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Inmunidad y otros aspectos, Schemes and Mind Maps of Legal medicine

La inmunidad, capacidad del cuerpo para defenderse contra enfermedades, reconociendo y respondiendo a sustancias extrañas, como bacterias, virus y toxinas, o incluso a células propias dañadas

Typology: Schemes and Mind Maps

2024/2025

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Salud Comunitaria y Familiar IV
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INMUNIDAD E INMUNIZACIONES. CONSIDERACIONES GENERALES
Autores: Grupo Central de Diseño Disciplinas Sociomédicas*
Salud Comunitaria y Familiar IV, 2008
INTRODUCCIÓN
Las inmunizaciones como herramienta fundamental de la Salud Pública han conseguido salvar
millones de vidas humanas y evitar una gran carga de morbilidad y de secuelas a toda la
población, durante décadas. A diferencia de otros medicamentos constituyen una medida de
prevención de primera magnitud, que permite la protección no solo a nivel individual sino
también grupal.
La introducción de la inmunización ha permitido beneficios incuestionables, se ahorra en el
costo de los tratamientos, se reduce la incidencia de muchas enfermedades infecciosas y
lógicamente hay una reducción de la mortalidad.
Hoy día cuando casi se han erradicado por completo las enfermedades infecciosas en los
países industrializados a través de programas de vacunación masiva las bacterias o virus que
provocan dichas enfermedades siguen existiendo y continúan representando una amenaza para
la salud de las personas que no estén inmunizadas. En muchos lugares del mundo, en especial
en África y en el sureste de Asia, la poliomielitis, el tétano y el sarampión siguen afectando a la
población a gran escala. Dichas enfermedades son las causantes de graves enfermedades e
incluso de la muerte de millones de personas que no tienen acceso a la asistencia médica
adecuada y por tanto a los programas de vacunación existentes. No obstante la aplicación de
estos programas, junto con otras medidas de salud pública como el saneamiento básico, ha
logrado un descenso importante en la morbilidad y la mortalidad atribuible a las enfermedades
infecciosas.
A pesar de los adelantos en el diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades, el tema de
las inmunizaciones demuestra que las acciones de prevención son muy importantes para
conseguir una vida sana.
El presente material bibliográfico brinda los elementos básicos de inmunidad e inmunizaciones,
que constituyen una de las formas más eficaces para la protección de personas y la población
susceptible a la enfermedad infecciosa, estos conocimientos resultan de gran importancia para
el desempeño del médico integral comunitario en su labor preventiva en la Atención Primaria de
Salud.
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INMUNIDAD E INMUNIZACIONES. CONSIDERACIONES GENERALES

Autores: Grupo Central de Diseño Disciplinas Sociomédicas *

Salud Comunitaria y Familiar IV, 2008

INTRODUCCIÓN

Las inmunizaciones como herramienta fundamental de la Salud Pública han conseguido salvar millones de vidas humanas y evitar una gran carga de morbilidad y de secuelas a toda la población, durante décadas. A diferencia de otros medicamentos constituyen una medida de prevención de primera magnitud, que permite la protección no solo a nivel individual sino también grupal. La introducción de la inmunización ha permitido beneficios incuestionables, se ahorra en el costo de los tratamientos, se reduce la incidencia de muchas enfermedades infecciosas y lógicamente hay una reducción de la mortalidad. Hoy día cuando casi se han erradicado por completo las enfermedades infecciosas en los países industrializados a través de programas de vacunación masiva las bacterias o virus que provocan dichas enfermedades siguen existiendo y continúan representando una amenaza para la salud de las personas que no estén inmunizadas. En muchos lugares del mundo, en especial en África y en el sureste de Asia, la poliomielitis, el tétano y el sarampión siguen afectando a la población a gran escala. Dichas enfermedades son las causantes de graves enfermedades e incluso de la muerte de millones de personas que no tienen acceso a la asistencia médica adecuada y por tanto a los programas de vacunación existentes. No obstante la aplicación de estos programas, junto con otras medidas de salud pública como el saneamiento básico, ha logrado un descenso importante en la morbilidad y la mortalidad atribuible a las enfermedades infecciosas. A pesar de los adelantos en el diagnóstico y tratamiento de muchas enfermedades, el tema de las inmunizaciones demuestra que las acciones de prevención son muy importantes para conseguir una vida sana. El presente material bibliográfico brinda los elementos básicos de inmunidad e inmunizaciones, que constituyen una de las formas más eficaces para la protección de personas y la población susceptible a la enfermedad infecciosa, estos conocimientos resultan de gran importancia para el desempeño del médico integral comunitario en su labor preventiva en la Atención Primaria de Salud.

DESARROLLO

INMUNIDAD

El término inmunidad proviene del latín immunitas, que significa exención del servicio militar, el pago de impuestos u otros servicios públicos, pero el concepto seguramente es muy antiguo. La primera descripción escrita del concepto de inmunidad pudo ser hecha por el ateniense Tucídides que, en el 430 a.c., describió que cuando la peste afectó a Atenas “los enfermos y los moribundos estuvieron cuidados por la atención compasiva de esos que se habían recuperado, porque sabían el tratamiento de la enfermedad y estaban ellos mismo libres de aprensiones. Ninguno fue atacado jamás una segunda vez, o no con un resultado fatal”. El término “inmunes”, también se encuentra en el poema épico “Farsalia” escrito alrededor del 60 a.c. por el poeta Marco Anneo Lucano para describir la resistencia de una tribu norteafricana al veneno de las serpientes. La primera descripción clínica de la inmunidad que surgió de una enfermedad específica por un organismo causante es probablemente Kitab fi al-jadari wa-al-hasbah (Un tratado sobre la viruela y el sarampión) escrito por el médico islámico Al-Razi en el siglo IX. En el tratado, Al- Razi describe la presentación clínica de la viruela y el sarampión y pasa a indicar que la exposición a estos agentes específicos otorga inmunidad duradera (aunque no usa este término). No obstante, fue con la Teoría germinal de las enfermedades de Louis Pasteur que la incipiente ciencia de la inmunología comenzó a explicar cómo las bacterias causaban las enfermedades, y cómo, después de la infección, el cuerpo humano aumentaba la capacidad de resistir más ofensas. Se denomina inmune a aquél que habiendo padecido una infección o estando vacunado, mantiene luego defensa contra los gérmenes que la provocaron. Existen diversas maneras de generar inmunidad en los seres humanos, inmunidad que les proporcione protección, en diferentes grados, ante ciertas enfermedades. Definición: es la capacidad del cuerpo para luchar contra la enfermedad. Cuando las bacterias o los virus consiguen entrar en el sistema de una persona, el cuerpo lucha contra la infección produciendo anticuerpos que atacan al microorganismo extraño. Tipos: Puede ser innata, que es aquella con la que se nace y consiste en barreras que impiden que los materiales dañinos ingresen al cuerpo. Estas barreras forman la primera línea de defensa en la respuesta inmunitaria, son ejemplos de ellas: el reflejo tusígeno, las enzimas en las lágrimas y en los aceites de la piel, el mucus que atrapa bacterias y partículas pequeñas, la

  • Artificial: Es producida por gammaglobulinas, es decir por transferencia de anticuerpos. Es una inmunización a corto plazo inducida por la transferencia de anticuerpos, que se pueden administrar de varias formas; como un plasma sanguíneo humano o animal, como inmunoglobulina humana de banco para uso intravenoso o intramuscular, y en forma de anticuerpos monoclonales. La transferencia pasiva se usa profilácticamente en el caso de inmunodeficiencia, como la hipogammaglobulinemia. También se usa en el tratamiento de varios tipos de infecciones agudas, y para tratar el envenenamiento. La inmunidad derivada de la inmunización pasiva dura sólo un corto periodo de tiempo, y hay también un riesgo potencial a reacciones de hipersensibilidad, y a la enfermedad del suero, especialmente de gammaglobulina de origen no humano. La inducción artificial de inmunidad pasiva se ha usado durante más de un siglo para tratar enfermedades infecciosas, y antes de la llegada de los antibióticos, era a menudo el único tratamiento específico para ciertas infecciones. La terapia de inmunoglobulina continuó siendo un recurso terapéutico de primera línea para las enfermedades respiratorias severas hasta los años 1930, incluso después de que se introdujeran los antibióticos de sulfonamida. En la actualidad existe la transferencia pasiva de inmunidad por medio de células o "transferencia adoptiva" de inmunidad por medio de células, se realiza por la transferencia de células T activadas o "sensibilizadas", raras veces se usa en humanos porque requiere donantes histocompatibles, que son con frecuencia difícil de encontrar y en donantes no compatibles conlleva riesgos severos contra el anfitrión, no obstante es un recurso terapéutico que ha sido usado para tratar algunos tipos de cáncer e inmunodeficiencia. Este tipo de transferencia difiere de un trasplante de médula ósea, porque en este último lo que se transfieren son células madre hematopoyéticas. Inmunidad activa
  • Natural : Ocurre cuando una persona está expuesta a un patógeno vivo, y desarrolla una respuesta inmune primaria, que lleva a una memoria inmunológica. Este tipo de inmunidad es “natural” porque no está inducida por el hombre. Muchos trastornos del funcionamiento del sistema inmunológico pueden afectar a la formación de la inmunidad activa como la inmunodeficiencia (tanto en la forma adquirida o congénita) y la inmunosupresión. Cuando un microorganismo, toxina o antígeno atraviesa la barrera cutáneomucosa, diversos mecanismos intentan eliminarlos o al menos neutralizarlos. El sistema defensivo primariamente implicado se llama inmunidad natural, antiguamente inespecífica. Básicamente intervienen fagocitos y complemento, provocando fenómenos que clínicamente se reconocen como inflamación local.

La protección natural tras recuperarse de una enfermedad infecciosa proporciona inmunidad puesto que el cuerpo produce anticuerpos para combatir a la enfermedad. Sin embargo, numerosas enfermedades infecciosas pueden causar complicaciones molestas y peligrosas o incluso la muerte. La polio puede provocar la parálisis, la pertussis (tos convulsa) puede provocar la neumonía y el sarampión puede causar neumonía y la encefalitis; estas tres enfermedades puede tener como consecuencia la muerte. La vacunación representa una alternativa más segura que la inmunidad “natural” sin correr el riesgo de padecer complicaciones serias o incluso morir como consecuencia de la enfermedad.

  • Artificial : es inducida por una vacuna, es decir una sustancia que contiene un antígeno. La palabra vacuna, luego derivada a vacunación, fue propuesta por el propio Pasteur como recuerdo de haberse realizado las primeras investigaciones en vacas enfermas de viruela. Precisamente fue la palabra de raíz latina la que persistió históricamente.

VACUNACIÓN

El término vacunación hoy en día se utiliza para referirse a la administración de cualquier vacuna, independientemente de que el receptor quede adecuadamente inmunizado, a veces se trata como sinónimo de inmunización pero está última designa el proceso mediante el cual se induce o transfiere inmunidad artificialmente. En la inmunidad activa se hace mediante la administración de un inmunobiológico para desencadenar la respuesta inmunitaria. En ella se suministran pequeñas dosis de un antígeno, como por ejemplo virus vivos debilitados o muertos, para activar la "memoria" del sistema inmunitario (linfocitos B activados y linfocitos T sensibilizados). Dicha memoria le permite al cuerpo reaccionar de manera rápida y efectiva ante las exposiciones futuras. Este procedimiento representa una alternativa más segura que la inmunidad “natural”, no se corren riesgos de padecer complicaciones serias o incluso morir como consecuencia de la enfermedad. Las bases inmunológicas a través de las que actúan las vacunas son diversas, así como la de los mecanismos de respuesta del sistema inmunitario frente a los distintos patógenos. Su conocimiento permite comprender mejor su mecanismo de acción y las nuevas técnicas en vías de desarrollo. La inmunidad generada por las vacunas, es similar a la originada por las enfermedades: la introducción en el organismo de un elemento llamado antígeno, desencadena una respuesta del organismo, mediante la formación de otro elemento llamado anticuerpo, que es el que va a actuar como barrera contra las enfermedades.

Hay cuatro tipos de vacunas tradicionales:

  • Las vacunas inactivadas que están compuestas de microorganismos que han sido matados con sustancias químicas o calor y ya no son infecciosos. Son ejemplos las vacunas contra la gripe, el cólera, la peste y la hepatitis A. La mayoría de las vacunas de este tipo es probable que requieran vacunas de refuerzo.
  • Las vacunas vivas atenuadas están compuestas de microorganismos que han sido cultivados bajo condiciones que inutilizan su capacidad de inducir enfermedades. Estas respuestas son más duraderas y generalmente no requieren vacunas de refuerzo. Los ejemplos incluyen a la fiebre amarilla, el sarampión, la rubéola y las parotiditis.
  • Los toxoides son compuestos tóxicos inactivados de microorganismos en casos donde estos (en vez de los microorganismos por sí mismos) causan la enfermedad, usados antes de un encuentro con el toxoide. Ejemplos de vacunas basadas en toxoides incluyen el tétanos y la difteria.
  • Las vacunas de subunidad están compuestas de pequeños fragmentos de organismos causantes de enfermedad. Un ejemplo característico es la vacuna de subunidad contra el virus de la hepatitis B. La mayoría de las vacunas son administradas con inyección hipodérmica porque no son absorbidas con fiabilidad a través del aparato digestivo. Las vacunas vivas atenuadas de la poliomielitis y el cólera son usadas oralmente para producir inmunidad en el intestino. Se considera que en términos generales una vacuna es mejor cuando se adapte a las necesidades de las personas, tanto a la de proteger contra una enfermedad determinada, como a la disponibilidad de recursos, sin embargo, cuando se va a seleccionar alguna se deben valorar los siguientes aspectos:
  • Los efectos colaterales o secundarios.
  • La interferencia con la aplicación de otras vacunas.
  • La influencia sobre futuros diagnósticos.
  • Su especificidad.
  • La facilidad de manejo y aplicación.
  • La disponibilidad y estabilidad en el mercado.
  • La justificación sanitaria para su aplicación. La importancia de esta medida de control sobre los susceptibles hace que actualmente se trabaje en las llamadas vacunas del futuro que entre otras cosas tendrán que ser poderosas, seguras, baratas, fáciles de elaborar, almacenar y administrar, así como, que brinden inmunidad

contra muchas enfermedades en una sola aplicación y que no necesiten refuerzos; hacia allí se dirigen las investigaciones actuales, a buscar vacunas que garanticen nuevas formas de otorgar inmunidad. En estos momentos al menos 10 vacunas de ADN desnudo -contra la hepatitis B, la malaria, la gripe, el herpes simple y el SIDA se encuentran atravesando ensayos clínicos que ponen a prueba su seguridad y según la prestigiosa revista Scientific American, en los próximos 5 años estarán listas las primeras vacunas de ADN desnudo.

Evolución histórica La búsqueda de alguna técnica para hacerse resistente a las enfermedades infecciosas es tan antigua como las propias civilizaciones y su investigación se pierde en los orígenes de los tiempos. Se afirma que la variolización, o transmisión de pústulas de enfermos de viruela, ya se realizaba en la antigua India, pasando luego este conocimiento a China, donde fue desarrollada; entonces ya los médicos chinos espolvoreaban intranasalmente el polvo de pústulas desecadas, esto más tarde se extendería a toda Asia. La introducción en Europa de esta técnica es muy posterior, atribuyéndose a Lady Mary Wortley Montagu, que era la esposa del embajador británico en Turquía y vio cómo la realizaban los turcos. Jenner administró por primera vez en 1796 vacuna de la viruela al niño James Phipps, y a él mismo, resultando protegidos al exponerse a la enfermedad. Consiguió su descubrimiento por atender las creencias populares y comprobar cómo las mujeres de Gloucester que ordeñaban vacas y se infectaban con la vaccinia de estos animales no enfermaban durante las epidemias de viruela humana. En ambas enfermedades aparecían vesículas muy similares, pero mientras que una era benigna para el hombre, la otra era casi siempre mortal. En 1798, Jenner dio a conocer públicamente sus descubrimientos en el libro A inquiry into the causes and effects of the variolae vaccínia. La idea de la vacunación antivariólica no fue originariamente suya, ya que se realizaba desde hacía miles de años, pero fue él quien relacionó la enfermedad de las vacas (cowpox) y la humana (smallpox) y la desarrolló científicamente. Aunque el primero en vacunar con éxito fuera Jenner, muchos consideran a Pasteur como el auténtico padre de la inmunoterapia, justificándolo por la extensión de sus investigaciones y la aplicación científica. Comenzó trabajando en animales y desarrolló un sistema de inmunización pasiva con caldo de pollo frente al cólera de las gallinas (1880). Más tarde (1885), ya con la colaboración de Roux, inmunizó ovejas procedentes de los llamados “campos malditos” contra al carbunco.

manera que se impida la transmisión de la infección y con ello sea prácticamente imposible la aparición de fenómenos epidémicos, logrando la protección directa en los individuos y la inmunidad colectiva de toda la población, incluidos los no vacunados. En todas las poblaciones es esencial alcanzar y mantener un nivel adecuado de inmunidad colectiva para conseguir el bloqueo de la transmisión de una infección y, más adelante, si ello es factible, alcanzar su erradicación. Esto es especialmente importante en las enfermedades en que el reservorio del agente es humano y la transmisión homóloga (viruela, tosferina, poliomielitis, sarampión, rubéola y parotiditis), donde las vacunas no sólo confieren protección individual sino también una protección colectiva o inmunidad de grupo. Cuando el reservorio no es exclusivamente humano, como en el tétanos y las zoonosis, no aparece este efecto y para lograrlo habría que inmunizar prácticamente a toda la población. El grado de inmunidad de un grupo necesaria para prevenir una epidemia depende de cada enfermedad, así como de otras dos características como la tasa de protección de la vacunación que es el porcentaje de individuos realmente protegidos entre los vacunados, que generalmente es inferior al 100%, y de las tasas de cobertura de la vacunación, es decir el porcentaje de vacunados entre la población diana, que varía en función de la intensidad del programa de vacunaciones.

Estrategias generales de vacunación En función de los enfoques mencionados se pueden considerar las siguientes estrategias generales de vacunación: I. Vacunación sistemática. II. Campañas de vacunación. III. Actuaciones esporádicas.

I. Vacunación sistemática Aplicación de diversas vacunas a toda la población, en edades determinadas y con intervalos más o menos fijos, configurando los llamados calendarios vacunales. Este tipo de estrategia consigue niveles altos de cobertura especialmente en los niños. Ejemplo: calendario de vacunaciones infantiles y las vacunaciones recomendadas en el adulto.

II. Campañas de vacunación Vacunación de grupos específicos de población de forma puntual y periódica. Con esta estrategia, las tasas de cobertura son inferiores a las conseguidas con la estrategia anterior. Son ejemplo de ella: campañas anuales de vacunación antigripal. III. Actuaciones esporádicas

  • Vacunas que se reservan, por sus características, para situaciones epidemiológicas especiales, como control de brotes epidémicos.
  • Vacunas frente a enfermedades que no existen en el territorio y que solo están indicadas en viajeros que acudan a países donde existe un alto riesgo, por ejemplo la vacuna contra fiebre amarilla.
  • Vacunas indicadas en personas con mayor riesgo de enfermar en las que la enfermedad es más grave, es decir en grupos de alto riesgo, por ejemplo vacunación antineumococica en hogares de ancianos o donde exista hacinamiento.

Clasificación de las vacunas ⇒ Según utilidad sanitaria: esta clasificación aparece en la novena edición del Medicina Preventiva y Salud Pública de Piédrola Gil y las divide según su eficacia en salud pública en de elevada eficacia y de menor eficacia o de utilidad limitada es Salud Pública. A continuación se detallan las vacunas que se incluyen en ambas clasificaciones que integran:

  1. Vacunas de elevada eficacia. a) Capaces de conseguir la erradicación de la enfermedad en algunas zonas:
    • Antidiftérica
    • Antipoliomielítica
    • Antitetánica
    • Antisarampión
    • Antiparotiditis b) Capaces de disminuir en forma muy importante la incidencia:
    • Antipertusis
    • Antirubéola
    • Antihepatitis B
  2. Vacunas de menor eficacia o de utilidad limitada en salud pública:
    • Antigripal
    • Antitifoidica

Los estudios para determinar los atributos fundamentales de un producto vacunal brindan la información sobre estabilidad, eficacia y efectividad, ellos pueden demorar la salida final de un producto al mercado de 4 a 5 años, desde el ensayo en animales hasta su aplicación en humanos durante los ensayo clínicos. La estabilidad esta asociada a la resistencia que tenga la vacuna ante posibles degradaciones física como luz, temperaturas elevadas o bajas hasta la congelación o por el tiempo transcurrido desde su fabricación, entre otros factores. Se debe probar que la vacuna mantenga la estabilidad de su propiedad inmunógena. La eficacia, por otra parte, está asociada con los resultados o beneficios de salud proporcionados a las personas, después de vacunados bajo condiciones ideales, es decir, está en función de su inmunogenicidad. Cuando se habla sobre la efectividad de las vacunas se consideran los resultados o beneficios a la salud proporcionados por un programa de vacunaciones en la población, depende de factores económicos, ambientales, sociales, culturales que regulan su disponibilidad, el acceso, la estabilidad, la manipulación y la aceptabilidad por parte de la población a una vacuna.

  • El Recurso Humano: administra las acciones y manipula las vacunas.
  • El Recurso Material: necesario para conservar y distribuir las vacunas.
  • El Recurso Financiero: requerido para asegurar la operatividad de los recursos.

Contraindicaciones generales

  • Reacción anafiláctica a una dosis previa de la vacuna.
  • Reacción anafiláctica previa a un componente de la vacuna.
  • Enfermedad aguda moderada o grave.
  • No se recomienda vacunar virus o bacterias vivos en pacientes con severa inmunosupresión (excepto sarampión). Si es posible vacunar antes de la inmunosupresion.
  • Personas en contacto con pacientes inmunosuprimidos pueden recibir cualquier vacuna, excepto sabin.
  • Paciente que recibe corticoides a altas dosis por tiempo prolongado, no deberá recibir vacunas a antígeno vivo hasta un mes después de suspender el tratamiento. Si se trata de quimioinmunosupresores deberá esperar 3 meses.
  • No administrar vacunas de virus vivos a embarazadas
  • Recién nacidos pretérmino podrán recibir las vacunas de acuerdo a edad cronológica.

Dentro de las llamadas “falsas contraindicaciones” se encuentran las siguientes:

  • Las infecciones de la vía aérea superior con fiebre < 38.5C.
  • Diarreas.
  • Alergias, asma u otras manifestaciones atópicas.
  • Prematuridad.
  • Desnutrición
  • Lactancia materna
  • Historia familiar de convulsiones.
  • Tratamiento con antibióticos, corticoides a dosis bajas o locales.
  • Enfermedades aguda benigna (rinitis, IRA, diarrea)
  • Enfermedades neurológicas resuelta y estable (lesiones estáticas, no evolutivas)
  • Historia de ictericia al nacimiento.

Precauciones

  • La enfermedad menor con fiebre mayor o igual a 38° no contraindica la inmunización. Sin embargo si la fiebre u otra manifestación sugieren enfermedad moderada o seria, no se deberá vacunar hasta la recuperación.
  • La administración simultánea de la mayoría de las vacunas vivas o inactivadas no producen una disminución en los títulos de anticuerpos ni aumentan las reacciones adversas, aumenta la probabilidad de que un niño este bien vacunado y evita las oportunidades perdidas de vacunación.
  • Las vacunas vivas que no se administran simultáneamente deben estar separadas al menos por 4 semanas.
  • Las vacunas vivas orales (OPV) no interfieren entre si cuando no son dadas simultáneamente.
  • Las vacunas vivas inyectables no tienen efecto sobre las vacunas vivas orales.
  • Tampoco hacen falta intervalos entre diferentes vacunas inactivadas.
  • Las vacunas vivas atenuadas pueden ser afectadas por los anticuerpos circulantes de ese antígeno.
  • Si se administra primero el anticuerpo (dependiendo de la dosis) se deben esperar como mínimo 3 meses para dar la vacuna.
  • Si se administra primero la vacuna es necesario esperar 2 semanas para dar gamaglobulina

Definición: Es una acción conjunta de las naciones del mundo, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (0PS) y los gobiernos de los estados para el control, eliminación y erradicación de enfermedades prevenibles por vacunas. Planes principales El PAI centra sus acciones en seis planes principales. Estos obedecen a la política establecida por la Cumbre Mundial de la Infancia, que busca mejorar la salud y el bienestar de la población infantil:

  1. Plan para Consolidar y Certificar la Erradicación de la Poliomielitis.
  2. Plan de Eliminación del Sarampión. Meta establecida para el año 2000.
  3. Plan de Control de la Rubéola y la Rubéola Congénita.
  4. Plan de Eliminación del Tétanos Neonatal.
  5. Plan de Control de la Hepatitis B.
  6. Plan de Control de otras enfermedades inmunoprevenibles: Tosferina, Difteria, Tuberculosis, Parotiditis y meningitis por Haemophilus Influenzae. Objetivos El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), es una acción conjunta de las naciones del mundo y de organismos internacionales interesados en apoyar acciones tendientes a lograr coberturas universales de vacunación. Esto, con el fin de disminuir las tasas de mortalidad y morbilidad causadas por las enfermedades inmunoprevenibles. Los objetivos del PAI son: ⇒ Reducir la morbilidad y la mortalidad causadas por Poliomielitis, Tosferina, Tétanos Neonatal, Difteria, Tuberculosis, Parotiditis, Sarampión, Rubéola y Meningitis.

⇒ Sentar las bases que garanticen un apoyo financiero nacional, que asegure la continuidad del programa. Esto, con el fin de que toda la población continúe teniendo acceso a los servicios de vacunación.

⇒ Erradicar la circulación del virus salvaje de la Poliomielitis. ⇒ Eliminar el Tétanos Neonatal. Metas Atendiendo a los propósitos anteriormente señalados, el PAI se ha fijado las siguientes metas:

  • Concertar con todos los alcaldes del país, las acciones del PAI que se puedan desarrollar dentro del PAB (Plan de Atención Básica). Esto, con el fin de garantizar la cobertura universal de vacunación.
  • Mantener, en la población objeto del programa, coberturas de vacunación por biológico y municipio iguales o superiores al 95%. Se deben tener en cuenta para BCG, situaciones diferenciales de acuerdo con la cobertura municipal del parto institucional.
  • Disminuir a menos del 15% la tasa de menores de un año de edad, que entre la 1a y 3a dosis de una vacuna, abandonan la aplicación.
  • Mejorar en un 100% la respuesta inmunológica de los menores de cinco años a la vacunación con DPT y Antipoliomielítica. Aplicar refuerzos obligatorios a los 18 meses de edad (o al año de la tercera dosis), y a los cinco años.
  • Mejorar en un 100% la respuesta inmunológica de los menores de 10 años a la vacunación con Triple Viral (Rubéola, Sarampión, Parotiditis), aplicándoles un refuerzo obligatorio.
  • Vacunar con Triple Viral el 100% de los jóvenes entre 14 y 15 años de edad. Esto, mediante la Segunda Jornada Nacional de Vacunación Contra Rubéola Congénita, cumpliendo así con el propósito de impactar radicalmente esta patología.
  • Evitar la aparición de brotes de Sarampión en cada uno de los municipios del país. Para ello se deben mantener coberturas con la Triple Viral iguales o superiores al 95%, en niños menores de un año. Se deben cumplir estrictamente los lineamientos para la vigilancia epidemiológica del Sarampión.
  • Vacunar el 100% de los menores de un año con Antipolio, DPT, BCG y MMR.
  • Vacunar con Antipolio, DPT, BCG, y MMR, el 100% de los susceptibles menores de 4 años, que no fueron vacunados durante su primer año de vida.
  • Vacunar el 100% de las gestantes con Toxoide Tetánico.
  • Vacunar con Toxoide Tetánico el 100% de las mujeres en edad reproductiva, en todas las áreas endémicas de Tétanos Neonatal. Acciones prioritarias De acuerdo con la Ley 100, es necesario especificar las acciones prioritarias del PAI dentro del Plan de Atención Básica (PAB) y dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS): 9 El PAI dentro del PAB_._
  • Concertar con cada las autoridades locales las acciones propias del PAI dentro del PAB, las cuales serán a partir de ese momento de obligatorio cumplimiento.
  • Entre las acciones PAI en el PAB se encuentran:
  • Coordinar permanentemente las actividades del PAI con todas las Instituciones Promotoras de Salud (IPS).
  • Evaluar mensualmente las coberturas de vacunación, por biológico y municipio, en menores de un año. Igualmente en el grupo de un año (Triple Viral), en el de embarazadas (DT), y en el de las mujeres en edad fértil de zonas en riesgo para la transmisión del Tétanos Neonatal (DT).

Principales enfermedades inmunoprevenibles Tétanos: enfermedad neurológica aguda no contagiosa, producida por la toxina del Bacilo Tetánico. Desde el punto de vista epidemiológico es importante distinguir el Tétanos Neonatal (en menores de 28 días), del Tétanos que afecta a otros grupos de edad. La tasa de letalidad (en ambos grupos) puede llegar a más del 50%. Características Generales_._ Agente: Clostridium Tetani. Bacilo gram-positivo anaeróbico. Reservorio: Tracto intestinal del hombre y algunos animales domésticos, especialmente el caballo. Modo de transmisión: En menores de 28 días, por contaminación del cordón umbilical con el agente. En otros grupos de edad, por contaminación de heridas con él agente. Período de incubación: De 3 a 28 días. Generalmente seis días. A menor tiempo de incubación, la posibilidad que la enfermedad sea más grave es mayor. Transmisibilidad: Universal. Susceptibilidad: Universal. Inmunidad: Si la madre está vacunada, el recién nacido está protegido hasta por tres meses, gracias a los anticuerpos maternos. Por la vacunación completa con el Toxoide. La enfermedad no confiere inmunidad.

Sarampión: enfermedad aguda, sumamente contagiosa. Se caracteriza por fiebre alta, conjuntivitis y coriza, que generalmente preceden a un exantema morbiliforme; al final del cual aparece una descamación leve de la piel. Las complicaciones son frecuentes en desnutridos y la tasa de letalidad puede llegar al 5%. Características generales. Agente: Virus del Sarampión. Paramyxoviridae. Morvillivirus. Reservorio: El hombre. Modo de transmisión: Cuando se exhalan gotas de secreciones respiratorias pertenecientes a personas infectadas. El virus puede ser viable en esta forma, hasta por 2 horas. Período de incubación: De 7 a 14 días. Transmisibilidad: Desde 5 días antes, hasta 5 días después de aparecida la erupción. Es considerada una de las enfermedades más contagiosas. Susceptibilidad: Universal.

Inmunidad:

  • Por infección natural.
  • Por vacunación.
  • Por inmunidad pasiva materna en los primeros meses de vida. Prevención: La mejor medida de protección, es la inmunización de la población susceptible. Especialmente los menores de 5 años.

Parotiditis : enfermedad viral aguda y contagiosa. Se caracteriza por fiebre, hinchazón y dolor al tacto de una o más glándulas; por lo regular las salivares, la parótida y a veces las sublinguales o submaxilares. En ocasiones ataca el SNC (Sistema Nervioso Central), páncreas, testículos (15 a 20%) y ovarios (5%). Alrededor de un 30% de las infecciones son subclínicas. Rara vez es letal. Las complicaciones más comunes son: Esterilidad en ambos sexos, Meningitis Aséptica, Pancreatitis, Pericarditis, Artritis, Mastitis, Nefritis y Tiroiditis. Características Generales. Agente: Paramixovirus (virus de las paperas). Reservorio: El hombre infectado únicamente. Modo de transmisión: Por gotas de aerosol de secreciones oro faríngeas. Por contacto directo con la saliva de la persona infectada. Período de incubación: 14 a 21 días. Usualmente 18 días. Transmisibilidad: Desde 6 días antes, hasta 9 días después de que aparecen las manifestaciones clínicas. Susceptibilidad: Universal. Inmunidad:

  • Por la enfermedad (clínica o subclínica)
  • Por vacunación. Prevención: La medida más importante de prevención primaria, es la vacunación de los susceptibles con PRS, la inmunización pasiva (Ig o Ig hiperinmune), no brinda protección contra la enfermedad ni contra sus complicaciones.