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Sobre el poeta Virgilio, su época y la situación de Roma
Tipo: Resúmenes
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Virgilio extrae una masa ingente de leyendas y tradiciones y les da unidad. Comienza con Eneas que parte de Troya, y desde Sicilia, se dirige a Roma. Inspirado en los “relatos de Alcinoo”, en la forma de construcción de los tres primeros libros de la Eneida: tempestad, naufragio y retorno al pasado. La imitación no va más lejos, no concierne más que a una estructura formal. En sus aventuras, Odiseo no es más que un espectador del mundo, de la diversidad. Lucha por volver a su patria, y por volver a encontrar a los suyos y a su casa. Que tenga éxito o no, no cambiará el futuro de los hombres. No es el caso de Eneas. Roma está siempre presente, visible en el horizonte, todo está determinado por ese futuro. Es necesario que el hombre parezca ya romano. Uno de los problemas que se le presentaban a Virgilio, era el carácter que convenía atribuir a Eneas. Cada imagen y verso debía contribuir a una imagen coerente y conforme a cierta idea. Horacio en su ars poética: si uno toma como héroe a un personaje, bastará conformarse con la tradición: Aquiles, eérgico, irascible, cruel; medea indómita… Virgilio no podía contentarse con esta visión tan fácil. Su héroe no estaba fijado por tan larga poética; si pose{ia, desde la illíada, características a la que hemos aludido: piedad, coraje, respeto a los dioses, sabiduría en el consejo, pero todo permanece como exterior. En la vida cotidiana y la acción, y más aún si se intenta penetrar en su conciencia, ya es otro tema. En el canto I y II comienza la dificultad: Eneas habla de sí mismo y expresa sus más secretos pensamientos. Allí, no hay una imagen, sino dos: el de la primera persona, y el oyente, ¿los dos no coinciden? Eneas comprende poco a poco la amplitud y las razones de la catástrofe: son los dioses los que destruyen a Troya. La misión que le ha indicado Venus es la segunda investidura que recibe, la primera resultó del sueño en el que se le aparece Héctor. gNo se conforma, y quiere confirmación: prodigios objetivos. Anquises hace lo mismo, negándose primero a seguirlo. Eneas es el intermediario elegido por los dioses y por el p para establecer la comunicación necesaria entre lo divino y lo humano. Desempeña el rol que será el de los imperators de la república; él es, como aquellos, quien consulta a los dioses y toma los auspicios. Ana, hermana y confidente de Dido, se hace tentadora, representando a los movimientos de la naturaleza, frente al juramento que Dido se hace a sí misma. Un discurso de retórica experimentado. Especie de Nodriza del teatro. Lo de Dido no se trata de un “pecado” frente a los dioses; no es un” sacramento”, sino que consistía más bien en una promesa mutua, pronunciada
frente a testigos, después de la consulta de los presagios (pájaros que volaban, o entrañas de víctimas de sacrificio), Los sacrificios eran para atraer la bienaventuranza de los dioses, pero no estos no lo constituían. Consistía en unir las manos derechas e intercambiar consentimientos, con un pacto de por vida, con valor legal, sagrado aunque no escrito. Dido no obtiene esto de Eneas, no está verdaderamente casada, dado que su unión es el resultado de un impulso de los sentidos; faltó a la promesa de serle fiel a SIqueo, al honor, al pudor que ella se debe a sí misma. Recordado por Mercurio, abandonará a Dido para seguir las órdenes del Dios. Virgilio se inspiró en el canto de la Odisea, en la isla de Calispo: los derechos sobre Eneas son los mismos, los que da el amor, pero esto no es nada frente a los dioses. Dido aparecía así para los antiguos, quedando como seductora, peligrosa, desfavorable y destructora del objetivo noble. Virgilio también ha observado la “pasión” de la reina, en su doble implicancia: deseo y agonía. La novela se convierte en historia, porque ella lanza una serie de imprecaciones con predicciones que más o menos se cumplirán. Saliendo de Cártago, llegan a Sicilia. Aniversario de Anquises. Al igual que las ofrendas en la tumba vacía de Héctor, le, muria , de mayo, las feralia de febrero es anunciada con lo de Anquises. Eneas consagra nueve días para honrar a su padre antes de que comiencen los juegos. Anquises, en la tradición, llegaba al final del viaje. Virgilio lo hace morir antes por conveniencia, porque hubiese sido indecente que la aventura amorosa de Eneas se desarrollara bajo sus ojos. El relato se habría desvirtuado en comedia burguesa, Era necesario que Eneas estuviera solo frente a la tentación y también frente a los dioses. Era preciso que él llegara a ser el único guía de su pueblo. LA inspiración profunda, la que finalmente le dictara su decisión, le era enviada directamente por los dioses. Este es su problema capital: discernir lo que viene de los dioses de lo que no es más que ilusión. Tal es la dificultad que encuentra cuando en Sisilia, las mujeres Troyanas incendian las naves, un episodio tradicional en las leyendas en torno a la migración troyana. ¿Por qué es importante la muerte de Palinuro? El será sacrificado por la salvación de la flota, como víctima expiatoria. Palinuro es inocente. Es un dios, el del sueño, el que se abate sobre él y lo precipita al mar. No se resiste al sueño. Aquí es agente del destino, que exige, por una suerte de equilibrio, en el que una suerte dichosa debe ser pagada por una pena (¿equidad de los dioses?).Los romanos han practicado sacrificios hasta la guerra de Aníbal, logrando ponerle fin al sacrificio humano en el imperio. Los guerreros sabían que una victoria se compra con sangre.
El mundo de la guerra difería del otro en muchos aspectos: establece otro orden, otras leyes y valores. A aquellos tiempos de paz, justicia, piedad, fe, suceden violencia y furor , el impulso que arrebata al mismo ser y los transforma en una fuerza de muerte. Eneas personifica y simboliza en si mismo la ciudad romana, debe conocer ese doble aspecto sin que incumba a lo que sea su “carácter”, que permanece inmutable. En el libro VII, puede ser arrebatado repentinamente por el furor , como Turno, al que nada había conmovido antes de la aparición de de Alecto. Al instante pierde la facultad de razonar; reclama sus armas, se lanza y arrebata con él a la juventud en Ardea. La guerra que comienza con Turno, no es más que el tumulto de una cólera en la cual la razón no juega ningún rol. En ningún grado es una guerra justa. Eneas soñaba con Roma, él había percibido el fantasma de esta en los Infiernos; ahora, va a comenzar a construirla y con ella, inaugurar un orden político sólido, que irá desenvolviéndose a través de las generaciones hasta César y Augusto. Turno, poseído a la vez por la Furia Alecto y por el sometimiento amoroso, a una batalla contra toda razón: el ha perdido verdaderamente el dominio de sí. Lo opuesto al relato de DIdo: allá, el arrebato pasional de la reina y la razón de Estado, la justificación de Eneas: en los dos casos, la pasión tiene por efecto la muerte. Esta visión está de acuerdo con el espíritu romano que siempre ha visto con desconfianza el deseo amoroso y ha tratado de hacer que en el matrimonio, su rol este también reducido al máximo posible. Esta ternura no debe ser expresada públicamente más que en raras circunstancias, por ejemplo, ante un fallecimiento de un ser querido. Virgilio, presentaba una concepción de la tierra como ser viviente, que tenía su propia fisiología: de esta tierra viviente han salido los seres vivos. Más particularmente, de tierra itálica ( saturnia tellus , la tierra de Saturno, que ha salido Dárdano, el ancestro de los troyanos, y de Eneas. La idea es que los humanos, como los anuimales y plantas, “los hujos de la tierra”, está en toda la obra de Virgilio. Es en la primavera cuando fueron reunidas por primera vez las condiciones necesarias para el nacimiento de todos los seres vivos y su desarrollo. A través de los elementos, contenidos en el suelo, en número infinito, y de toda naturaleza, como lo enseñaba Lucretio. “Toda la naturaleza humana”, la raza humana. La tierra no solo objeto de relatos míticos, de poetas o filósofos: figuraba en el corazón de las creencias y de los ritos en la religión “popular” y “política” de los romanos. Estaba ligada a la religión de los muertos, y en ese título tiene un papel preponderante en la Eneida. La significación de las ceremonias celebradas por Eneas en honor de las cenizas de Anquises y sobre los prodigios que se produjeron. El poeta se refiere a un ritual funerario del calendario romano, en esta prefiguración de los parentalia en febrero y que el acepta la concepción popular del más allá. Los huesos de Anquises conservan lo que sobrevive de ese padre venerado: las
cenizas son el sitio de los manes: ellos no son osamenta inerte, sino que la vida allí continúa; es allí donde se había refugiado la sensibilidad, en la concavidad de la médula, y, lo que es más importante, a partir de allí renacen las generaciones. Esas creencias, cuyos orígenes se remontan a los comienzos de la historia, estaban integradas en la religión de la tierra, que justifican, entre otras cosas, el sacrificio de la cerda sobre las costas del Tiber. La tierra, divinidad maternal, recoge al muerto y más tarde, despierta los g{ermenes de vida que duermen con él, en él. Toda una serie de sacrificios, ofrecidos a Ceres en el ritual romano histórico, destinados a la tierra: las dos diosas eran indisociables, sin ser confundías. Eneas podía sacrificar nominalmente, a Juno, diosa del matrimonio, una víctima perteneciente por derecho a la tierra, que desempeñaba un rol esencial en las ceremonias que acompañaban al matrimonio. Los troyanos, volviendo a tomar posesión de la tierra itálica, volvían a encontrar la corriente vital que los animaba, desde Dárdano. Sin renunciar al epicureísmo, Virgilio transfigura e inserta la versión en una visión mística, a la que sus convicciones-providencialistas recientemente adquiridas no se oponían. Estos sacrificios a Juno (en realidad tierra madre) simboliza el matrimonio que pronto unirá a Eneas, a través de Lavinia, a la raza de Latino, nacido del Fauno y de la ninfa Marica. Fauno era hijo de Pico, mitad dios, mitad pájaro, brotado de la antigua selva latina. Marica, ninfa antigua de los bosques. El casamiento de Eneas unirá en su descendencia dos ramas: la de Dárdano, y la que desciende en Pico, Fauno y Latino. Alianza real, fisiológica y mística: el sacrificio de la cerda creaba y anunciaba la legitimidad del poder confiado a Eneas y a sus descendientes. La unión indisoluble entre los descendientes de Eneas y “la tierra de Saturno”. El escudo: Venus lo obtiene, donde se refleja la extensa perspectiva del futuro y cuyo origen divino garantiza la victoria de quien lo lleva. Turno , el prodigio de las naves convertidas en muchachas, por la diosa Cíbeles, Gran madre de los dioses, que se había tomado a Creúsa bajo su protección y la integró a su cortejo cuando sucumbió Troya. Turno malinterpreta el prodigio. Prefigura la suerte de un impío, a un general romano que, antes de una batalla, había despreciado las señales enviadas por los dioses; eso había ocurrido en las aguas de Sicilia, durante la primera guerra púnica, y durante la segunda en la ribera del lago Trasímeno. El Furor de Turno es diferente al de Eneas, metido en una guerra justa. Niso y Euríalo: Episodio impregnado de tierna piedad, que Virgilio experimenta por el coraje y el destino de los jóvenes. Sentimiento que se experimenta frente a aquellos que mueren en combate. Son afortunados. Horacio en Las Odas Cívicas , proclama que es hermoso y dulce morir por la patria. EN Virgilio se puede escuchar el eco de este ideal, más profundo en el siglo de Augusto, deseo que animaba a Augusto, a Mecenas y a sus amigos. Sacrificio que no se considerará inútil, puesto que Roma vivirá eternamente gracias a éste.
Cuando Virgilio se burla, como lo hace al comienzo de La Eneida , de la “teología” tradicional, que atribuye a las divinidades, criminales o simplemente ridículas. Epicuro decía que no era tener de ellas pensamientos piadosos, sino que solo era para las almas causas de preocupación y pesar. Virgilio va más allá de esta doctrina, aceptando las intuiciones esenciales de esta. Ha descubierto la presencia en el Universo, de una providencia que no es el Fatum de los epicúreos. Admite la primacía del alma sobre le cuerpo. (Anquises lo dice). Esta visión del mundo, ¿es estoica? ¿platónica? la cuestión no tiene importancia en tiempos de Virgilio, porque platonismo y estoicismo están mezclados desde fines del siglo II antes de nuestra era. Este “espíritu” que anima la materia es un soplo, material también; cada alma humana es una parcela de éste, venida a encarnarse, es decir, penetrar en una materia más pesada, cuyo peso la retiene en tierra. Al morir, el alma intenta volver a su fuente, pero conserva manchas, de las que deberá purificarse materialmente, antes de reencontrar su verdadera naturaleza, en su pureza original. El gran soplo del espíritu, de lque provienen las almas individuales, no es otro que el alma del mundo, y aquel es un “cuerpo inmenso”, semejante a todos los seres vivos y compuesto como ellos de una materia grosera y de otra más sutil, es decir, de cuerpo y alma. La elaboración de, a partir de las doctrinas de los filósofos, un sistema del mundo en el cual se integraran una físicay también una teología, una mora, y que rindiera cuenta, al mismo tiempo, de la historia, de los ritos y de las creencias de Roma. Obra inmensa que consistía en repensar el universo. En los últimos versos, abate a Turno y siente la tentación de tener piedad, pero esos estados del alma no son sino movimientos que no agitan más que la superficie de las cosas. El verdadero amo es Júpiter, quién también obedece a los destinos.