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elaboración de jabón a base de saponificación - guia de laboratorio
Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones
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Se utilizaron nuestras de cebolla, fresa y tomate, que fueron cortadas en trozos pequeños. Luego, se colocaron esos trozos dentro de una bolsa ziploc con cierre hermético. Una vez dentro, fue tritura con las manos durante unos minutos hasta obtener una mezcla homogénea, facilitando así la ruptura las estructuras celulares. Después, se añadió una solución de lisis, preparada con agua, sal y detergente lavavajillas. Esta solución tiene como función romper las membranas de las células y liberar el ADN. La bolsa se cerró nuevamente y se mezcló todo con cuidado, evitando hacer mucha espuma. Una vez que todo estuvo bien mezclado, se filtró la mezcla con una gasa, dejando que el líquido cayera en un becker limpio. Luego, con mucho cuidado, se vertió alcohol frío (guardado antes en el congelador) por el borde del vaso para que se forme una capa encima del líquido filtrado, sin mezclar ambas capas. Después de unos minutos, se pudo observar cómo aparecía una sustancia blanca entre las dos capas, corrrespondiente al ADN. Con ayuda de una bagueta, se recogió el ADN y colocados en los tubos de ensayo.
Tras la extracción, se continuó con la desnaturalización por temperatura. Para esto, se prepararon tres tubos de ensayo y se les colocó la misma cantidad de solución de ADN. Un tubo se mantuvo a temperatura ambiente 20-25 °C, otro se calentó en un baño de agua tibia a unos 70-80 °C, y el tercero se colocó en un baño con agua casi hirviendo (aproximadamente 100 °C) durante unos 10-15 minutos. Luego, se comparó cómo se veían las soluciones, notando si cambiaban su color, si se ponían más turbias o si cambiaban su viscosidad. Después, se realizó el experimento de desnaturalización por pH. Se usaron otros tres tubos con ADN, y a cada uno se le añadió una solución diferente: al primero se le puso una solución salina neutra (NaCl 0.15 M), al segundo una solución ácida (HCI), y al tercero una solución básica (NaOH). Se mezclaron suavemente y se observaron los cambios, tanto de inmediato como al cabo de unos minutos, anotando cualquier diferencia en el aspecto del ADN. Finalmente, se intentó renaturalizar el ADN en dos situaciones. En el caso de los tubos que se calentaron, se dejaron enfriar poco a poco a temperatura ambiente durante al menos media hora, y se observó si el ADN volvía a verse como al inicio. En el caso de los tubos con pH alterado, se les añadió poco a poco una solución contraria (base al ácido y ácido a la base), tratando de volver al pH neutro. En ambos casos, se buscó si el ADN recuperaba su aspecto inicial, aunque el cambio no fue completamente reversible.
Resultados:
Durante la práctica realizada en grupo, llevamos a cabo la extracción, desnaturalización y posible renaturalización del ADN utilizando una cebolla, fresa y tomate. A continuación, detallamos lo que observamos en cada etapa del procedimiento. Extracción del ADN. Para realizar la extracción de ADN se uso la fresa, el tomate y la cebolla lo cual nos dio los siguientes resultados: Extracción del ADN de la fresa: Se pudo observar claramente el ADN en la fresa. Al añadir el alcohol frío, apareció una capa blanca y mucosa en la superficie del vaso. Las fresas tienen muchas copias de ADN, lo que significa que son octoploides ( cromosomas). Esto les da más material genético que otros tipos de frutas. La pulpa es suave y se deshace con facilidad, lo que permitió liberar el ADN. El experimento tuvo éxito con la fresa, pero se tuvo que añadir jabón a la solución de lisis para tener mayor efectividad. Extracción del ADN del tomate: No se pudo observar claramente el ADN en el tomate. A pesar de que se realizaron todos los pasos del proceso, al final no apareció una capa blanca ni se observaron hilos como los que se ven en la fresa. Esto pudo haber sucedido porque el tomate tiene mucha agua o la solución de lisis estaba mal preparada. El resultado no fue el que esperábamos y no se pudo ver si había ADN. Pero lo que debió haber ocurrido al agregar el alcohol frío es que el ADN debió precipitarse, formando una capa blanca mucosa o hilos visibles en la parte superior de la mezcla. Extracción del ADN de la cebolla: No se pudo observar claramente el ADN en la cebolla. A pesar de que se realizaron todos los pasos del proceso, solo se observó un líquido un poco turbio, pero no había hilos blancos visibles. Esto puede pasar porque la cebolla tiene enzimas que pueden destruir el ADN si no se detienen pronto, o la solución de lisis estaba mal preparada El experimento con la cebolla no tuvo éxito, por lo que no se pudo ver el ADN. Al igual que en la fresa y el tomate lo que debió haber pasado es que el ADN también debió precipitarse y formarse hilos blancos.
Análisis de resultados
Extracción del ADN en la fresa: Durante el procedimiento de extracción del ADN, se observó una capa blanca viscosa y gelatinosa formada por filamentos como hilos que flotaban en la interfase entre la solución y el alcohol, los cuales correspondían al ADN precipitado. Para lograr esto, se le añadió a la fresa una solución de lisis compuesta por agua, sal, detergente o jabón. La sal ayudó a liberar y estabilizar el ADN y el detergente o jabón rompió los lípidos de la membrana celular de la fruta. Dado que inicialmente la extracción no era visible, se añadió una mayor cantidad de jabón para faciliar la ruptura de las membranas y liberar asi el ADN. Finalmente, el alcohol frío permitió que el ADN se volviera insoluble y se precipite (se separa del líquido), haciendo visibles sus hilos.
Desnaturalización po temperatura: En el tubo control (20–25 °C), se observó una solución clara y un poco viscosa, lo que indica que el ADN permaneció en su forma normal, con sus dos hebras unidas por enlaces de hidrógeno, por lo que no hubo desnaturalización. Al aumentar la temperatura a un rango medio (70–80 °C), se vio una ligera turbidez (se veía más opaco) y una disminución en la viscosidad de la solución, en otras palabras, empezaba la separación de las hebras de ADN debido a la ruptura parcial de los enlaces de hidrógeno. Es decir, empezó a perder su forma normal. El calor fue suficiente para debilitar los enlaces que mantienen la doble hélice, iniciando así el proceso de desnaturalización, aunque sin llegar a una separación total. Finalmente, a 100 °C, se observó una mayor turbidez, la solución se veía de color blanquecino opaco y era totalmente líquida, lo que indico que el ADN se desnaturalizó completamente. En esta etapa, las hebras se separaron, perdiendo su estructura helicoidal original, ya no se veían los hilos de ADN y aparecieron finos grumos. Esto muestra que el calor destruyó su forma original, separando las hebras y rompiendo sus enlaces.
Desnaturalización por pH: En el tubo control (pH neutro, alrededor de 7), se observó que la solución se mantenía clara y viscosa, mostrando que el ADN aún conservaba su estructura original de doble hélice, con las hebras unidas por enlaces de hidrógeno. Sin embargo, al exponer el ADN a un medio ácido (pH bajo) o a un medio básico (pH alto), se generaron cambios visibles en la solución. En la solución con un medio básico se noto un color pálido rosa, tal vez por el color de la sustancia básica mientras que en la solución con un medio ácido se noto un color pálido blanquecino y se formaron grumos pequeños. En ambos casos se logro observar una mayor turbidez y una reducción de la viscosidad, lo que muestra que las hebras de ADN comenzaban a separarse y por lo tanto a desnaturalizarse. Estos cambios ocurrieron porque tanto los iones hidronio (H⁺) en medios ácidos como los iones hidroxilo (OH⁻) en medios básicos interfieren con los enlaces de hidrógeno entre las bases nitrogenadas, provocando la ruptura parcial o total de estos enlaces.
Renaturalización: Para lograr la renaturalización por temperatura, tuvimos que dejar que los tres tubos se enfríen por un tiempo prolongado hasta alcanzar la temperatura ambiente. En el primer tubo no hubo cambios ya que ya se encontraba a una temperatura baja, en el segundo tubo se notó parcialmente una mayor viscosidad y un color un poco más claro, ya que este descenso térmico permitió que algunas de las hebras separadas comenzaran a reenlazarse y se vio ligeramente algunos hilos. En el último tubo se pudo notar ligeramente un cambio en el ADN pero el ADN no recuperó completamente su estado original, mostrando que su desnaturalización fue irreversible. Por último, para lograr la renaturalización por pH, tuvimos que ajustar el pH hacia un valor neutro, cercano a 7. Este cambio permitió restablecer las interacciones entre las bases nitrogenadas, favoreciendo la formación de nuevos enlaces de hidrógeno entre las hebras. pudimos notar en los tubos anteriormente básico y ácido, que la solución recuperó parcialmente su apariencia inicial ya que se tornó ligeramente más viscosa y menos opaca, indicando un proceso de renaturalización parcial del ADN, puesto que no se pudo volver completamente a la apariencia original.
A lo largo del presente experimento, concluimos que el ADN es una molécula formada por dos hebras complementarias unidas por enlaces de hidrógeno, cuya estructura puede verse alterada por factores como la temperatura y el pH, lo que nos permitió comprender el proceso de desnaturalización. También, confirmamos que estos cambios pueden revertirse mediante el proceso de renaturalización. Finalmente, la extracción nos permitió observar de forma directa la presencia del ADN en materiales biológicos como la cebolla, la fresa y el tomate.
Conclusión