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Mecanismos de Defensa del Yo: Una Introducción a la Teoría Psicoanalítica de Otto Fenichel, Esquemas y mapas conceptuales de Psicometría

Defensa mecanismos Freud Psicoanálisis Psicometria

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2021/2022

Subido el 17/11/2022

InesMaria3
InesMaria3 🇻🇪

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MECANISMOS DE DEFENSAS
OTTO FENICHEL
Una de las tareas más importantes del YO es enfrentar las amenazas y peligros que acechan a la persona y
suscitan angustia. El YO puede tratar de dominar el peligro, adoptando métodos realistas para resolver el
problema o puede tratar de aliviar la angustia utilizando métodos que nieguen, falsifiquen o deformen la
realidad y le impida desarrollar su personalidad. Estos últimos métodos son llamados “mecanismos de
defensa del YO”.
El término “defensa” es empleado por primera vez por Freud. Los peligros contra los cuales tenían que operar
las defensas podían provenir (según Anna Freud) de tres fuentes:
- De los instintos
- De la conciencia moral
- De la realidad.
Las conductas defensivas son las técnicas con las que opera la personalidad total para mantener el equilibrio
homeostático. Estas conductas no existen sólo en los procesos patológicos, sino que intervienen en ajuste y
desarrollo de la personalidad.
Las defensas pueden ser:
A. Defensas exitosas, defensas no patógenas: dan lugar a la cesación de lo que se rechaza
(sublimación).
B. Defensas ineficaces, defensas patógenas: no dan lugar a la cesación de lo que se rechaza y
obliga a una repetición del proceso de rechazo. Evita la irrupción de los impulsos rechazados.
Son formas de manejar los conflictos entre las exigencias instintivas y el temor o los sentimientos
de culpa. Las contracatexias contienen los instintos, estos tratan de bloquear su descarga
haciéndolas perder con ello la conexión con el resto de la personalidad y mantenerse inalterado
en el inconsciente. Los instintos rechazados ejercen una constante presión hacia la motilidad. Al
no poderse descargar directamente, lo hacen de forma indirecta, asociando su energía a otro
impulso que está vinculado, aumentándolo o alterando la cualidad del efecto. Este impulso
sustituto toma el nombre de derivado.
Todas las defensas patógenas tienen su raíz en la infancia, si las defensas infantiles son abolidas,
los impulsos rechazados recobran su vinculación con la personalidad. Así las pulsiones infantiles
se convierten en pulsiones adultas, las que pueden ser descargadas. En cuanto al remanente,
puede quedar sujeto a un mecanismo de sublimación u otro mecanismo. La percepción y otras
funciones del yo son bloqueadas o disminuidas por poderosas contracatexias. Estos tipos de
defensas y su culminación pueden ser considerados como el patrón de acuerdo con el cual se
forman todas las defensas patógenas.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS MECANISMOS DE DEFENSA
Son maneras irracionales de encararse con la angustia, porque deforman o niegan la realidad y obstaculizan
el desarrollo psicológico.
La razón de su existencia es de índole evolutiva. El YO infantil es demasiado débil para integrar y sintetizar
todas las demandas que le hacen. Si el YO no puede reducir la angustia por medios racionales, tiene que
utilizar mecanismos para evitar el peligro; éstos persisten luego cuando el YO no puede desarrollarse. Pero
una razón por la que el YO no puede desarrollarse es que en gran parte su energía se consume en sus
defensas. Se da así un círculo vicioso. No se puede abandonar las defensas porque el YO es insuficiente y
el YO sigue siendo insuficiente siempre que defensa de las defensas.
El YO puede romper este círculo por medio de la maduración, por la cual el YO evoluciona en por un ambiente
que ofrezca al niño una serie de experiencias buenas que contribuyen a su mejor adaptación.
En ningún momento deben ser los peligros tan grandes como para incapacitar al niño, o tan débiles como
para no servir de estímulo. En una serie graduada de ambientes, el YO tendrá oportunidades para despojarse
de sus mecanismos de defensas y de reemplazarlo por mecanismos más eficaces y realistas.
El origen de los mecanismos de defensa se remonta a Sigmund Freud, quien consideraba que se trataban de
procesos mentales encargados de evitar que nuestra mente consciente fuera capaz de acceder a afectos o
sentimientos dolorosos. Esta idea sentó las bases del psicoanálisis.
Posteriormente, este concepto evolucionó, de manera que Freud planteó que los mecanismos de defensa
eran una función del Yo (una parte consciente de la personalidad humana) encargada de proteger a éste de
las demandas del instinto humano. Además, se teorizó que existen diferentes tipos de mecanismos de
defensa capaces de ejecutar dicha función.
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MECANISMOS DE DEFENSAS

OTTO FENICHEL

Una de las tareas más importantes del YO es enfrentar las amenazas y peligros que acechan a la persona y suscitan angustia. El YO puede tratar de dominar el peligro, adoptando métodos realistas para resolver el problema o puede tratar de aliviar la angustia utilizando métodos que nieguen, falsifiquen o deformen la realidad y le impida desarrollar su personalidad. Estos últimos métodos son llamados “mecanismos de defensa del YO”. El término “defensa” es empleado por primera vez por Freud. Los peligros contra los cuales tenían que operar las defensas podían provenir (según Anna Freud) de tres fuentes:

  • De los instintos
  • De la conciencia moral
  • De la realidad. Las conductas defensivas son las técnicas con las que opera la personalidad total para mantener el equilibrio homeostático. Estas conductas no existen sólo en los procesos patológicos, sino que intervienen en ajuste y desarrollo de la personalidad. Las defensas pueden ser: A. Defensas exitosas, defensas no patógenas: dan lugar a la cesación de lo que se rechaza (sublimación). B. Defensas ineficaces, defensas patógenas: no dan lugar a la cesación de lo que se rechaza y obliga a una repetición del proceso de rechazo. Evita la irrupción de los impulsos rechazados. Son formas de manejar los conflictos entre las exigencias instintivas y el temor o los sentimientos de culpa. Las contracatexias contienen los instintos, estos tratan de bloquear su descarga haciéndolas perder con ello la conexión con el resto de la personalidad y mantenerse inalterado en el inconsciente. Los instintos rechazados ejercen una constante presión hacia la motilidad. Al no poderse descargar directamente, lo hacen de forma indirecta, asociando su energía a otro impulso que está vinculado, aumentándolo o alterando la cualidad del efecto. Este impulso sustituto toma el nombre de derivado. Todas las defensas patógenas tienen su raíz en la infancia, si las defensas infantiles son abolidas, los impulsos rechazados recobran su vinculación con la personalidad. Así las pulsiones infantiles se convierten en pulsiones adultas, las que pueden ser descargadas. En cuanto al remanente, puede quedar sujeto a un mecanismo de sublimación u otro mecanismo. La percepción y otras funciones del yo son bloqueadas o disminuidas por poderosas contracatexias. Estos tipos de defensas y su culminación pueden ser considerados como el patrón de acuerdo con el cual se forman todas las defensas patógenas. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS MECANISMOS DE DEFENSA Son maneras irracionales de encararse con la angustia, porque deforman o niegan la realidad y obstaculizan el desarrollo psicológico. La razón de su existencia es de índole evolutiva. El YO infantil es demasiado débil para integrar y sintetizar todas las demandas que le hacen. Si el YO no puede reducir la angustia por medios racionales, tiene que utilizar mecanismos para evitar el peligro; éstos persisten luego cuando el YO no puede desarrollarse. Pero una razón por la que el YO no puede desarrollarse es que en gran parte su energía se consume en sus defensas. Se da así un círculo vicioso. No se puede abandonar las defensas porque el YO es insuficiente y el YO sigue siendo insuficiente siempre que defensa de las defensas. El YO puede romper este círculo por medio de la maduración, por la cual el YO evoluciona en por un ambiente que ofrezca al niño una serie de experiencias buenas que contribuyen a su mejor adaptación. En ningún momento deben ser los peligros tan grandes como para incapacitar al niño, o tan débiles como para no servir de estímulo. En una serie graduada de ambientes, el YO tendrá oportunidades para despojarse de sus mecanismos de defensas y de reemplazarlo por mecanismos más eficaces y realistas. El origen de los mecanismos de defensa se remonta a Sigmund Freud, quien consideraba que se trataban de procesos mentales encargados de evitar que nuestra mente consciente fuera capaz de acceder a afectos o sentimientos dolorosos. Esta idea sentó las bases del psicoanálisis. Posteriormente, este concepto evolucionó, de manera que Freud planteó que los mecanismos de defensa eran una función del Yo (una parte consciente de la personalidad humana) encargada de proteger a éste de las demandas del instinto humano. Además, se teorizó que existen diferentes tipos de mecanismos de defensa capaces de ejecutar dicha función.

El concepto de los mecanismos de defensa se sistematizó posteriormente por parte de la hija de Freud, Anna Freud. Anna Freud explicó que existen diferentes mecanismos de defensa, reconciliando las ideas de su padre de que estos mecanismos están orientados a defender al Yo mediante el rechazo a sentimientos de culpa y ansiedad. La idea de los mecanismos de defensa continuó evolucionando gracias a Otto Fenichel. Este psicoanalista sugirió que los mecanismos de defensa de la personalidad pueden provenir de dos direcciones: peligros internos (como la ansiedad) y peligros externos provenientes de representaciones mentales. Además, agregó que los mecanismos de defensa de la personalidad son capaces de proveer a las personas una sensación de autoestima y un sentido de seguridad (Fenichel y Rangell, 1995). TIPOS DE MECANISMOS DE DEFENSA SUBLIMACIÓN: Cabe colocar las defensas de carácter exitoso bajo el rótulo genérico de sublimación. Los impulsos sublimados encuentran su forma de salida, si bien por una vía artificial, cosa que no sucede con los demás impulsos. En la sublimación, el impulso originario desaparece porque su energía le es quitada en beneficio de la realización de su sustituto. Las sublimaciones necesitan un torrente de libido. Se definen como un proceso que concierne a la libido objetal y consiste en que el instinto se dirige hacia una meta diferente y alejada de la gratificación sexual. La finalidad es pues la de desviar los instintos de su meta apropiada y se lo describe a menudo como un “proceso de inhibición de la finalidad”. Cuando se produce a cause de que algún obstáculo impide la energía del instinto, la tensión resultante es deducida por un proceso de sublimación mediante el cual la tendencia instintiva logra gratificación en conexión con otra finalidad, tal vez remota. Ejemplos de sublimación son las desviaciones de energía hacia actividades intelectuales, humanistas, culturales y artísticas. La sublimación no produce la satisfacción completa; siempre queda alguna tensión residual que no puede ser descargada por las elecciones objetales sublimadas. Ejemplo: un poeta escribe sobre la madre, representa una expresión sublimada de un anhelo de la madre, de la que había sido separado en su primera infancia. Posee distintos mecanismos:

  • Cambio de la pasividad de una actitud activa.
  • Vuelta contra el sujeto.
  • Transformación de un fin en el opuesto. Los impulsos sublimados encuentran su forma de salida por una vía artificial, el impulso originario desaparece, se le quita la energía en beneficio de una catexia de su sustituto. Las pulsiones pregenitales constituyen el objeto de la sublimación. La sublimación se caracteriza por:
  • Una inhibición del fin.
  • Una desexualización.
  • Una completa absorción de un instinto por sus secuelas.
  • Por una alteración dentro del yo. Según Freud, la sublimación se halla íntimamente relacionada con la identificación, esta sublimación puede, con mayor o menor éxito, combatir o anular impulsos infantiles destructivos, pero de una manera encubierta, pueden abrir camino a estos mismos impulsos destructivos. La persona que ha sublimado hace lo que el instinto exige, pero lo hace luego de que este ha sido desexualizado. NEGACIÓN: Es la eliminación de una parte de la realidad que nos resulta angustiosa en una situación dada. Es muy común en la primera infancia. Su desarrollo gradual de la capacidad de juicio de realidad, hace imposible esta falsificación global de la realidad. El desarrollo gradual del YO y del principio de realidad, refuerzan la experiencia y la memoria y debilitan lentamente la tendencia a la negación. Ciertas conductas, como las

El motivo de la represión es la tendencia a contener, paralizar, aquello que ha sido reprimido de la motilidad. Puesto que lo reprimido sigue existiendo en el inconsciente y crea derivados, la represión no se efectúa nunca de una vez y para siempre. El mantenimiento de esta, requiere un gasto de energía, ya que lo reprimido trata de encontrar una vía de escape. ANULACIÓN Se vincula a la formación reactiva, en la que se adopta una actitud que es opuesta a la actitud originaria. En la anulación se realiza algo de carácter positivo que, real o imaginariamente, es contrario a algo que también realmente o tan sólo en la imaginación fue realizado antes. Donde mejor se puede observar este mecanismo es en ciertos síntomas compulsivos, compuestos de dos actos: el 2º de los cuales representa la completa inversión del 1º. Por ejemplo, un paciente tiene que abrir primeramente la llave del gas y luego cerrarla nuevamente. Todos los síntomas que representan una expiación pertenecen a esta categoría, ya que forma parte de la naturaleza de expiación el anular los actos anteriores. Paradójicamente la anulación a veces no consiste en una compulsión de hacer lo opuesto a la que se hizo anteriormente, sino a una compulsión a repetir el mismo acto, pero despojado de su secreto significado inconsciente o con un significado inconsciente opuesto al primero. Por ejemplo, un hombre que se había pasado la vida mezquinando su dinero, decide donarlo a un asilo para fines benéficos. En resumen, es un mecanismo psicológico mediante el cual el sujeto se esfuerza en hacer como si pensamientos, palabras, gestos o actos pasados no hubieran ocurrido, para ello utiliza un pensamiento o un comportamiento dotado de una significación opuesta. Se trata de una compulsión de tipo "mágica" particularmente característica de la neurosis obsesiva. (Laplanche) La finalidad de la compulsión de repetición es repetir el mismo acto, pero despojado de su secreto inconsciente, o con un significado inconsciente opuesto al primero. Tal como la formación reactiva, la anulación puede tener su origen en el incremento de la fuerza de una pulsión instintiva que se opone a la pulsión primitiva, con lo que la actitud de defensa se condensa con una actitud instintiva que pugna por lograr un placer erógeno. Un fracaso del mecanismo de anulación explica varios fenómenos en la neurosis obsesiva como por ejemplo, el aumento en las repeticiones a causa que ninguna de ellas le ofrece seguridad; o ciertas formas compulsivas de contar, o dudas de carácter obsesivo, etc. AISLAMIENTO Su acción consiste en tener separado lo que en realidad corresponde que esté unido. Un aislamiento muy frecuente en nuestra cultura es el que se establece entre los componentes sensuales y los componentes de ternura de la sexualidad. Consecuencia de la represión del Complejo de Edipo es el hecho de que muchos hombres (y también un buen número de mujeres) no logren alcanzar una satisfacción sexual completa, porque el goce de la sensualidad sólo es posible con personas a quienes no les unen sentimientos de ternura o incluso con personas que les inspiran sentimientos de desprecio. “No pueden desear allí donde aman o no pueden amar allí donde desean”. Este mecanismo es típico en las neurosis obsesivas que consiste en aislar un pensamiento o un comportamiento de tal forma que se rompan sus conexiones con otros pensamientos o con el resto de la existencia del sujeto. (Laplanche) El paciente no ha olvidado sus traumas patógenos, pero ha perdido la huella de sus conexiones y de su significado emocional. Lo que actúa es una contracatexias; su acción consiste en mantener separado lo que en realidad corresponde que este unido. Hay veces que estos pacientes necesitan comenzar y finalizar su hora de análisis con ciertos rituales, que sirven para aislar las sesiones analíticas de aquello que ocurre antes y después de las mismas. También se conserva tranquilo al trazar los acontecimientos más apasionantes, pero luego, a propósito de un asunto diferente, despliega una emoción incomprensible, sin darse cuenta de que esa emoción ha sido desplazada. Un aislamiento frecuente: es el que se establece entre los impotentes sexuales y los de ternura de la sexualidad. Muchos niños tratan de resolver conflictos aislando ciertas esferas de la vida (escuela, hogar y/o vida social, secretos de su soledad, etc.) Representan la libertad instintiva y la otra el buen comportamiento El niño llega a desdoblar su personalidad (dos niños con distintos nombres, uno bueno y otro malo). Otro tipo de aislamiento es el que representan los intentos de resolver conflictos acerca de la ambivalencia. (Amando a una persona y odiando a la otra - estos sentimientos no establecen contacto entre sí).

Desde el punto de vista genético, el mecanismo de aislamiento se halla vinculando el antiguo tabú del contacto. Este tabú, puede ser dirigido contra cualquier impulso instintivo. Hay impulsos no prohibidos ya sean de carácter sensual, o bien agresivos o de ternura, cuya finalidad no presupone el hecho de tocar el objeto. CONVERSIÓN Freud lo explicaba teóricamente como una transformación de energía psíquica en expresión somática, o sea que por la conversión el contenido psíquico es convertido en manifestaciones físicas o corporales. Este mecanismo es típico de la histeria. RACIONALIZACIÓN Es una forma de negación en la que para evitar el conflicto o la frustración se dan razones o argumentos que las encubren. La racionalización es una estilización del razonamiento para encubrir o negar realidades, mientras que en el razonar ocurre esto. Por ejemplo, una joven que está enamorada de alguien que no le corresponde y se tranquiliza pensando (racionalizando) que esta persona no le conviene porque no tiene porvenir. REGRESIÓN Habiendo llegado a cierta etapa del desarrollo, una perdona puede retroceder a etapas anteriores para evitar tensión y conflicto. Una mujer que siente angustia después de la pelea con su marido, puede volver a la seguridad del hogar paterno. Incluso gente sana y bien adaptada hace regresiones para reducir la angustia: fuman, se embriagan, se comen las uñas, etc. Algunas regresiones son tan comunes que se las toma como manifestaciones de madurez. La regresión tiene lugar siempre que aparece un conflicto actual que el sujeto no puede resolver y entonces reactiva y actualiza conductas que han sido adecuadas en otro momento de la vida, pero corresponden a un nivel anterior infantil. La regresión nunca es un revivir total las conductas anteriores, sino que siempre son conductas nuevas y distintas, pero que se hacen dentro de un molde o estilo que pertenecen al pasado. La regresión ocurre tanto en condiciones normales como patológicas. Dentro de un proceso psíquico que comporta una trayectoria o un desarrollo, se designa así, en retorno en sentido inverso, a partir de un punto ya alcanzado, hasta otro situado anteriormente. En un sentido tópico: se efectuará a lo largo de una sucesión de sistemas psíquicos que la excitación recorre según una dirección determinada. En sentido temporal: Supone una sucesión genética y retorna a fases superadas. En sentido formal: Designa el paso a modos de expresión y de comportamientos de un nivel inferior. (Laplanche) La regresión es algo que le ocurre al yo. En general, parece ser puesta en marcha por los instintos, los cuales, al ser bloqueada la satisfacción directa, buscan un sustituto. El requisito para este mecanismo es una peculiar debilidad de la organización del yo. Este mecanismo opera y es distinto a los demás. Hay dos tipos de regresión: a. Regresión de formas adultas a formas infantiles de sexualidad (esta regresión es el requisito previo de las neurosis). Todo desengaño o amenaza que afecte la sexualidad adulta, puede hacer que una persona vuelva a aquellos niveles de su sexualidad infantil a los que inconscientemente se halla fijada. (o sea, a niveles que han sido reprimidos y que se mantienen invariables en el inconsciente). b. Regresión al narcisismo primario, o a la etapa de desarrollo anterior a la diferenciación final del yo y el ello. Cuando se produce esta regresión, se produce el bloqueo del yo. PROYECCIÓN Cuando a una persona le provoca angustia la presión del Ello o del Super Yo, el Yo puede tratar de aliviar su angustia atribuyendo su causación al mundo externo. En decir de decir “lo odio”, puede decir “me odia”, niega la hostilidad suya del Ello y le atribuye a otra persona. Este tipo de defensa del Yo que contrae la angustia somática y moral, es la proyección. La proyección son contenidos que nos molesta y los proyectamos a otros objetos o personas. La proyección puede realizarse tanto sobre objetos inanimados como sobre seres animados. Forma parte tanto de la conducta normal como anormal y juega un papel muy importante en la personalidad.

FORMACIÓN REACTIVA

Cuando uno de los instintos produce angustia al ejercer presión ante el Yo, ya sea de manera directa o a través del Super Yo, el Yo puede tratar de contrarrestar el impulso ofensivo concentrándose en el impulso opuesto. Por ejemplo: si el sentimiento de odio hacia una persona causa angustia, el Yo puede facilitar la salida de amor a fin de ocultar la hostilidad, no se sustituye el odio por el amor porque el sentimiento agresivo continúa existiendo debajo de la apariencia de afecto. Es el mecanismo por el cual un instinto es oculado a la conciencia por su opuesto. La diferencia que existe entre el amor verdadero y el amor con formación reactiva, es que el rasgo distintivo del amor reactivo es la exageración, protesta demasiado, es excesivo, exorbitante, ostentoso y afectado y también compulsivo. Una persona que se defiende de la angustia mediante una formación reactiva, no puede dejar de expresar lo opuesto de lo que realmente siente. Las fobias son ejemplos de formaciones reactivas. La persona desea lo que teme; no tiene miedo al objeto, tiene miedo al deseo del objeto. El miedo reactivo impide que el deseo temido se cumpla. Las formaciones reactivas también surgen del Super Yo, de hecho, puede concebirse al Super Yo como un sistema de formaciones reactivas que se ha desarrollado para proteger al Yo del Ello y del mundo externo. Las ideas románticas de castidad y pureza pueden enmascarar crudos deseos sexuales. Las formaciones reactivas son adaptaciones irracionales a la angustia. Gastan las energías con finalidades engañosas e hipócritas. Deforman la realidad y hacen de la personalidad algo rígido e inflexible. Hay muchas actitudes neuróticas que constituyen evidentes tentativas a negar o reprimir ciertos impulsos, o de defender a la persona de algún peligro instintivo. Se trata de actitudes constreñidas y rígidas que estorban la expresión de los impulsos opuestos, que, no obstante, se abre camino a distintos modos. Estas actitudes opuestas de carácter secundario, toman el nombre de formación reactiva. Estas, parecen ser una consecuencia y una forma de reaseguramiento de una represión ya establecida. Es un tipo de represión en la cual la contracatexias es manifiesta y evitan las represiones secundarias produciendo una modificación definitiva en la personalidad. La persona que ha elaborado formaciones reactivas ha modificado esta estructura como si el peligro estuviera siempre presente, en forma tal que pueda hallarse en cualquier momento en el que el peligro aparezca. Un neurótico obsesivo que crea una verdadera formación reactiva contra el odio, se convierte en lo contrario; es decir, la formación reactiva puede hacer uso de pulsiones cuyos fines son opuestos a los de la pulsión originaria. (un conflicto entre un impulso instintivo y una ansiedad o un sentimiento de culpa pueden ocultarse bajo la apariencia de un conflicto de instintos). FIJACIÓN El desarrollo psicológico, al igual que el crecimiento físico, es un proceso contínuo y gradual. A veces este proceso se detiene cuando una persona se queda en un peldaño de la escalera de crecimiento psicológico y a esto se lo denomina fijación. La persona fijada tiene miedo de dar el paso siguiente a los riesgos que puede encontrar. La angustia que se experimenta al abandonar lo viejo y familiar en pos de lo nuevo y desconocido, se llama ANGUSTIA DE SEPARACIÓN; cuando esta angustia se hace demasiado grande, la persona se inclina a fijarse en un modo antiguo en vez de proceder a adquirir uno nuevo. Los peligros principales son: la inseguridad, el fracaso y el castigo. Es una ironía, ppero no menoscierto, que es más probable que un niño quede atado a las faldas de la madre por miedo que por amor. Teme lo que ella le hará en caso de que quiera afirmar su independencia. Un niño que se siente seguro del afecto de su padre y sabe por experiencia que no lo rechazarán, tiene menos probabilidades de quedar fijado en una etapa inmadura el desarrollo. Además de la fijación en objetos también existen fijaciones en el desarrollo de la estructura dinámica de la personalidad. Algunos viven bajo el dominio de un Super Yo severo y permanecen bajo el domino de los miedos infantiles. Hay toda clase y grados de fijación que impiden que los individuos realicen plenamente sus potencialidades psicológicas. IDEALIZACIÓN Surge del narcisismo primario. Desde un comienzo hay en el individuo un núcleo de amor por sí mismo, de cuyo centro fluye luego el amor hacia las elecciones objetales.

DEFENSAS CONTRA LOS AFECTOS:

Estas defensas tratan de evitar el dolor del pánico traumático o la pérdida de la autoestima. En consecuencia, toda defensa es, en última instancia una defensa contra los afectos. BLOQUEO (REPRESIÓN) DE AFECTOS: Las tendencias inconscientes favorables al afecto, al ser bloqueadas crean derivados, se delatan en sueños, síntomas, y otras formaciones sustitutivas. Se delatan sencillamente en un estado general de debilidad, causado por el consumo excesivo de energía. La formación del derivado origina una inestabilidad afectiva general, como primera consecuencia de la defensa contra los afectos mediante el bloqueo de la descarga. POSTERGACIÓN DE LOS AFECTOS: (DESPLAZAMIENTO) El desplazamiento en el tiempo con el simple resultado de una aparición posterior de la reacción afectiva y el de evitar, de este modo, el reconocimiento de la situación que ha dado motivo a este mecanismo, es el caso de desplazamiento de un afecto. La rabia puede ser soportada sin descarga por un corto tiempo, pero después tiene que ser descargada, sea contra quien fuese. El mecanismo de la postergación del afecto no se limita a la rabia y la aflicción. Esta forma de postergación del miedo puede tener el efecto de salvar la vida, por cuanto posibilita una acción voluntaria que de otro modo podría ser paralizada por el miedo. La postergación es un caso de desplazamiento. EQUIVALENTES DE AFECTOS: Las inervaciones de descarga típica pueden producirse total o parcialmente, pero su significado psíquico se mantiene inconsciente. Este es el modo en que se originan los equivalentes de afecto. Todos los afectos pueden ser reemplazados de igual manera, por equivalentes de sensaciones románticas. FORMACIONES REACTIVAS CONTRA LOS AFECTOS: Estamos habituados a ver la utilización de la vergüenza y el asco como defensas sexuales, y nos sentimos inclinados por ello, a considerar una conducta desvergonzada, o el recurso ostentoso a lo repugnante, más como una irrupción de los instintos sexuales infantiles que como una formación reactiva contra los afectos. CAMBIO DE CUALIDAD DE LOS AFECTOS: El yo modifica la cualidad de las experiencias afectivas. AISLAMIENTO DE LOS AFECTOS: Estos afectos pueden ser aislados de sus conexiones psíquicas al precio de una contracatexis especial. PROYECCIÓN E INTROYECCIÓN DE AFECTOS: Los afectos pueden ser proyectados, o sea, percibidos en otra persona, para evitar percibirlos en sí. Por introyección "tragarse la propia emoción". Como todas las defensas estas defensas contra los afectos pueden fracasar. La ausencia de afectos puede convertirse en lo opuesto. DEFENSA CONTRA SENTIMIENTOS DE CULPA: El yo se ve obligado a establecer una doble contracatexis y a luchar simultáneamente contra los deseos censurables del ello y las exigencias del Super Yo. Los sentimientos de culpa pueden ser reprimidos. Toda culpa puede ser sobrellevada más fácilmente si algún otro ha cometido el mismo hecho. El compartir la culpa, tiene también una gran importancia. El aislamiento de un afecto puede observarse en un neurótico obsesivo. La regresión como defensa contra sentimientos de culpa puede observarse en el masoquismo moral.