Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Aparato psíquico, esquema del peine, Esquemas y mapas conceptuales de Psicoanálisis

Aparato psíquico, esquema del peine

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2019/2020
En oferta
30 Puntos
Discount

Oferta a tiempo limitado


Subido el 24/05/2020

sebastian-enrique-villa
sebastian-enrique-villa 🇦🇷

4.8

(4)

6 documentos

1 / 11

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
El esquema en peine
Aquello que no ha sido debidamente simbolizado vuelve a aparecer en lo Real
(Jacques Lacan)
Recientemente un amigo me recomendó leer este articulo publicado en
Tendencias científicas 21 donde ciertos investigadores concluyen que “cuando
imaginamos nuestra actividad cerebral fluye en sentido contrario a cuando
percibimos”. Lo que es lo mismo que decir que algo parecido sucede cuando
soñamos o cuando alucinamos.
Me hizo gracia que los investigadores citados hicieran este “descubrimiento” a
través de investigaciones de neuroimagen sin citar a Sigmund Freud que fue el
que lo publicó en 1900 en un texto ya clásico conocido como “Interpretación de los
sueños”. En él Freud explica como se construyen las imágenes oníricas en
“marcha atrás” de atrás adelante (del inconsciente al consciente perceptivo) y a a
través de un constructo que ha venido en llamarse “esquema en peine”.
Freud utiliza un esquema, llamado “el esquema del peine” para explicar como se
usan las representaciones y el afecto en el aparato psíquico. Este gráfico es parte
de lo que se llama la I tópica Freudiana y en él podemos ver como el aparato
perceptivo (izquierda y P) es por donde entra la impresión sensorial siendo M (en
el extremo derecho) por donde sale es decir la motilidad.
pf3
pf4
pf5
pf8
pf9
pfa
Discount

En oferta

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Aparato psíquico, esquema del peine y más Esquemas y mapas conceptuales en PDF de Psicoanálisis solo en Docsity!

El esquema en peine

Aquello que no ha sido debidamente simbolizado vuelve a aparecer en lo Real (Jacques Lacan) Recientemente un amigo me recomendó leer este articulo publicado en Tendencias científicas 21 donde ciertos investigadores concluyen que “cuando imaginamos nuestra actividad cerebral fluye en sentido contrario a cuando percibimos”. Lo que es lo mismo que decir que algo parecido sucede cuando soñamos o cuando alucinamos. Me hizo gracia que los investigadores citados hicieran este “descubrimiento” a través de investigaciones de neuroimagen sin citar a Sigmund Freud que fue el que lo publicó en 1900 en un texto ya clásico conocido como “Interpretación de los sueños”. En él Freud explica como se construyen las imágenes oníricas en “marcha atrás” de atrás adelante (del inconsciente al consciente perceptivo) y a a través de un constructo que ha venido en llamarse “esquema en peine”. Freud utiliza un esquema, llamado “el esquema del peine” para explicar como se usan las representaciones y el afecto en el aparato psíquico. Este gráfico es parte de lo que se llama la I tópica Freudiana y en él podemos ver como el aparato perceptivo (izquierda y P) es por donde entra la impresión sensorial siendo M (en el extremo derecho) por donde sale es decir la motilidad.

Freud imagina el psiquismo como una serie de barreras o lentes (de ahi la apariencia de peine) a través de las cuales la impresion sensorial progresa desde lo perceptivo hasta lo motor. La barreras o filtros (Mn, Mn´ Icc, Pcc) que atraviesa contienen a su vez impresiones mnésticas, es decir memoria y cada uno de esos filtros está especializado en un tipo de memoria (asociativa, nominal, imágenes, recuerdos, etc). Las impresiones atraviesan el inconsciente (Icc) y después el preconsciente (Pcc) que ya es M, es decir motor llegando a la conciencia en el extremo derecho. La 1ª topica freudiana.- Freud emplea el término “tópica” (del griego topos = lugar), en sentido metafórico, para indicar que no se puede comprender el psiquismo humano sin un modelo espacial que nos represente distintas regiones con su modo propio de funcionamiento y sus mutuas relaciones. Freud elabora su “primera tópica” en los últimos años del siglo XIX, la cual revisará nuevamente en 1920 (después de la cual no queda anulada la primera, sino que sería sustituida por la segunda).Dentro de la primera tópica encontramos: el inconsciente, el preconsciente, y el consciente. El Sistema Consciente Este sistema es el que nos hace relacionarnos en forma directa con la realidad a través de todo lo que percibimos. Las representaciones conscientes son todo lo que registramos ya sea afuera nuestro (lo que vemos, escuchamos, hacemos, etc.) como lo que pasa dentro (lo que recordamos, deseamos, sentimos, etc.).Por medio de la conciencia conocemos las cosas en forma reflexiva. Sin embargo para la teoría psicoanalítica no sólo el sistema consciente es el que percibe. También los inconsciente y lo preconsciente están presentes en el momento de percibir. Esa presencia hace que muchas veces la percepción esté distorsionada por algún deseo inconsciente que esté incidiendo. El Sistema Preconsciente Es el sistema situado entre el inconsciente y el consciente, separándole de aquél, la censura. Está formado por aquellos sentimientos, pensamientos, fantasías, etc. que no están presentes en la conciencia, pero que pueden hacerse presentes en cualquier momento. No hay que vencer gran resistencia para que se hagan conscientes. Cuando decimos por ejemplo: “Lo tengo en la punta de la lengua” casi siempre estamos haciendo referencia sin saberlo, a algo que está representado en nuestro preconsciente. El preconsciente funciona de acuerdo con las leyes de la lógica. El Sistema Inconsciente Es la zona realmente descubierta y en parte explorada por Freud, la cual él explica de la siguiente manera: “Denominaremos inconsciente a aquellas representaciones latentes de las que tenemos algún fundamento para sospechar que se hallan contenidas en la vida anímica…” , más adelante Freud profundiza afirmando: “Una representación inconsciente será entonces una representación que no percibimos, pero cuya existencia estamos, sin embargo, prontos a afirmar, basándonos en indicios y pruebas.”.

"APARATO PSÍQUICO Y REGRESIÓN" A través del estudio de los sueños Freud nos presenta al aparato psíquico y su forma de trabajo. Sin embargo, esta estructura da explicación de todo el funcionamiento del psiquismo abarcando también a fenómenos tales como los síntomas, actos fallidos, el chiste, etc. El término aparato remite a lo que está dispuesto para un fin, teniendo una vertiente que se dirige hacia aquello que se muestra y otra hacia lo que es útil. El aparato freudiano es un instrumento que sirve, que es utilizado para mostrar. Siendo una

organización que como conjunto de elementos reunidos, funciona. Funciona como un instrumento que muestra la realidad desde la particularidad del sujeto. Así cada sujeto porta sus síntomas y forma sus sueños. No podemos hablar de “la realidad” para todos, no hay universales, y estos fenómenos hacen referencia a lo más singular de cada uno. El vocablo fenómeno según el diccionario, es “toda manifestación o apariencia, tanto del orden material como del espiritual” (Varios Autores, 1.972, p. 529). Por lo que entendemos que éstos son una manifestación de la existencia de una instancia que no se conoce en forma directa, sino indirecta a través de estos efectos que aparecen en la conciencia. El capítulo “La regresión” - apartado B del capítulo VII de “La interpretación de los sueños” - comienza con una expresión que Freud toma de Fechner: “El escenario de los sueños es otro que el de la vida de representaciones de la vigilia.” (Freud, S. ,1.989, p.529). Y aclara que es este supuesto el que permitirá estudiar las características de los sueños. A partir de “ese otro escenario” ubica un lugar, una localidad psíquica. Este adjetivo sirve para no confundirla con un lugar anatómico porque señala que nos manejamos en el terreno de lo anímico. En este contexto citamos: “Imaginamos entonces el aparato psíquico como un instrumento compuesto a cuyos elementos llamaremos instancias o, en beneficio de la claridad, sistemas.” ( ant.cit.,p. 530) Como ya hemos indicado, se trata de una ficción o de una construcción ideal que imagina como un instrumento compuesto. A sus elementos los llama instancias o sistemas, que son espacios virtuales que mantienen una regulación peculiar. Es decir que en cada sistema rigen leyes de funcionamiento que les son propias. Estas leyes de funcionamiento son las que diferencian a los sistemas, y dan lugar a dos modos de trabajo que determinan procesos psíquicos distintos: proceso primario y proceso secundario. Estos son temas pendientes para un desarrollo posterior. Avanzamos un poco más y observamos que Freud utiliza en su descripción un simil : “Proponemos seguir esta sugerencia: imaginarnos el instrumento de que se valen las operaciones del alma como si fuera un microscopio compuesto, un aparato fotográfico, o algo semejante. La localidad psíquica corresponde entonces a un lugar en el interior de un aparato, en el que se produce uno de los estadios previos de la imagen. En el microscopio y en el telescopio, como es sabido, estas son en parte unas localizaciones ideales, unas zonas en las que no se sitúa ningún componente aprehensible del aparato”. (ant.cit.,p. 529/30)

Cabe agregar que las percepciones visuales tienen cualidad sensorial: nitidez y color, en tanto los recuerdos se presentan con escasa vivacidad sensorial o ninguna. Estas operaciones del aparato ocurren en la vida despierta, en que las excitaciones lo recorren desde el PP hacia el PM, en dirección progrediente. Pero en el estado del dormir, se produce una contracorriente de excitación, es decir que el aparato es recorrido en forma inversa, en dirección regrediente. Sin embargo, también en la vida de vigilia se produce esta contracorriente de excitación, por lo que la dirección regrediente no es privativa del dormir. La excitación llega hasta las huellas mnémicas que por ello se activan y aflora el recuerdo. En el fenómeno onírico es distinto y algo más complejo. Vamos a partir de lo que Freud indica al respecto en este apartado que estamos trabajando: “Hemos visto que nos resultaba imposible explicar la formación del sueño si no osábamos suponer la existencia de dos instancias psíquicas, una de las cuales sometía la actividad de la otra a una crítica cuya consecuencia era la exclusión de su devenir-conciente” (ant.cit., p.534) Freud conjetura que para la formación del sueño interviene una instancia que en principio señala como “criticada”, porque sus contenidos son displacenteros para la conciencia, y una instancia “criticadora” que tiene una relación más cercana con la conciencia. El sistema preconsciente se ubica en el extremo motor del aparato, y detrás de él sitúa el inconsciente. El preconsciente es el que gobierna sobre la motilidad voluntaria y conduce al sujeto en la vida de vigilia. Sus contenidos pueden alcanzar a la conciencia bajo específicas condiciones por ejemplo, cierto nivel de intensidad psíquica o investidura, que conocemos como atención. Siendo ese nivel de investidura el que le permitirá vencer la censura para acceder a la conciencia. Por otro lado, la censura que se erige entre el preconciente y el inconsciente, en el estado vigil mantiene y ejerce todo su vigor. Sin embargo en el estado del dormir, y merced a una serie de alteraciones propias de ese estado se rebaja, y aunque no totalmente, lo suficiente como para no detener el envión para la formación del sueño. Aquí Freud se pregunta: “... ¿en cuál de estos sistemas situamos el envión para la formación del sueño? (ant.cit., p.535) Siguiendo la lectura de su texto hallamos que la fuerza para la formación del sueño la aporta el sistema inconsciente; los contenidos de este sistema pujan por alcanzar la conciencia. El inconsciente insiste y ... la conciencia resiste, porque logra interponer esta función de repulsa que ejerce la censura. Al estar disminuida su potencia, se produce el fenómeno onírico camuflando el deseo inconsciente, con los restos diurnos del preconsciente. Estos, son residuos de vivencias de la vigilia que son recientes e

indiferentes, es decir que resultan inofensivos ante la censura. Este proceso da lugar a la formación de sueños no alucinatorios, que son aquellos que consisten en pensamientos, ideas que aparecen al soñante pero que no se muestran en imágenes visuales. En los sueños alucinatorios, la excitación adopta la dirección regrediente, es decir se dirige hacia el extremo sensorial alcanzando el polo perceptivo. De esta manera, los pensamientos, se mudan en las imágenes perceptivas de las cuales alguna vez surgieron. Constituyéndose éste en uno de los mecanismos del trabajo del sueño. Freud sostiene que el sistema inconsciente comprende a las representaciones de cosas, que son aquéllas esencialmente visuales. Y el sistema preconsciente se caracteriza por ligar la representación de cosa a la representación de palabra que le corresponde, siendo esta última predominantemente acústica. En el fenómeno onírico se retorna a la imagen de origen, perdiéndose además las relaciones conceptuales tales como “porque, o bien, por eso” y todas las preposiciones que hacen comprensibles las oraciones. Apareciendo un efecto de extrañeza propio de los sueños, aún en los de mejor composición. Otros mecanismos propios del trabajo del sueño como la condensación y el desplazamiento cooperan en producir ese efecto de extrañeza, por obra de la censura onírica. Como ya lo indicamos la censura está aminorada pero no está cancelada, y la prueba de ello es la desfiguración onírica. Así, condensación, desplazamiento y figurabilidad en imágenes visuales son mecanismos del trabajo del sueño que operan transformando el contenido latente del sueño en contenido manifiesto. Siendo éste último el que aparece en el relato del soñante, consistiendo no pocas veces en un solo retazo desde el cual se trata de reconstruir al sueño, en un intento de darle un orden para hacerlo más comprensible. A esto se denomina elaboración secundaria, que es el cuarto mecanismo del trabajo del sueño, y que puede estar o faltar. Actúa sobre el material ya elaborado por los restantes mecanismos, es decir en un segundo tiempo. De ahí deriva su nombre, y por lo expuesto, con el fin de introducir un guión coherente, deforma aún más al sueño. Volviendo a nuestro eje, en la regresión la animación alucinatoria se produce porque el polo perceptivo está vivamente investido, es decir que recibió abundantemente las intensidades adheridas en las representaciones. Y esto es efecto de las alteraciones propias del estado del dormir, en el cual se constata un recogimiento general de las investiduras o intensidades psíquicas, como consecuencia del deseo de dormir. Así las intensidades se van transfiriendo y en el camino de reflujo no sólo alcanzan la

No obstante, Freud nos enuncia en la introducción al capítulo VII “Sobre la psicología de los procesos oníricos”: “No puede obtenerse, o al menos no puede fundamentarse, una inferencia acerca de la construcción y del modo de trabajo del instrumento anímico por medio de la indagación del sueño o de cualquier otra operación tomada aisladamente, por cuidadosa que ella sea; para este fin deberá conjugarse lo que el estudio comparativo de toda una serie de operaciones psíquicas arroje como elementos de constancia necesaria” (ant.cit., p. 506 )