Cuento 1: El Jardín Encantado
Había una vez un pequeño pueblo rodeado de bosques misteriosos. En el corazón de esos
bosques, se encontraba un jardín encantado del cual se contaban muchas leyendas. La gente del
pueblo siempre había sentido curiosidad, pero nadie se atrevía a aventurarse en él.
Un día, una joven valiente llamada Elena decidió explorar el jardín encantado. Armada con un viejo
mapa que encontró en la biblioteca del pueblo, se adentró en el bosque con determinación.
Mientras caminaba entre árboles ancianos y senderos cubiertos de musgo, finalmente llegó al
mágico jardín.
Allí descubrió flores que brillaban en la oscuridad, arbustos que susurraban secretos antiguos y
mariposas que dejaban un rastro de polvo de estrellas a su paso. En el centro del jardín, encontró
una fuente con agua cristalina que concedía deseos.
Elena decidió hacer un deseo: "Que este jardín siempre permanezca mágico, pero que la gente del
pueblo también pueda disfrutar de su belleza sin temor". Su deseo se hizo realidad, y el jardín
encantado se convirtió en un lugar donde la magia coexistía pacíficamente con el mundo real.
Elena regresó al pueblo y compartió sus experiencias. Desde entonces, la gente visitaba el jardín
para encontrar inspiración y asombro, agradeciendo a la valentía de Elena por haber revelado la
magia que yacía oculta en los bosques.
Cuento 2: El Viaje del Pequeño Astronauta
Había una vez un niño llamado Leo que soñaba con ser astronauta. Miraba las estrellas todas las
noches desde la ventana de su habitación, imaginando aventuras en galaxias lejanas.
Una noche, mientras observaba el cielo, una estrella fugaz cruzó el firmamento. Leo cerró los ojos
y deseó con todas sus fuerzas tener la oportunidad de viajar al espacio. Para su sorpresa, al abrir
los ojos, se encontró en una nave espacial brillante y colorida.
