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Este documento aborda el tema filosófico y ético de si el embrión humano debe considerarse una persona o simplemente una cosa. El texto analiza las posiciones de la comunidad científica y ética en relación a la intervención en el embrión, la definición de persona humana y ser humano, el desarrollo embrionario y la utilización del embrión en la investigación científica. Se incluyen referencias a Peter Singer, la Ley General de Salud y el doctor Aznar.
Tipo: Monografías, Ensayos
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¿El embrión es humano, o no es humano? Esta parece ser la pregunta de base. Realmente ante esa pregunta la respuesta es simple, el embrión es sin duda alguna eminentemente humano, y lo es por la sencilla razón de que en que sus orígenes primigenios son los gametos masculino y femenino humanos quienes le dan la vida. Sin embargo, la pregunta es engañosa, ya que no es lo mismo preguntarnos si el embrión es humano, o si es persona. En efecto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que toda persona es humana, sin embargo, no todo lo humano es persona. Desde la perspectiva ética, las posiciones a favor y en contra de la intervención del embrión humano se encuentran: una parte de la comunidad científica se pronuncia por aplicar las técnicas diversas a los embriones humanos en cualquier estadio de desarrollo, siempre y cuando los resultados lo justifiquen. Esta postura simplista, que ubica al embrión como un ente al que no se le puede atribuir la condición de "persona humana", lo pondera como una "cosa", sin considerar su valor más allá del objeto de estudio. En contraposición, existe otro sector que condena radicalmente la utilización del embrión en la investigación, bajo argumentos que atribuyen a este el estatuto de persona humana, fundado en argumentos biológicos deterministas, como la presencia de sistema nervioso, la formación de extremidades en el desarrollo embrionario o la fijación en la cavidad uterina.
Para comenzar este tema tenemos que dar paso con la conceptualización de algunas palabras clave que estaremos mencionando como lo son: Persona humana, Ser humano y Embrión. Peter Singer define a la Persona como “Aquel ser de hecho y que reúne determinadas cualidades y, en concreto, la racionalidad y autoconciencia.” El Ser humano se define como un “Organismo vivo compuesto por dos dimensiones: física y psicológica. Biológicamente, es un organismo con disposiciones heredadas y adquiridas. Psicológicamente es una organización de procesos que se construye y desarrolla.” Y por último en el diccionario medico encontramos que Embrión un “Organismo en sus fases iniciales del desarrollo. En embriología humana, se suele considerar como periodo embrionario el comprendido desde la implantación del blastocito en la mucosa uterina hasta la octava semana. A partir de este momento el nuevo ser se denomina feto.” Incluso en el artículo 314 de la Ley General de Salud, menciona la misma definición que se entiende por Embrión como al producto de la concepción a partir de ésta, y hasta el término de la duodécima semana gestacional , menciona que al feto se le entiende como al producto de la concepción a partir de la decimotercera semana de edad gestacional. Recordando un poco que la vida humana empieza en el momento de la fecundación, con la aparición del cigoto, tenemos que el cigoto es el resultado de la unión de dos células germinales o gametos, de ahí la primera célula embrionaria, que se desarrolla hasta producir el llamado blastocito, o embrión de pocos días.
podían y debían ajustar a la fecundación en términos biológicos naturales: algunos podían iniciar su ciclo vital en un laboratorio. La reproducción asistida hace uso del embrión humano como objeto de investigación, con la finalidad de ayudar a individuos con problemas de esterilidad para, desde la fecundación in vitro, concebir un hijo. En este sentido, la reproducción asistida actúa directamente sobre los elementos necesarios en la generación del embrión humano, para facilitar la procreación de un embrión. Otra línea de investigación es la medicina regenerativa. En esta se interviene al embrión utilizándolo como materia prima para la obtención de células madre, las cuales pueden ser manejadas en el tratamiento de enfermedades y regeneración de tejidos u órganos. La crio conservación de embriones ha sido un destino alterno para los embriones sobrantes de la fertilización in vitro, así como de cualquier otra técnica de reproducción asistida. Sin embargo, algunos de estos embriones no vuelven a ser utilizados en técnicas futuras, lo que permite su donación a la investigación. Es el desecho de los mismos, al no ser útiles en la reproducción asistida, lo que genera el debate sobre la cosificación del embrión, la pertinencia de su uso y, por ende, la búsqueda de su estatuto ontológico como persona humana, intentado con ello delimitar y regular la utilización del embrión en la investigación científica. Desde otra postura como lo es la iglesia, que busca respetar la vida humana desde el primer momento, como una actitud moral, todo lo que tiene que ver con aborto y con aborto temprano, o todo lo relacionado con las llamadas reducciones embrionarias, no respetan la vida humana personal. Lógicamente también, cuando entramos en el contexto de las prácticas de reproducción humana asistida, y hablamos del embrión humano, se entiende que la selección de embriones que lleva a la eliminación voluntaria de embriones, no supone un respeto incondicional. Tampoco el diagnóstico preimplantatorio, que busca sólo implantar por medio de las técnicas de reproducción humana asistida sólo algunos embriones, dejando
otros en el laboratorio; o congelar embriones, o crear excesivos embriones para alimentar los bancos de embriones. También desde esos criterios se plantea el problema de la clonación humana. Como saben, la mayoría de los embriones que se tienen en los laboratorios vienen de dos contextos: de la fecundación in vitro, es decir, las técnicas de reproducción humana asistida y otro que empieza a ser muy frecuente: por una transferencia de núcleos a células diferenciadas o células indiferenciadas, se pueden clonar seres humanos y, desde ahí, podemos tener embriones. Explica el doctor Aznar Médico Católico: “La Iglesia no es favorable a esta práctica porque a su juicio rompe la unidad del acto conyugal, que está constituido por la relación conyugal de los esposos, la apertura a la vida tras este acto, y la posibilidad de que se produzca la fecundación y tras ella el correspondiente embarazo. Separar el embarazo de este conjunto de hechos biológicos, estima la Iglesia que rompe esa unidad y que por tanto moralmente no es aceptable.” El doctor Aznar explica también que para solucionar el problema, la única forma de hacerlo es limitar la producción de embriones por ciclo en la fecundación in vitro, evitando que haya “sobrantes”. Engelhardt, por medio de su criterio de "capacidad moral", identifica al embrión como un ser humano sin moral, como señalaba ya Kant; el embrión no está dentro de la sociedad y, por tanto, no puede tener moral. Álvarez clasifica al embrión humano como solo un individuo de la especie humana y al no dar más criterios para fundamentar su clasificación, la misma es vaga. Por otra parte, Singer acusa que el embrión humano no es una persona, pues carece de racionalidad y conciencia, pero que se puede considerar humano. Los anteriores autores están de acuerdo que el embrión entra más en la categoría de humano que en la de persona. Ahora bien, a diferencia de ellos, Harris no da una clasificación de persona. Para él, lo importante en la consideración de persona es poder valorar su existencia, cualidad que puede aparecer y
Expuestas las características del desarrollo embrionario que hemos dejado anotadas, la conclusión no puede ser sino que el organismo humano, el cuerpo humano, comienza con la fecundación. Si el embrión no es ser humano desde el estado de cigoto, tendrá que haber en él un cambio de naturaleza biológica debido a una causa exterior que lo transformase de no humano en humano, añadiéndole algo a tal efecto. El embrión es, pues, ser humano, desde el inicio del cigoto. Esto es lo que puede apreciar la Biología: el comienzo del organismo, del cuerpo, del individuo que ella conoce como hombre. La apreciación de si hay o no persona humana no corresponde ya a la Biología, sino a la Filosofía, pues el concepto de persona, y el de alma espiritual, que es lo que hace al hombre ser a más de individuo persona