








Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
tema psicología que nos lleva observar detenidamente la ansiedad en tiempos actuales
Tipo: Apuntes
1 / 14
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Cómo lidiar con la ansiedad en tiempos de pandemia según la ciencia Esta pandemia nos ha cambiado nuestro presente y nuestro futuro. La normalidad cambió y como bien sabemos, todos los cambios generan consecuencias. Aunque nuestro organismo y nuestra mente están diseñadas para adaptarse al cambio, hay ocasiones en las que las circunstancias pueden hacer que esta tarea, que en la gran mayoría de personas se puede realizar de forma semi automática, en otras genere una dificultad mayor, sobre todo si estamos de alguna forma predispuestas para rechazar el cambio. Empecemos por entender que el cambio de por si no es bueno o malo, todos cambiamos a medida que pasa el tiempo. No solo renovamos constantemente nuestras células, sino que nuestro comportamiento y conocimiento también cambian todo el tiempo. Lo que sucede es que pocas veces somos conscientes de estos cambios y de la respectiva adaptación automática que vivimos. La ansiedad es precisamente una de las herramientas que poseemos para anticiparnos al cambio, la ansiedad es esa bandera que nos dice que hay algo en nuestro futuro para lo que parece ser que no estamos preparados y por consiguiente deberíamos empezar a actuar para ayudar en ese proceso de adaptación. Lo hacemos normalmente de forma automática porque ya en nuestro pasado hemos enfrentado situaciones parecidas que nos permiten experimentar de forma rápida posibles soluciones. Sin embargo, ninguno de nosotros nos habíamos enfrentado antes a una pandemia, ni a la voluminosa cantidad de información al respecto, la cual, en la mayoría de los casos en lugar de contribuir con nuestra necesidad de adaptación, lo que ha hecho es generar incertidumbre que ayuda inevitablemente a incrementar nuestra ansiedad. Seguramente podremos encontrar recomendaciones que nos ayuden a apartar del panorama la ansiedad, pero esta continuará ahí, pudiendo dejar o no secuelas para nuestro futuro. Es por esto que además de implementar herramientas que nos ayuden a sacar del panorama la ansiedad, lo recomendable es poder trabajar internamente también en fortalecer ese autoconocimiento de nuestras emociones para poder desarrollar de forma consciente una estrategia para adaptarnos al cambio y poder así salir triunfadores de este periodo de ansiedad, generando a su vez el conocimiento que nos ayude más adelante a salir de situaciones para las cuales no nos encontremos preparados. Se ha demostrado mediante estudios científicos que el ejercicio es talvez la principal herramienta con la que contamos para fomentar nuestro bienestar, tanto físico como mental, por lo tanto la primer recomendación es crear una rutina de ejercicios que nos permita todos los días salirnos de la angustia, ansiedad y demás emociones que fácilmente podrían llegar a ocasionarnos trastornos depresivos o de otra índole que altere y hasta ponga en peligro nuestra vida. De igual forma los estudios han demostrado el gran potencial que tiene para nuestro bienestar la meditación, el mindfulness o actividades similares que busque ponernos en contacto con nosotros mismos y alcanzar estados de tranquilidad y relajación. Para estados poco usuales como el que podemos vivir a causa de la pandemia, una gran recomendación es el permanecer en un estado de alerta que nos permita identificar aquellos detonadores de estados negativos y positivos durante el día. Esto con el objetivo de buscar la forma de disminuir los efectos de aquellos negativos y precisamente poder acudir a los positivos cuando lo podamos requerir.
Estructurar e implementar un Plan de Vida nos genera el conocimiento que requerimos para poder enfrentarnos con mejores herramientas al diario vivir, especialmente en una sociedad que está cambiando diariamente. Uno de los mayores detonantes de las adicciones es el sentimiento de ansiedad y durante casi todo el 2020 fue quizá la emoción más presente en la vida de las personas, como consecuencia de la pandemia de Covid. Adicciones tales como el alcoholismo, el tabaquismo, el comer compulsivamente, a la pornografía, a las redes sociales, a las compras compulsivas, etc., se dispararon de manera descomunal y muchas familias agravaron su ya de por sí difícil situación. El encierro impidió a muchos que bajaran su estrés por medio del ejercicio y creó más conflictos familiares. Todos teníamos la esperanza que llegando el 2021 superaríamos al virus, pero parece que se va a tardar un poco más. Aprender a vivir con la incertidumbre es un reto difícil pero no imposible, que por nuestro bien debemos aprender si queremos no enfermarnos ni desmotivarnos. La ansiedad es un trastorno común en estos meses de incertidumbre, pero hay ciertas claves para sobrellevarlo. Estamos viviendo una situación nueva para todos. Sobre ella cierna mucha incertidumbre. No sabes cuándo va a acabar ni cómo atajarla al 100 por ciento hasta que no haya una vacuna disponible. Debemos protegernos y proteger a los demás. Nos tenemos que acostumbrar a esta nueva normalidad y a muchos, esto puede generarles ansiedad. Mario Alonso Puig es médico especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, y ha dedicado gran parte de su trayectoria a explorar el impacto que tienen los procesos mentales en el despliegue de nuestros talentos y en los niveles de salud. Frente a este tipo de situaciones recuerda cómo muchas veces estamos atrapados en patrones limitantes que no nos dejan abrir nuevas posibilidades en nuestra vida. El doctor Puig es autor de Reinventarse: Tu segunda oportunidad, un manual que intenta aportar las claves para adaptarnos a nuevas realidades. En él cuenta, tal y cómo confiesa en una entrevista con Infosalus, que estamos muy habituados a ser dirigidos por patrones mentales que han funcionado bien en el terreno conocido, pero que ahora, que estamos en una nueva realidad, debemos abrirnos mentalmente, porque si no no saldremos adelante. “La reinvención es el camino que nos permite ampliar la forma de ver las cosas, es un camino para aprender a pensar de otra manera, a sentir de otra manera, y a actuar de forma que esa nueva forma de pensar, de sentir, y de actuar me den más opciones para salir adelante en un mundo que
máximo posible la ansiedad que pueda generarnos esta nueva realidad, o simplemente lograr un camino más fácil a la hora de adaptarnos, para ello propone tener en mente la palabra aceptar. “Aceptar no es claudicar, sino asumir que estamos ante una nueva realidad. La persona que se resigna ve qué hay, y se siente y declara impotente. Sin embargo, la que acepta, la reconoce, y pone en marcha diferentes recursos para hacerle frente”, aconseja. Por eso, según insiste Mario Alonso Puig, es muy mala opción el añorar un pasado que no volverá, sino que debemos abrazar la nueva realidad sabiendo que todas las realidades tienen sus peligros y realidades. Así que hay les van sugerencias sencillas que pueden ayudar a mejorar nuestra convivencia y a sentirnos más optimistas de cara al futuro:
Las nuevas realidades del teletrabajo, el desempleo temporal, la enseñanza en casa y la falta de contacto físico con familiares, amigos y colegas requieren tiempo para acostumbrarse. Adaptarnos a estos cambios en los hábitos de vida y enfrentarnos al temor de contraer la COVID-19 y a la preocupación por las personas próximas más vulnerables es difícil, y puede resultar especialmente duro para las personas con trastornos de salud mental. Afortunadamente, son muchas las cosas que podemos hacer para cuidar nuestra salud mental y ayudar a otras personas que pueden necesitar más apoyo y atención. Confiamos en que los siguientes consejos y recomendaciones le resulten útiles. Manténgase informado. Escuche los consejos y recomendaciones de las autoridades nacionales y locales. Recurra a fuentes informativas fiables, como la televisión y la radio locales y nacionales, y manténgase al día de las últimas noticias de la Organización Mundial de la Salud (@WHO) en las redes sociales. Siga una rutina. Conserve sus rutinas diarias en la medida de lo posible o establezca nuevas rutinas. Levántese y acuéstese todos los días a una hora similar. No descuide su higiene personal. Tome comidas saludables en horarios fijos. Haga ejercicio de forma habitual. Establezca horarios para trabajar y para descansar. Reserve tiempo para hacer cosas que le gusten. Reduzca la exposición a noticias. Intente limitar la frecuencia con la que ve, lee o escucha noticias que le causen preocupación o tensión. Infórmese de las últimas noticias a una hora determinada, una o dos veces al día en caso necesario. El contacto social es importante. Si sus movimientos se encuentran restringidos, mantenga un contacto regular con las personas próximas por teléfono o internet. Evite el alcohol y las drogas. Limite el consumo de bebidas alcohólicas o evítelas por completo. No empiece a consumir alcohol si nunca lo había hecho. Evite utilizar el alcohol y las drogas para enfrentarse al miedo, la ansiedad, el aburrimiento o el aislamiento social. No existe ningún dato que demuestre que el consumo de alcohol proteja contra las infecciones víricas o de otro tipo. De hecho, sucede lo contrario, ya que el abuso del alcohol está asociado a un mayor riesgo de infecciones y a un peor resultado del tratamiento. Además, debe ser consciente de que el consumo de alcohol y drogas puede impedirle tomar las precauciones adecuadas para protegerse contra la infección, como una correcta higiene de manos. Controle el tiempo de pantalla. Sea consciente del tiempo que pasa cada día delante de una pantalla. Asegúrese de descansar cada cierto tiempo de las actividades de pantalla. No abuse de los videojuegos. Aunque los videojuegos pueden ser una forma de relajarse, cuando se está en casa mucho tiempo se puede caer en la tentación dedicarles mucho más tiempo del habitual. Asegúrese de mantener un equilibrio adecuado con las actividades sin dispositivos electrónicos.
En la medida de lo posible, siga rutinas y horarios fijos para comer, dormir y practicar actividades que le gusten. Aprenda ejercicios físicos sencillos para realizar en casa durante la cuarentena a fin de mantener la movilidad. Averigüe cómo obtener ayuda práctica en caso necesario; por ejemplo, cómo llamar un taxi, hacer un pedido de comida o solicitar atención médica. Asegúrese de disponer de reservas de sus medicamentos habituales para un mes o más. En caso necesario, pida ayuda a familiares, amigos o vecinos. Si padece usted un trastorno de salud mental Si recibe tratamiento por un trastorno de salud mental, es imprescindible que continúe tomando su medicación según las instrucciones y que se asegure de poder reabastecerse de medicamentos. Si acude periódicamente a un especialista en salud mental, averigüe cómo seguir recibiendo su ayuda durante la pandemia. Manténgase en contacto con sus seres queridos y sepa a quién puede pedir ayuda si su salud mental empeora. Si recibe tratamiento por un trastorno relacionado con el consumo de alcohol o drogas, tenga en cuenta que el brote de COVID-19 puede fomentar los sentimientos de miedo, ansiedad y aislamiento, lo que a su vez puede aumentar el riesgo de recaída, abuso de sustancias, abandono del tratamiento o incumplimiento de las pautas de tratamiento. No deje de tomar la medicación prescrita, especialmente en el caso de los opiáceos como la metadona o la buprenorfina, y asegúrese de poder obtener regularmente su medicación. Si recibe asistencia de un psicólogo o un grupo de apoyo, averigüe cómo mantener esa asistencia durante la pandemia. Si recibe tratamiento por un trastorno relacionado con los videojuegos o los juegos de azar, continúe su tratamiento siempre que sea posible. Consulte a su terapeuta o profesional sanitario el mejor modo de mantener el tratamiento durante el confinamiento domiciliario. Siga las recomendaciones de los expertos. Primero, infórmese bien sobre qué debe hacer para evitar propagar los gérmenes. Esto no solo lo ayudará a mantenerse más seguro, ¡sino que también les dará a usted y a su hijo una mayor sensación de control! Siga las indicaciones de los expertos sobre salud y seguridad. Lávese las manos a conciencia y con frecuencia. Mantenga limpias las superficies. Quédese en casa siempre que pueda. Si necesita salir, use una mascarilla y manténgase a una distancia segura de los demás. Al seguir estas recomendaciones, se protegerá usted mismo, a su familia y a su comunidad. Perciba, etiquete y acepte sus emociones. Cuando se sienta ansioso, dígase a sí mismo con calma: "Bueno, aquí está mi ansiedad otra vez". El mero hecho de ponerle nombre a lo que sentimos nos ayuda a reducir lo que nos preocupa.
Acepte la ansiedad como una de las muchas emociones que tiene. No la ignore, no luche contra ella, no la rechace ni la tema. No se juzgue a sí mismo por sentirla. Sea amable consigo mismo. Dese permiso para ser humano. Mantenga la perspectiva y fíjese en lo bueno. No deje que la ansiedad tome las riendas de todo. Es una parte de su vida emocional, pero no lo es todo. Deje espacio para plantearse retos: ¿hay algo que está yendo bien? ¿Qué cosas positivas han ocurrido que me hagan pensar que estos pensamientos de ansiedad podrían no ser apropiados? Dirija su atención y practique la conciencia plena (mindfulness). Cuando perciba pensamientos de ansiedad, debe entender que no se debe obsesionar con ellos. Dirija la atención hacia cosas que lo ayudan a sentir la calma. Puede usar técnicas como la visualización guiada (fácil de encontrar en YouTube o Google Video) o practicar la conciencia plena (mindfulness) que lo ayuda a focalizarse en el aquí y ahora. Practique la respiración. El mero hecho de detenerse y respirar lo puede tranquilizar en un momento difícil. Puede ayudar hacer una pausa antes de reaccionar, y elegir cómo reaccionar. Sobre todo, la "respiración abdominal" o diafragmática le puede ser de gran ayuda. Practíquela de 5 a 10 minutos al día. Pruebe la aplicación "Belly Bio", que se puede descargar de forma gratuita. Acérquese emocionalmente a los demás. Mantenerse en contacto con sus amigos y familiares es bueno para usted y para ellos. Sentirse cerca de los demás reduce la ansiedad, lo que se sabe que estimula el sistema inmunitario. Aunque nos quedemos en casa más tiempo, nos podemos mantener en contacto a través del teléfono, los chats de vídeo y otros medios de comunicación social. Podemos sentirnos cerca, incluso mientras estamos separados. Practique el distanciamiento físico, pero la conexión social. Practique la gratitud. Percibir que estamos agradecidos es un poderoso remedio contra la ansiedad. Mostrar gratitud es otra forma de sentirse cerca de los demás. Es bueno para su estado de ánimo y para su salud. Dé un "gracias" sencillo y sentido de corazón. Haga una lista de las cosas por las que está agradecido. Envíele una carta a una persona que lo haya ayudado. Deje que sus seres queridos sepan lo mucho que significan para usted. Déjese sorprender por la naturaleza. Hasta solo 5 minutos invertidos en valorar la naturaleza puede reducir la ansiedad y bajar la tensión arterial. Aumenta nuestro bienestar emocional. Y nos recuerda que formamos parte de algo más grande que nosotros mismos. Manténgase activo. Aunque se quede en casa, encuentre formas de mantenerse activo cada día. Hay muchas formas de mantenerse activo en el exterior manteniendo el distanciamiento social (también llamado "distanciamiento físico"). El ejercicio físico relaja. Genera hormonas que estimulan el sistema inmunitario. Si no puede salir de casa, haga una clase por internet de mantenimiento físico. Mantenga su equilibrio. Calmar la ansiedad no significa ignorar los problemas. Se trata de encontrar nuestro equilibrio para poder afrontar bien las cosas; o sea que nos podemos ayudar a nosotros mismos y a los demás, a pesar de esta situación. Podemos mantener la calma y la sensación de bienestar incluso cuando estamos afrontando una gran incertidumbre.
El especialista también aclara que nadie tiene por qué quedarse sin recetas para el tratamiento de su enfermedad mental: “El suministro está garantizado y no está habiendo problemas en las farmacias con el abastecimiento de psicofármacos. Los centros de salud están renovando telemáticamente las recetas electrónicas de los pacientes, tras contactar con ellos telefónicamente. Desaconsejamos acudir presencialmente al centro para pedir recetas”. Lahera es uno de los autores de un documento elaborado por la compañía farmacéutica Lundbeck que contiene recomendaciones para cuidar la salud mental ante la situación de pandemia y estado de alarma por el coronavirus. Además de diversos consejos destinados a la población general, se ofrecen también directrices específicas para pacientes con depresión y otras enfermedades mentales: 1- Mantener el cumplimiento del tratamiento. 2- Mantener el contacto y la comunicación con el entorno familiar próximo y los amigos íntimos. 3- Mantener el contacto con los recursos sanitarios y sociales ante cualquier situación de agravamiento. Otros recursos disponibles Castilla también considera beneficioso que las personas con depresión o ansiedad que viven solas “intenten incrementar los contactos con más personas del edificio”, eso sí, siempre por “vía online o telefónica”, con el fin de “poder expresar lo que están viviendo”. Además, apunta que hay “profesionales de la psicología en redes sociales que ayudan desinteresadamente y hay plataformas de colegios profesionales de distintas provincias creadas con el fin de ayudar en estos momentos” y minimizar el impacto psicológico negativo de esta situación. “Más de 1.500 colegiados y colegiadas se han inscrito para participar en los diferentes dispositivos que está organizando el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid”, según han confirmado desde la institución. Evitar el exceso de información Entre las recomendaciones generales para afrontar el miedo y la tristeza de estos días, como mantener la calma y recurrir a técnicas de relajación y meditación, hay una que la psiquiatra de la SEP dirige especialmente a las personas con ansiedad o depresión: “Evitar el exceso de información; no es necesario estar constantemente mirando las noticias”. Para esas personas, asomarse a la actualidad una vez al día puede ser suficiente. En este sentido, tal y como señala la SEP en sus recomendaciones para afrontar el distanciamiento social, la cuarentena y el aislamiento, es conveniente mantener operativa la capacidad de enviar correos electrónicos, telefonía móvil y otras nuevas tecnologías que permitan la comunicación, pero sin pasarse. “Tampoco abuse de ellos e intente leer sobre aspectos no relacionados con este tema”, apostillan desde la sociedad científica.
Señales de alarma La SEP resalta que las personas pueden reaccionar de muy diversas maneras ante situaciones estresantes como la actual y advierte de la conveniencia de llamar a su centro de salud para valorar si precisan atención especializada a aquellas personas que hayan experimentado durante más de 15 días reacciones de ansiedad, preocupación o miedo en relación a alguna de las siguientes circunstancias: Tu propio estado de salud. El estado de salud de otros a los que hayas podido contagiar. La preocupación de que tus familiares y amigos tengan que hacer cuarentena como consecuencia de haber estado en contacto contigo. La experiencia de estar en auto-observación u observado por otros por síntomas y signos de haber contraído la infección. La percepción de que estás restando tiempo a tu trabajo por este proceso, con la consecuente pérdida de ingresos y de seguridad. La necesidad de tener que prever el abastecimiento de alimentos y cuidados médicos. La exigencia de atender a tus menores y familiares a cargo. La incertidumbre o frustración sobre cuánto tiempo durará esta esta situación. La soledad asociada con el sentimiento de haber sido excluido del mundo y de tus seres queridos. Malestar o rabia al pensar que has sido contagiado por la negligencia de otros. La preocupación de ser posible vector y contagiar a otros, incluyendo a personas cercanas El aburrimiento y frustración de no estar conectado a la rutina habitual de tu vida. El mayor deseo de beber alcohol o consumir sustancias de abuso para afrontar esta situación. La aparición de síntomas depresivos como desesperanza, irritabilidad, cambios en el apetito o alteraciones del sueño. ¿Cómo enfrentar la ansiedad en tiempos de pandemia? Esta fue la pregunta que el psicólogo del Hospital de Graneros dilucidó, a través de una charla para la comunidad denominada “Técnicas de manejo de ansiedad y estrés para afrontar momentos de crisis”. Graneros, 08 de septiembre de 2020.- Sin duda la ansiedad ha estado presente en todas nuestras familias y en las personas que conocemos, durante esta pandemia. De alguna u otra manera, esta emoción se ha manifestado en nuestro núcleo familiar o en nuestro entorno. Sin embargo, muchas veces, no es fácil de manejar, ni tampoco identificar. Pero ¿Qué es la ansiedad? ¿Cómo se manifiesta?… son preguntas que fueron respondidas por el psicólogo del Hospital de Graneros, Pablo Saavedra, quien dictó una charla en el marco de los talleres de “Calidad de Vida, te conecta, te cuida”, que desarrolla el Servicio de Salud O’Higgins, a través del departamento de Calidad de Vida. “La ansiedad es una emoción que es difícil de identificar. No obstante, existen síntomas que permiten saber cuándo nos enfrentamos a ella. Una de las señales más relevantes tiene que ver
Prevalencia anual de la ansiedad Según diversos estudios, la prevalencia anual del trastorno de ansiedad generalizada es del 3 por ciento y la prevalencia-vida del 4-8 por ciento, mientras que los trastornos de pánico presentan una prevalencia anual del 1 por ciento y del 1,2-1,6 por ciento a lo largo de la vida. La prevalencia- vida en el caso de la agorafobia es del 0,62 por ciento. La depresión, por su parte, tiene una prevalencia-vida del 10,6 por ciento y una prevalencia anual del 4 por ciento. "Si como padres tenemos fobias y ansiedad, tendremos niños y adolescentes fóbicos y ansiosos" Ahora que afrontamos las fases de desescalada, cree que es el momento de prevenir y animar a las personas a ir regresando a la normalidad, saliendo poco a poco, a sociabilizar. “Si el miedo a salir nos paraliza o genera ansiedad, se debe consultar al médico de Atención Primaria. No se debe quitar importancia a estas situaciones, porque debemos recordar que la ansiedad es la puerta de entrada a la depresión, y si no actuamos y prevenimos, estas personas pueden padecer depresión en poco tiempo siendo entonces un problema mayor”, ha advertido el psiquiatra del Hospital San Cecilio de Granada. Además, ha puntualizado que el 60 por ciento de los casos de depresión cursan con síntomas de ansiedad. Se ha referido también a la salud mental infanto-juvenil, ya que los niños y adolescentes son un grupo especialmente vulnerable a desarrollar miedos y fobias. Por eso, los padres y familias deben animarles a salir y transmitir la vuelta a la normalidad de manera sencilla y positiva. “Si como padres tenemos fobias y ansiedad, tendremos niños y adolescentes fóbicos y ansiosos y esto les generará trastornos de salud mental importantes”, ha aclarado. Por último, ha querido poner el acento en todas las personas con trastorno mental grave como psicosis o trastorno bipolar, a las que la situación provocada por la Covid-19 ha afectado de manera especial, porque, en su opinión, “han sufrido descompensaciones durante la época de confinamiento”. Mindfulness es una técnica psicológica que se considera de las más efectivas para la prevención y el tratamiento del estrés en general y también de la ansiedad y depresión. “Existen meta análisis - la máxima evidencia científica- sobre su eficacia en estos tres trastornos”, ha explicado Javier García Campayo, Psiquiatra del Hospital Universitario Miguel Servet y Director del Master de Mindfulness de la Universidad de Zaragoza. La práctica del mindfulness contra la ansiedad “La pandemia y el aislamiento suponen un gran estrés para la población que, en algunas personas, desembocan en ansiedad y depresión. La práctica de Mindfulness (5-10 minutos al día) puede ser suficiente para prevenir el estrés y las enfermedades asociadas y para aumentar el bienestar psicológico de las personas, incluso cuando son sometidas a situaciones adversas como esta”, ha asegurado el García Campayo, quien ha afirmado también que “esta técnica aumentaría así la resiliencia y disminuiría el riesgo de estrés postraumático, otro de los cuadros frecuentes, sobre todo en familiares y supervivientes del virus, así como en sanitarios, por el estrés y el sufrimiento que han presenciado”.
Este experto en Mindfulness recuerda que los seres humanos no podemos controlar muchos aspectos externos a nosotros, como el origen o la resolución rápida de la pandemia, pero siempre podemos ser dueños de nuestra actitud, de nuestra reacción a lo que ocurre. Como dice Epícteto "el origen de nuestra felicidad o sufrimiento no es lo que ocurre, sino lo que pensamos de lo que ocurre". La práctica del Mindfulness puede ser suficiente para prevenir el estrés Por ello, ha centrado su intervención sobre los conceptos de aceptación y del sentido de la vida. La aceptación como una actitud activa y efectiva ante el sufrimiento frente a la resignación y la sobreactuación irracional; el sentido de la vida, como el grado en que un individuo da sentido a su vida y cree que tiene un propósito general. Un claro sentido de la vida, ha explicado, se asocia a un mayor bienestar psicológico, menos trastornos psiquiátricos y mayor resiliencia. La clave es nuestro diálogo interno, la charla que mantenemos continuamente con nosotros mismos, que es el origen del estrés. La mayoría de nuestros pensamientos no son voluntarios, son patrones aprendidos que aparecen automáticamente. Se calcula que solo son voluntarios el 20 por ciento. Por eso se dice que la vida es "una interpretación". “Ante un mismo suceso objetivo, como el aislamiento producido por la pandemia, unaspersonas lo viven como un gran sufrimiento, un aislamiento de seres queridos y la imposibilidad de desarrollar sus actividades abituales. Sin embargo, otras personas, reconociendo las limitaciones y cambios que produce el aislamiento, lo viven como una gran oportunidad para parar, dedicarnos tiempo a nosotros mismos y a la familia, dedicándonos a actividades que nos gustan y que no teníamos tiempo para hacer antes”, ha explicado el psiquiatra García Campayo, para también destacar que esta situación también permite reconectar con nuestros valores, con lo que es importante en la vida, y llevar una vida más satisfactoria. El hecho es el mismo pero la interpretación que podemos hacer es muy diferente y tendrá distinto impacto psicológico.