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Causas y Respuestas Inmunes Frente al Cáncer: Mutaciones Genéticas y Antígenos Tumorales, Resúmenes de Inmunología

La relación entre la aparición de cáncer y factores genéticos, incluyendo mutaciones en genes recesivos y la obesidad. Además, se discuten los antígenos tumorales y cómo el sistema inmune responde a ellos, incluyendo antígenos derivados de mutaciones de genes oncogénicos y proteínas normales producidas en exceso por las células cancerosas.

Tipo: Resúmenes

2020/2021

Subido el 05/04/2021

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SISTEMA INMUNE Y CÁNCER
DEFINICIÓN Y GENERALIDADES
Se denomina cáncer a la enfermedad ocasionada por la multiplicación autónoma y
descontrolada de un grupo de células anormales como consecuencia de un daño en el
ADN, que puede con el tiempo y de acuerdo a sus características biomoleculares invadir y
propagarse a otros tejidos.
La enfermedad es tan antigua como la historia de la humanidad, encontrándose en
papiros egipcios descripciones de lesiones ulceradas de evolución tórpida que bien
podrían corresponder a otras enfermedades incluso infecciosas. El origen de la palabra se
remonta a Grecia, específicamente a los escritos de Hipócrates en el siglo cuarto antes de
Cristo, quien hace referencia a lesiones ulcerosas de evolución crónica que se desarrollan
sin control, expandiéndose en los tejidos como las patas de un cangrejo, utilizando para
esto el término Karkinos. Posteriormente se le acuñó el sufijo “oma” que hacía referencia
a tumor, quedando desde entonces ambas palabras para describir a la enfermedad:
cáncer y carcinoma. También originada en el griego se encuentra otra palabra relacionada
con el cáncer y es la raíz “oncos”, que definía de manera amplia el edema que acompaña
a la inflamación, sin que fuera relacionada con el cáncer. Con el paso de los siglos
aparece la palabra oncología para definir el estudio de los tumores en general.
De acuerdo con la OMS es una causa importante de morbilidad y mortalidad en el mundo,
ocasionando para el año 2012 cerca de 14 millones de diagnósticos y 8,2 millones de
defunciones. La incidencia de la enfermedad en el mismo informe se ubica en 182 casos
por cada 100.000 habitantes y la mortalidad en 102 casos por 100.000 habitantes. La
enfermedad sigue en crecimiento y se estima que esta incidencia aumente en un 70% en
las próximas dos décadas. La mortalidad es levemente mayor en hombres que en
mujeres siendo los tumores más comunes por sexo los siguientes: Hombres: pulmón,
próstata, colon y recto, estómago e hígado. En mujeres: mama, colon y recto, pulmón,
cuello uterino y estómago.
Se estima que 30% de las muertes por cáncer son debidas a factores conductuales y
dietéticos y por lo tanto pueden ser intervenidos para conseguir disminución de las cifras
actuales. Estas causas son: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y
verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol. El consumo
de tabaco es el factor de riesgo más importante, desencadenando el 20% de las muertes
por cáncer a nivel mundial y el 70% de las muertes por cáncer de pulmón.
Las infecciones virales como la hepatitis B (VHB) y C (VHC), o por papilomavirus (VPH),
se han asociado al 20% de las muertes en los países con ingresos bajos o medios. En
relación con la condición social y de desarrollo económico y cáncer, más del 60% de los
casos anuales totales del mundo se producen en África, Asia, América Central y América
del sur. Adicionalmente, estas regiones representan el 70% de las causas de mortalidad
por cáncer en el mundo.
La situación del cáncer en Colombia para el mismo período es similar a la presentada por
la OMS en su informe anual. De acuerdo con el Ministerio de la Protección Social y el
Instituto Nacional de Salud las tasas de incidencia ajustadas son de 151, 5 por 100.000
habitantes en hombres y 145,6 por 100.000 para las mujeres. Las tasas de mortalidad
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¡Descarga Causas y Respuestas Inmunes Frente al Cáncer: Mutaciones Genéticas y Antígenos Tumorales y más Resúmenes en PDF de Inmunología solo en Docsity!

SISTEMA INMUNE Y CÁNCER

DEFINICIÓN Y GENERALIDADES

Se denomina cáncer a la enfermedad ocasionada por la multiplicación autónoma y descontrolada de un grupo de células anormales como consecuencia de un daño en el ADN, que puede con el tiempo y de acuerdo a sus características biomoleculares invadir y propagarse a otros tejidos. La enfermedad es tan antigua como la historia de la humanidad, encontrándose en papiros egipcios descripciones de lesiones ulceradas de evolución tórpida que bien podrían corresponder a otras enfermedades incluso infecciosas. El origen de la palabra se remonta a Grecia, específicamente a los escritos de Hipócrates en el siglo cuarto antes de Cristo, quien hace referencia a lesiones ulcerosas de evolución crónica que se desarrollan sin control, expandiéndose en los tejidos como las patas de un cangrejo, utilizando para esto el término Karkinos. Posteriormente se le acuñó el sufijo “oma” que hacía referencia a tumor, quedando desde entonces ambas palabras para describir a la enfermedad: cáncer y carcinoma. También originada en el griego se encuentra otra palabra relacionada con el cáncer y es la raíz “oncos”, que definía de manera amplia el edema que acompaña a la inflamación, sin que fuera relacionada con el cáncer. Con el paso de los siglos aparece la palabra oncología para definir el estudio de los tumores en general. De acuerdo con la OMS es una causa importante de morbilidad y mortalidad en el mundo, ocasionando para el año 2012 cerca de 14 millones de diagnósticos y 8,2 millones de defunciones. La incidencia de la enfermedad en el mismo informe se ubica en 182 casos por cada 100.000 habitantes y la mortalidad en 102 casos por 100.000 habitantes. La enfermedad sigue en crecimiento y se estima que esta incidencia aumente en un 70% en las próximas dos décadas. La mortalidad es levemente mayor en hombres que en mujeres siendo los tumores más comunes por sexo los siguientes: Hombres: pulmón, próstata, colon y recto, estómago e hígado. En mujeres: mama, colon y recto, pulmón, cuello uterino y estómago. Se estima que 30% de las muertes por cáncer son debidas a factores conductuales y dietéticos y por lo tanto pueden ser intervenidos para conseguir disminución de las cifras actuales. Estas causas son: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol. El consumo de tabaco es el factor de riesgo más importante, desencadenando el 20% de las muertes por cáncer a nivel mundial y el 70% de las muertes por cáncer de pulmón. Las infecciones virales como la hepatitis B (VHB) y C (VHC), o por papilomavirus (VPH), se han asociado al 20% de las muertes en los países con ingresos bajos o medios. En relación con la condición social y de desarrollo económico y cáncer, más del 60% de los casos anuales totales del mundo se producen en África, Asia, América Central y América del sur. Adicionalmente, estas regiones representan el 70% de las causas de mortalidad por cáncer en el mundo. La situación del cáncer en Colombia para el mismo período es similar a la presentada por la OMS en su informe anual. De acuerdo con el Ministerio de la Protección Social y el Instituto Nacional de Salud las tasas de incidencia ajustadas son de 151, 5 por 100. habitantes en hombres y 145,6 por 100.000 para las mujeres. Las tasas de mortalidad

ajustadas por 100.000 habitantes son de 82,3 en los hombres y 73,2 en las mujeres. Las principales localizaciones de cáncer en los hombres son próstata, estómago, pulmón, colon y recto y linfomas no Hodgkin. En las mujeres por su parte, las localizaciones más comunes son: mama, cuello uterino, estómago, colon y recto y tiroides. Teniendo en cuenta que más del 30% de las defunciones por cáncer podrían evitarse si se intervienen aquellos factores que pueden ser modificables relacionados con el estilo de vida, la OMS propone incrementar las campañas de educación y la inversión en campañas que propendan en la disminución de estos factores como son:

  1. Control en el consumo de tabaco
  2. Disminución de la obesidad
  3. Concientización acerca de las dietas malsanas, incrementando el consumo de frutas y verduras
  4. Incremento de la actividad física
  5. Control en el consumo de bebidas alcohólicas, que incluye el incremento en las campañas para disminuir el consumo en niños y adolescentes.
  6. Desarrollo de estrategias enfocadas en disminuir la contaminación ambiental.
  7. Incrementar la vacunación contra VHB y VPH
  8. Control de los riesgos ocupacionales.
  9. Incremento de las actividades educativas enfocadas en el autoexamen y las consultas programadas de detección temprana, de acuerdo con los diferentes riesgos en concordancia con la edad (programas de cribado). Se espera que estas estrategias sumadas al incremento de la transferencia de prácticas óptimas para los países en desarrollo, pueda dar sus frutos en las próximas dos décadas. ETIOPATOGENIA. Al igual que buena parte de las alteraciones del sistema inmune, el cáncer es una entidad multifactorial donde la suma de factores adversos contribuye a la aparición del tumor, pudiéndose en muchos casos establecer una relación causa efecto, sin que pueda suceder que se de la aparición tumoral espontánea, donde establecer un patrón de causalidad no es posible. En orden a establecer un patrón de desarrollo de la enfermedad, podría afirmarse la siguiente secuencia:
  10. Alteración genética. Esta situación implica una lesión del DNA que no puede ser reparada por los mecanismos normales de control de la célula, facilitando la aparición de células premalignas, que por sus características diferentes entrarán en ciclos de reproducción aberrante, conduciendo a la inestabilidad genómica y su conversión en célula maligna.
  11. Potencial de reproducción ilimitado dado por su capacidad para entrar en senescencia, sumado esto a que pueden reproducirse sin necesidad de estímulos externos.
  12. Capacidad de ignorar o evadir las señales de inhibición del crecimiento
  13. Capacidad de evadir la apoptosis y demás mecanismos de muerte celular programada, incluida la posibilidad de activar grupos de genes antiapoptóticos.
  14. Activación de genes inductores de angiogénesis, debido a que por su velocidad de reproducción y crecimiento, estas células requieren de aportes adicionales de oxígeno y nutrientes. La proliferación de vasos sanguíneos que alimentan el tumor favorece también la posibilidad de las metástasis a distancia.

especies animales como las aves o los micos, pero ahora y con el desarrollo de la infección por el virus linfotropo humano tipo I (VIH I), estas lesiones ahora se observan en humanos.

  1. Factores ambientales. Actualmente se considera que la incidencia de alteraciones ambientales y dietéticas en la aparición de algún tipo de neoplasia maligna es cercana al 80%. Según la OMS, la contaminación ambiental ocasionó 165. muertes por cáncer de pulmón en 2004, de las cuales el 65% fueron por inhalar aire contaminado, 21% por los combustibles sólidos utilizados para cocinar y 14% por tabaquismo pasivo. En el mismo informe se encuentra que las muertes debidas a cáncer de piel por radiaciones UV fueron de 60.000, de las cuales el 80% fueron melanomas. Si bien es cierto que hasta este momento no se ha logrado relacionar el consumo de algún alimento con la aparición de cáncer, los hábitos de vida saludable si tienen una relación concreta. Se ha establecido que el pobre consumo de fibra sumado al alto consumo de grasas se asocia con mayor incidencia de cáncer de colon. La obesidad y el sedentarismo se consideran factores de riesgo para la aparición de tumores de mama, colon, útero y próstata. Tabla. Ejemplos de algunas sustancias químicas y su relación con el cáncer
  2. Factores relacionados con sustancias químicas. El Centro Internacional de Investigaciones contra el Cáncer de la OMS ha clasificado 107 sustancias o mezclas de ellas que se relacionan con la aparición de cáncer. Dentro de la lista se encuentran entre otras las siguientes: - El amianto (asbesto) utilizado en la industria de la construcción, - El benceno, hidrocarburo aromático que se usa ampliamente en la fabricación plásticos, resinas, nylon y fibras sintéticas, - El cadmio, metal que se encuentra en la corteza terrestre en asocio con otros. Se utiliza actualmente en la fabricación de baterías, pigmentos, recubrimientos y aleaciones sin hierro, - El óxido de etileno, gas incoloro utilizado para la fabricación de anticongelantes, gases esterilizantes y como componentes de sustancias para la fumigación, - El arsénico, que es un semimetal que se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza, siendo potencialmente peligroso cuando se encuentra diluido en las aguas de origen subterráneo que se utilizan para el consumo humano. Tipo de Cáncer Agente relacionado Cáncer de pulmón, riñón, hígado, piel, mesoteliomas. Cromo, niquel, cobalto, asbesto, plomo, arsénico, Cáncer de piel Radiaciones ultravioleta (cámaras bronceadoras incluidas). Cáncer de hígado, estómago Nitrosaminas Cáncer de pulmón, testículo Hidrocarburos aromáticos
  1. Factores relacionados con el sistema inmune. Los defectos en el desarrollo del sistema inmune (inmunodeficiencias primarias) o las alteraciones ocasionadas en el mismo por la presencia de enfermedades intercurrentes o infecciones especialmente virales (inmunodeficiencias secundarias), se han relacionado con el incremento del cáncer en grupos poblacionales específicos. Buena parte de la actividad de la OMS en relación con los eventos ambientales se ha venido trabajando de manera intensa, puesto que son formas prevenibles que indudablemente influirían en la disminución de la prevalencia de la enfermedad. Estas acciones sin embargo, han resultado hasta el momento poco efectivas, puesto que se requiere de voluntad política y de grandes inversiones que los estados y las grandes industrias no están en condiciones de hacer por el momento. BIOLOGÍA DEL CÁNCER El cáncer es fundamentalmente una alteración del genoma que se presenta bien sea durante las fases de replicación y diferenciación celular o bien en los sistemas de control de estas actividades. Se han identificado cerca de 300 genes que por sus mutaciones participan en el desarrollo de la enfermedad, de los cuales la gran mayoría son oncogenes y los otros son genes supresores alterados. Protooncogenes. Los protooncogenes son genes fundamentales en la regulación del ciclo celular normal y siempre están presentes en el crecimiento de las células. Como consecuencia de su actividad se regulan los ciclos de reproducción celular, la diferenciación de las células y los procesos de apoptosis. En otros términos, son los responsables del mantenimiento y estado de salud de los órganos. Actualmente se han identificado 40 tipos diferentes de protooncogenes, que pueden convertirse por algún tipo de desorden genético en oncogenes, los cuales si son los responsables de la aparición del cáncer. Los mecanismos potencialmente responsables de estas alteraciones serían los siguientes:
  2. Mutaciones específicas en la secuencia del gen, que conduce a cambios puntuales en la sucesión de las bases dando como resultado alteraciones en la función del gen.
  3. Translocación, que consiste en que una parte de un cromosoma se une a otro, dando como resultado una alteración en la transcripción del DNA. Un ejemplo claro de este fenómeno es el del cromosoma Filadelfia, donde la translocación entre los cromosomas 9 y 22, conduce a la aparición de la leucemia mieloide crónica.
  4. Amplificación, que consiste en que una de las dos copias que de cada gen tiene el cromosoma se multiplica mas veces que su par, dando lugar a la amplificación del gen y por ende de su función.
  5. Mutagénesis por inserción, que se presenta cuando un virus inserta su genoma en el del huésped. Normalmente existen proteínas reparadoras de DNA que pueden hacer la corrección respectiva, pero si los genes reguladores del genoma viral se insertan muy cerca de los genes del protooncogén pueden inducir la mutación correspondiente. Una vez se ha producido el oncogén este induce cambios fundamentales en el ciclo celular que incluyen la producción de factores de crecimiento y genes reguladores de

un daño del DNA. Su defecto es el que más se ha relacionado con la aparición de cáncer. En este punto es importante indicar que cuando se detecta un daño del DNA, la activación de p53 induce inicialmente la reparación del DNA y si esta se consigue, la reproducción celular no se detendrá, pero si no se logra reparar; inducirá la activación de genes como el bax que ocasionará la apoptosis de la célula. Es por esto que p53 puede controlar la proliferación tumoral por al menos 3 mecanismos:

  1. Detención transitoria del ciclo celular mientras se repara el DNA (quiescencia).
  2. Inducción de la detención definitiva del ciclo celular (senescencia)
  3. Desencadenamiento de la muerte celular programada (apoptosis). RESPUESTA INMUNE FRENTE AL CÁNCER Antígenos tumorales Al igual que sucede con otras respuestas de defensa, el organismo responde ante la proliferación de células tumorales tanto desde la respuesta innata como desde la adaptativa, respuesta que en principio puede no ser protectora, pero si permite en muchos casos la identificación del tumor y su seguimiento posterior a la intervención terapéutica. Como en cualquier respuesta del sistema inmune lo primero que debe establecerse es cuál es el componente antigénico del tumor que lo estimula. En este sentido se han identificado varios tipos de antígenos tumorales que dependiendo de su naturaleza son denominados de diferente forma. A continuación se presentan los más caracterizados:
  4. Antígenos tumorales derivados de la mutación de los prooncogénes. Todos los genes que sufren de mutación expresan proteínas estructuralmente diferentes a las de las células normales permitiendo por lo tanto, su identificación por parte del sistema inmune. Teniendo en cuenta que muchos de los genes se encuentran en el núcleo celular, sus modificaciones estructurales pueden ser procesadas en el sistema retículo endotelial y presentadas por medio del CMH I, induciendo mecanismos de citotoxicidad y la activación de procesos inflamatorios, que al inducir la fagocitosis de estos antígenos por parte de células APC y dependiendo de la calidad del antígeno presentado, puede inducir procesos específicos de memoria. En este sentido se ha descubierto en pacientes con cáncer la presencia de linfocitos que reaccionan contra los péptidos de genes mutados como p53, RAS y Bcr.
  5. Antígenos de trasplante específicos de tumor (ATET). Este tipo de antígenos es observado comúnmente en tumores inducidos por agentes físicos o químicos. Debido a que las sustancias inductoras del tumor son diversas, la expresión de proteínas provenientes de la mutación suele ser muy variada. Al igual que en el caso anterior estas proteínas pueden ser degradadas en el sistema retículoendotelial y sus péptidos presentados por el CMH I para inducir mecanismos de citotoxicidad. Una consecuencia negativa de la gran variedad de expresión de proteínas observada es la imposibilidad de tipificar por medio de pruebas diagnósticas la existencia de un tumor determinado y la marcada dificultad para enfocar potenciales dianas de tratamiento a partir de anticuerpos monoclonales por ejemplo.
  1. Antígenos virales asociados al tumor (AVAT). Los tumores inducidos por virus generalmente contienen dentro de las proteínas inductoras de la mutación la presencia de los oncovirus, los cuales pueden ser identificados y expresados a partir del CMH I. Desde el punto de vista inmunógeno este tipo de antígenos es el que más induce respuestas defensivas por parte del organismo, hecho que ha permitido en casos específicos la elaboración de vacunas contras estos microorganismos que de paso protegen contra el desarrollo del tumor que estos agentes inducen. Debe recordarse que los virus ADN son los inductores de la mayoría de tumores que se presentan por esta causa. En el caso de las infecciones por virus ARN, específicamente los retrovirus; a pesar de existir una respuesta que incluye la producción de inmunoglobulinas contra diversos componentes del genoma viral, el papel protector en este caso no es tan determinante, probablemente debido a que los virus afectan la calidad de respuesta de varios de los componentes celulares del sistema inmune.
  2. Antígenos tumorales derivados de proteínas celulares normales. Como producto de las investigaciones basadas en cultivos de células cancerosas, se ha encontrado que las células cancerígenas pueden producir proteínas que normalmente se encuentran en las células sanas, pero en cantidades muy superiores a lo normal. En estos casos se ha observado que aún siendo una proteína normal del organismo, se genera una respuesta inmune inducida probablemente por el exceso de producción de esta proteína. Ejemplo de esto se ha visto en el melanoma y en el cáncer de testículo.
  3. Antígenos oncofetales. A diferencia de las proteínas celulares normales que se expresan en gran cantidad en las células cancerígenas, las proteínas oncofetales solo son normales en el feto pero no en los tejidos de adultos. Normalmente existen durante la vida intrauterina y posteriormente se restringen, manteniendo su expresión pero en pequeñas cantidades. Su importancia radica en que pueden ser utilizados para el seguimiento de determinados tumores, puesto que el organismo puede fabricar inmunoglobulinas específicas contra sus componentes proteicos. Lastimosamente esta actividad no induce respuestas defensivas específicas contra el tumor que tiene incrementada su producción. Los antígenos mejor tipificados de este grupo son la alfafetoproteína (AFP) y el antígeno carcinoembrionario (CE). La AFP es una pequeña glicoproteína que se eleva significativamente en los pacientes con carcinoma hepatocelular, tumores gástricos, pancreáticos y germinales, aunque también puede encontrarse elevada en patologías no tumorales como por ejemplo la cirrosis hepática. El ACE hace parte de la superfamilia de las inmunoglobulinas que tiene actividad como molécula de adhesión intercelular, aunque también puede encontrarse libre en el fluido extracelular. Normalmente se encuentra en pequeñas concentraciones en colon y mama, por lo que su elevación a cifras significativas se observa en los tumores de estos dos órganos así como en tumores malignos de estómago y páncreas. Al igual que la AFP también puede elevarse en enfermedades no neoplásicas del tipo inflamatorio crónico de hígado y colon.
  4. Antígenos derivados de glucolípidos y glucoproteínas. Estas moléculas se expresan en la membrana de las células normales en bajas concentraciones, haciendo parte de los gangliósidos, los antígenos de los grupos sanguíneos y las mucinas. Su elevación induce la fabricación de inmunoglobulinas lo que constituye

respuesta antitumoral, pero sirven para diseñar pruebas de laboratorio que permitan la identificación de antígenos tumorales enfocados en el diagnóstico y seguimiento. Actualmente se trabaja de todas formas en el diseño de vacunas que permitan potencializar la respuesta a partir de la fabricación de anticuerpos específicos contra algunos tipos representativos de antígenos tumorales. Papel de las células asesinas naturales. Los linfocitos NK son muy eficientes en la actividad antitumoral, debido a que reaccionan frente a:

  1. La expresión de moléculas de la clase CMH I por parte del tumor.
  2. La presencia en las células tumorales de ligandos que favorecen la interacción entre el receptor de la célula NK y la célula tumoral (MIC A y B).
  3. La presencia de inmunoglobulinas fijadas sobre la superficie tumoral
  4. La presencia de citoquinas IL 15 e IL 12 que los hace particularmente más agresivos. Los linfocitos activados por citoquinas (LAK) hacen parte actualmente de las propuestas de inmunoterapia por su poder de destrucción. Papel de los macrófagos. Los macrófagos se activan frente a células tumorales por la actividad de los interferones tipo gamma producidos por los linfocitos y por la activación de los TLR de su membrana como producto de la muerte de las células tumorales. Estos macrófagos se conocen como M1 y tiene la capacidad de destruir células tumorales por la producción de radicales libres derivados del óxido nítrico. Junto con la activación de los macrófagos M1 siempre se da la activación de las células inhibidoras M2, las cuales tienen normalmente la función de controlar la respuesta inflamatoria por el bloqueo de los M1 por medio de la liberación de factores endoteliales (VEGF) y de crecimiento como los TGF-B, los cuales son estimuladores de las células tumorales favoreciendo la vascularización del tumor y por ende su crecimiento y capacidad de dar metástasis. Como evade el tumor la respuesta inmune Teniendo en cuenta que el cáncer está constituido por mutaciones dadas en las propias células del huésped, es factible que las células tumorales tengan la capacidad de evadir la respuesta inmune. Las investigaciones enfocadas en buscar nuevas formas de aproximación terapéutica frente cáncer, han permitido conocer la forma como los tumores pueden evadir la respuesta inmune. A continuación se presentan algunas de ellas:
  5. Disminución de su inmunogenicidad. En la medida que el organismo va destruyendo las células tumorales, las nuevas que van apareciendo tienen la capacidad de expresar menos componentes inmunógenos, esto debido en buena parte a la alta capacidad mitótica de estas células y a los cambios que se van dando en sus genes en la medida que van apareciendo las nuevas generaciones, las cuales pueden no necesitar para su supervivencia del oncogén que originó su transformación inicial.
  6. Disminución de la expresión de moléculas de la clase CMH I como parte de la variación génica intensa que tiene el tumor, con lo que se reduce la posibilidad de activar los linfocitos citotóxicos.
  7. Producción por parte de las células tumorales de moléculas inhibitorias del sistema inmune como por ejemplo la TGF-B.
  8. Incremento en la zona del tumor de linfocitos TREG. Este mecanismo se ha observado en modelos murinos y pacientes con cáncer desconociéndose la razón por la cual se da este efecto.
  1. Producción de células supresoras de la línea mieloide (MDSC), estimuladas por la liberación de sustancias proinflamatorias por parte del tumor. Una vez maduradas estas células, liberan IL 10, producen citoquinas inhibidoras de los linfocitos T, así como citoquinas que cambian la línea de linfocitos que debe madurar, consiguiendo disminuir la respuesta inflamatoria frente al tumor. APROXIMACIÓN TERAPÉUTICA AL CÁNCER. NUEVAS OPORTUNIDADES Aparte de la terapia contra el cáncer aplicada de manera tradicional como lo es la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía, se vienen desarrollando actualmente otras formas de tratamiento que son el resultado de las múltiples investigaciones que se hacen como parte del estudio de esta enfermedad y que se conocen como terapias contra dianas específicas o inmunoterapia. La inmunoterapia puede hacerse de dos formas totalmente diferentes: la primera es estimular al sistema inmune para hacer más agresiva su respuesta frente al cáncer, para lo cual se propone el uso de vacunas o la inoculación de antígenos bacterianos por ejemplo. La otra forma es la de administrar anticuerpos o segmentos de material inmune que actúe directamente sobre sitios específicos de la célula cancerosa o, moléculas específicas que bloqueen el crecimiento de los tumores. A esta última forma de terapia se le da también el nombre de terapia dirigida. A continuación se hace una descripción general de este tipo de terapias enfocada en dar una información general sobre el estado del arte en esta materia, pero sin el intereses de profundizar en el mismo, por no corresponder a los alcances de esta obra:
  2. Anticuerpos monoclonales. Lo anticuerpos monoclonales son producidos contra antígenos específicos que expresan las células cancerígenas como consecuencia de su mutación, aunque también pueden ser antígenos que se encuentran en células normales, pero que debido a las altas concentraciones en que las produce el tumor, facilitan su ubicación de manera preferente en las células tumorales. Estos anticuerpos generalmente son producidos por hibridomas entre células de ratón y células de mieloma y la gran mayoría de ellos son humanizados (ver el capítulo de medicamentos inmunomoduladores). Por esta técnica se han creado anticuerpos contra antígenos celulares específicos, contra receptores de proteínas estimuladoras o inhibidoras del crecimiento celular o se producen asociados a sustancias farmacológicas (inmunoconjugados), que al unirse a la célula blanco favorecen la absorción de la sustancia tóxica que se encargará de destruir la célula maligna. Son ejemplos de este grupo los siguientes: a. Trastuzumab. Dirigido contra los receptores HER2. Cáncer gástrico. b. Cetuximab. Panitumumab. Dirigido contra EGFR. Indicado en carcinoma colorectal avanzado. c. Bevacizumab. Dirigido contra el VEGF (factor de crecimiento endotelial). Junto con quimioterapia está aprobado contra cánceres de colon, mama, ovario, cérvix y renal. d. Trastuzumab – emtansina (T-DM1). Este es un inmunoconjugado que permite la liberación del fármaco DM1 dentro de la célula tumoral una vez el anticuerpo se une a su célula diana. Está indicado como monoterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
  3. Anticuerpos monoclonales inmunomoduladores. Este tipo de anticuerpos actúa por medio de su interacción con elementos normales del sistema inmune, con el fin de restablecer la respuesta inmune específica contra tumores. Generalmente se

perfeccionamiento y se espera que pueda ser utilizada especialmente en terapias hematológicas. Una variedad de esta forma de terapia consiste en extraer linfocitos T citotóxicos de un enfermo, los cuales son modificados genéticamente para que identifiquen el receptor específico que tiene las células tumorales. Una vez cultivados y replicados se inyectan de nuevo al paciente, consiguiendo que su respuesta sea dirigida al tumor potencializando el efecto destructor citotóxico sobre el mismo

  1. Tratamiento con citoquinas. La administración de citoquinas en algunos tipos de cáncer como el melanoma y el cáncer renal ha conducido a la estabilización en el tiempo de la enfermedad sin otros beneficios observables. Las más utilizadas son IL 2 y el interferón alfa que tiene efectos activadores sobre los macrófagos, los linfocitos T y las células asesinas naturales. Su real potencial es muy bajo por lo que generalmente se administran asociados a otras formas de tratamiento.
  2. Estimulación inespecífica del sistema inmune. Esta no es una forma nueva de terapia puesto que se ha venido utilizando desde hace varios años y consiste en la inyección de epítopes de antígenos bacterianos, buscando estimular la respuesta inmune contra estos y de paso generar una reacción contra las células tumorales. Un ejemplo de esta terapia es la instilación de bacilo de Calmette – Guerin (BCG) en la vejiga de pacientes con estadíos iniciales de cáncer de vejiga. No se conoce la razón, pero el sistema inmune se activa frente al BCG y también contra las células tumorales, teniendo un efecto anticanceroso bien documentado y exitoso en estas fases iniciales. Actualmente se está probando esta técnica en melanomas y cáncer colorectal. La investigación relacionada con el cáncer, su forma de diagnosticarlo y las diferentes propuestas de terapia particularmente estas de tipo biológico, seguirán siendo en el futuro el objeto de los grandes grupos de investigación en esta interesante área de la inmunología. Seguramente con el auge de los tratamientos con nanomoléculas, las terapias personalizadas y el perfeccionamiento de algunas de las enumeradas previamente, se logrará controlar una buena parte de los tumores y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Indudablemente, siempre será mejor incrementar las actividades de promoción y prevención, recordando que buena parte del desarrollo de los diferentes tipos más comunes de cáncer se deben a eventos potencialmente prevenibles con estrategias de salud pública.