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Este documento ofrece una breve introducción al feminismo y su evolución a lo largo de la historia, detallando las principales oleadas del movimiento feminista: la primera, segunda, tercera y cuarta. Se abordan las demandas y logros de cada ola, desde la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana hasta el feminismo radical y liberal.
Qué aprenderás
Tipo: Tesis
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El feminismo: su evolución e influencia. Anyi Moreno y Maria Fernanda Castaño. Universidad Autónoma Latinoamericana. Grupo 002. Alba Ocampo.
Introducción El feminismo, además de un movimiento sociopolítico es también una corriente filosófica, caracterizada por buscar la liberación de la mujer, por medio de la equidad y la garantización de derechos fundamentales que nos han sido negados a lo largo de la historia. Se busca eliminar las jerarquías entre hombres y mujeres, de manera que todos tengamos las mismas oportunidades. Es un movimiento integral, cuyo fin es erradicar cualquier medio de discriminación por el cual las mujeres puedan ser menospreciadas. El movimiento feminista ha sido malinterpretado muchas veces desde sus inicios, pero para nadie es un secreto que cada día se hace más fuerte, y a medida que avanza se encuentra con más obstáculos que la sociedad le impone. No se trata de un movimiento cerrado; siempre está dispuesto a cambiar y avanzar, ya que si la sociedad avanza, con ella avanza el feminismo, para poder así proteger y garantizar los derechos de las mujeres de manera eficiente. Al no conservarse igual, ha experimentado cambios a lo largo de su historia y desarrollo, por lo que para estudiar su evolución hablamos de olas. Podemos evidenciar en cada “ola” el avance de este movimiento revolucionario, encontrando en cada una de ellas un progreso, no solo a nivel político sino también a nivel social, donde se ha dejado de apreciar el movimiento con ojos de desaprobación y ha sido tomado en serio. Es necesario estudiar la historia del feminismo para poder comprender su trayectoria y entender cómo llegamos hasta la corriente feminista que conocemos hoy en día, para tener memoria histórica y conocer cuánto hemos sufrido las mujeres a causa del machismo a lo largo
de la historia; necesitamos comprender que el feminismo no es un movimiento que le compete a unas pocas, es un asunto que nos involucra a todas. El feminismo: su evolución e influencia. Podría considerarse que el feminismo tiene ciertos antecedentes históricos, ya que a lo largo de la historia muchas mujeres se mostraron inconformes con la desigualdad que había entre hombres y mujeres, pero su nacimiento como una lucha colectiva y organizada comienza desde el siglo XVIII. Durante el Renacimiento, las mujeres eran simplemente reducidas a labores domésticas y a satisfacer a sus maridos, no tenían derecho a tomar decisión alguna; no podían votar, estudiar, no podían elegir con quién casarse y si trabajaban el dinero debía ser entregado a sus maridos. Entonces, llegó la ilustración, un movimiento filosófico y político que proclamaba la igualdad entre todos los ciudadanos, y con esta llegó la Revolución Francesa, que trajo consigo la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Es aquí cuando la lucha de la mujer comienza a tener finalidades precisas; no tenía sentido que en una corriente que buscaba la igualdad entre ciudadanos solo se garantizan derechos para los hombres, quedando ellas completamente excluidas. Primera ola del feminismo. Olimpia de Gouges tomó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y la reivindicó, creando así la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana en 1791, uno de los primeros textos en defender la equidad jurídica y legal de las mujeres en la historia,
“¡Mujeres! ¿Cuándo dejaréis de estar ciegas? ¿Qué ventajas habéis obtenido de la Revolución? Un desprecio más marcado, un desdén más visible… ¿Qué os queda entonces?. La convicción de las injusticias del hombre.(…).“ Olimpia de Gouges. Segunda ola del feminismo. Esta ola se caracterizó por el sufragismo , que como su nombre lo indica, luchaba por el sufragio, es decir el derecho al voto, ya que consideraban que este era el primer paso para comenzar a adquirir los derechos que les habían negado a lo largo de la historia. Fue aquí cuando el feminismo pasó de ser un movimiento ideológico a ser un movimiento social y político. Estados Unidos e Inglaterra fueron los países en los que este movimiento tomó más fuerza. Todo inició gracias a dos mujeres; Lucretia Mott y Elizabeth Cady Stanton, quienes luego de vivir la desigualdad en carne propia, iniciaron una lucha a favor de los derechos de las mujeres. En 1848, estas mujeres convocaron en una iglesia de Séneca Falls el primer congreso para reclamar los derechos civiles de las mujeres, donde expusieron frente a más de trescientas personas la Declaración de Sentimientos. La Declaración de Sentimientos es un documento basado en la Declaración de Independencia de Estados Unidos, donde denunciaban y exponían todas las restricciones, más que todo políticas, que sufrían las mujeres. En dicha declaración se decidieron a recuperar todos los derechos civiles, principalmente el voto, el cual fue el objetivo principal. Este fue el inicio del sufragismo norteamericano, donde
si bien sus líderes fueron en su mayoría mujeres burguesas, también muchas mujeres de la clase obrera participaron en este movimiento, y fue así como las mujeres empezaron a defender sus derechos en masa, haciendo uso de las manifestaciones. Sin embargo, fueron nuevamente rechazadas y reprimidas por las esferas de poder y la población en general. En Inglaterra, el movimiento sufragista causó fuertes debates en el parlamento, pero seguían sin tomar en serio a las mujeres. Allí las mujeres tomaron más acción que en Estados Unidos y tras casi cincuenta años haciendo manifestaciones pacíficas, comenzaron a hacer huelgas de hambre, encadenamientos, sabotajes e incluso bombas e incendios. Y así, poco a poco, tras el final de la primera guerra mundial las mujeres de todo el mundo fueron adquiriendo el derecho al voto. El primer país en el que este derecho fue aprobado fue Nueva Zelanda, en 1893. A pesar de que el derecho al voto fue la primera victoria del feminismo, seguía siendo muy restrictivo, por ejemplo, en Inglaterra (donde fue aprobado en 1918), solo se le permitía votar a mujeres mayores de treinta años. Fue en esta ola también, en la que aparecieron mujeres feministas con otras realidades, ya que el movimiento sufragista fue principalmente realizado por mujeres blancas y burguesas, por lo que nacieron las primeras ramas del feminismo. Aquí se pueden distinguir dos corrientes feministas; una que busca simplemente la equidad, y otra que busca cambiar el sistema completo. Durante este momento histórico, puede evidenciarse que las mujeres ya no estaban dispuestas a seguir sumisas, cortaron sus cabellos y sus faldas, dejaron de cocinar y lavar platos para salir a exigir sus derechos. Se quitaron el corsé y salieron en ropa cómoda, condujeron autos
El trabajo de Benauvoir marcó un antes y un después en la historia del feminismo, gracias a ella muchas mujeres comprendieron que son individuos, que son más que lo que les había sido impuesto y que son tan capaces como los hombres de hacer lo que desean. “No se nace mujer, se llega a serlo” Simone de Benauvoir Tercera ola del feminismo. La tercera ola del feminismo inició en la segunda mitad del siglo XX, cuando los hombres estaban volviendo a casa tras la segunda guerra mundial y las mujeres eran felices amas de casa de nuevo. Pero ocurrió algo muy extraño: un gran número de mujeres se enferman, se deprimen o caen en el alcohol o las drogas. Un fenómeno explicado por Betty Friedan, una psicóloga estadounidense que escribió Mística de la Feminidad, donde explica que la raíz de dicho fenómeno viene del hecho de que las mujeres se sienten insatisfechas con esa vida de cuidados hacia los demás, dejando de lado sus prioridades. Betty también fue cofundadora de NOW (National Organization for Women), el mayor movimiento feminista en su momento que sigue evolucionando hasta el día de hoy. Buscaban mejorar el estilo de vida de las mujeres, ahora más allá de lo político y social, también en el ámbito personal y psicológico, y es aquí cuando nace el feminismo liberal. Ya se habían conseguido los derechos fundamentales para las mujeres y estas estaban recibiendo más oportunidades en el ámbito laboral, pero a puertas adentro, en los hogares seguía habiendo desigualdad y maltrato. Es este el nacimiento de una nueva corriente feminista que busca resolver el problema desde la raíz; el feminismo radical.
Aquí las mujeres comenzaron a plantearse cuál era la raíz del problema, y es que querían entender por qué las mujeres al parecer no podían liberarse de dicho problema, y fue aquí cuando comenzaron a hablar de patriarcado. El patriarcado podría definirse como la opresión sistemática del hombre hacia la mujer, en cada ámbito de sus vidas. Así que ahora, el feminismo no buscaba solamente equidad, el feminismo empezó a luchar por un objetivo más grande: liberar a la mujer del patriarcado, y para esto iniciaron creando espacios seguros para las mujeres. El feminismo radical permitió que las mujeres del siglo XX se encaminaran poco a poco hacia su liberación. Las dos corrientes feministas más fuertes eran el feminismo radical y el feminismo liberal, que tenían ciertas diferencias ideológicas ya que mientras el feminismo liberal solo quería equidad, el feminismo radical no se conformaría solo con eso. Es también durante esta ola que comenzamos a darnos cuenta de que no existía un solo tipo de mujer, que todas las mujeres eran diferentes y tenían necesidades distintas, y así nacen las diferentes ramas feministas. Por ejemplo, las mujeres negras a lo largo de la historia no fueron oprimidas solamente por ser mujeres, también sufrieron discriminación por el color de su piel, y si el feminismo busca la liberación de todas las mujeres también debe tener en cuenta ese factor, ya que a las mujeres negras poco les sirve erradicar el machismo si seguirán siendo oprimidas por el racismo.
camino, aunque no solo se necesita la despenalización del aborto, también se necesita que sea seguro y gratuito, el hecho de conseguir la despenalización es una gran avance para las mujeres. La cuarta ola del feminismo va tomando fuerza poco a poco, y se ha manifestado tanto virtual como presencialmente. Aquí cada mujer puede poner de su parte desde casa y muchas deciden pasar por el proceso de la deconstrucción , un proceso mediante el cual se busca erradicar los pensamientos y costumbres machistas que tengamos arraigados individualmente, para así poder llegar algún día a la liberación total de la mujer.
Conclusión. El feminismo ha cambiado, en sus métodos y en sus teorías, pero era lógico que cambiaría; la sociedad también lo hizo. El feminismo es motivo de debate, desde sus inicios hasta el día de hoy, pero sigue tomando fuerza cada día, sigue creando revolución y sigue creando conciencia en las mujeres, haciéndoles saber que no tienen porqué aceptar que las traten como si fueran inferiores. Ya no tenemos que ser sumisas, ya no queremos crecer únicamente para convertirnos en la esposa de alguien, ahora queremos estudiar, queremos ser libres, queremos tener el poder elegir. Elegir si queremos casarnos o no, elegir si usamos pantalón o falda, elegir si depilarnos, elegir libremente todo aquello que nos involucre individual o colectivamente. El patriarcado sigue siendo un gran obstáculo en nuestro camino hacia la liberación, pero ahora tenemos una ventaja grandísima; estamos conscientes de ello. Sabemos que el patriarcado existe y sabemos que debemos erradicarlo, tenemos las herramientas y el conocimiento, y principalmente tenemos la osadía de luchar. Cada vez somos más las mujeres que nos unimos al colectivo, en cualquiera de sus ramas, buscando defender nuestros derechos. Toda mujer tiene una historia de opresión que contar y el feminismo siempre las recibirá con las manos abiertas. En el colectivo feminista, buscamos vernos a todas unidas como hermanas, porque quizá no nos conocemos, quizá somos diferentes y quizá nuestras ideologías vayan por caminos diferentes, pero todas tenemos algo en común; todas somos mujeres y todas hemos sufrido por el machismo alguna vez, y eso es todo lo que necesitamos para unirnos y luchar.