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El teletrabajo: causa de la fatiga y el agotamiento, Resúmenes de Psicología Clínica

Este documento analiza las razones por las que el teletrabajo puede hacer sentir a los trabajadores más cansados y agotados. Se abordan temas como la falta de autonomía, la intensificación de interacciones, la perdida de límites entre trabajo y vida personal, y la autoexplotación. Se ofrece la recomendación de adoptar estrategias de autocuidado y colocar límites a los demás.

Qué aprenderás

  • ¿Por qué el teletrabajo puede hacer sentir a los trabajadores más cansados?
  • ¿Cómo se intensifican las interacciones en el teletrabajo?
  • ¿Cómo se ve afectada la autonomía en el teletrabajo?

Tipo: Resúmenes

2019/2020

Subido el 01/02/2022

martinvel13
martinvel13 🇨🇴

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¿POR QUÉ ME SIENTO MÁS CANSADO EN EL TELETRABAJO?
El teletrabajo improvisado e involuntario como antídoto y veneno
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Por: Johnny Orejuela
Abril de 2020.
Que el imperativo del superyó no te empuje a la actividad compulsiva
e impida que se experimente el placer en el cerebro
cuando el tiempo sobra o se ahorra.
El teletrabajo, esta solución imperfecta pero la mejor posible dentro de todas,
no deja de producir un efecto común del que todos los trabajadores hablamos y
nos estamos quejando. Cuando se nos pregunta ¿cómo estamos?: “mas
cansados, respondemos al unísono. ¿Qué razones lo explican? Veamos aquí
algunas posibles, entre otras:
El teletrabajo involuntario e improvisado. en esta crisis, el teletrabajo se
implanto bajo condiciones que no le son necesariamente, inherentes, propias:
involuntario e improvisado. Esto trae como efecto un mayor desgaste
emocional, que a la postre también deriva en mayor agotamiento y síntomas de
cansancio. Se violo el principio de autonomía, pues no se nos preguntó si
consentíamos o no con llevarlo a cabo. También se violó el principio de
planeación y garantía de condiciones para su efectivo desarrollo, pues, la crisis
obligo a fuera de improvisto, improvisado. Es decir, ni se tienen las condiciones
adecuadas (ergonómicas, físicas, tecnológicas, etc.), ni se consintió plenamente,
en autonomía, para llevarlo a cabo. Efecto: muchos estamos luchando,
resistiéndonos emocionalmente a algo que nos tocó asumir, no que elegimos.
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Agradezco a mis colegas y amigos del Departamento de psicología de la universidad Eafit, quienes con sus relatos
inspiraron este escrito.
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¿POR QUÉ ME SIENTO MÁS CANSADO EN EL TELETRABAJO?

El teletrabajo improvisado e involuntario como antídoto y veneno^1 Por: Johnny Orejuela Abril de 2020. Que el imperativo del superyó no te empuje a la actividad compulsiva e impida que se experimente el placer en el cerebro cuando el tiempo sobra o se ahorra. El teletrabajo, esta solución imperfecta pero la mejor posible dentro de todas, no deja de producir un efecto común del que todos los trabajadores hablamos y nos estamos quejando. Cuando se nos pregunta ¿cómo estamos?: “mas cansados”, respondemos al unísono. ¿Qué razones lo explican? Veamos aquí algunas posibles, entre otras: El teletrabajo involuntario e improvisado. en esta crisis, el teletrabajo se implanto bajo condiciones que no le son necesariamente, inherentes, propias : involuntario e improvisado. Esto trae como efecto un mayor desgaste emocional, que a la postre también deriva en mayor agotamiento y síntomas de cansancio. Se violo el principio de autonomía , pues no se nos preguntó si consentíamos o no con llevarlo a cabo. También se violó el principio de planeación y garantía de condiciones para su efectivo desarrollo, pues, la crisis obligo a fuera de improvisto, improvisado. Es decir, ni se tienen las condiciones adecuadas (ergonómicas, físicas, tecnológicas, etc.), ni se consintió plenamente, en autonomía, para llevarlo a cabo. Efecto: muchos estamos luchando, resistiéndonos emocionalmente a algo que nos tocó asumir, no que elegimos. (^1) Agradezco a mis colegas y amigos del Departamento de psicología de la universidad Eafit, quienes con sus relatos inspiraron este escrito.

El teletrabajo y confinamiento, mala combinación. Tal y como obligo a ser implantado el teletrabajo han implicado un forzoso sedentarismo. Esto trae como efecto que nos hemos venido desacondicionando físicamente, mucha inactivada o poca actividad, pasamos de la cama a la silla del escritorio y de esta a la del comedor o la sala de televisión. Los músculos se están desacondicionando. Pero, además, dice el experto fisioterapeuta Leonardo Núñez que: tenemos electropositividad exacerbada en el ambiente y cuerpo, esto hace que el cuerpo se sature y en lo electromagnético, hidrodinámico y motriz se van ralentizando los procesos biológicos. Para evitar esto la recomendación es moverse de modo regular por medio de la pausa activa voluntaria o espontanea. Intensificación simultanea de interacciones. El teletrabajo al ser virtual y no co-presencial no coloca limite, ritmo a las interacciones, se pierde el turno y todos interactuamos con todos simultáneamente. Así, se da una intensificación involuntaria de lazo relacional de manera concurrente, simultanea. Esto a la postre es aumento indirecto de la carga de trabajo, pues, para la gran mayoría, nuestro trabajo implica o se resuelve a través de interacciones. El relacionamiento y la subjetividad tienen una centralidad estratégica en el desempeño en sistemas de servicio, donde nosotros proveemos la atención “cara a cara”, como el caso de los profesores. Aprender y trabajar a la vez. En a medida que no estábamos preparados para pasar a la virtualidad y el teletrabajo, y esta demanda tener competencias de las que carecemos para operar con los medios tecnológicos, esto ha implicado aprender a manejar herramientas, aparatos y entornos digitales y desarrollar destrezas para ello, mientras, a la vez, seguimos dando los resultados de trabajo habitualmente esperados, pues, el trabajo no para. Perdida del límite entre vida laboral y vida personal/familiar. El teletrabajo combinado con el confinamiento, lo que es un agravante, hace que se pierda el límite, el equilibrio, entre vida pública del trabajo y la vida privada del ámbito personal y familiar. Ambas han quedado involuntariamente condensadas en el

(Erhenberg); muchos cursos y actividades terminan abortándose, también es cierto. Doble jornada generalizada. Al trabajar en casa y sin que el confinamiento permita que alguna empleada del servicio domestico te ayude, te ves en la obligación de ocuparte de las labores del hogar (la otra jornada de trabajo), más aún si vives solo; esto hace que tengas que trabajar después de trabajar, hacer trabajo doméstico después del trabajo formal. Las mujeres saben más de esto, lo resienten y han sobrellevado desde hace mucho tiempo. Los hombres pueden estar empezando a sensibilizarse y entender lo extenuante que resulta esto. El teletrabajo tal y como lo estamos llevando a cabo hoy hace que nos interroguemos sobre el tiempo y uso; ese recurso social (socioeconomía) que cada uno experimenta de manera subjetiva (psicología), lógica y no solo cronológica (psicoanálisis), a pesar de ser una variable objetiva (física); el tiempo es ese paréntesis entre la vida y la muerte que define nuestra existencia (filosofía). Mauricio Cuartas, experto en neurociencia cognitiva, dice que el cerebro experimenta placer cuando ahorra tiempo, el teletrabajo quizás está bloqueando esa posibilidad. ¿Qué se puede hacer? La respuesta es quizás simple: ahora que estamos más conscientes de lo que posiblemente pasa, entonces estamos en la posibilidad de autocriticarnos, autorregularnos, desplegar estrategias de autocuidado y colocar límites a los otros con respeto y asertividad.