciencia. En el seno de la teoría del conocimiento se conciben dos tipos de conocimiento racional: el científico y el
tecnológico, aunque este último mantiene una relación de dependencia con la ciencia ya que el conocimiento
tecnológico no solo debe ser compatible con la ciencia, sino que, al mismo tiempo, debe fundamentarse
científicamente. En el plano metodológico, la investigación tecnológica apenas difiere de la científica puesto que
pasa por las siguientes etapas:
Discernir el problema
Tratar de resolverlo con ayuda del conocimiento que se posee.
Si ello no es posible, plantear hipótesis, en las técnicas capaces de resolver el problema.
Poner a prueba la solución.
G) La pedagogía, la reflexión y la acción pedagógica intentan sosegar el tambaleo, el sacudón queque la imprevisible libertad le imprime a la relación educativa, haciéndola posible. La solución que se plantea hoy es la ilusión de volver calculable y adecuar la intervención a la demanda. Una educación adecuada, políticamente correcta, que finja ser capaz de sortear los “seguí participando “ Antes de decirle al otro que lo quiero tengo que conocer cuáles son sus capacidades, como es su contexto, cuál es su familia, en que barrio vive, cuál es su competencia para besar y todo el “arroz con leche “escolar de los años
No sabemos quién es el otro que hay educación y que la educación sea incalculable no quiere decir que uno no calcule, porque algunos hacen una especie de elogio pseudoarquico de lo incalculable y de lo imprevisible, y eso es absolutamente falso, porque uno va queriendo calcular. A lo que aparece como algo del orden del subproducto se lo intenta poner, colocar, como un objetivo central de la experiencia educativa (despropósito anticipatorio). Todas las psicopedagogías, todas las ilusiones (psico) pedagógicas que rodean la búsqueda del resultado educativo feliz y proporcionado se enfrenta con ese punto limite.
H) Nuestra acción produce cada vez menos efectos; el problema es que ya no hay más algo semejante a nuestra acción. El problema es que no hay intervención. Si uno tiene que intervenir y antes de intervenir tiene que evaluar y estimar cual va a ser la consecuencia exacta de la intervención, como y cuál va a ser la reacción del otro, entonces, no interviene
Decía Immanuel Kant en el curso de pedagogía que publicó su discípulo Rink, que “la educación es el problema más grande y difícil que puede ser propuesto al hombre” (1804, pp, 19-20), y pocas líneas más abajo volvía a insistir sobre lo mismo: “El hombre puede considerar como los dos descubrimientos más difíciles: el arte del gobierno y el de la educación y, sin embargo, se discute aún sobre estas ideas”.
La educación es, sin duda, una de las más importantes instituciones sociales, la que hace que un animal, uno más entre las especies vivas que pueblan la tierra, se convierta en lo que entendemos por un ser humano. El hombre puede educarse porque nace con disposiciones de tipo muy general que son susceptibles de ser moldeadas en diferentes sentidos. Es un ser muy plástico, y en cierto sentido menos acabado que otros animales. Esa plasticidad y falta de terminación puede aparecer a primera vista como un inconveniente, ya que hay que aprenderlo casi todo, y es reflexión corriente decir que sería bueno nacer sabiendo lo que tiene que aprenderse en la escuela, o poder adquirirlo sin esfuerzo, mediante transmisión material, por ejemplo, por medio de pastillas. Sin embargo, hay que verla como una enorme ventaja porque da al hombre inmensas oportunidades de aprender y le ha permitido construir una cultura, y la cultura es la que hace al hombre ser hombre.
Durante mucho tiempo se ha pensado que la educación tenía como fin llevar al hombre a un cierto destino, conducirle hacia una meta prefijada. Esa meta podía ser llevarle hacia Dios, hacia su salvación, prepararle para la otra vida, hacerle más humano, perfeccionarle en una dirección determinada.
Si observamos lo que ha sucedido a lo largo de la historia del hombre vemos inmediatamente que distintas sociedades han tenido concepciones muy diferentes de la educación, y que los objetivos han cambiado de una época a otra y de un pueblo a otro. Esto ha llevado a pensar durante siglos a los occidentales que todas esas sociedades estaban equivocadas y sólo nosotros sabemos cuál es ese punto al que debemos llegar, cosa que hoy, cuando hemos perdido alguna pizca de nuestro sociocentrismo, nos parece demasiado pretenciosa. Si nos fijamos en la forma de la educación, en las prácticas educativas, en los métodos pedagógicos, en las ideas que se inculcan a los educandos en diferentes culturas, nos encontramos con una variedad tal de prácticas que hace difícil encontrar una definición única.
Posiblemente fue el sociólogo francés Emile Durkheim el primero que desarrolló de una forma sistemática la idea de que la educación es una institución social, que aparece estrechamente vinculada con el resto de las actividades sociales y que, por tanto, no tiene un fin único y permanente, sino que ese fin cambia con el tipo de sociedad, e incluso con la clase o el grupo social al que pertenece el educando. Por eso, propone la fórmula siguiente: “La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras para la vida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de él la sociedad política en su conjunto y el medio especial al que está particularmente destinado” (Durkheim, 1911, p.70). y a continuación resume su fórmula de la siguiente manera: “La educación consiste en una socialización metódica de la generación joven”
La educación es un fenómeno tan amplio, tan complejo, y que es realizado por instancias tan diferentes, que puede decirse que no hay un designio explícito y único. Es una institución social que resulta de la interacción de diversas fuerzas sociales que no actúan necesariamente en el mismo sentido. Puede ser el resultado de tensiones entre grupos sociales y por ello presentar un carácter externamente contradictorio. Podríamos decir que es una actividad multideterminada. Son muchas las instancias que se ocupan de la educación: los padres, los adultos en general, los profesores, los medios de comunicación, las instituciones, el Estado, las organizaciones religiosas, en definitiva, la sociedad toda, y esas distintas influencias no siempre tienen que ir en el mismo sentido.
Al mismo tiempo, la educación es absolutamente necesaria y no puede prescindirse de ella si el recién nacido debe llegar a ser hombre. Mediante ella se aprovecharían las capacidades básicas innatas de los humanos, y se les daría forma social (ef. Delval, 1991). A ello hay que añadir lo que Berger y Luckman (1967) han denominado “socialización primaria”, es decir, la socialización en las características básicas de una sociedad y, junto con ello, la “socialización secundaria”, la que suministra al individuo las capacidades más específicas de ciertos sectores de su sociedad.
La definición de Durkheim nos ayuda poderosamente a entender que es la educación. No hay un fin universal al que se encamine la educación, como no hay fines en la naturaleza, cada sociedad tiene sus propios fines. Lo que sucede es que puede haber una parte común en esos fines, compartida de alguna forma por todas las sociedades. Educar y ser educado son componentes esenciales de la naturaleza humana, aunque varíen los contenidos y, como decimos, cada sociedad, y generalmente cada individuo dentro de la sociedad, los ejercita de manera muy precisa de acuerdo con los objetivos sociales, aunque no los conozca explícitamente y nunca se haya planteado que existan. Es un mecanismo implícito, pero de una precisión asombrosa.
2. LA EDUCACIÓN ANIMAL Y HUMANA
Está claro que la educación es consustancial con las sociedades humanas y que existe en todas ellas, hasta el punto de que no puede concebirse una sociedad sin prácticas educativas. Esto se debe a que, como señalábamos, el ser humano nace con un conjunto de disposiciones y de potencialidades muy generales pero que necesitan ser satisfechas por el ambiente. El hombre no es ni un ser predeterminado ni, desde luego – contra lo que suponían los empiristas ingleses–, una tabula rosa que la experiencia sola se tiene que encargar de rellenar. Es, pues, característico del hombre el proceso de educación y aquí la comparación con los animales resulta obligada. El abanico de conductas de los animales es mucho más reducido que el del hombre y está muy determinado en su origen por el ambiente. El animal se ha desarrollado conjuntamente con su medio y dispone entonces de unos mecanismos de adaptación para sobrevivir en ese medio. En el ambiente los animales encuentran muchos elementos que desencadenan su conducta. Cuando aparecen determinadas señales se ponen en marcha ciertas conductas y esas señales son lo que los etólogos han llamado elementos desencadenantes innatos.
Pero también entre los animales hay una educación. Muchos animales aprenden durante su infancia las conductas deseables, y lo más notable es que muchos son enseñados por los adultos, lo cual constituiría un auténtico caso de educación. Ya Kant (1804, p.15) señalaba el notorio ejemplo del canto de los pájaros, que son enseñados por los adultos a cantar y a los que si no se enseña lo hacen de una manera muy rudimentaria. Incluso se refiere a una experiencia consistente en cambiar la mitad de los huevos de un canario por huevos de gorrión, “y de este modo se tendrán gorriones que canten”. Pero Kant (1804, p.14) considera éste como el único caso de educación en el mundo animal.
Todos nos educamos; a todos nos enseñaron cosas, dentro de la escuela y fuera de ella. Hay educación cuando una madre enseña a su hijo a hablar, cuando el maestro enseña a escribir y cuando un amigo indica qué ropa usar en una determinada ocasión. Desde esta perspectiva, todos sabemos de educación, porque todos vivimos la educación.
LA NECESIDAD SOCIAL DE LA EDUCACIÓN
Si bien, por razones éticas, no se realizan experimentos sobre la carencia de educación en un individuo, a lo largo de la historia se conocieron casos de niños que vivían completamente aislados de la sociedad, niños abandonados en selvas que lograron sobrevivir, llamados niños lobos. A partir de ellos, fue posible observar algunas consecuencias de la falta de educación. En 1799, en bosques de Francia, un niño de 11 o 12 años completamente desnudo, fue atrapado y fue llevado a la Escuela Central del Departamento de Aveyron para ser estudiado por el médico francés Jean Marc Gaspard Itard. Las características de estos niños lobos son: la incapacidad para hablar, la dificultad para caminar erguidos, muestran poca sensibilidad al frio y al calor y en presentan una percepción nocturna y un olfato muy desarrollado y tienen una gran habilidad para repetir los sonidos de los animales con los que han crecido e imitar sus conductas.
Itard reconoció que el problema de este niño era de educación , en la medida en que había sido privado, desde su infancia, de cualquier contacto con los individuos de su especie. El niño lobo no sabía hablar, apenas emitía algún sonido, pues el lenguaje , es decir, el reconocimiento verbal de los objetos culturales, es una construcción histórico- social (porque se hace, se mejora, se perfecciona y cambia a lo largo del tiempo, y a través de generaciones y generaciones y porque sólo se construye en el contacto con otras personas). Comenzó a trabajar con el niño y llegó a una serie de conclusiones que muestran que el ser humano no posee una genética que lo diferencia del resto del mundo animal. De hecho, el ser humano, alejado de la influencia de sus congéneres, vive muy cercanamente al mundo animal.
Es posible afirmar, entonces, que la educación es un fenómeno necesario y que posibilita tanto el crecimiento individual , como la reproducción social y cultural.
LA EDUCACIÓN ENTRE LA PRODUCCIÓN Y LA REPRODUCCIÓN SOCIAL
Una sociedad y sus miembros para su supervivencia, necesitan de tres tipos de reproducción:
La reproducción biológica. Una sociedad crece cuando la cantidad de nacimientos es mayor que el número de muertes. La reproducción económica. Para subsistir en el tiempo, una sociedad necesita producir lo que consumen sus miembros en alimentación, vestimenta y vivienda. La reproducción del orden social o cultural. La educación es el fenómeno por el cual se transmiten aquellos saberes adquiridos considerados socialmente valiosos a los nuevos miembros de esa sociedad que aún no los han obtenido. Cuando las prácticas educacionales tienden a conservar un orden social establecido (conocido como statu quo), estamos ante fenómenos educativos que favorecen la reproducción.
Sin embargo, la enseñanza y el aprendizaje social no son meramente reproductivos. En primer lugar, porque las condiciones de vida cambian constantemente y exigen nuevas habilidades de adaptación, generando conductas específicas para cada caso. En segundo lugar, la comunicación social es, en esencia, inestable. Los mensajes están sometidos a la distorsión y a la interferencia comunicativa. Existen distorsiones en la comunicación
involuntarias : un mensaje, a medida que pasa de boca en boca, cambia su significado voluntarias : quien lo envía le hace cambios, porque, no está de acuerdo con el mensaje original o por otras tantas razones.
Cuando las prácticas educacionales tienden a transformar el orden establecido y a crear un nuevo orden, estamos ante prácticas educativas productivas. En una familia, las prácticas educativas son de este modo cuando favorecen voluntariamente o no, que los hijos actúen de una manera autónoma, sin repetir las conductas de los padres.
El fenómeno educacional implica un problema de poder , siempre que se hable de educación, se habla de poder. Estamos hablando de un poder más cotidiano, que circula en el día a día de las instituciones y que constituye una parte muy destacada de los hechos educativos.
Poder es la capacidad de incidir en la conducta del otro para modelarla. Desde esta perspectiva, la educación es poder. Educar es incidir en los pensamientos y en las conductas de distintos modos.
Durante mucho tiempo, la palabra poder fue un tabú. Tenía una connotación negativa, en la escuela era casi una mala palabra, porque, además, estaba asociado a la capacidad de manipular a otro, de ejercer sobre este la violencia física o la amenaza. Las actuales perspectivas teóricas acerca de estas temáticas advierten que el poder se ejerce no sólo en lugares, específicos, sino en el mundo cotidiano, en la vida diaria. La diversidad en las relaciones de poder permite establecer dos categorías: macro-poderes: el poder que ejercen los políticos, los grandes empresarios, los medios de comunicación o la gente en una manifestación micro-poderes: el de una madre al establecer un límite a sus hijos, el de un supervisor frente al directivo, el de un director frente al maestro, el de un profesor frente a sus alumnos, pero también, un hijo, un docente o un alumno ejercen micropoder.
Para construir una democracia , tanto en la sociedad general como en una institución escolar, es preciso considerar los problemas del poder. Discutimos acerca de cómo debe ser este en la escuela, si tiene que ser democrático, o si, debe ejercerlo una minoría de profesores y directivos. Nos preguntamos si hay que darles poder a los jóvenes, si deben tener representantes y cuántos, y todo ello, porque nos importa el poder pero también, porque valoramos unas formas de poder por sobre otras: las democráticas sobre las autoritarias, las consensuadas sobre las impuestas.
HACIA UNA DEFINICIÓN DE EDUCACIÓN
Podemos decir que la educación es el conjunto de fenómenos a través de los cuales una determinada sociedad produce y distribuye saberes de los que se apropian sus miembros y que permiten la producción y la reproducción de esa sociedad.
En ese sentido la educación consiste en una práctica social de reproducción de los estados culturales conseguidos por una sociedad en un momento determinado y a la vez, supone un proceso de producción e innovación cultural, tanto desde el plano individual como desde el social.
Los saberes que se transmiten de una generación a otra , y también intrageneracionalmente , no son solo saberes vinculados con lo que comúnmente se denomina saber erudita , sino que incluyen formas de comportamiento social, hábitos y valores respecto de lo que está bien y lo que está mal.
Educar implica enseñar literatura, arte, física, pero también enseñar hábitos y conductas sociales (bañarse a diario, lavarse los dientes, llegar puntualmente, saludar ). Estos saberes que construyen nuestro día a día, no son innatos: se enseñan y se aprende en la familia, en la escuela con los amigos. Las formas de educar y los saberes que se enseñan varían de una sociedad a otra y de una época histórica a otra.
La educación es una práctica social : porque es algo que las personas efectivamente hacen, no es algo sólo deseado o imaginado. es una acción : tiene una direccionalidad. es un fenómeno universal : no existe ninguna sociedad o cultura que no desarrolle prácticas educativas. es una práctica histórica : en la medida en que las formas que la educación adopta varían a lo largo del tiempo.
Desde esta perspectiva, educación no es sinónimo ni de escolarización ni de escuela. Antiguamente, en algunas sociedades, los niños aprendían todo lo que debían saber, por la imitación y el ejemplo, mientras acompañaban a sus mayores en las tareas de caza o de recolección de frutas. No había maestros, ni edificios especiales para la educación. Pero hoy, cuando la escuela tiene un lugar destacado dentro del campo educativo, no ocupa ni siquiera el primer lugar entre las agencias educativas. La familia, la televisión, los diarios, los amigos constituyen también agencias educativas importantes.
Muchas definiciones del fenómeno educativo lo han caracterizado como un fenómeno intencional y consciente. Con estos calificativos, distinguen el concepto educación de socialización. La escuela, un centro educativo por excelencia, pues su intencionalidad es educar y tiene conciencia de este acto la familia sería, una institución de socialización, sólo en algunos casos, educativa. Por ejemplo, si un padre se siente a armar un rompecabezas con sus hijos, no lo hace con la intención de educar, sino de jugar, al efectuar esta actividad, no educa, sino socializa. Frente a esta distinción, los pedagogos han señalado dos tipos de educación. La educación en un sentido amplio entiende que todo fenómeno social siempre es educativo y forma parte de la socialización. La educación es un sentido estricto considera que un fenómeno es educativo solo cuando la socialización es intencional y consciente.
Ante la disyuntiva de separar la educación en un sentido amplio o en un sentido estricto, parece preferible acercar el concepto de educación al de socialización, y utilizar el término educación directamente en un sentido amplio.
Así lo propone Durkheim: No hay período en la vida social; no hay, ningún momento en el día en que las generaciones jóvenes no estén en contacto con sus mayores, y en que, por consiguiente, no reciban este influjo educador. Porque este influjo no se hace sentir solamente en los instantes en que los padres o los maestros comunican conscientemente, y por medio de una enseñanza propiamente dicha, los resultados de su experiencia a aquellos que vienen detrás de ellos. Hay una educación inconsciente que no cesa jamás. Con nuestro ejemplo, con las palabras que pronunciamos, con los actos que realizamos, se moldea de una manera continua el alma de nuestros niños (1991: 100).
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA Y SECUNDARIA
El proceso de la socialización tiene dos fases :
La socialización primaria se produce en la niñez. En este proceso, el niño adquiere el lenguaje y ciertos esquemas para comprender y actuar sobre la realidad. Internaliza el mundo de los otros. Si bien esta socialización varía de una cultura a la otra, de un grupo social a otro y de una época a otra, siempre tiene un componente emocional o afectivo muy intenso. Los aprendizajes producidos en esta etapa de la vida son difíciles de revertir. Se trata de la socialización que los niños reciben de su familia o cuidadores. La socialización secundaria se realiza en las instituciones. No implica un componente emocional tan intenso como el de la socialización primaria sino que se trata del aprendizaje de roles, es decir, de formas de comportamientos y de conocimientos que se esperan para actuar en determinados lugares sociales, como son el rol del maestro, del médico o del alumno. Su alcance y su carácter se determinan por la complejidad de la división del trabajo y la distribución social del conocimiento. Se centra en el lugar de los individuos en la sociedad y, también, se relaciona con la división del trabajo. Este tipo de socialización constituye el proceso por el cual los individuos obtienen un conocimiento especializado, por lo que requiere la adquisición de un vocabulario y de unas pautas de conducta específicos para cumplir un determinado papel.
EDUCACIÓN FORMAL Y NO FORMAL
Una segunda distinción, se refiere a las diferencias entre la educación formal y la educación no formal.
Educación formal : todos aquellos procesos educativos que tienen lugar en la institución escolar, sea esta inicial, educación primaria, secundaria básica, polimodal, terciaria y/o cuaternaria (posgrados). Educación no formal: es un concepto residual, se ocupa de todos aquellos procesos educacionales sistemáticos que no suceden en la escuela. Abarca las acciones de alfabetización que se dan fuera de la institución escolar, como los planes de alfabetización para llegar a poblaciones que quedaron marginadas de la escuela. Las acciones de educación no formal se proponen resolver situaciones que el sistema formal de educación no consigue solucionar, como es erradicar el analfabetismo. Por eso, también, se incluyen dentro de la educación no formal la educación de adultos y las acciones de capacitación profesional.
Algunos autores prefieren hablar de diferentes grados de formalidad de la educación.
alto grado de formalidad : se dicta en las escuelas, se caracteriza por su organización y por los pasos que se deben cumplir para poder avanzar a lo largo de la carrera escolar. bajo grado de formalidad : formas educativas alternativas a la escuela, en la actualidad poseen mayor presencia y tienen un importante impacto en la población, como por ejemplo, las propuestas de capacitación y actualización en el transcurso de la vida laboral.
EDUCACIÓN SISTEMÁTICA Y ASISTEMÁTICA educación sistemática: Se trata de una acción planificada, reglada y graduada. Implica tanto la educación formal como la no formal. educación asistemática: Estos fenómenos no se planifican como procesos educativos, pero de ellos, resultan aprendizajes socialmente significativos. Por ejemplo, los aprendizajes resultantes de los juegos infantiles, de la televisión, del cine. EDUCACIÓN PERMANENTE
La educación permanente es una respuesta social a los continuos nuevos saberes que se producen y a los profundos cambios que se viven día a día en relación con el mundo del trabajo. La educación, en estos contextos, no puede limitarse a unos pocos años. El médico tiene que estudiar en forma constante para estar actualizado, porque la medicina recibe tantos avances que el profesional que no se pone al día podría perder los códigos de comunicación con sus colegas. Al docente, le sucede lo mismo. Los nuevos métodos de enseñanza, las nuevas formas de gestión escolar y el avance del conocimiento académico lo obligan a una permanente actualización. Así acontece con todos los trabajos y con todas las profesiones. Pero también fuera del ámbito laboral, saber manejar el fax, la computadora y todas las nuevas herramientas exige de nosotros una actualización continua, una educación permanente
EDUCACIÓN Y ESCOLARIZACIÓN
Por escolarización , entenderemos el conjunto de los fenómenos de producción, distribución y apropiación de saberes que se lleva a cabo en la institución escolar. Los procesos de escolarización son muy particulares, que se diferencian de los procesos educativos que acontecen fuera de la escuela. Rigurosas investigaciones mostraron que Los grupos alfabetizados a través de planes de alfabetización llegaban sus respuestas a su contexto material más inmediato. Los grupos alfabetizados en la institución escolar, en cambio, daban respuestas menos ligadas a su contexto material inmediato, eran respuestas de una mayor abstracción. Por ello, la escuela no sólo distribuye entre los alumnos los saberes provenientes de las distintas disciplinas, tales como la Matemática, la Física o la Química. La escuela no sólo simplifica los saberes complejos para hacerlos entendibles, sino que también produce saberes diferentes de los encontrados fuera de la institución escolar.
De allí que la escuela no sólo es receptora de la cultura externa, no es una caja negra, sino que la escuela produce cultura en un juego de doble dirección. En efecto, forma no sólo individuos, sino también una cultura, que penetra a su vez en la cultura de la sociedad.
Es preciso distinguir escolarización de educación. Muchos investigadores investigan las instituciones escolares y se refieren a los procesos de la escolarización, pero no, a los de la educación en general. Otros investigadores estudian los procesos de enseñanza y aprendizaje que se originan a partir del contacto de los niños con los juegos electrónicos o con los medios masivos de comunicación; en estos casos, se dedican a los procesos educativos no escolares.
El bajo grado de formalización no debe confundirse con una baja calidad o con el impacto de la oferta educativa. Se trata de propuestas educativas que se estructuran atendiendo a particularidades como pueden ser las de los adultos que trabajen. Algunos historiadores de la educación hablan de escolarización para distinguir la educación de la Modernidad respecto de la de otros períodos históricos, como el de la Edad Media o del Renacimiento.
La educación es el proceso de socialización formal de los individuos, mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. Es qué hacer humano, es decir, la actividad concreta del hombre concreto y, por ser así es eminentemente social. Es el proceso esencialmente dinámico entre dos perdonas, que proporciona la guía y la ayuda para alcanzar las metas del hombre, partiendo de la aceptación consciente del sujeto; que pretende el perfeccionamiento del individuo como persona. La educación busca la inserción activa y consciente del individuo en el medio social.
EDUCACIÓN Etimología EDUCARE EXDUCERE
EDUCARE : criar, nutrir, amamantar, alimentar, conducir, guiar, orientar, etc.
EXDUCERE : sacar, extraer, dar a luz, hacer salir, llevar, conducir desde adentro hacia fuera, extraer, etc.
Ambas posturas han prevalecía en los diferentes enfoques a lo largo de la historia se la educación. Actualmente debe prevalecer un enfoque ecléctico que admita y asuma ambas instancias.
PRINCIPALES OBJETIVOS DE LA EDUCACION:
Desarrollar las habilidades cognitivas, intelectuales y físicas de las personas. Propiciar el pensamiento crítico. Evaluar la comprensión de los contenidos impartidos. Formar seres humanos libres de pensamiento y opinión Fundamentar los valores éticos, intelectuales, sociales, culturales, humanos entre otros. Afianzar sociedades justas y equilibradas donde se respeten las necesidades en general Preservar las expresiones y tradiciones culturales así como la historia Incentivar el continuo desarrollo científico y tecnológico y las investigaciones en las diversas áreas. Formar profesionales en las diferentes áreas del desarrollo humano.
TIPOS DE EDUCACIÓN
La educación está clasificada en diferentes tipos según su alcance y metodología aplicada:
FINES DE LA EDUCACION:
FUNCIONES DE LA EDUCACION: