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Orientación Universidad
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El movimiento Hippie en resumen, Monografías, Ensayos de Cultura y Sociedad

Analisis de la Generación Hippie: el nacimiento de un nuevo hombre

Tipo: Monografías, Ensayos

2018/2019

Subido el 14/10/2019

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XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia,
Facultad de Humanidades y Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad
Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche, 2009.
La Generación Hippie. El
nacimiento de un nuevo
hombre.
Noé, Juan J.
Cita: Noé, Juan J. (2009). La Generación Hippie. El nacimiento de un nuevo
hombre. XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia.
Departamento de Historia, Facultad de Humanidades y Centro
Regional Universitario Bariloche. Universidad Nacional del Comahue,
San Carlos de Bariloche.
Dirección estable: http://www.aacademica.org/000-008/974
Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso
abierto. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su
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El movimiento Hippie en resumen
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XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia, Facultad de Humanidades y Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche, 2009.

La Generación Hippie. El

nacimiento de un nuevo

hombre.

Noé, Juan J.

Cita: Noé, Juan J. (2009). La Generación Hippie. El nacimiento de un nuevo hombre. XII Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Departamento de Historia, Facultad de Humanidades y Centro Regional Universitario Bariloche. Universidad Nacional del Comahue, San Carlos de Bariloche.

Dirección estable: http://www.aacademica.org/000-008/

Acta Académica es un proyecto académico sin fines de lucro enmarcado en la iniciativa de acceso abierto_. Acta Académica fue creado para facilitar a investigadores de todo el mundo el compartir su producción académica. Para crear un perfil gratuitamente o acceder a otros trabajos visite: http://www.aacademica.org_.

La Generación Hippie. El nacimiento de un nuevo hombre

Juan José Noé

Cuando las formas de una vieja cultura están moribundas, la nueva cultura es creada por poca gente que no le teme a la inseguridad

Rudolf Bahro La idea principal que persigue este trabajo es quizás muy ambiciosa pero parte del supuesto de la irrupción de una generación que provocó a corto plazo una verdadera revolución filosófica, la generación Hippie. En este sentido, es necesario hacer una aclaración metodológica acerca de la palabra revolución. En efecto, esta es definida y usada de muchas formas, formas que en el siglo XX han modificado la acepción canónica, lo que indujo a la vez al enriquecimiento múltiple de dicho concepto. En consecuencia proponemos las definiciones de un diccionario moderno en las cuales se hace especial hincapié en la cuestión material o política de aquella (en la idea de que es esta la forma más accesible por la cual la mayoría de las personas llegan a hacerse una idea de tal concepto): Revolución: “Cambio violento en las instituciones políticas de una nación” “Ideas afines: Motín, sublevación, golpe de estado, estado de guerra, conspiración, intriga, cabildeo, libertad, igualdad, soberanía, legal, constitución, militar, barricada, pueblo, derribar, caer, asumir, provisional, interino”^1 Esto es parte de una misma definición, y muestra a la vez dos lecturas opuestas y articuladas en un mismo eje, pues por un lado, como dijimos, es parte del enriquecimiento dialéctico del término, y por otro lado muestra el abuso del que ha sido parte tal concepto, lo que como veremos, en algo que no es un descubrimiento nuestro, tales usos pueden sonar parecidos si no se observa quien es el que lo pronuncia.

(^1) Diccionario Enciclopédico Académico , Cuantica Editora S.A. 1980

El tan menguado fenómeno contracultural de los años ´60 fue analizado desde diversas ópticas. No es nuestro deseo el intentar situarlo al nivel de la Revolución Rusa o nada que se le parezca, como han intentado otros autores. Si buscamos dilucidar cual fué la importancia, si es que la tuvo, del fenómeno revolucionario y en base a esto determinar si se trato de un capricho de niños ricos o infirió efectivamente en el conjunto de la sociedad. En este sentido son varias las lecturas que se hicieron sobre el fenómeno, las cuales, en su mayoría, en el intento de mostrarse como objetivas se alejaron de la posibilidad de comprensión ante lo propuesto por el movimiento hippie.

¿Una generación antihistórica? Aunque suene muy fuerte, en cierto sentido lo es, pues lo que emerge hacia los ´60 es una corriente muy fuerte en términos identificatorios, que irrumpe en la escena provocando una fuerte conmoción en el plano material, cultural y psicológico y que en relación con ello se definió por oposición ante lo dado de forma histórica. Al respecto, es muy interesante lo propuesto por Eric Hobsbawm^3 en su historia del siglo XX, acerca del fenómeno de la década del ´60. En esta rastrea de forma correcta dos líneas que pueden explicar el porque de los cambios:

  • A nivel macro, el desarrollo del capitalismo mundial, la imposición de su lógica, la disminución de la población campesina, y con ello el aumento de la urbanización a lo largo y ancho del mundo. Esto último significó para el autor, el crecimiento de una máquina administrativa relacionado con un estado en desarrollo por un lado y por otro el auge de las industrias capitalistas. Esto tuvo como resultado, por una parte el crecimiento del auge del profesionalismo ligado a un modelo educativo particular y abarcativo a nivel social impulsado por la mayoría de los países y por otra parte el enorme crecimiento de la población obrera.
  • A nivel micro, los cambios vislumbrados por Hobsbawm^4 , se hacen tangibles en lo que respecta a lo que podríamos establecer como los pilares de toda sociedad, la familia y la pareja, ligado muy fuertemente a una mayor libertad ganada por la mujer en todos los planos de la sociedad lo

(^3) Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX .-9ª ed. Buenos Aires: Crítica, 2006 (^4) Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX .-9ª ed. Buenos Aires: Crítica, 2006

que se evidencio gradualmente en una mayor autonomía de esta así como en un relajamiento en lo que podríamos llamar de alguna forma, la moral consuetudinaria de las sociedades cristianas. Esta división metodológica nos permite ver de qué forma se intercalan y se complementan progresivamente los distintos planos de una sociedad. Claramente el desarrollo del capital, el profesionalismo y la población trabajadora están intrínsecamente relacionados en una red que resignifica constantemente a cada uno de sus componentes y que depende del ángulo del cual se lo observe, puede darle un matiz contradictorio a cada uno de aquellos. En esta línea, y retomando lo expuesto arriba, es interesante observar un proceso que esta muy ligado a la revolución de los años sesenta y que se presenta como un arma de doble filo, pues por una parte, como bien lo muestra Hobsbawm^5 , una de las caras visibles del ascenso y el afianzamiento del mundo burgués hacia el siglo XIX, se plasmó en el profesionalismo y la expansión de un ideal pan-educativo y por otra parte esto generó un crecimiento de la población estudiantil que se fue tornando cada vez mas crítica y conciente de la realidad en la cual debía vivir.

¿Por qué la década del sesenta? Esta pregunta nos abre el camino para señalar lo específico de la revolución filosófica en su contexto socio político, el cual fue absolutamente determinante para el fenómeno en cuestión y a la vez impulso un gran descontento que se plegó tras consignas absolutamente radicales que mostraron un claro desprecio tanto del pasado inmediato como con aspectos históricos del comportamiento del hombre. En esta idea, como lo expresa el título del capítulo, lo que perseguimos es analizar esa ruptura antihistórica que podemos expresar en un lema de aquellos tiempos “Sea sensato, pida lo imposible”, el cual pone en pocas palabras la idea de un razonamiento personal que niegue lo dado a través de aprehensión de los errores cometidos. En abierta contradicción con Hobsbawm^6 , quien no cree que los sesenta fueron una década de revolución, sino mas bien unos años de protestas estudiantiles, pues nunca lograron plegar a sus consignas a la clase obrera, la cual después de veinte

(^5) Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX .-9ª ed. Buenos Aires: Crítica, 2006 (^6) Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX .-9ª ed. Buenos Aires: Crítica, 2006

rebeldía fue la palabra con la que gran parte de la sociedad encasillo a nuevas formas de vivir, sentir y expresarse que no podían ser comprendidas y mucho menos asimiladas a los cánones culturales imperantes en la sociedad. En este perfil, creemos que lo propuesto abarcó mucho más que un simple acto de rebeldía contra la autoridad, más bien rebeldía fué la cara más visible, si se quiere, con la que una nueva generación se mostró al mundo. Esto último nos conduce a negar completamente esa visión simplista que se queda con lo iconoclasta de una generación o con aspectos banales de aquella. La revolución filosófica es resistencia a ser parte de lo mismo y deseo de cambio, estos ejes se materializaron tanto a nivel de la conciencia como materialmente en un movimiento sincrónico y diacrónico que primero tímidamente y luego cual tornado desestructuró aquel orden histórico del cual eran parte sin desearlo. Es frente a este orden contra el cual desearon sacudirse, y es en tal proceso donde se delinean las principales figuras que separan una generación de otra. Es en lo que podríamos llamar Neo-renacimiento, donde se articulan el deseo real de un nuevo hombre con la generación de una nueva cultura que lo contemple. Pero como dijimos más arriba, ello necesito condiciones coyunturales, a nuestro entender, que posibilitasen dicho cambio. Para Hobsbawm^11 , tal proceso es explicable como algo gradual, para nosotros, sin desconocer esa dimensión del tiempo largo, el quiebre se dio a partir de las condiciones generadas por la segunda guerra mundial, en este sentido, lo que apareció ante los ojos de esta nueva generación fue una llamada de alerta, pues se evidenciaba que las cosas no habían cambiado demasiado después de una guerra que le costo la vida a mas de sesenta millones de personas^12 , y que, apartándonos de datos estadísticos, había enfrentado al hombre contra el hombre, sacando lo peor de sí. La pregunta fecunda de la que partieron fué la de si deseaban ser ese tipo de hombres nuevamente, si deseaban, en última instancia, ser iguales a sus padres o era necesario arriesgarse. Las respuestas a esto, si bien no fueron homogéneas en sus formas, giraron en torno a la necesidad de empezar de nuevo, y es en este sentido que entendemos aquello de “rebeldía”, pues se abrirá un periodo en el que aparecerán al menos dos rasgos novedosos como enérgicos, por un lado el nacimiento de una ideología joven que se resistió a ser encasillada en una escala

(^11) Hobsbawm, Eric. Historia del siglo XX .-9ª ed. Buenos Aires: Crítica, 2006 (^12) Diccionario Enciclopédico Académico , Cuantica Editora S.A. 1980

jerárquica y evolutiva hacia el pensamiento adulto, los rasgos marcaran que el pensamiento joven era eso y no cualquier otra cosa, pues, en esa idea de rechazo, ser adulto era ser y hacer como sus antepasados y ese camino era algo por el cual no querían transitar y por otro lado, insistiendo en algo que ya hemos nombrado anteriormente, la confección de una cultura material identificatoria muy particular, que a través de la música, el baile, las droga y la moda textil, se diferenció claramente de su pasado inmediato. Esto último, aunque parece intranscendente, en realidad dista mucho de serlo, pues como sostiene Irwing Silber^13 , esta generación expresó el malestar de la cultura en general irrumpiendo en escena con una nueva forma de vivir, de vestirse y de comportarse que mostraba la llegada de nuevos tiempos. A colación el mismo autor nos dice correctamente que la sociedad registró cambios que pueden explicarse en la interacción de lo social con la conciencia colectiva, en un movimiento articulador entre lo interpersonal y lo intrapersonal, y acuerda que generalmente los cambios sociales, salvo en periodos de intenso levantamiento, son graduales, y necesitan de mucho tiempo y condiciones especiales en el sistema productivo como en el conjunto de relaciones que se hacen intrínsecas a aquel, y en este camino resalta precisamente la especificidad de lo ocurrido en la década del ´60, donde sostiene que la sociedad cambió más en “los últimos 25 años que a lo largo de todo el siglo anterior”^14 Bajo esta luz son explicables las nuevas ideas, así como las nuevas formas de ser de hijos que comenzaron a desafiar lo planeado por sus padres, que decidieron vestir de una nueva forma, muy ligada a los efectos de la percepción, que rompió con siglos de una tradición impuesta por cuestiones tanto materiales como de clase, que decidieron hablar usando nuevas palabras aunque los diccionarios sostuviesen que ello no era correcto. Esto último plantea un problema, o por lo menos lo planteó hasta la década del ´70 (donde todavía los jóvenes se preguntaban a sí mismos sobre los problemas que los inmiscuían) y que fué motivo de sucesivos bastardeos ideológicos por parte de los analizadores sociales de sillón que ligaron un verdadero intento de cambio como el descrito, a un simple capricho de la clase acomodada, lo que a la postre terminó generando una imagen compartida socialmente respecto de los hippies como esos melenudos,

(^13) Silber, Irwing. La Revolución Cultural(Un análisis marxista) Madrid, Zero, 1977 (^14) Silber, Irwing. La Revolución Cultural(Un análisis marxista) Madrid, Zero, 1977

En base a esto ultimo, es necesaria nuestra sinceridad respecto de lo generado. Fácticamente, si se quiere, es decir lo observable a nivel de la sociedad marca que alrededor del fenómeno se generó un importante mercado orientado a captar la voluntad de esos jóvenes que experimentaban nuevas necesidades. Básicamente lo que se expresó como una verdadera revolución, terminó a los ojos de la sociedad como una simple moda de niños ricos que se habían revuelto un rato hasta que el aburrimiento se pasó. En este contexto, tal postura tiene cierto asidero en la realidad, pues es innegable que el proceso muestra dos desarrollos paralelos, por una parte esa cultura juvenil, llena de ideas y de deseos de cambio, y por otro lado, el crecimiento de un enorme negocio de parte de muchos jóvenes relacionados al bussines emergente , que debido a su edad entendían bien hacia donde debían de orientarse los mercados y eran muy útiles en el desarrollo de ganancias para los mismos de siempre. Esto último es importante, y exige cierta amplitud de nuestra parte a la hora de observar algo más que simples jóvenes consumistas y aguzar nuestra vista para ver la capacidad de supervivencia del sistema antes aludida operando de forma casi mecánica. Claramente, ante esa actitud de desafío, el sistema reaccionó de una forma que podríamos llamar tolerancia represiva , pues a la vez de incorporar tanto sus leyendas como símbolos identificatorios, accionó una resignificación de aquellos y los impulsó como parte de un moderno discurso burgués, acallando el verdadero sentido de las consignas. Frente al hombre libre de la revolución filosófica se pondrá al hombre libre del capital, que viste, habla y hasta escucha la misma música que aquel pero que expresa su libertad en la capacidad para decidir comprar lo que quiera en el mercado, dice al respecto una pauta publicitaria de sombreros de la época “El hombre que se dedica a lo que quiere lo hace con un Dobbs Gamebirds”^17_._ Acá tenemos la máxima expresión de lo que el liberalismo puede ofrecer en términos de libertad, lo que nos lleva a tener cuidado al tomar el concepto de libertad y nos exige un esfuerzo a la hora de observar desde donde se enuncia. Desde ya creemos que esta generación estuvo lejos de quedar englobada dentro de tal concepto. Fuera de la lógica otorgada por las perspectiva del presente, el sentimiento de cambio se expresó en ideales utópicos que ponderaban el amor hacia el otro, la libertad sexual y la hermandad entre todos los hombres, en

(^17) Nuestro siglo.-Buenos Aires, Editorial Hyspamérica, 1987

relación con esto dice Herbert Marcuse “Es al mismo tiempo una rebelión moral, política y sexual. Una rebelión total. Su origen esta en lo profundo del individuo. Estos jóvenes no creen en los valores de un sistema que trata de uniformar y absorber todo. Para vivir una existencia gobernada por los instintos vitales finalmente liberados, los jóvenes están dispuestos a sacrificar muchos beneficios materiales. Estos jóvenes rebeldes personifican ya al nuevo tipo de hombre, al nuevo Adán.”^18 Quizás sea imposible ponerlo de una forma mas clara para explicar desde las expectativas y los sueños, el significado de tal movimiento revolucionario. Desde el sentimiento, desde el amor hacia el otro la revolución es tan real como lo fué cualquier otra, solo que su estela material revistió caracteres propios del sistema que se mostraron y se muestran aun, realmente despreciables, tanto como el mismo sistema al que querían eludir. Precisamente esto fue lo que le valió el mote de la revolución de los niños ricos y a la vez, aunque sea molesto, significó también la absorción por parte del sistema de gran parte de las consignas que portaba el movimiento, pues sin querer ser consumidores ciegos, alienados, terminaron participando de tales pautas mercantiles. Es aquí donde debemos darle la razón a Hobsbawm, el cual identifica correctamente la matriz generacional del movimiento como el proceso de divorcio generacional entre padres e hijos pero vislumbra la idea de que la expresividad como rebeldes reflejó unos comportamientos y unas costumbres que hicieron pie en una particular forma de disponer del ocio y de las artes comerciales. En esta línea, Silber^19 propone un cómodo atajo para hermanar tal contradicción, cuando analiza el fenómeno Woodstock, en el cual sostiene que aquellos jóvenes que convivieron colectivamente por tres días, en malas condiciones higiénicas, bajo la lluvia y con escasos suministros, no lo hicieron con el propósito de llenarle los bolsillos a músicos, organizadores y todo aquel que hubiese dispuesto algún mecanismo que le generase ganancias ligadas al espectáculo, sino que lo hicieron por el simple hecho de creer en algo. Aquí es donde se equivoca adrede el autor, porque por más doloroso que sea, la realidad marca que el acto consumista es siempre el mismo para el sistema, pues la lógica de este indica que el acto de consumir no tiene absolutamente nada que ver con los fines sino mas bien con los medios

(^18) Herbert Marcuse en testimonio a L’ Espresso, 1968. (^19) Silber, Irwing. La Revolución Cultural(Un análisis marxista) Madrid, Zero, 1977

marcan como uno de los fenómenos más importantes en lo que respecta a la expresividad del ser humano a lo largo de la historia, poesía del amor y de la libertad, nace hacia los años cincuenta, en una coyuntura plagada de conformismo y comodidad, donde la repetición de las mismas caras en la política, aseguraban los mismos errores del pasado y por ende la perpetuación de ese tipo de hombre. Precisamente la coyuntura se substanció con una nueva generación que supo revolucionar la música através de otro hito en lo que respecta a tal movimiento, la creación de sus propios instrumentos; lo que reviste una gran importancia en el fenómeno creador, pues implicó un denostado esfuerzo por tocarlos y no solo ello, sino una ruptura en la forma de interpretar melodías respecto de un pasado musical que vanagloriaba la música barroca como la expresión máxima de tal arte y desechaba la expresión popular como el ruido de la plebe indeseada. Aquí se marca claramente la ruptura, por parte de jóvenes que evidentemente no desconocían al pasado de la música pero que sentían que era o debía ser algo más que la expresión dirigida a las clases acomodadas. Música y sentimiento se amalgamaron y formaron parte de una de las bases de la revolución, la otra podría decirse que fue la conciencia de estos músicos de saberse responsables de generar conciencia ante una sociedad consumista en plena descomposición. Al respecto Miguel Grimgerg sostiene que el músico tiene la misma responsabilidad que el intelectual, “el de ser germen de la revolución y generador de conciencia social”^20 Los Estados Unidos y el Rock El fenómeno de la “contracultura” quizás no tenga un lugar en el mundo donde haya logrado plasmarse de forma tan clara como en los Estados Unidos. El Rock fué una de las formas de resistencia a la sociedad descompuesta del capital y principalmente a las políticas belicistas esgrimidas por la elíte que ocupaba las más altas magistraturas del gobierno norteamericano. Sus letras y su comportamiento no tardaron mucho tiempo en generar rechazo de parte de la sociedad de cartón que veía con asco las nuevas maneras de vivir, y al mismo tiempo y por antonomasia esa sociedad ejemplificó todo lo que la revolución detestaba.

(^20) Grinberg, Miguel. La Generación “V ”.-1ºed.- Buenos Aires: Emecé,

En efecto con una corta lista de presidentes pero con una muy extendida de políticas intromisivas, USA se convirtió en el imperio dominante a nivel económico como geo-político, pues a partir de la finalización de la segunda guerra mundial las cosas habían quedado derruidas física como económicamente en las partes mas occidentalizadas del globo, algo que sirvió a USA para desplegar un conjunto de políticas de “ayuda”^21 que servían para reactivar los mercados más importantes del mundo y a la vez lo situaban, en base a esa ayuda, como el máximo prosecutor del orden. Esto revistió mucha importancia a la postre, pues no sólo de parte de los opositores al sistema capitalista se esgrimieron razones que giraban en torno a la liberación del hombre y a la abolición del sistema sino que de parte de los mismos defensores del sistema se alzaron voces que buscaban frenar el avance de los Estados Unidos y su política imperialista^22. Para gran parte de la opinión publica y especialistas en política internacional las políticas impulsadas por los Estados Unidos desde fines de la segunda guerra mundial encaramadas detrás de las figuras demagogas de los presidentes Eisenhower, Kennedy y Johnson no implicaron imperialismo ad hoc sino que fueron un gesto muy importante en la defensa de la libertad y la democracia. Siguiendo esta argumento es interesante lo que explica de una forma totalmente contradictoria Klaus Knorr^23 quien sostiene que la política anti-desarme de los las potencias mundiales de la post-guerra pueden rastrearse a partir de las década del ´20 y del ´30 del siglo XX pero que a partir de la década del ´50 se tornan en una falsa preocupación de los principales gobiernos mundiales, los cuales solo deseaban controlar las hegemonías y el abastecimiento de armas. En esta línea cabe decir que las políticas imperialistas fueron un sin fin, y se dirigieron decididamente a la cooptación de los gobiernos que poseían una importancia estratégica tanto para el desarrollo del capitalismo como para frenar el avance del comunismo. Lo que no se lograba incorporar mediante la diplomacia, algo que remarca Knorr^24 se hacia mediante la aplicación de medios civiles de influencia, tales como la ayuda económica, lo que implicaba el ligue de intereses de las clases acomodadas de los países en cuestión en un proyecto internacional o en el peor de los casos con la declaración de una guerra que respondía a la vez a los

(^21) Reseña De La Historia Norteamérica -Servicio Cultural e Informativo De los Estados Unidos, S.F. (^22) Véase, Jean Jacques, Servan Schreiber. El desafío americano , Empresa Editora Zig-Zag, S.A. 1968. (^23) Knorr, Klaus. La política de poder en la era nuclear , Editorial Troquel, S.A., Buenos Aires, 1969 (^24) Knorr, Klaus. La política de poder en la era nuclear , Editorial Troquel, S.A., Buenos Aires, 1969

como una amenaza, el avance del comunismo, y que la guerra cuando era útil, respondió a los intereses velados de lo que Charles Wright Mills^28 llamó Una Elite de Poder, la cual gobernaba los Estados Unidos y se componía de jefes empresarios y militares y en ultima instancia por una elíte minoritaria de índole política, la cual compartía una misma visión de clase que los separaba del resto y los organizaba bajo metas específicas. Gran parte de la sociología norteamericana se negó a aceptar tal realidad, lo que produjo un sin fin de literatura relacionada que esgrimía razones que le daban a la situación algo mas que un simple color rosa. Knorr^29 sostiene al respecto que los Estados Unidos no deseaban hacerse de ningún control mundial, sino que quizás cumplían su misión con un “celo excesivo”^30 y que sus reacciones frente a los peligros como los del caribe son explosivas y “Propensas a fuertes arrebatos emocionales”^31 y continúa en esta línea absurda de defensa de una detestable política imperialista diciendo “Sin embargo nadie que conozca bien a USA y sea imparcial en sus juicios podrá negar que este país desempeña su papel con una inocultable renuencia (…) no está combatiendo en Vietnam del sur como lo hizo en Corea, con algo que no se parezca entusiasmo; y en la política exterior norteamericana y en el proceder de los últimos presidentes de USA no se detecta ningún indicio que recuerde el fugaz coqueteo de este país, a fines del siglo pasado, con un manifiesto destino imperialista ”^32 Esto coincide con la visión que los mismos Estados Unidos han creado y difundido^33 , ignorando a drede no sólo la multiplicidad de análisis que se dieron tanto en su propio interior como de manera internacional, sino los mismos movimientos que repelían la política belicista del gobierno norteamericano así como la horda de intelectuales nefastos, que pincel en mano, no ahorraron una gota de pintura rosa para suavizar la realidad y convertirla en apéndice de esa sociedad en plena descomposición. La música intento ser una especie de pulmón para esos jóvenes que rechazaban la política norteamericana. La guerra para las clases acomodadas implicaba un muy buen negocio pero generaba a la vez grandes trastornos psicológicos y económicos para el resto de la población, porque, como siempre, mientras un

(^28) Wright Mills, Charles, The Power Elite , New York, Oxford University Press, 1956 (^29) Knorr, Klaus. La política de poder en la era nuclear , Editorial Troquel, S.A., Buenos Aires, 1969 (^30) Knorr, Klaus. La política de poder en la era nuclear , Editorial Troquel, S.A., Buenos Aires, 1969 (^31) Knorr, Klaus. La política de poder en la era nuclear , Editorial Troquel, S.A., Buenos Aires, 1969 (^32) Knorr, Klaus. La política de poder en la era nuclear , Editorial Troquel, S.A., Buenos Aires, 1969 (^33) Reseña De La Historia Norteamérica -Servicio Cultural e Informativo De los Estados Unidos, S.F.

pequeño grupito se enriquecía jugando un juego macabro, los que morían eran los ciudadanos, principalmente aquellos que poco le interesaban al gobierno, como los negros o los sectores subalternos. Esto fué motivo, como dijimos, de grandes protestas sociales y de respuestas contradictorias de parte de políticos como Lyndon Jhonson^34 (pues bajo su magistratura fué donde se registraron las mayores protestas sociales) que sostenían la paz y destinaban enormes sumas de capital económico y humano a la guerra de Vietnam, la cual engullía cada vez mas jóvenes para su realización, dice al respecto una letra de Creedence Clearwater Revival: Fortunate Son Algunas personas nacen para ondear la bandera, Oh, son rojos, blancos y azules. Y cuando la banda toca “Loor al Jefe”, Te apuntan con el cañón, Dios mío. Yo no soy, yo no soy, no soy hijo de ningún senador. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún privilegiado, no. Algunas personas nacen con una cuchara de plata en la mano, Hay que ver cómo se sirven, Dios mío, Pero cuando llama a la puerta el inspector de hacienda Su casa parece un mercadillo, Dios mío. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún hijo de millonario, no. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún privilegiado, no. Algunas personas heredan ojos tachonados de estrellas, Dios, te mandan a la guerra, Y cuando les preguntas: “¿Cuánto se espera de nosotros?” Sólo responden: “¡Más! ¡Más! ¡Más!”, si. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún hijo de militar, no. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún privilegiado, no. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún privilegiado, no, no, no. Yo no soy, yo no soy, no soy ningún hijo afortunado, no, no, no.^35 La política de reclutamiento implicó un claro corte de clase que significó a grandes rasgos que los hijos de los que salían beneficiados por la guerra no fueran a ella o si iban lo hicieran incorporándose en los altos mandos sin siquiera hacer carrera y desde ya, pelear, sino que quienes debían combatir y morir en batalla eran aquellos que no querían ninguna guerra y que pasarían a ser los mártires de

(^34) Johnson, Lyndon. La Gran Sociedad , Editorial Alboreal, 1965 (^35) Fortunate Son, Creedence Clearwater Revival , Willy and the poorboys, 1969

Será mejor que corras por la jungla, ¡Guau! No te vuelvas para mirar atrás.^37

No es nuestra idea relacionar el rock solamente con la protesta en contra de la guerra, pues de más esta decir que el arco de temas abarcados fueron un sinfín, aunque todos giraban sobre un mismo eje, básicamente en la preocupación de gestar un nuevo hombre atraves del amor y no de la guerra, pues además de aversión, ésta provocaba dolor y miedo, algo que no se dudaba en expresarse, ya que, como dijimos más arriba ese ideal del hombre valeroso, del guerrero condecorado por el presidente ya no era funcional a este tipo de generación. Respecto del tema, una canción de Creedence nos refiere perfectamente lo expuesto mas arriba, abordando el tema del miedo y el amor ante una tremenda maquina que absorbía a sus afectos dejándolos con pocos recursos y con profundos trastornos psicológicos: ((WISH I COULD) HIDEAWAY) Hola, amigo, discúlpame, ¿Estás pensando en algo? Has vendido todas tus cosas, ¿Estás pendiente de algo? Mira, ya sé que en realidad nunca Te gustó el modo en que todo pasa; Adelante, escóndete. ¿Qué dices? A todos nos aguarda la tumba; Oh, te deseo lo mejor. Creo que va a llover, Oh, qué importa, ¿Puedo ayudar en algo? Porque, ¿sabes?, voy a echarte de menos Cuando no estés, oh, Dios, Ojala pudiera esconderme. Espera, date una oportunidad, Oigo el tren que parte. ¡Todos arriba! ¡Adiós, adiós, adiós! Oh, te deseo lo mejor. Hasta pronto, hasta mañana quizá. Nunca se sabe.

(^37) Run Through the Jungle, Creedence Clearwater Revival , Cosmo’s Factory, 1970

Porque, ¿sabes?, voy a echarte de menos Cuando no estés, oh, Dios, Ojala pudiera esconderme. Esconderme, esconderme, esconderme, esconderme, Esconderme, esconderme, Esconderme, esconderme.^38 Las ideas de génesis reflejaban a la vez cierto pesimismo sobre la cuestión de cambio, pues veían en esta sociedad cierto conformismo y testarudez que eran difíciles de erradicar o de cómo esta sociedad de consumo convertía todo en algo vendible, en este sentido es una letra del mismo álbum la que otorga tal perspectiva: IT’S JUST A THOUGHT Sólo es una idea Pero he notado algo raro, Cada vez es más difícil de explicar; Todos los años pasan y pasan, Aún no sé qué lo mueve; ¿Quién dijo que esperásemos, que ya se verá? Sólo es una idea Pero me preguntaba si tú sabías Que la canción ahí arriba eres tú. No pueden quitártela Si no la entregas; No la entregues; eh (Está entregada). Sólo es una idea Pero se ha sabido demasiado tarde Que una mala idea tarda Casi toda una vida en explicarse, Y entonces fíjate: Una buena idea tardará mucho más; ¿Quién va a esperar sólo para ver?^39

Evidentemente, cuando hablamos de rock estamos hablando de la poesía de una generación que se sintió influida por su entorno y que, aunque tildada de ruidosa supo legar un mensaje de cambio que fue mucho mas lejos de lo que ellos mismos esperaban y de lo que fue cualquier tipo de música lo largo de historia. Para

(^38) (Wish I Could) Hideaway , Creedence Clearwater Revival , Cosmo’s Factory, 1970 (^39) It’s Just a Thought , Creedence Clearwater Revival , Cosmo’s Factory, 1970