LOS BEATLES, UN NUEVO CLASICISMO
Nacho Sáenz de Tejada
Los Beatles significaron para la década de los sesenta lo mismo que Elvis Presley para la de los cincuenta: una explosión
generacional cuya onda expansiva alcanzó, además, a aquellos que habían permanecido insensibles a la aparición del
rock and roll. Presley había roto las relaciones entre padres e hijos anglosajones. Los Beatles ampliaron esta ruptura a
todo el mundo. Presley había protagonizado el nacimiento de una nueva música: el rock and roll. Los Beatles crearon un
nuevo estilo derivado del anterior: el pop. Y ambos impulsaron una nueva cultura popular, una nueva manera de vivir y
un nuevo mercado que abastecer. El 4 de septiembre de 1962, los Beatles entraron en el estudio para grabar su primer
éxito: Love me do. Desde ese día hasta el 3 de enero de 1970, fecha de la grabación de I me mine, sus 112 canciones
marcaron una época, se adaptaron instantáneamente a las pautas creativas del momento y fundaron las bases de la
música actual. Desde un punto de vista estrictamente musical, los Beatles fueron unos creadores por encima de estilos.
Elvis Presley era el máximo exponente del rock and roll. Los Beatles eran, simplemente, ellos mismos. Naturalmente,
interpretaron rock and roll, pero también crearon un mundo de baladas, se introdujeron en el sinfonismo y en la
psicodelia, inventaron la obra conceptual en la música popular y pusieron la droga sobre el mantel de un mundo
hipócrita. Los Beatles dieron el espaldarazo definitivo a la revolución musical iniciada con Presley. Comercialmente,
fueron un negocio, un inmenso negocio basado en la ingenuidad y que acabó por devorarles. Los Beatles crearon un
imperio económico que incluía discos, ropa, iconografía y utensilios varios, se convirtieron en una de las principales
fuentes de divisas para el Reino Unido y demostraron el poder económico de la nueva música popular. El triunfo y la
tremenda influencia que John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr tuvieron sobre su generación se
debe a la cotidianidad y funcionalidad de su música.
A través de un hábil desarrollo de la esencia del rock and roll los Beatles alcanzaron la popularidad de la noche a la
mañana por su naturalidad. No eran excepcionales ni disciplinados, pero convirtieron la intuición en un valor a
considerar y lograron que la música no escrita fuese contemplada con el mismo valor que la clásica. Con la ventaja de
que la ruptura ya estaba hecha en la década anterior por el rock and roll.
Los Beatles encontraron un campo abonado para desarrollar una música que fue alcanzando personalismo con el paso
de los años. Desde sus comienzos, influenciados por la música negra norteamericana, hasta el final de su carrera, en
1970, el cuarteto de Liverpool elaboró una música única que alteró la esencia de lo que hasta entonces se consideraba
folclor. A través de los medios de comunicación, de los conciertos en directo y de las acciones de su casa discográfica, las
melodías de Lennon y McCartney alcanzaron resonancia universal en el plazo de semanas, destrozando el concepto de
música tradicional, entendido como aquella que se transmite de generación en generación.
Los Beatles convirtieron lo tradicional en inmediato y revolucionaron el concepto de clásico. Canciones como Please,
please me, A hard day's night, Help! Yesterday, Michelle, Girl, Eleanor Rigby, With a little help from my friends, A day in
the life, The fool on the hill, Penny Lane, Strawberry felds forever, Something, Let it be y The long and winding road,
entre muchas otras, se convirtieron en clásicas desde el mismo instante de su aparición y transformaron la música pop
en algo respetado por quienes antes la despreciaban. Al margen de su inspiración cómo compositores, otra gran
aportación de los Beatles a la década fue convertir una música en funcional, incorporándola a la vida cotidiana de
millones de personas en todo el mundo. Esta funcionalidad impulsó el desarrollo de una nueva música en aquellos
países en los que el rock and roll no había tenido una influencia decisiva. Y España no fue una excepción. Con los Beatles,
toda una generación de españoles se incorporó a la nueva música global y la música realizada en nuestro país inició un
desarrollo imparable. La actuación de los Beatles en Madrid y en Barcelona en el mes de julio de 1965 significó la