Era así como juan vivía día tras día, el siendo un homo neanderthalensis trabajaba en labores de
construcción pero él ya estaba cansado de pasar su tiempo en solo ese tipo de trabajos que
requerían siempre su esfuerzo físico y envidiaba a los sapiens debido a que ellos eran lo que más
fácil lo tenían porque claramente siempre preferían contratar en trabajos importantes y de buena
paga a los sapiens, lo único que lo consolaba es que no era el único que lo tenía duro y que no
quería por ninguna manera el trabajo de los homo floresiensis que básicamente se dedicaban al
entretenimiento solamente y la gente se aprovechaba de ellos.
Él no lograba entender porque siempre a todo lugar que iba tenía que pasar a una zona especial
para los neanderthalensis y lo mismo pasaba con los floresiensis, era muy difícil poder convivir
bien con los otros homos debido a que siempre compartían distintas cosas, distintas religiones y
distintas actividades día tras día mientras que aguantaba también el desprecio de algunos sapiens
cuando se animaba a ir a hablarles por lo que últimamente la idea de ir a hablarle a los sapiens no
le agradaba mucho y fue creciendo un rencor hacia ellos.
Cuando Juan salía de su trabajo después de un largo día de trabajo odiando aún más su suerte, vio
como los sapiens agredían un floresiensis por solo sentarse donde no debía, a Juan eso lo
enfureció ya que solo era un niño y no entendía bien cómo funcionaba el mundo, por lo que Juan
junto con todo su largo día de trabajo se llena de odio al ver esta situación y decide atacar a los
victimarios pero cuando llega la policía a separarlos Juan había causado fuertes heridas los sapiens
por culpa de su gran fuerza y los policías al ver la escena y que no intentaron dialogar con Juan
deciden asesinarlo con la excusa de que se había vuelto demasiado peligroso para la sociedad.