

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
Es un ensayo de psicología aplicada al deporte
Tipo: Resúmenes
1 / 3
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Prof. Alexis Gonzales. Santiago Velásquez EL VALLE DEL ESPIRITU SANTO, 03 DE MARZO DEL 2025.
Existe una tendencia generalizada respecto a la idea de que las MMA son más violentas que el boxeo (Petro y Bonilla, 2019), ya que a simple vista pareciera que en las MMA la intención es hacer el mayor daño posible a la integridad del adversario. Sin embargo, este “daño” está bien reglamentado y en igualdad de condiciones. Para poder comparar los niveles de violencia en ambos deportes de combate, los autores hacen énfasis en datos de lesiones (daños) corporales, dando mayor importancia a lesiones cerebrales, y en función de esto se teoriza cuál de los dos deportes es más “violento,” aunque a lo que se refieren es a cuál tiene el mayor riesgo de lesión (Lystad et al., 2015, como se citó en Petro y Bonilla, 2019). Las MMA, en sus inicios (1920), se destacaban por sus pocas reglas de combate, las cuales se encontraban entre lo legal y lo ilegal, entre la competencia deportiva y la violencia callejera (Saavedra, 2014). Aunque el intento de agrupar todas las artes marciales en un combate estuvo marcado por la violencia y la ilegalidad, esto fue evolucionando a una práctica deportiva propiamente dicha, bien reglamentada, jerarquizada e institucionalizada (Brohm, 1982). Esa violencia con la que se inició fue evolucionando hasta que actualmente se encuentra completamente contextualizada (Sánchez-García y Malcolm, 2010). Además, la violencia tiene un carácter legítimo, en términos de reglamento deportivo previamente definido y en ambos deportes (boxeo y MMA) cualquier expresión violenta, por fuera del reglamento, se ve penalizada (Rivero-Herraiz, 2015). “…la “violencia” en el Boxeo y en las MMA adopta una forma racional, donde esta es un medio para asegurar un logro (la victoria deportiva). Dicho de otro modo, la violencia toma una forma instrumental” (Petro y Bonilla, 2019, S/P). Esto concuerda con la definición de agresividad de Carrasco et al. (1982), donde la describe como una conducta instrumental; en este deporte la violencia se transforma en agresividad. Para comparar, los atletas de MMA tienen una mayor probabilidad de lesionarse durante los enfrentamientos que los boxeadores (59.4% vs 49.8%, respectivamente). Sin embargo, el boxeo tiene mayor tasa de lesiones en la cabeza y el cuello, y de forma consecuente mayor tasa de lesiones de tipo conmociones que las MMA (Lystad et al., 2015, como se citó en Pedro y Bonilla, 2019). Este dato es de gran importancia si consideramos que el trauma craneal repetitivo y continuo está asociado con la degeneración de las estructuras cerebrales como el tálamo, el ganglio basal y el hipocampo, con declives de funciones cognoscitivas (Petro y Bonilla, 2019). Analizando la información anterior en su debido contexto, el grado de violencia en el boxeo y las MMA es similar. Se advierte del reduccionismo en el que se podría incurrir al sugerir que el boxeo es más violento debido a que su tasa de muertes supera ampliamente la de las MMA (Petro y Bonilla, 2019). La combinación de una gama aumentada de técnicas de combate permisibles, con ningún aumento aparente en el daño a los participantes, sugiere que los luchadores de MMA manifiestan un hábito importante de autorregulación. Por lo tanto, parece que la violencia de las MMA ha sido exagerada en el discurso público (Sánchez-García y Malcolm, 2010).