Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

La Historiografía desde la época clásica hasta la modernidad, Monografías, Ensayos de Historia

Breve ensayo sobre Enrique Moradiellos - El oficio del Historiador

Tipo: Monografías, Ensayos

2017/2018

Subido el 08/12/2018

aixaailyn
aixaailyn 🇦🇷

4

(2)

2 documentos

1 / 14

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE LA
PROVINCIA DEL CHACO
INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE CHARATA
PROFESORADO PARA LA EDUCACIÓN SECUNDARIA EN
HISTORIA.
ESPACIO CURRICULAR:
Metodología de la Investigación Histórica
TÍTULO:
Historiografía
TEMA:
Evolución de la Historiografía desde la Edad Clásica hasta la
Modernidad
PROFESORA:
Díaz, Laura
ESTUDIANTE:
Silva, Aixa Ailín
AÑO:
4° Historia
ÍNDICE
Introducción……………………………….………………………………….………...3
Tema…………………………………….………………………………………………4
15
15
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
pfd
pfe

Vista previa parcial del texto

¡Descarga La Historiografía desde la época clásica hasta la modernidad y más Monografías, Ensayos en PDF de Historia solo en Docsity!

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA DE LA

PROVINCIA DEL CHACO

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE CHARATA

PROFESORADO PARA LA EDUCACIÓN SECUNDARIA EN

HISTORIA.

ESPACIO CURRICULAR:

  • Metodología de la Investigación Histórica

TÍTULO:

  • (^) Historiografía

TEMA:

  • Evolución de la Historiografía desde la Edad Clásica hasta la Modernidad

PROFESORA:

  • Díaz, Laura

ESTUDIANTE:

  • Silva, Aixa Ailín

AÑO:

  • 4° Historia

ÍNDICE

Introducción……………………………….………………………………….………...

Tema…………………………………….………………………………………………

  • Planteamiento del Problema………….………………………………………………
  • Fundamentación……………………….………………………………………………
  • Antecedentes ………………………………….………………………………………
  • Objetivos……………………………………….……………………………………….
  • Relevancia……………………………………….……………………………………..
  • Diseño Metodológico…………………….…………………………………………….
    • Marco Teórico…………………….…………………………………………….
    • Marco Metodológico…………………………………………………………...
  • Informe de Investigación………………………………………………………………
    • Desarrollo……………………………………………………………………….
  • Conclusión…………………………………………………………………………….
  • Evolución de la Historiografía desde la Edad Clásica hasta la Modernidad.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:

  • Investigar la evolución de la Historiografía desde la Edad Antigua hasta la Edad Moderna.

FUNDAMENTACIÓN:

  • Esta investigación tiene como propósito, aportar datos que ayuden a comprender cómo fue el proceso por el que atravesó la historiografía desde que los primeros historiadores comenzaron a utilizarla, incorporando nuevos métodos y ciencias que sirvieron como auxiliares de la misma.

ANTECEDENTES:

  • A partir del buceo bibliográfico, se pudo determinar que la información sobre el tema a desarrollar, posee abundante información. Ya que existen diversos autores que intentan dar una explicación desde su punto de vista, acerca de cómo se fue dando la evolución de la Historiografía.

OBJETIVOS

  • Conocer cómo la historiografía fue evolucionando desde los historiadores clásicos hasta la modernidad.
  • Comprender cuáles fueron los métodos utilizados por los historiadores de las diferentes edades, los cuales lograron un avance significativo en el ámbito historiográfico.
  • Identificar las ciencias auxiliares que surgieron y facilitaron la tarea del historiador.

RELEVANCIA:

  • Para investigar e interpretar las sociedades, los historiadores recurren a fuentes históricas, es decir, a testimonios escritos o materiales, que permiten reconstruir los acontecimientos históricos. La primera tarea del oficio de historiador es descubrir, identificar y discriminar esas reliquias dispersas, que pasarán a ser las pruebas, evidencias y «fuentes informativas primarias» sobre las que levantará su relato, su construcción narrativa del pasado histórico. Precisamente, la realidad actual de las reliquias convertidas en pruebas es lo que permite concebir con sentido un pasado que existió una vez, que tuvo su lugar y su fecha: las reliquias generadas en el pasado impiden que la no- actualidad de lo que tuvo un lugar y una fecha se identifique con su irrealidad e inexistencia absoluta, permitiendo así la diferenciación entre el pasado histórico (que fue, aunque ya no es) y la mera ficción o el mito imaginario y arbitrario. Es importante distinguir la materia prima del trabajo de los historiadores (fuente primaria) de los productos semielaborados o terminados (fuente secundaria e incluso fuente terciaria). Una fuente primaria procede directamente de la época que se está investigando, o lo que es lo mismo, tienen que haber sido producidos paralela y contemporáneamente a los hechos. Habiendo dicho esto, la importancia de este proyecto radica en la comprensión de que para poder interpretar la Historia o los hechos y/o acontecimientos sucedidos en el pasado, primeramente, debemos comprender la posición en la que se sitúa un historiador al escribir sobre determinado suceso histórico. Ya que las interpretaciones no siempre resultan ser las mismas, dependiendo de la ideología de cada individuo.

DISEÑO METODOLÓLIGO:

  • MARCO TEÓRICO:

sobre sus mitos de origen: «Nuestros padres nos los enseñaron a nosotros como sus padres les enseñaron a ellos». No en vano, del pasado proceden las técnicas, los saberes y las tradiciones que permiten la supervivencia y reproducción del grupo comunitario. Y por eso mismo, el conocimiento del pasado es «un elemento crítico de toda la vida social» y con frecuencia «se convierte a menudo en un recurso político».

MARCO METODOLÓGICO:

  • Esta investigación se realizará utilizando la metodología cualitativa ya que se basará únicamente en conocer la postura, criterios y opiniones, del autor: Enrique Moradiellos.

DESARROLLO:

A partir del III milenio a.C., el surgimiento de las civilizaciones urbanas y literarias en el Creciente Fértil fue acompañado de la aparición de un relato escrito donde se registraban los mitos, las intervenciones divinas y los hechos humanos seculares del pasado. Es entonces cuando propiamente se constituyó la Historia, la literatura histórica, “como una forma de narración de acontecimientos pretéritos”, como una categoría o género literario narrativo particular. Porque la escritura permitió superar la fragilidad de la memoria y dejar un registro de los hechos comunitarios permanente y transmisible a generaciones sucesivas, sin los riesgos de olvidos o deformaciones voluntarias o involuntarias que estaban presentes en la transmisión oral.

En Egipto y Mesopotamia aparecieron por primera vez las listas de reyes, las inscripciones votivas y conmemorativas en templos y obeliscos, los anales y las crónicas (narración de sucesos políticos o religiosos ordenados cronológicamente y fechados según los años de reinado de un monarca). En todos esos casos, su función parece haber sido básicamente dual: servir como elemento de legitimación y apología del poder real benefactor y también como sistema de datación temporal en la práctica administrativa.

I

Por último, el siguiente método que utilizaban era el de autoridades o de compilación, que surge ante la necesidad de tratar hechos no contemporáneos, frente a los cuales resultaba importante la interrogación. Los historiadores empezaron a utilizar testimonios escritos y en especial las obras históricas de mayor prestigio sobre cada tema.

La tradición historiográfica griega enlazó con la romana a través de Polibio (200-118 a.C). Dicha tradición historiográfica clásica cumplía básicamente una triple función social: constituía una fuente de instrucción moral, tanto cívica como religiosa; contribuía a la educación de los gobernantes en su calidad de magistra vitae y espejo de lecciones políticas, militares y constitucionales; y proporcionaba un entretenimiento intelectual para los cultos y servía de apoyatura y soporte para el aprendizaje de las artes retóricas y oratorias, clave para la vida política grecorromana.

En cuanto al método que se utilizaba en esta historiografía romana, se encuentra el gneseológico, con el cual se intentaba obtener de la historia, normas de conducta que apunten a la educación ético-político del ciudadano, para mayor gloria de Roma.

Otra particularidad de esta historiografía es el surgimiento de dos géneros:

▲ Género Analítico: Surge en el siglo III con fines religiosos y administrativos, y se basaba sobre los documentos fundamentales “calendarios y fastos”

▲ Género Monografía: Era un género que se apartaba del análisis, que consistía en reducir el estudio histórico a un período determinado o a un gran hecho importante.

La tradición historiográfica clásica sufrió una ruptura radical con la desintegración política del Imperio Romano en el siglo IV y con el ascenso del cristianismo como religión oficial del estado. Y ello porque el historiador cristiano, casi siempre clérigo u hombre de Iglesia, entenderá la historia no como una investigación secular, causal y racionalista de los hechos humanos, sino como la “contemplación alegórica de la voluntad divina”, como la realización del plan preparado por Dios para la salvación de los hombres desde la Creación y hasta el Juicio Final, pasando por el momento clave de la Encarnación del Hijo de Dios. Esa conexión entre el curso humano y la voluntad divina abrió el ámbito de la historia a la intervención sobrenatural, tanto milagrosa como maléfica, y así quebró el principio clásico de inmanencia causal racionalista del relato histórico.

Durante la Edad Media, a tono con el poder temporal e intelectual asumido por la Iglesia, las funciones sociales de la historiografía clásica pasarían a ser cumplidas por una teología de contenidos históricos para la cual el speculum historiale mostraba simplemente el desenvolvimiento de la Divina Providencia.

El gran sistematizador de esa teología sería San Agustín (354-430) obispo de Hipona, en su influyente obra “La Ciudad de Dios”. Pero el modelo historiográfico indiscutido fue Eusebio (260-340), obispo de Cesarea, autor de una Crónica en griego, donde resumía toda la historia universal hasta el triunfo del cristianismo, empezando con el relato bíblico e incorporando la historia mesopotámica, egipcia y grecorromana.

Al margen de la crónica universal, el surgimiento y consolidación de los reinos medievales posibilitó la aparición de otro género histórico: la crónica particular sobre los nuevos estados en el marco de una concepción cristiana y providencialista de la historia.

A partir del siglo XIV y durante el siglo XV, las transformaciones históricas que dieron origen al Renacimiento en Europa posibilitaron una recuperación gradual de la práctica historiográfica al estilo grecorromano. No en vano, la expansión de la economía mercantil, la formación de los Estados modernos, los grandes descubrimientos geográficos, la invención de la imprenta (1455) y la recepción de nuevas obras clásicas tras la caída de Constantinopla (1453), contribuyeron a reducir el poder terrenal del Papado y a debilitar el control eclesiástico sobre el universo intelectual de Europa.

En ese contexto de oscurecimiento de la tutela teológica, los humanistas renacentistas redescubrieron la cultura clásica en su forma original y, entregándose a su estudio, interpretación y traducción, generaron una nueva conciencia histórica: “un sentido de la perspectiva temporal nacida a la par de los pintores italianos, que comenzaban a representar las figuras de acuerdo con las leyes de la perspectiva espacial”. Desde Petrarca (1304-1374), la conciencia de anacronismo, de “sentido de la discontinuidad histórica”, de necesaria atención a las circunstancias de tiempo y lugar como magnitudes significativas, fue abriéndose paso entre los humanistas al compás de una periodización profana de la historia: Antigüedad, Medievo y Modernidad.

Los historiadores florentinos fueron los primeros que reactualizaron el modelo clásico de relato racionalista e inmanentista, bajo la nueva conciencia de perspectiva temporal y sentido del anacronismo: Leonardo Bruni (1370-1444); Nicolás Maquiavelo (1469-1527); y Francesco Guicciardini (1483-1540). En consonancia con la naturaleza de sus autores (políticos y funcionarios) y con la influencia de los modelos clásicos, su obra era básicamente política, militar y diplomática, sin pretensiones moralizantes o religiosas, pero con intención de enseñar lecciones políticas a los gobernantes y de legitimar derechos ejercido o pretendidos por la República.

Ese modelo historiográfico tuvo su eco y reflejo entre los historiadores humanistas del resto del continente. En España, el descubrimiento y conquista de América generó una producción historiográfica muy parecida a la de Heródoto y los logógrafos por su incorporación de temas geográficos, naturalistas y etnográficos en la narración histórica.

15

enriquecimiento de las burguesías, ampliación del público lector y de la producción bibliográfica, reformismo institucional de los déspotas ilustrados, inicio de la crisis política del Antiguo Régimen, etc.

En efecto, de la mano de los filósofos ilustrados alemanes y franceses, la difusión de una concepción del tiempo como vector y factor de evolución y progreso hizo posible la consideración de la cronología como una cadena causal y evolutiva de cambios significativos e irreversibles en la esfera de la actividad humana. Y al desarrollar así la conciencia temporal inaugurada por el humanismo renacentista, los ilustrados hicieron que el tiempo pasara a convertirse en la práctica historiográfica en un instrumento identificado de la cronología, principio de medida y clasificación por excelencia, contra el cual el mayor delito y falta habría de ser el anacronismo y la ucronía.

Precisamente la aplicación de esa novedosa concepción temporal a un relato- narración racionalista, que se construye sobre la crítica de las reliquias materiales existentes, sería lo que habría de fundar la moderna disciplina de la historia científica. Así pues, la filosofía de la historia ilustrada contribuyó poderosamente a destruir la idea de Providencia Divina en favor de la idea de Progreso inmanente y, de ese modo, favoreció el surgimiento de las ciencias históricas.

CONCLUSIÓN:

La historiografía es el estudio de cómo se escribe o estudia la historia. En un comienzo, con Heródoto, se narraba la historia de manera general, pero con el tiempo se fue observando que ese tipo de historia no funcionaba, por lo que, con su muerte, los historiadores que lo sucedieron, trataron de arreglarlo y narrar la historia desde un punto específico.

Aunque con el comienzo de la Edad Media, este avance en el ámbito historiográfico va a sufrir un retroceso debido a que los nuevos historiadores, casi siempre hombres religiosos, comenzaron a entender la historia como la realización del plan preparado por Dios para la salvación de los hombres. Por lo tanto, en el marco de esta edad, la función de la historia pasó a ser el relato sobrenatural, tanto milagroso como maléfico, quebrando así el principio clásico de inmanencia causal-racionalista del relato histórico.

Sin embargo, finalizando esta edad y con el surgimiento de la época renacentista, se produce un quiebre. La historia medieval sufre un paulatino proceso de secularización a partir del inicio de la Revolución feudad (siglo XI y XII), cuyas causas fueron el crecimiento de las ciudades, la recuperación de la economía monetaria y mercantil, las reformas monásticas, la fundación de universidades, el fortalecimiento de las monarquías y la cristalización de la nobleza cortesana y caballeresca.

Moradiellos dice que la Historiografía Clásica y Medieval, van a tener ciertas falencias, ya que siempre se recaía en el anacronismo, debido a la discontinuidad histórica, ya que todavía no está presente la Cronología. Tampoco se sabía sobre el espacio, el cual surge recién en el renacimiento con la Geografía.

En la época Moderna cambia la concepción política y económica y se empieza a tener una idea global.