












Study with the several resources on Docsity
Earn points by helping other students or get them with a premium plan
Prepare for your exams
Study with the several resources on Docsity
Earn points to download
Earn points by helping other students or get them with a premium plan
Community
Ask the community for help and clear up your study doubts
Discover the best universities in your country according to Docsity users
Free resources
Download our free guides on studying techniques, anxiety management strategies, and thesis advice from Docsity tutors
Filosofía trabajo, Nayelis Mojica
Typology: Study notes
1 / 20
This page cannot be seen from the preview
Don't miss anything!
República Bolivariana de Venezuela Pontificia Universidad Católica Santa Rosa Facultad de Ciencias Humanas y Sociales Escuela de Comunicación Social Pensamiento Filosófico Contemporáneo D08B Trabajo Final: Ludwig Wittgenstein y Jürgen Habermas Profesor: Estudiante: Marcos Linares Nayelis Mojica CI 30.565. Caracas, marzo de 2025
Introducción La filosofía contemporánea ha sido influenciada por pensadores que han ampliado nuestra comprensión del lenguaje, la lógica y la sociedad. Entre ellos, destacan Ludwig Wittgenstein y Jürgen Habermas, cuyas obras han tenido un gran impacto en el pensamiento del siglo XX. Ludwig Wittgenstein, a través de su evolución intelectual, nos ofrece una comprensión profunda del lenguaje y su relación con la realidad. Desde su primer enfoque lógico en el Tractatus Logico-Philosophicus hasta su posterior exploración de los "juegos de lenguaje" en las Investigaciones Filosóficas, Wittgenstein desafía las nociones tradicionales sobre el significado y la comunicación, enfatizando la importancia del contexto y la práctica social. Por su parte, Jürgen Habermas, representante destacado de la Escuela de Frankfurt, centra su atención en la interrelación entre la comunicación y la acción social. Su teoría de la acción comunicativa propone que el entendimiento mutuo es esencial para la cohesión social y la democracia, ofreciendo una crítica aguda al positivismo y a la racionalidad instrumental. Este trabajo tiene como objetivo explorar la vida, pensamientos e ideas de estos dos filósofos, analizando sus contribuciones y su impacto en la filosofía actual.
su hogar, sus padres amaban la música y trasmitieron esa afición a sus hijos, de hecho, uno de los hermanos de Ludwig se convirtió en un gran pianista y concertista. Fue educado por tutores en casa hasta los catorce años que fue cuando ingresó a la escuela secundaria de Linz, la Realschule Bundesrealgymnasium Fadingerstrasse. De hecho, esa misma escuela también estudiaba Adolf Hitler. Después de terminar sus estudios secundarios comenzó a estudiar ingeniería aeronáutica en Technische Hochschule de Berlín-Charlottenburg y posteriormente en la universidad de Manchester, Reino Unido, hasta 1911. Estando en ese país comenzó a tener interés por la filosofía de las matemáticas y entró en contacto con Bertrand Russell y entre 1912 y 1913, comenzó a estudiar con él en el Trinity College de Cambridge, su extraordinaria capacidad intelectual dejó una profunda impresión en el filósofo británico. En este período, se integró al reconocido círculo académico de “The Apostles”, donde también estableció contacto intelectual con destacadas figuras como el filósofo G.E. Moore y el economista J.M. Keynes. Tras culminar su formación académica, se estableció en Noruega para dedicarse a la investigación lógica. Este proyecto se vio truncado por el estallido de la Primera Guerra Mundial, durante la cual sirvió como artillero voluntario en el ejército austríaco. Capturado en el frente del Tirol (1918) por las tropas italianas, aprovechó su cautiverio en Monte Cassino para redactar en cuadernos de campaña las bases de su obra cumbre: el Tractatus Logico-Philosophicus. Este manuscrito, originalmente titulado La proposición, fue enviado a Bertrand Russell desde la prisión y posteriormente discutido en profundidad durante un encuentro en La Haya (1919). Entre 1921 - 1936 renuncia a su herencia familiar y ejerce como maestro rural en Austria (hasta 1926), retomó la filosofía mediante su vinculación con el Círculo de Viena liderado por
Moritz Schlick. Presentó el Tractatus como tesis doctoral en Cambridge (1929), donde inició su carrera docente desarrollando nuevas aproximaciones filosóficas recogidas en obras póstumas como Observaciones filosóficas y Los cuadernos azul y marrón. Su estancia en Noruega (1936-1937) marcó el inicio de Investigaciones filosóficas, obra que revolucionó su pensamiento y se publicaría póstumamente para 1953. Tras adquirir la nacionalidad británica y suceder a G.E. Moore en Cambridge, alternó la docencia con servicios médicos durante la Segunda Guerra Mundial. Sus últimos años en Irlanda y Cambridge (1947-
únicamente cuando reflejan hechos del mismo. Esta idea se manifiesta a través de su famosa frase: “De lo que no se puede hablar, es mejor callar”, que sugiere que el lenguaje tiene límites. La noción de que los límites del lenguaje son también los límites de nuestro mundo es central en su obra. Wittgenstein considera que cualquier cuestión que no pueda ser expresada en términos claros y lógicos queda fuera del ámbito de la filosofía. En este sentido, el Tractatus actúa como una herramienta que busca aclarar el lenguaje y el pensamiento, al tiempo que excluye experiencias que no pueden ser verbalizadas, como las emociones y el arte. Aunque busca establecer un sistema rígido y lógico del lenguaje, Wittgenstein reconoce las limitaciones de su enfoque. Su propio texto se convierte en una especie de paradoja, ya que sus afirmaciones sobre la lógica no pueden ser plenamente representadas dentro de su propio marco. Esto lo lleva a una reflexión sobre el carácter místico de ciertos aspectos de la vida que trascienden el análisis lógico, resaltando la complejidad de la experiencia humana.
Segundo Wittgenstein o La segunda filosofía del lenguaje En su segunda etapa, reflejada en las Investigaciones Filosóficas, Wittgenstein cambia radicalmente de enfoque, abandonando la búsqueda de una estructura lógica única para centrarse en el uso cotidiano del lenguaje. Aquí introduce el concepto de “juegos de lenguaje”, sugiriendo que el significado de las palabras está intrínsecamente ligado a su contexto y a las actividades humanas específicas en las que se utilizan. Esto implica que no hay un significado fijo, sino que las palabras adquieren diversas connotaciones dependiendo de cómo y dónde se empleen. El significado, según este nuevo enfoque, reside en el uso colectivo del lenguaje y no en una referencia directa a objetos o hechos específicos. Por ejemplo, la palabra “banco” puede aludir a un lugar donde se guardan fondos o a una estructura para sentarse, dependiendo del contexto en el que se utilice. Este cambio de perspectiva lleva a la idea de que no se puede hablar de un lenguaje privado; las palabras y su significado deben ser compartidos y entendidos en un contexto social común. Una de las contribuciones más significativas de las Investigaciones es la crítica a la noción de que hay una verdad absoluta en el lenguaje. Wittgenstein argumenta que, en diferentes contextos, las preguntas sobre significado, verdad y referencia pueden resultar irrelevantes o incomprensibles. En lugar de buscar respuestas definitivas, sugiere que el enfoque de la filosofía debe ser terapéutico, ayudando a disolver confusiones sobre el uso del lenguaje y promoviendo una comprensión más rica y variada de la comunicación humana. Ambas etapas, aunque opuestas, comparten la idea fundamental de que la filosofía debe ayudar a superar confusiones. En el Tractatus, lo que se expresa es limitado, mientras que, en las Investigaciones, se enfatiza la riqueza de la experiencia humana. Así, podemos observar que:
La infancia de Habermas fue un poco dura pues nació con paladar hendido y esto le impedía hablar bien y tuvo que ser sometido a cirugías correctivas. Este defecto lo hizo reflexionar sobre la importancia de la comunicación. Asimismo, durante su adolescencia fue testigo de los cambios en su país por la llegada de los Nazis y la segunda guerra mundial. En 1949 inicia sus estudios universitarios en las universidades de Gotinga, Zurich y Bonn. En estas aprendió sobre psicología, historia, economía, literatura y filosofía, obteniendo un doctorado en la última. Para este periodo universitario, específicamente en 1953 publicó su primer articulo que lo tituló “Mit Heidegger gegen Heidegger Deken”, la cual era una critica a la obra de Heidegger “Introducción a la metafísica”. Para 1954 presenta su tesis “El Absoluto y la historia: De las discrepancias en el pensamiento de Schelling. Tras doctorarse de la universidad fue invitado como ayudante y colaborador de Theodor Adorno en el reinaugurado Instituto para la Investigación Social en Frankfurt. Allí se adentró en la investigación social y se convirtió en un miembro clave de la Escuela de Frankfurt, promoviendo la teoría crítica. Entre 1964 y 1971, Habermas fue profesor en la Universidad de Frankfurt, donde alcanzó gran notoriedad por su libro “Conocimiento e interés”. Posteriormente, enseñó en Heidelberg y dirigió el Instituto Max Planck entre 1971 y 1980. En 1983, asumió una cátedra en la Universidad Goethe de Frankfurt, donde trabajó hasta su jubilación en 1994, pero continuó su labor docente como profesor visitante en instituciones como Northwestern University y New School for Social Research. A lo largo de su carrera, Habermas ha recibido numerosos premios, incluyendo el Premio Gottfried Wilhelm Leibniz en 1986, el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes en
2001 y el Premio Príncipe de Asturias en 2003. Además, ha sido reconocido como doctor honoris causa en diversas universidades y es miembro de la Academia Alemana de la Lengua y Poesía. Habermas y Escuela de Frankfurt Anteriormente ya se había hablado brevemente de Habermas en esta Escuela. A continuación, se desarrollará más este punto: Frankfurt es fundamental para entender su obra y la evolución de su pensamiento crítico. La Escuela, a la que Habermas pertenece, nació de la necesidad de unir la investigación científica con la crítica social. Este enfoque busca que el conocimiento de la realidad conduzca a transformaciones emancipadoras, utilizando una base de pensamiento que incluye elementos del marxismo y conceptos freudianos. Los pensadores de Frankfurt percibían las injusticias sociales como enfermedades que podían sanarse a través de un conocimiento crítico. Estos teóricos examinaban las raíces sociales y económicas de las teorías científicas, explorando las implicaciones políticas que estas conllevaban. Su obra, como se ve en la Dialéctica de la Ilustración de Horkheimer y Adorno, se centra en mostrar cómo los ideales ilustrados que prometían liberar al ser humano también podían dar lugar a regímenes totalitarios y opresivos. A pesar de que Horkheimer planteó la noción de razón instrumental para criticar las bases epistemológicas de la ciencia moderna, no pudo ofrecer un camino alternativo viable. Adorno, por su parte, se dirigió hacia una teoría estética y Horkheimer hacia concepciones más casi religiosas, quedando atrapados en su crítica sin un modelo razonable que la respaldara.
Critica la visión reduccionista del positivismo, que ha llevado a la política y la ética a una irracionalidad. Su obra Teoría y praxis aborda la necesidad de una crítica más profunda a la racionalidad, señalando que la modernidad ha creado un mundo productivo, pero también ha despojado a la praxis de su significado. Se pregunta por qué el progreso económico no se traduce en una emancipación social. Por otro lado, en su obra “conocimiento e Interés” de 1968 critica el cientificismo y su intento de presentarse como desinteresado, además subraya que el conocimiento humano está vinculado a intereses inherentes a la condición humana. Afirma que los intereses son fundamentales para la producción de saber y pueden clasificarse en tres categorías:
Hasta 1970, Habermas basaba su teoría de la sociedad en la teoría del conocimiento. Sin embargo, se da cuenta de las limitaciones del enfoque que le proporciona la filosofía de la conciencia, centrada en un sujeto racional aislado. Reconociendo estas deficiencias, Habermas decide remodelar su perspectiva introduciendo un nuevo enfoque comunicativo en el ámbito de la epistemología. Así, reinventa la concepción de racionalidad, escapando de reduccionismos previos. Este giro hacia la perspectiva lingüística y pragmática se convierte en la base de su nuevo paradigma, reemplazando la lógica racionalista que establecía una relación entre sujeto y objeto. Con la centralidad del lenguaje, Habermas adopta un enfoque que trasciende el subjetivismo. Según él, la razón debe ser entendida como un proceso dialógico, lo que le lleva a investigar más a fondo los procesos de comunicación y las reglas que facilitan el entendimiento entre sujetos racionales. Teoría de la Acción Comunicativa Publicada en 1981, esta teoría explora cómo la comunicación y el entendimiento entre individuos pueden coordinar acciones y construir un orden social. Uno de los pilares de la teoría de Habermas es el concepto de “razón discursiva”. Este nuevo enfoque de la racionalidad se basa en la idea de que la comunicación efectiva es fundamental para alcanzar la comprensión mutua. La razón discursiva se manifiesta en los procesos comunicativos donde los participantes defienden sus argumentos y llegan a acuerdos basados en razones compartidas. Habermas introduce también la “pragmática universal”, una herramienta que permite analizar las condiciones y reglas que hacen posible la comunicación. Esta perspectiva resalta que
Un aspecto crítico de la teoría de Habermas es el fenómeno de la “colonización del mundo de la vida”, donde las lógicas del sistema invaden las interacciones sociales. Este proceso se manifiesta en la tecnificación de las relaciones humanas y en la creciente predominancia de intereses instrumentales sobre la comunicación genuina. Habermas advierte que esta colonización puede llevar a una crisis de la comunicación, afectando la cohesión social y la capacidad de los individuos para alcanzar un entendimiento mutuo. Habermas extiende su teoría a la política, argumentando que la legitimidad del poder debe basarse en procesos democráticos de comunicación. La “política discursiva” implica que la formación de la voluntad pública debe ser el resultado de un diálogo abierto y participativo. Esto no solo promueve la inclusión de los ciudadanos en la toma de decisiones, sino que también refuerza la idea de que la democracia se sostiene sobre la capacidad de los individuos para comunicarse y argumentar de manera efectiva. .
Conclusión En conclusión, tanto Wittgenstein como Huberman han dejado un legado significativo en la filosofía y en el ámbito de la comunicación. Ambos comparten una preocupación central por el papel del lenguaje y la comunicación en la construcción de la realidad social. La obra de Ludwig Wittgenstein transforma la comprensión del lenguaje y su función en la vida humana. En su perspectiva inicial en el Tractatus Logico-Philosophicus, establece una relación lógica entre el lenguaje y la realidad, sugiriendo que el lenguaje puede representar el mundo de manera precisa. Sin embargo, su enfoque evoluciona hacia una visión más pragmática en las “Investigaciones Filosóficas”, donde nos muestra que el significado no es algo fijo, sino que se construye a través del uso y el contexto social. Este cambio de perspectiva es fundamental para entender cómo el lenguaje se relaciona con nuestras experiencias cotidianas. Wittgenstein enfatiza que el significado de las palabras está ligado a cómo las utilizamos en diferentes situaciones, lo que resalta la importancia de la práctica social en la construcción del conocimiento. Por otro lado, Jürgen Habermas, perteneciente a la Escuela de Frankfurt, complementa esta visión al centrarse en la comunicación como un elemento esencial para la vida justa. Su teoría de la acción comunicativa propone que el entendimiento mutuo y el diálogo son fundamentales para la cohesión social y la legitimidad del poder. Habermas aboga por una razón discursiva que fomente la deliberación pública, subrayando que la comunicación efectiva es clave para la construcción de una sociedad justa. Para los estudiantes de comunicación social, estas teorías son fundamentales, pues les enseñan que la comunicación va más allá de la mera transmisión de información; es un proceso que
Referencias Bibliográficas Carabante, J. (SF) Jürgen Habermas. Philosophica Enciclopedia Filosófica Online. https://www.philosophica.info/voces/habermas/Habermas.html Correa, J. (21 de febrero de 2022) Wittgenstein: la importancia del lenguaje. Filosofía y CO. https://filco.es/10-claves-sobre-wittgenstein/#_Tractatus Encyclopaedia.herdereditoria (SF) Jürgen Habermas. https://encyclopaedia.herdereditorial.com/wiki/Autor:Habermas,_J%C3%BCrgen Fernández, J. (SF) Ludwig Wittgenstein. Philosophica Enciclopedia Filosófica Online. https://www.philosophica.info/voces/wittgenstein/Wittgenstein.html Montagud, N. (12 de noviembr de 2024) Jürgen Habermas: biografía de este filósofo alemán. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/biografias/jurgen-habermas Wikipedia. (SF) Ludwig Wittgenstein. https://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_Wittgenstein