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1. GENERALIDADES S MÚSCULO - ESQUELÉTICO 2. TÓRAX 3. ABDOMEN 4. PELVIS / CINTURA PÉLVICA 5. COLUMNA VERTEBRAL 6. MIEMBRO INFERIOR Contiene inervación, irrigación y drenaje linfático de cada estructura específica. Debido a la complejidad de la anatomía de cabeza/SNC, dicha estructura se revisa en otro documento por separado. Pd: Se recomienda utilizar este resumen como método de repaso al material previamente estudiado, debido a que en primera instancia puede resultar difícil por la terminología
Tipo: Resúmenes
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Una articulación es la unión entre dos o más huesos o partes rígidas del esqueleto. Se distinguen tres grandes clases de articulaciones: fibrosas, cartilaginosas (hialinas o fibrocartilaginosas) y sinoviales. Las articulaciones sinoviales, con movimentos libres, son el tipo más frecuente; pueden dividirse en planas, gínglimos (uniaxial), en silla de montar(biaxial), elipsoideas (biaxial), esferoideas (multiaxial) y trocoides (uniaxial); reciben su irrigación sanguínea de las arterias articulares, que a menudo constituyen una red (anastomosis); drenan mediante las venas articulares que se originan en la membrana sinovial; se hallan ricamente inervadas por los nervios articulares que transmiten la sensación propioceptiva, el conocimiento del movimiento y la posición de las partes del cuerpo. La ley de Hilton señala que los nervios que inervan una articulación también inervan los músculos que la mueven y la piel que cubre sus fijaciones distales. La capsula sinovial no posee inervación sensorial. Los músculos se dividen en estriado esquelético, estriado cardíaco y liso. Los músculos esqueléticos se subdividen a su vez, según su forma, en planos, penniformes, fusiformes, cuadrados, circulares o esfinterianos y con cabezas o vientres múltiples. Las funciones del músculo esquelético son las de
contraerse, permitir los movimientos automáticos (reflejos), mantener el tono muscular (contracción tónica) y realizar contracciones fásicas (activas), con cambio en la longitud del músculo (isotónicas) o sin cambio (isométricas). Los movimientos isotónicos pueden ser concéntricos (que producen movimiento por acortamiento) o excéntricos (que permiten el movimiento por relajación controlada). Los motores principales son los músculos responsables de un determinado movimiento. Los fijadores estabilizan una parte del miembro mientras otra parte de ella se mueve. Los sinergistas aumentan la acción de los motores principales. Los antagonistas se oponen a la acción de otro músculo. Los músculos pueden dividirse o clasificarse según su forma, y conforme a ella denominarlos: Los músculos planos tienen fibras paralelas, a menudo con una aponeurosis; por ejemplo, el músculo oblicuo externo del abdomen (plano y ancho). El sartorio es un músculo plano y estrecho con fibras paralelas. Los músculos penniformes son semejantes a plumas en cuanto a la disposición de sus fascículos. Pueden ser unipenniformes, bipenniformes o multipenniformes; por ejemplo, el músculo extensor largo de los dedos (unipenniforme), el recto femoral (bipenniforme) y el deltoides (multipenniforme). Los músculos fusiformes tienen forma de huso, con un vientre grueso y redondeado y extremos adelgazados; por ejemplo, el bíceps braquial. Los músculos convergentes se originan en un área ancha y convergen para formar un solo tendón; por ejemplo, el pectoral mayor. Los músculos cuadrados tienen cuatro lados iguales; por ejemplo, el recto del abdomen entre sus intersecciones tendinosas. Los músculos circulares o esfinterianos rodean las aberturas u orificios corporales y los comprimen cuando se contraen; por ejemplo, el orbicular del ojo (que cierra los párpados). Los músculos con múltiples cabezas o vientres tienen más de una cabeza de inserción o más de un vientre contráctil, respectivamente. Los músculos bíceps tienen dos cabezas de inserción (p. ej., bíceps braquial), los músculos tríceps tienen tres cabezas (p. ej., tríceps braquial), y los músculos digástrico y gastrocnemio tienen dos vientres. (Los del primero se disponen en tándem; los del segundo, en paralelo.)
característica más atípica es un área rugosa en su cara superior, la tuberosidad del músculo serrato anterior, en la cual tiene parcialmente su origen este músculo.
superior e inferiormente a su unión, la articulación manubrioesternal; por lo tanto, su unión forma una proyección, el ángulo del esternón ( de Louis). Aberturas de la pared torácica. Aunque la caja torácica está periféricamente completa, está abierta superior e inferiormente. La abertura torácica superior es un pequeño conducto para el paso de estructuras hacia y desde el cuello y los miembros superiores. La abertura torácica inferior proporciona un borde para la inserción del diafragma. Las estructuras pasan del tórax al abdomen atravesando las aberturas en el diafragma (p. ej., Vena cava inferior T8, el esófago T10) o pasan posteriormente a él (p. ej., la aorta T12). Aunque el diafragma tiene su origen en las estructuras que constituyen la abertura torácica inferior, las cúpulas del diafragma ascienden hasta el nivel del 4° espacio intercostal Articulaciones de la pared torácica. Las articulaciones permiten y determinan los movimientos de la pared torácica. Posteriormente, las costillas se articulan con la columna vertebral torácica semiflexible mediante las articulaciones costovertebrales. Éstas incluyen articulaciones de las cabezas de las costillas y articulaciones costotransversas, ambas fuertemente estabilizadas por múltiples ligamentos. Anteriormente, las costillas se articulan con los cartílagos costales por medio de las articulaciones costocondrales. Los cartílagos costales 1-7 se articulan con el esternón directamente, y los 8-10 lo hacen de forma indirecta, por medio de la sincondrosis de la 1.a costilla, las articulaciones sinoviales esternocostales y las articulaciones intercondrales. Movimientos de la pared torácica. Los movimientos de la mayoría de las costillas se realizan generalmente alrededor del eje transversal que pasa a través de la cabeza, el cuello y el tubérculo de la costilla. Este eje, más la inclinación y la curvatura de las costillas, determina unos movimientos del tipo de palanca de bomba de agua de las costillas superiores, que alteran el diámetro anteroposterior del tórax, y unos movimientos del tipo asa de cubo de las costillas inferiores que alteran su diámetro transversal. La contracción y la relajación del diafragma, superiormente
torácica, el patrón de inervación periférica y segmentaria (dermatomas) es idéntico en esta región. Los nervios intercostales siguen un recorrido, de posterior a anterior, a todo lo largo de cada espacio intercostal, y las arterias y venas intercostales anteriores y posteriores convergen hacia y se anastomosan en, aproximadamente, la línea axilar anterior. Los vasos posteriores se originan en la aorta torácica y drenan en el sistema venoso ácigos. Los vasos anteriores se originan de la arteria torácica interna, ramas y tributarias, y drenan en la vena torácica interna, ramas y tributarias. La pared torácica tiene 12 pares de nervios espinales torácicos. En cuanto salen de los forámenes intervertebrales, se dividen en ramos anterior y posterior (ramos primarios). Los ramos anteriores de T1-T11 forman los nervios intercostales que discurren a lo largo de los espacios intercostales. El ramo anterior del nervio T12, inferior a la 12.a costilla, forma el nervio subcostal. Los ramos posteriores de los nervios espinales torácicos se dirigen hacia atrás, inmediatamente laterales a los procesos articulares de las vértebras, para inervar las articulaciones, los músculos profundos del dorso y la piel del dorso en la región torácica. La irrigación arterial de la pared torácica deriva de:
La pared anterolateral del abdomen está formada por la piel, el tejido subcutáneo [ capa superficial adiposa (fascia de Camper), capa profunda membranosa (fascia de Scarpa);esta última se continúa inferiormente en la región perineal como la fascia perineal superficial (fascia de Colles)] compuesto principalmente por grasa, los músculos (oblicuo externo/interno y trnasverso+ recto en porción medial) y sus aponeurosis (tendones planos extendidos), la fascia profunda, la grasa extraperitoneal y el peritoneo parietal. Orden externo-interno: Piel, fascia de camper (adiposa), tejido adiposo, fascia de Scarpa, fascia de revestimiento muscular superficial, Músculo oblicuo externo, , fascia intermedia, M. oblicuo interno, fascia profunda, M. transverso, fascia endoabdominal (transversal), grasa extraperitoneal, peritoneo parietal/visceral, cavidad peritoneal.
Fascia. La fascia de la pared anterolateral del abdomen consta de las porciones subcutánea (superficial), de revestimiento (profunda) y endoabdominal. Inferiormente al ombligo, la lámina subcutánea se modifica e incluye una capa adiposa superficial y una capa membranosa profunda. La capa adiposa superficial se ha especializado en este lugar, sobre todo en el varón, para almacenar lípidos, y la capa membranosa profunda es lo bastante completa para compartimentar líquidos extravasados (sangre u orina) y para ser suturada en las intervenciones quirúrgicas. La hoja de revestimiento presenta las características típicas de las fascias profundas que envuelven músculos voluntarios, y en esta localización refleja la disposición trilaminar de los músculos abdominales planos y sus aponeurosis. Músculos. Los músculos anterolaterales del abdomen consisten en músculos planos concéntricos situados de forma anterolateral (Oblicuo externo, interno y transverso) y en músculos verticales (Recto y piramidal ) situados anteriormente y adyacentes a la línea media. En el abdomen también hay una disposición trilaminar de los músculos planos, como en el tórax; no obstante, aparte de su inervación por segmentos múltiples, aunque separados, no se observa el metamerismo (segmentación) característico de la musculatura torácica intercostal. Las porciones carnosas de los músculos planos se vuelven aponeuróticas anteriormente. Las fibras de las aponeurosis se entrelazan en la línea media, formando la línea alba, y continúan en las aponeurosis de los músculos contralaterales. Las fibras aponeuróticas de los oblicuos externos también se continúan a través de la línea media con las de los músculos oblicuos internos contralaterales. El tronco está rodeado por tres capas de músculos digástricos planos, formando bandas oblicuas y transversas que encierran la cavidad abdominal. En los dos tercios superiores de la pared abdominal, las láminas aponeuróticas se separan a cada lado de la línea alba y forman vainas longitudinales que envuelven a los músculos rectos. Esto hace que establezcan una relación funcional con los músculos planos, ya que los verticales refuerzan la cintura anteriormente. En el tercio inferior de la pared anterolateral del abdomen, las aponeurosis de las tres capas de músculos planos pasan anteriores a los músculos rectos. Como flexores del tronco, los rectos son los antagonistas de los músculos profundos (extensores) del dorso. El equilibrio en el desarrollo y el tono de estos grupos musculares afecta a la postura (y por tanto la debilidad de los músculos abdominales puede provocar una lordosis lumbar—curvatura patológicamente convexa de la columna vertebral inferior—excesiva. La especial disposición de los músculos anterolaterales abdominales les permite actuar como paredes flexibles que engloban el contenido abdominal, aumentar la presión intraabdominal o disminuir el volumen abdominal para expulsar diversos materiales, y producir movimientos de flexión lateral y anterior, y de torsión (giratorios), del tronco.
son continuaciones de los vasos intercostales posteriores 7.o a 11.o, los vasos subcostales y los vasos circunflejos ilíacos profundos. Los vasos verticales incluyen una anastomosis entre los vasos epigástricos superiores e inferiores dentro de la vaina de los rectos. Un conducto anastomótico superficial, la vena toracoepigástrica, y la vía medial más profunda entre las venas epigástricas inferior y superior, permiten la circulación colateral durante el bloqueo de la vena cava inferior o superior. Los vasos linfáticos abdominales superficiales superiores al plano transumbilical drenan sobre todo a los nódulos linfáticos axilares; los inferiores al plano drenan en los linfáticos inguinales superficiales. Los vasos linfáticos profundos acompañan a las venas profundas de la pared abdominal hasta los nódulos linfáticos ilíacos y los lumbares derechos e izquierdos (de la cava y aórticos). DIAFRAGMA Y PARED POSTERIOR DEL ABDOMEN Estructuras: Cinco vértebras lumbares, músculos de la pared posterior del abdomen (Psoas mayor, cuadrado lumbar, iliaco, transverso y oblicuos del abdomen (lateralmente); diafragma, fascia (toracolumbar), plexo lumbar. El diafragma es el tabique musculotendinoso en cúpula doble que separa las cavidades abdominal y torácica, y es el principal músculo inspiratorio. La porción muscular se origina en la abertura torácica inferior anular, desde la cual el diafragma asciende bruscamente, invaginando la caja torácica y formando un centro tendinoso común. La cúpula derecha (más elevada debido al hígado situado bajo ella) asciende hasta cerca del nivel del pezón (T4), mientras que la cúpula izquierda es ligeramente más baja. La porción central del diafragma está ligeramente deprimida por el corazón encerrado en el pericardio y se fusiona con la cara mediastínica del centro tendinoso. En una posición respiratoria neutra, el centro tendinoso se sitúa a nivel del disco intervertebral T8-T9 y la articulación xifoesternal. Cuando son estimuladas por los nervios frénicos, las cúpulas se desplazan hacia abajo (descienden), comprimiendo las vísceras abdominales. Cuando cesa la estimulación y el diafragma se relaja, se desplaza hacia arriba (asciende) debido a la combinación de la descompresión de las vísceras y el tono de los músculos de la pared anterolateral del abdomen. Ël diafragma está perforado por la VCI y los nervios frénicos a nivel de la T8. Las fibras del pilar derecho forman un hiato esfinteriano para el esófago a nivel de la T10. La aorta descendente y el conducto torácico pasan posteriores al diafragma a nivel de la T12, en la línea media entre los pilares, cubiertos por el ligamento arqueado medial que los une. Las arterias y venas frénicas superiores e inferiores vascularizan la mayoría del diafragma; el drenaje adicional tiene lugar a través de las venas musculofrénica y ácigos/semiácigos. Ädemás de la inervación motora exclusiva, los nervios frénicos inervan la mayoría de la pleura y el peritoneo que cubren el diafragma. Las porciones periféricas del diafragma reciben inervación sensorial desde los nervios intercostales inferiores y subcostales. Ël triángulo lumbocostal izquierdo y el hiato esofágico son posibles zonas de presentación de hernias adquiridas a través del diafragma. Los defectos del desarrollo en la región lumbocostal izquierda son la causa de la mayor parte de las hernias diafragmáticas congénitas.
Fascias y músculos. Las porciones centrales anterior y posterior del tronco están cubiertas por grandes y complejas formaciones aponeuróticas que forman densas vainas centralmente, donde se alojan músculos verticales, y se unen lateralmente a los músculos planos de la pared anterolateral del abdomen. La fascia toracolumbar es la formación aponeurótica posterior. Además de envolver al erector de la columna entre sus láminas posterior y media, engloba al cuadrado lumbar entre sus láminas media y anterior. La lámina anterior, parte de la fascia endoabdominal, se continúa medialmente con la fascia del psoas (que envuelve al psoas) y lateralmente con la fascia transversal (que reviste el transverso del abdomen). La fascia tubular del psoas supone una posible vía para la diseminación de infecciones entre la columna vertebral y la articulación coxal. La fascia endoabdominal que cubre las caras anteriores del cuadrado lumbar y del psoas está engrosada sobre las caras más superiores de los músculos, formando los ligamentos arqueados lateral y medial, respectivamente. Üna capa muy variable de grasa extraperitoneal se interpone entre la fascia endoabdominal y el peritoneo. Es especialmente gruesa en los surcos paravertebrales de la región lumbar, constituyendo el cuerpo adiposo pararrenal. Los músculos de la pared posterior del abdomen son el cuadrado lumbar, el psoas mayor y el ilíaco. Psoas e iliaco son os principales flexores del muslo/cadera.
hepáticas. Ëxcepto las venas hepáticas, las tributarias de la VCI se corresponden mayoritariamente con las ramas viscerales pares laterales y las ramas parietales pares posterolaterales de la aorta abdominal. Hay tres vías colaterales (dos en la pared anterior del abdomen y una en el conducto vertebral) disponibles para hacer llegar la sangre al corazón cuando la VCI está obstruida. Vasos y nódulos linfáticos. El drenaje linfático de las vísceras abdominales discurre retrógradamente a lo largo de las ramificaciones de las tres ramas viscerales impares de la aorta abdominal. Ël drenaje linfático procedente de la pared del abdomen se fusiona con el que viene de los miembros inferiores; ambas vías siguen la vascularización arterial retrógradamente desde esas partes. Ën último término, todo el drenaje linfático de las estructuras inferiores al diafragma, más el que drena los seis espacios intercostales inferiores a través de los troncos linfáticos torácicos descendentes, desemboca en el inicio del conducto torácico a nivel de T12, posteriormente a la aorta. Ël origen del conducto torácico puede adoptar la forma sacular de la cisterna del quilo.
Pelvis. La pelvis es el espacio rodeado por la cintura pélvica (pelvis ósea), que se divide en pelvis mayor/Falsa (la porción inferior de la cavidad abdominal, que está protegida por las alas de ambas crestas iliacas) y pelvis menor/Verdadera (el espacio situado dentro del anillo óseo de la pelvis por debajo de la línea terminal). La pelvis menor proporciona un marco óseo para la cavidad pélvica y el periné, que están separados por el diafragma pélvico musculofascial. El término periné se refiere tanto a la región que incluye el ano y los genitales externos como a un compartimento aplanado profundo a dicha región. La pared anterolateral inferior del abdomen, la región glútea y el periné cubren la pelvis. Cintura pélvica. La cintura pélvica (pelvis ósea) es un anillo óseo articulado que está formado por el sacro y los dos huesos coxales. Mientras que la pelvis ósea forma parte del esqueleto apendicular del miembro inferior, el sacro también forma parte del esqueleto axial, continuándose con las vértebras lumbares superiormente y con el cóccix inferiormente. Los coxales están formados por la fusión del ilion, el isquion y el pubis. Las funciones principales de la pelvis ósea son sostener y
transmitir peso; sus funciones secundarias incluyen proteger y sostener las vísceras abdominopélvicas, y albergar y proporcionar inserción para las estructuras de los aparatos genital y urinario. La pelvis ósea está en posición anatómica cuando sus tres puntos más anteriores (las EIAS y la cara anterior de la sínfisis del pubis) se sitúan en el mismo plano vertical. La pelvis femenina y masculina son distintas. Los rasgos característicos de la pelvis femenina normal (ginecoide) reflejan el hecho de que el feto tiene que atravesar el canal pélvico durante el parto. Como las pelvis femeninas atípicas pueden ser incompatibles con un parto vaginal, es importante desde un punto de vista clínico determinar los diámetros pélvicos. La cresta ilíaca, el borde del abanico, presenta una curva que sigue el contorno del ala entre las espinas ilíacas anterior superior y posterior superior. La porción anterior cóncava del ala forma la fosa ilíaca. Posteriormente, la cara sacropelviana del
hormonas. Para compensar el peso de la parte superior del cuerpo y las fuerzas adicionales generadas por actividades como saltar y levantar pesos, que se aplican sobre el sacro superior, anterior al eje de rotación de las articulaciones sacroilíacas, el extremo inferior del sacro está anclado al isquion por los densos ligamentos sacrotuberoso y sacroespinoso.
La columna vertebral se extiende desde el cráneo hasta el vértice del cóccix. En el adulto tiene una longitud de 72-75 cm; aproximadamente una cuarta parte de dicha longitud está formada por los discos intervertebrales. La columna vertebral del adulto consta de 33 vértebras, distribuidas en 5 regiones: 7 cervicales, 12 torácicas, 5 lumbares, 5 sacras y 4 coccígeas. Las vértebras cervicales, torácicas, lumbares y primera sacra también se unen mediante las articulaciones cigapofisarias sinoviales. Vértebras típicas. Las vértebras constan de cuerpos vertebrales, que soportan el peso y cuyo tamaño aumenta proporcionalmente a ello; y arcos vertebrales, que albergan y protegen conjuntamente a la médula espinal y las raíces de los nervios espinales. Los 7 procesos/apófisis (2 procesos Transversos , 2 procesos articulares superiores, 2 procesos articulares inferiores, 1 proceso espinoso), que se extienden a partir del arco, proporcionan inserción y apalancamiento a los músculos o dirigen los movimientos entre las vértebras.
Vértebras atípicas: