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Discurso de malcolm x, Apuntes de Ciencia Política

Discurso de Malcolm

Tipo: Apuntes

2014/2015

Subido el 02/07/2015

Politologo28
Politologo28 🇲🇽

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Discurso de Malcolm X "Puedes odiar las raíces de un árbol y no odiar al árbol"
Esta página forma parte de los Documentos históricos contenidos en Wikisource.
Discurso de Malcolm X, “Puedes odiar las raíces de un árbol y no odiar al árbol”. [Editar]
Primero hermanos y hermanas, quiero comenzar agradeciéndoles por haberse tomado la molestia de
venir aquí esta noche, y en especial por haberme invitado a venir a Rochester a participar en este
pequeño dialogo informal sobre temas que son de común interés para todos los elementos de la
comunidad y para la comunidad de Rochester. Muchos nos engañamos a nosotros mismos creyendo
que los afroamericanos somos los que nos encontramos aquí en Estados Unidos. América consiste
en Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica. Cualquier persona de ascendencia africana en
Sudamérica es afroamericana. Cualquiera que viva en Norteamérica, incluso en Canadá, es
afroamericano si es de ascendencia africana. Incluso los que viven en el Caribe son afroamericanos.
Así que cuando yo hablo del afroamericano no estoy hablando únicamente de los veintidós millones
que nos hallamos aquí en Estados Unidos. Los afroamericanos comprendemos el gran número de
personas del hemisferio occidental desde el extremo sur de Sudamérica hasta el extremo norte de
Norteamérica que, si se investiga la historia de estos pueblos, tenemos una herencia común y un
origen común. Como muchos de ustedes saben, deje el movimiento de los Musulmanes Negros y,
durante el verano pasado, estuve cinco meses en el Medio Oriente y en el continente africano.
Durante este tiempo visite muchos países. El primero fue Egipto, luego Arabia, después Kuwait,
Líbano, Sudan, Kenia, Etiopia, Zanzíbar, Tanganika, que hoy es Tanzania, Nigeria, Ghana, guinea,
Liberia, Argelia. Y en esos cinco meses tuve la oportunidad de sostener largas conversaciones con el
presidente Nasser, de Egipto; el presidente Julius Nyerer, en Tanzania; Jomo Kenyatta, en Kenia;
Milton Obote, en Uganda; Azikiew, en Nigeria; Nkumah. En Ghana, y Sekou Toure, en Guinea.Y
durante las conversaciones con estos hombres, y con otros africanos en aquel continente,
intercambiamos mucha información que definitivamente amplio mi entendimiento, y, creo, mi
visión. Así que desde que regrese no he tenido ningún deseo de enredarme en disputas sin
importancia con cabezas huecas o gente mezquina que de causalidad, pertenecen a ciertas
organizaciones, y que se van a basar en hechos engañosos que no conducen a nada, cuando tenemos
problemas bien complejos que estamos tratando de resolver. Así que no vine a hablar acerca de
ninguno de estos movimientos que están en pugna entre sí. He venido a hablar del problema que
todos tenemos delante. Y voy a hacerlo de manera muy informal. No me gusta atenerme a métodos
o procedimientos formales cuando hablo ante el público, porque me doy cuenta de que usualmente
la conversación que sostengo gira en torno a cuestiones de raza o cuestiones raciales, que no es por
culpa mía. No fui yo quien creo el problema racial. Y saben que no vine a Estados Unidos en el
barco Mayflower ni tampoco por voluntad propia. A nuestro pueblo lo trajeron aquí contra su
voluntad, contra nuestra voluntad. Por eso, si ahora representamos un problema, no deberían
culparnos por estar aquí.
Ellos fueron los que nos trajeron. Una de las razones por las cuales creo que lo mejor es mantenerse
muy informal cuando se discute este tipo de temas es que cuando la gente está discutiendo
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Discurso de Malcolm X "Puedes odiar las raíces de un árbol y no odiar al árbol"

Esta página forma parte de los Documentos históricos contenidos en Wikisource.

Discurso de Malcolm X, “Puedes odiar las raíces de un árbol y no odiar al árbol”. [Editar]

Primero hermanos y hermanas, quiero comenzar agradeciéndoles por haberse tomado la molestia de venir aquí esta noche, y en especial por haberme invitado a venir a Rochester a participar en este pequeño dialogo informal sobre temas que son de común interés para todos los elementos de la comunidad y para la comunidad de Rochester. Muchos nos engañamos a nosotros mismos creyendo que los afroamericanos somos los que nos encontramos aquí en Estados Unidos. América consiste en Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica. Cualquier persona de ascendencia africana en Sudamérica es afroamericana. Cualquiera que viva en Norteamérica, incluso en Canadá, es afroamericano si es de ascendencia africana. Incluso los que viven en el Caribe son afroamericanos. Así que cuando yo hablo del afroamericano no estoy hablando únicamente de los veintidós millones que nos hallamos aquí en Estados Unidos. Los afroamericanos comprendemos el gran número de personas del hemisferio occidental desde el extremo sur de Sudamérica hasta el extremo norte de Norteamérica que, si se investiga la historia de estos pueblos, tenemos una herencia común y un origen común. Como muchos de ustedes saben, deje el movimiento de los Musulmanes Negros y, durante el verano pasado, estuve cinco meses en el Medio Oriente y en el continente africano. Durante este tiempo visite muchos países. El primero fue Egipto, luego Arabia, después Kuwait, Líbano, Sudan, Kenia, Etiopia, Zanzíbar, Tanganika, que hoy es Tanzania, Nigeria, Ghana, guinea, Liberia, Argelia. Y en esos cinco meses tuve la oportunidad de sostener largas conversaciones con el presidente Nasser, de Egipto; el presidente Julius Nyerer, en Tanzania; Jomo Kenyatta, en Kenia; Milton Obote, en Uganda; Azikiew, en Nigeria; Nkumah. En Ghana, y Sekou Toure, en Guinea.Y durante las conversaciones con estos hombres, y con otros africanos en aquel continente, intercambiamos mucha información que definitivamente amplio mi entendimiento, y, creo, mi visión. Así que desde que regrese no he tenido ningún deseo de enredarme en disputas sin importancia con cabezas huecas o gente mezquina que de causalidad, pertenecen a ciertas organizaciones, y que se van a basar en hechos engañosos que no conducen a nada, cuando tenemos problemas bien complejos que estamos tratando de resolver. Así que no vine a hablar acerca de ninguno de estos movimientos que están en pugna entre sí. He venido a hablar del problema que todos tenemos delante. Y voy a hacerlo de manera muy informal. No me gusta atenerme a métodos o procedimientos formales cuando hablo ante el público, porque me doy cuenta de que usualmente la conversación que sostengo gira en torno a cuestiones de raza o cuestiones raciales, que no es por culpa mía. No fui yo quien creo el problema racial. Y saben que no vine a Estados Unidos en el barco Mayflower ni tampoco por voluntad propia. A nuestro pueblo lo trajeron aquí contra su voluntad, contra nuestra voluntad. Por eso, si ahora representamos un problema, no deberían culparnos por estar aquí.

Ellos fueron los que nos trajeron. Una de las razones por las cuales creo que lo mejor es mantenerse muy informal cuando se discute este tipo de temas es que cuando la gente está discutiendo

cuestiones de raza tiene la tendencia a ser intolerantes, de volverse muy emotiva, se acalora mucho… especialmente blancos. Me he dado cuenta de que los blancos por lo general son muy inteligentes hasta que te pones hablar con ellos del problema racial; entonces se vuelven más ciegos que los murciélagos y quieren hacerte ver cosas que son exactamente lo opuesto a la verdad, aunque ellos mismos lo saben…Para aclarar mi posición, como, lo hice hoy en Colgate, soy musulmán, lo cual quiere decir simplemente que mi religión es el Islam. Creo en dios, el Ser supremo, el creador del universo. Y es una religión muy sencilla, fácil de comprender. Creo en un solo Dios. Si fueran muchos, serian una religión muy confusa. Así que creo en un solo Dios, y creo que ese Dios tenía una religión, tiene una religión y siempre tendrá una religión. Y que ese Dios enseño a todos los profetas la misma religión. Por lo tanto no se trata de debatir quien haya sido el más grande o el mejor: Moisés, cristo o Muhammad, o alguno de los otros. Todos fueron profetas que vinieron de un solo Dios. Ellos tenían una doctrina, y esa doctrina fue diseñada para darle claridad a la humanidad, para que toda la humanidad, para que toda la humanidad viera que era un solo género humano, y así tener la hermandad que fuera practicada en la tierra. Eso es lo que yo creo. Y después de aceptar la identidad única de dios, creo en la hermandad del hombre. Sin embargo, a pesar de que creo en la hermandad del hombre tengo que ser realista y entender que aquí en los Estados Unidos nos encontramos en una sociedad que no practica la fraternidad. No practica lo que predica. Predica la fraternidad pero no la práctica. Y ya que esta sociedad no la practica la fraternidad, los que somos, los que nos separamos del movimiento de los Musulmanes Negros y nos reagrupamos como musulmanes con base en el Islam ortodoxo, creemos en la fraternidad del Islam .Pero también nos damos cuenta de que el problema que afecta al pueblo negro en este país es tan complejo y tan enredado, y ha existido durante tanto tiempo sin ser resuelto, que es absolutamente necesario que formemos otra organización .Y eso fue lo que hicimos. Es una organización laica que se conoce como la Organización de la Unidad Afroamericana, y que está estructurada para permitir la participación activa de todo afroamericano, de cualquier norteamericano, con un programa cuyo fin es eliminar los males políticos, económicos y sociales que nuestro pueblo padece en esta sociedad. Y tenemos esa estructura porque nos damos cuenta de que tenemos que luchar contra los males de una sociedad que no logro producir la fraternidad entre los miembros de dicha sociedad. Esto de ninguna manera significa que somos anti blancos, antiazules, antiverdes o antiamarillos. Somos antimaldad. Somos antidiscriminacion. Somos antisegregados. Estamos en contra de todo el que practique cualquier forma de segregación o discriminación contra nosotros simplemente porque no seamos de un color que les resulte aceptable. Creemos en luchar contra eso. No juzgamos a un hombre por el color de su piel. No te juzgamos por ser blanco; no te juzgamos por ser negro; No te juzgamos por moreno. Te juzgamos por lo que haces y por lo que practicas. Y mientras practiques la maldad, estaremos en tu contra. Y para nosotros la principal, maldad es la maldad que se basa en juzgar a un hombre por el color de su piel. Y creo que nadie aquí puede negar que vivamos en una sociedad que simplemente no juzga a un hombre de acuerdo con su talento, con sus capacidades, con sus credenciales, con sus credenciales académicas o con su falta de credenciales académicas. Esta sociedad juzga a los hombres exclusivamente por el color de su piel. Si eres blanco puedes salir adelante, y si eres negro tienes que luchar para avanzar a cada paso, y aun así no sales adelante. Vivimos en una sociedad que en gran medida está controlada por gente que cree en la segregación. Vivimos en una sociedad que en gran medida está controlada, por gente que cree en el racismo y practica la segregación, la discriminación y el racismo. Creemos en… y digo que está controlada por los segregacionistas, por los racistas. Y puedes comprobarlo cuando ves la política sistemática que esta sociedad que esta sociedad aplica en todo el mundo. En estos instantes en Asia el Ejército Norteamericano está dejando caer bombas sobre la gente de piel oscura. No pueden decir

masacrados por los aviones. ¿Por qué no hubo protestas? ¿Por qué no le preocupo a nadie?.Porque una vez más la prensa, de forma muy hábil, había convertido a las víctimas en criminales, y a los criminales en víctimas. Fíjate: cuando mencionan las aldeas, dicen que están “controladas por los rebeldes”. Es decir como son aldeas controladas por los rebeldes, pueden destruir a la población, y está perfectamente bien. También se refieren a estos mercaderes de la muerte como “pilotos cubanos anticastristas entrenados por Estados Unidos”. Entonces según ellos todo está muy bien. Porque estos pilotos, estos mercenarios, tu sabes lo que es un mercenario, no se trata de un patriota. Mercenarios no son los que van a la guerra por amor a su patria. Un mercenario es un matón a sueldo. Es alguien que mata, que derrama sangre por dinero, la sangre del que sea. Mata a un ser humano tan fácilmente como mata a un gato perro o una gallina. Así que estos mercenarios dejan caer bombas sobre aldeas africanas, sin preocuparse en lo más mínimo si se trata no de mujeres, niños y bebes inocentes e indefensos los que están siendo destruidos por sus bombas. Pero como los llaman “mercenarios” y les dan un nombre pretencioso, no te alteras. Y como los presentan como pilotos con “entrenamiento norteamericano”, y son entrenados por Estados Unidos, eso los vuelve aceptables. “Cubanos anticastristas”, eso los vuelve aceptables. Castro es un monstruo, por eso cualquiera que se oponga a Castro lo aceptamos, y de allí en adelante pueden hacer lo que les plazca, nosotros lo aceptamos. ¿Ves cómo te engañan? Secuestran tu mente y se la llevan donde las plazca. La prensa atiza la histeria del público blanco. Luego, cambia de Angulo y trata de suscitar la simpatía del publico blanco. Y luego cambio de ángulo nuevamente y trata de hacer que el público blanco apoye cualquier acción criminal en la que ellos estén planeando involucrar a Estados Unidos. Acuérdense de que cuando hablaban de rehenes los llamaban “rehenes blancos”. No “rehenes”. Decían que estos “caníbales” en el Congo tenían rehenes blancos. ¡Ah! Y esto a ustedes los sacudió. Monjas blancas, sacerdotes blancos, misioneros blancos. ¿Qué diferencia hay entre un rehén blanco y un rehén negro? ¿Qué diferencia hay entre una vida blanca y una vida negra? Ustedes han de creer que hay diferencia porque su prensa especifica la blancura. “Diecinueve rehenes blancos”, les martirizan el corazón.

Yo estaba en África durante el verano cuando ellos…. Cuando los mercenarios y los pilotos estaban acribillando a gente negra en el Congo como si fueran moscas. Ni siquiera lo mencionaron en la prensa occidental. No lo mencionaron. Y si lo mencionaron, fue en la sección de anuncios clasificados, donde se necesitaría un microscopio para hallarlo. Y en ese momento los hermanos africanos, en un principio no estaban tomando rehenes. Solo comenzaron a tomar rehenes cuando se dieron cuenta de que esos pilotos estaban bombardeando sus aldeas. Y entonces tomaron rehenes, los llevaron a sus aldeas, y les advirtieron a los pilotos que si tiraban bombas sobre la aldea, iban a darle a su propia gente. Era una maniobra de guerra. Estaban en guerra. Únicamente tomaban un rehén en la aldea para evitar que los mercenarios asesinaran de forma masiva a la gente de esos pueblos. No los hicieron rehenes porque fueran caníbales. O porque se les ocurriera que su carne era sabrosa. Algunos de esos misioneros habían estado allí durante cuarenta años y no se los habían comido. Si hubieran querido comérselos se los habrían comido cuando estaban tiernos. Es que esa vieja carne blanca no se puede digerir ni siquiera cuando es de gallina vieja. Tienes que comprender. Hasta 1959, la imagen del continente africano la crearon los enemigos de África. África era una tierra dominada por potencias extranjeras. Una tierra dominada por los europeos. Y mientras eran estos europeos los que dominaban el continente de África, eran ellos quienes creaban la imagen de África que se proyectaba en el exterior. Y a África y al pueblo de África los

proyectaban con una imagen negativa, una imagen odiosa. Nos hicieron creer que África era una tierra de junglas, una tierra de animales, una tierra de caníbales y salvajes. Era una imagen odiosa. ¿Por qué? Porque los opresores saben que no pueden hacer que odies la raíz sin hacer que también odies el árbol. No puedes odiar tus orígenes, sin acabar por odiarte a ti mismo. Y como todos vinimos de África, no pueden hacer que odiemos África sin hacer que nos odiemos a nosotros mismos. Lo lograron de una manera muy hábil. ¿Y cuál fue el resultado? Veintidós millones de negros aquí en Estados Unidos que odiaban todo lo nuestro que fuera africano. Odiábamos las características africanas, odiábamos nuestro cabello, odiábamos nuestra nariz, la forma de nuestra nariz, la forma de nuestros labios y el color de nuestra piel. Si, lo odiábamos. Y fueron ustedes los que nos enseñaron a odiarnos al manipularnos astutamente para que odiáramos a nuestros antepasados y al pueblo de ese continente. Mientras odiábamos a ese pueblo, nos odiábamos a nosotros mismos. Mientras siguiéramos odiando la imagen falsa de ese pueblo seguiríamos odiando nuestra verdadera apariencia. Y a mí me llaman maestro del odio. Es que ustedes nos enseñaron a odiarnos. Le enseñaron al mundo a odiar a toda una raza de gente y ahora tienen el descaro de culparnos por odiarlos a ustedes, simplemente porque no nos gusta la soga que nos ponen al cuello. Cuando se le enseñan a un hombre a que odie sus labios, los labios que Dios le dio, la forma de la nariz que Dios le dio, la textura del cabello que Dios le dio, el color de la piel que Dios le dio, se comete el peor crimen que una raza puede cometer. Y ese es el crimen que ustedes han cometido. Nuestro color se convirtió en una cadena, una cadena psicológica. Nuestra sangre, la sangre africana, se convirtió en una cadena psicológica, una prisión, porque estábamos avergonzados en ella. Y aunque hay gente que te dirá a la cara que no estaba avergonzada, ¡si lo estaba! Nos sentíamos atrapados porque nos corría sangre africana en las venas.

Así es como nos hicieron prisioneros. No simplemente con traernos y hacernos esclavos. Sino que la imagen que crearon de nuestro suelo materno y la imagen que crearon de nuestro pueblo en ese continente era una trampa, era una prisión era una cadena. Es la peor forma de esclavitud que haya sido inventada jamás en la historia de mundo por una raza supuestamente civilizada y por una nación supuestamente civilizada. Y en este país puede verse todavía el resultado de todo esto entre nuestro pueblo. Al odiar nuestra sangre africana, nos sentíamos inadecuados, nos sentíamos inferiores, nos sentíamos impotentes. Y en nuestro estado de impotencia no trabajamos para ayudarnos a nosotros mismos. Recurrimos a ustedes y les pedimos ayuda, y decidieron no ayudarnos. Nos sentíamos inadecuados. Recurrimos a ustedes para pedirles consejos y nos aconsejaron mal. Les pedimos dirección y nos tenían dando vueltas en círculos. Pero las cosas han cambiado. Dentro de nosotros mismos… Los años entre 1954 y 1964, ¿Qué impacto, que efecto tuvo sobre el afroamericano, sobre el negro norteamericano? Conforme al negro de África obtuvo su independencia, eso le permitió forjar su propia imagen. Hasta 1959, cuando tú y yo pensábamos en un africano, pensábamos en una persona desnuda que venía con tantanes, con huesos atravesados por la nariz. ¡Claro que sí! Ésa era la única imagen mental que tenías del africano. Y desde 1959, cuando comenzaron a ingresar en la ONU y los veías en televisión, te quedabas sorprendido. Esos africanos podían hablar inglés mejor que tú. Eran más sensatos que tú. Tenían más libertad que tú. Y a los lugares a los que tú siquiera podías ir, lugares donde no podías entrar, lo único que ellos tenían que hacer era ponerse su túnica y pasaban sin problemas. Esto tenía que sacudirte. Y solo cuando te sacudieron empezaste realmente a despertar. Mientras las naciones africanas obtenían su independencia y la imagen del continente africano comenzaba a cambiar, al mismo grado que la

los más insatisfechos, los más intransigentes de la comunidad negra. Y en la medida que este movimiento creció atrajo a todos estos elementos militantes, intransigentes e insatisfechos. El movimiento en sí supuestamente estaba basado en la religión del Islam y por lo tanto era supuestamente un movimiento religioso. Pero el mundo del Islam o el mundo musulmán ortodoxo jamás hubiera aceptado el movimiento de los musulmanes Negros como parte auténticas de esa religión, así que los que pertenecíamos a ese movimiento quedamos en una especie de vacío religioso. Nos hacía falta identificarnos con base en una religión, pero el mundo en que se practicaba esa religión nos rechazaba por no ser practicantes genuinos. También y el gobierno trató de manipularnos y de tildarnos como políticos y no como religiosos, de manera que nos pudiera acusar de sedición y subversión. Ésta es la única razón. Sin embargo, aunque nos calificaron de políticos, como nunca se nos permitió participar en la política, políticamente también estábamos en un vacío. Estábamos en un vacío religioso. Estábamos en un vacío político. En realidad estábamos enajenados, separados de todo tipo de actividad: incluso, del mundo contra el que estábamos luchando.

Nos convertimos en una especie de híbrido religioso - político, quedamos aislados. Sin involucrarnos en nada, parados al margen y condenando todo. Pero sin poder corregir nada porque no podíamos actuar. Pero al mismo tiempo, la naturaleza del movimiento era tal que atraía a los activistas. Atraía a los que querían acción. Atraía a los que querían hacer algo contra los males que enfrentaban todos los negros. No nos preocupaba tanto la religión del negro. Porque fuera metodista o bautista o ateo o agnóstico, todos vivíamos en las mismas condiciones infernales. Entonces veíamos que teníamos que actuar, hacer algo, y los que éramos activistas quedamos decepcionados, desilusionados. Finalmente, se produjo disensión y nos escindimos. Los que nos separamos éramos los verdaderos activistas del movimiento, los que éramos lo suficiente inteligentes como para desear un programa que nos permitiera luchar por los derechos de todos los negros aquí en el hemisferio occidental. Pero al mismo tiempo queríamos nuestra religión. Entonces cuando nos separamos, lo primero que hicimos fue reagruparnos en una nueva organización conocida como Mezquita Musulmana, con sede en Nueva York. Y en esa organización adoptamos la religión autentica y ortodoxa del Islam, que es una religión fraternal. Al aceptar esta religión montar una organización que pudiera practicas esa religión, inmediatamente esta Mezquita Musulmana fue reconocida y apoyada por los funcionarios religiosos del mundo musulmán, y al mismo tiempo nos dimos cuenta de que en esta sociedad teníamos un problema que iba mucho más allá de la religión... Y por esa razón establecimos la Organización de la Unidad Afroamericana, con el propósito de que cualquier miembro de la comunidad pudiera participar en un programa de acción diseñado para lograr el pleno reconocimiento y respeto del pueblo negro como parte del género humano. El lema de la Organización de la Unidad Afroamericana es: "Por todos los medios que sean necesarios". No creemos que podamos ganar una batalla tratando de ganarnos el afecto de aquellos que durante tanto tiempo nos han oprimido y explotado. Creemos que nuestra lucha es justa. Creemos que nuestras reivindicaciones son justas. Creemos que las injusticas contra los negros en esta sociedad son un crimen y los que se involucran en dichas prácticas criminales no pueden ser vistos más que como criminales. Y creemos que tenemos derecho a luchar contra esos criminales por todos los medios que sean necesarios. Esto no significa que favorecemos la violencia. Sin embargo, hemos visto que el gobierno federal ha mostrado su incapacidad, su absoluta falta de voluntad de proteger la vida y propiedad de los negros. Hemos visto como los racistas blancos organizados, miembros

del Ku Klux Klan, del Consejo de Ciudadanos Blancos y otros grupos, entran en las comunidades negras y toman a un negro, y lo hacen desaparecer y no se hace nada al respecto. Yo solía ver a los diplomáticos africanos en la ONU denunciar las injusticias que se cometían contra los negros en Mozambique, en Angola, en el Congo, en Sudáfrica, y me preguntaba por qué y cómo podían regresar a sus hoteles y encender el televisor y ver que a unas cuadras de allí perros policía estaban mordiendo a los negros, y ver que , apenas a unas cuadras, la policía les partía la cabeza a los negros con sus cachiporras, y que, apenas a unas cuadras, lanzaban agua contra los negros con tanta presión que nos desgarraban la ropa. Y yo me preguntaba cómo podían hablar tanto a cerca de lo que pasaba en Angola y en Mozambique y en todos esos estados violentos, ver lo que sucedía a unas cuadras, y pararse frente al podio de la ONU y no decir nada al respecto.

Así que fui y lo discutí con algunos de ellos. Y me dijeron que mientras el negro en Estados Unidos califique su lucha como una lucha por los derechos civiles, en el contexto de los derechos civiles es una cuestión interna y permanece bajo la jurisdicción de Estados Unidos. Y si alguno de ellos abriera la boca para decir algo al respecto, se consideraría una violación de las leyes y normas del protocolo. Y la diferencia con los otros pueblos era que ellos no calificaban sus reivindicaciones como reivindicaciones por los “derechos civiles”, sino que las calificaban como reivindicaciones por los “derechos humanos”. Los “derechos civiles” están bajo la jurisdicción del gobierno donde se disputan. Pero los “derechos humanos” son parte de la carta de Naciones Unidas.Todas las naciones que firmaron la carta de la ONU redactaron la Declaración de los Derechos Humanos, y cualquiera que clasifique sus reivindicaciones bajo el título de violaciones de los “derechos humanos”, esos reclamos se puedan llevar ante Naciones Unidas, y pueden ser discutidos por el mundo entero. Mientras se les llame “derechos civiles” solo puedes buscar aliados entre la gente de la comunidad vecina, que a menudo es la responsable de tus problemas. Pero cuando son “derechos humanos”, se convierte en asunto internacional. Entonces puedes llevar tus problemas a la corte Internacional. Los puedes presentar ante el mundo. Y cualquiera, en cualquier parte del mundo, puede ser tu aliado.Por eso, uno de los primeros pasos que tomamos, los que estábamos en la Organización de la Unidad Afroamericana, fue elaborar un programa que haría que nuestra reivindicaciones se volvieran reivindicaciones internacionales, y haría que el mundo viera que nuestro problema ya no era un problema de los negros o un problema norteamericano, sino un problema humano; un problema para la humanidad. Y un problema, que debería ser abordado por todos los elementos de la humanidad; un problema tan complejo que sería imposible que el Tío Sam lo resolviera por su cuenta. Y por eso queremos ir ante un organismo o una conferencia con gente que pueda ayudarnos a rectificar esta situación, antes de que se vuelva tan explosiva que ya nadie la pueda manejar.