Historias de vocaciones
Durante toda la historia Dios ha tocado muchos corazones, cuando este hace un llamado y
es bien recibido por el hombre, hablamos de vocaciones, para explicar mejor esto
presentare cuatro casos que considero son buenos ejemplos de como Dios interviene en
nuestras vidas y cambia completamente el sentido de esta.
Abraham (Genesis 12, 1-9)
El relato muestra a un Abraham ya anciano, con una familia y una vida ya por terminar,
pero es tal el llamado de Dios que lo levanta y le dirige a una nueva vida, no solo para el
sino también para sus descendientes, pero claro, debía desprenderse de todo lo que había
adquirido hasta ese momento, serian tres los valores de los que Abraham debía despojarse:
la tierra, la nación y la casa de su padre, estas son tres cosas que son únicas de su vieja
existencia y no deben acompañarlo en su nueva vida, a la que dará inicio con su respuesta,
la misión era clara, caminar hasta el cansancio para asegurar la vida de sus descendientes.
Jeremías (Jeremías 1,1-10,17-19)
El relato habla de un jeremías que aun no ha nacido y que apenas se esta formando en el
vientre materno, muy sin embargo Dios a partir de este momento le hace un llamado para
que sea su profeta, para que contra viento y marea de su mensaje, aunque todavía no puede
hablar, jeremías tiene como misión ser la ciudad fortificada de Dios, lo que quiere decir que
tiene como misión ser su escudo contra los reyes y príncipes de la época de los que Dios le
protegerá a el siempre que el no les tema y se mantenga firme.
San Pablo (Hechos 1,1-19)
El relato muestra a el mayor perseguidor de la iglesia primitiva camino a damasco, Saulo
era un hombre de autoridad de seria llamado por Dios, y tendría un papel muy importante
junto a Jesús, es por esto que Dios le quita la vista y se la devuelve con la intención de que
Saulo sea quien lleve el nombre de Dios en presencia de los reyes e hijos de Israel.
Moisés (éxodo 3,1-4,18)
Si misión se va a desarrollar en varios puntos: hablar con el faraón para que deje salir al
pueblo de la esclavitud de Egipto, moisés como caudillo tiene que hablar con los jefes de
los clanes, los ancianos, los dirigentes, los cabeza de familia para hacerlos entender que
Dios ha escuchado el clamor del pueblo por la liberación; moisés hablara cara a cara con
Dios y recibirá de este todas las palabras pertinentes con las cuales va a exhortar al pueblo;
Dios dota a moisés de unas cualidades extraordinarias.