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Disección de riñones, Summaries of Anatomy

Reporte de práctica de disección de riñones

Typology: Summaries

2024/2025

Uploaded on 06/19/2025

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alejandro-garcia-1iz 🇺🇸

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ANATOMÍA HUMANA 2
DISECCIÓN DE RIÑÓN
DESCRIPCIÓN BREVE
El corazón es un órgano muscular ubicado en el
centro del tórax, entre los pulmones. Su función
principal es bombear sangre a todo el cuerpo,
llevando oxígeno y nutrientes a los tejidos. Está
dividido en cuatro cavidades y cuenta con
válvulas que aseguran el flujo adecuado de la
sangre.
TREJO FRANCO EDGAR
Sección: 203.
Académico: Dr. Delgado Rivera Andrés
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ANATOMÍA HUMANA 2

DISECCIÓN DE RIÑÓN

DESCRIPCIÓN BREVE

El corazón es un órgano muscular ubicado en el

centro del tórax, entre los pulmones. Su función

principal es bombear sangre a todo el cuerpo,

llevando oxígeno y nutrientes a los tejidos. Está

dividido en cuatro cavidades y cuenta con

válvulas que aseguran el flujo adecuado de la

sangre.

TREJO FRANCO EDGAR

Sección: 203. Académico: Dr. Delgado Rivera Andrés

INTRODUCCIÓN:

Los riñones son órganos vitales del sistema urinario cuya anatomía y función son fundamentales para el mantenimiento del equilibrio interno del organismo. Encargados principalmente de la filtración de la sangre y la formación de orina, los riñones regulan de manera precisa el volumen de líquidos, los electrolitos y el pH sanguíneo, además de desempeñar funciones endocrinas esenciales. Se localizan en la región retroperitoneal, a ambos lados de la columna vertebral, aproximadamente entre las vértebras T12 y L3, siendo el riñón derecho ligeramente más bajo debido a la presencia del hígado. Cada riñón posee una forma de frijol y mide entre 10 y 12 cm de longitud. Su estructura externa está envuelta por una cápsula fibrosa resistente, mientras que internamente se organizan en dos regiones bien definidas: la corteza y la médula. La corteza renal contiene los glomérulos y túbulos contorneados, donde inicia el proceso de filtración, mientras que la médula se compone de pirámides renales que desembocan en los cálices menores, mayores y finalmente en la pelvis renal, por donde la orina se dirige hacia el uréter. Esta compleja arquitectura interna permite un funcionamiento altamente eficiente, capaz de filtrar aproximadamente 180 litros de plasma al día, recuperando la mayoría de los componentes útiles y eliminando los desechos metabólicos. Desde el punto de vista vascular, los riñones reciben cerca del 20-25% del gasto cardíaco a través de las arterias renales, lo cual refleja su alta demanda perfusional. Este aporte sanguíneo es fundamental para mantener la tasa de filtración glomerular, un parámetro clave para evaluar la función renal. Además, el sistema tubular renal, mediante procesos de reabsorción y secreción, modula la composición final de la orina. En el plano endocrino, los riñones sintetizan hormonas como la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos, y la renina, que regula la presión arterial a través del sistema renina-angiotensina-aldosterona. El estudio anatómico detallado del riñón, ya sea mediante disección, modelos tridimensionales o técnicas de imagen, es esencial para los estudiantes de medicina, enfermería y ciencias de la salud, ya que permite comprender la interrelación entre su estructura y función. Este conocimiento es clave para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades prevalentes como la insuficiencia renal aguda y crónica, la litiasis renal, las infecciones urinarias y las nefropatías glomerulares. Así, el conocimiento profundo de la anatomía renal no solo proporciona una base sólida para la práctica clínica, sino que también contribuye a una atención médica más segura y efectiva. OBJETIVOS DE LA PRÁCTICA  Fomentar la autonomía del estudiante en el aprendizaje práctico de la anatomía del aparato urinario, con énfasis en el riñón.  Utilizar adecuadamente los instrumentos de disección en la exploración de estructuras renales externas e internas.  Identificar las estructuras morfológicas principales del riñón (corteza, médula, pirámides renales, cálices, pelvis renal, etc.) en material biológico.  Comprender la relación entre la anatomía del riñón y sus funciones en la filtración sanguínea, la formación de orina y la regulación homeostática del organismo. MATERIALES REQUERIDOS PARA LA PRÁCTICA Para llevar a cabo de manera segura, eficiente y profesional la práctica de disección del riñón, es imprescindible contar con el siguiente equipo de protección personal e instrumental de disección: Equipo de protección personal:

CORTEZA RENAL

La corteza renal constituye la porción más externa del parénquima renal , situada justo debajo de la cápsula fibrosa que recubre el riñón. Esta región no solo delimita la parte superficial del órgano, sino que también se extiende hacia el interior mediante prolongaciones que se introducen entre las pirámides renales de la médula; estas prolongaciones son las columnas renales (también llamadas columnas de Bertin), que ayudan a compartimentar la médula en lóbulos renales. La corteza presenta una apariencia granular muy característica, que contrasta con el aspecto estriado de la médula renal. Esta textura se debe a su contenido celular denso, en particular a la presencia de los corpúsculos renales —también conocidos como corpúsculos de Malpighi —, formados por los glomérulos y las cápsulas de Bowman , estructuras esenciales para el inicio del proceso de filtración sanguínea. Junto a ellos se encuentran los túbulos contorneados proximales y distales , que también se ubican exclusivamente en la corteza y que desempeñan funciones clave en la reabsorción de solutos y agua, así como en la secreción de diversas sustancias. La vascularización de la corteza renal es especialmente rica y compleja. A partir de las arterias interlobulares —ramas de las arterias arcuatas— surgen las arteriolas aferentes , que irrigan los glomérulos. Tras la filtración glomerular, la sangre sale por las arteriolas eferentes , que forman redes capilares peritubulares en la corteza, lo que facilita el intercambio rápido y eficiente de agua, iones y metabolitos entre los túbulos renales y la sangre. En términos funcionales, la corteza renal es la región donde se inicia la formación de la orina. Aquí se filtra el plasma sanguíneo para generar lo que se denomina orina primaria , un ultrafiltrado que luego será modificado a lo largo del sistema tubular. Por ello, cualquier alteración en la integridad estructural o vascular de la corteza puede comprometer gravemente la función renal global. En suma, la corteza renal no solo es un componente anatómico fundamental del riñón, sino que constituye el verdadero centro funcional inicial del sistema urinario, albergando las estructuras responsables del filtrado y procesamiento primario de la sangre. Imagen: IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Corteza

MÉDULA RENAL

La médula renal es la región interna del riñón, situada justo debajo de la corteza renal. Está organizada en una serie de estructuras cónicas llamadas pirámides renales , que tienen una base orientada hacia la corteza y un vértice, conocido como papila renal , que apunta hacia el centro del riñón donde se encuentra el sistema colector y excretor. Entre estas pirámides se encuentran las columnas renales , que son extensiones de la corteza que las separan y brindan soporte estructural y vascular. La característica más visible de la médula es su apariencia estriada , producto de la disposición paralela y ordenada de los túbulos rectos (partes del túbulo contorneado proximal y distal) y de los conductos colectores que atraviesan cada pirámide. Estos conductos convergen en las papilas renales, donde drenan la orina concentrada hacia los cálices menores, iniciando así su paso por el sistema urinario. Funcionalmente, la médula renal es fundamental para el proceso de concentración de la orina. Gracias a un sistema de intercambio osmótico muy especializado, la médula crea un gradiente de concentración de solutos que permite la reabsorción de agua desde los túbulos y conductos, ajustando el volumen y la concentración de la orina de acuerdo con las necesidades del organismo. Esto es clave para mantener el equilibrio hídrico y electrolítico , regulando la cantidad de agua, sodio, potasio y otros electrolitos que se excretan o retienen. Además, la médula recibe una irrigación particular a través de las arterias rectas, que aseguran un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes, aunque esta región es más susceptible a la hipoxia comparada con la corteza debido a su menor flujo sanguíneo relativo, lo que la hace vulnerable a ciertas patologías. En resumen, la médula renal es una estructura especializada que no solo organiza físicamente el interior del riñón mediante sus pirámides y columnas, sino que también desempeña un papel vital en la modulación final de la orina para mantener la homeostasis corporal. IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Medula renal

Varios cálices menores se agrupan y convergen para formar un cáliz mayor , que es una estructura más amplia y de mayor tamaño. En promedio, cada riñón contiene entre dos y tres cálices mayores, aunque este número puede variar ligeramente. Los cálices mayores funcionan como colectores principales, canalizando la orina recogida desde los cálices menores hacia la siguiente estructura anatómica del sistema urinario: la pelvis renal. La pelvis renal es una cavidad mucho más grande que actúa como un reservorio temporal donde se acumula la orina antes de pasar al uréter. Los cálices mayores convergen y desembocan en esta pelvis renal a través de una transición gradual y funcionalmente eficiente. Este sistema de drenaje, desde las papilas renales a través de los cálices menor y mayor, es vital para garantizar que la orina producida por el riñón fluya de manera continua y sin obstáculos hacia el uréter, evitando acumulaciones o reflujo que podrían afectar la función renal. Además, el diseño en forma de copa de los cálices menores ayuda a contener la orina mientras es transferida, asegurando un paso ordenado y controlado. En resumen, los cálices menores reciben la orina directamente de las papilas renales, varios de ellos se unen para formar los cálices mayores , que a su vez conducen la orina hacia la pelvis renal, completando así el sistema interno de recolección y drenaje urinario del riñón. IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Cálices menor y mayor PELVIS RENAL La pelvis renal es una estructura anatómica fundamental dentro del riñón, caracterizada por ser una cavidad amplia con forma de embudo o embudo invertido. Se encuentra en el centro del riñón, alojada dentro del seno renal , un espacio hueco cubierto por tejido adiposo y tejido conectivo que protege y sostiene las estructuras internas del riñón. Esta cavidad es el punto de convergencia donde confluyen los cálices mayores , que transportan la orina proveniente de los cálices menores y, por ende, de las papilas renales. La pelvis renal actúa como un reservorio temporal, recibiendo toda la orina producida y concentrada a lo largo del sistema tubular del riñón. Desde un punto de vista funcional, la pelvis renal cumple un papel crucial en el sistema urinario, ya que canaliza la orina desde el riñón hacia el uréter , el conducto que conecta con la vejiga urinaria para su almacenamiento y posterior eliminación del organismo. La pelvis tiene paredes musculares que le permiten realizar contracciones suaves llamadas peristalsis, que facilitan el flujo continuo de la orina hacia el uréter y previenen el estancamiento que podría favorecer infecciones o formación de cálculos.

Anatómicamente, la pelvis renal forma parte del sistema pielocalicial , que incluye los cálices menores, cálices mayores y la pelvis en sí. Esta unidad funcional se encarga del drenaje y transporte de la orina desde los tejidos donde se produce hasta el tracto urinario inferior. El tamaño y forma de la pelvis renal pueden variar entre individuos, y en algunos casos, la pelvis puede tener extensiones llamadas divertículos o mostrar configuraciones anatómicas particulares que pueden influir en la dinámica del flujo urinario. Además, la pelvis renal está rodeada por una capa de tejido conectivo que la protege y la conecta con otras estructuras del riñón, como los vasos sanguíneos y nervios que llegan a través del hilio renal. Esto permite una integración perfecta entre la función de filtración, recolección y transporte de la orina. En resumen, la pelvis renal es la cavidad clave donde la orina recogida en los cálices mayores se acumula temporalmente y desde donde se impulsa hacia el uréter, asegurando que la orina fluya de manera eficiente desde el riñón hasta la vejiga, siendo una pieza esencial en el mantenimiento de la correcta función renal y del sistema urinario en general. IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Pelvis renal URÉTER El uréter es un conducto tubular musculomembranoso esencial en el sistema urinario, encargado de transportar la orina desde la pelvis renal hasta la vejiga urinaria. Mide aproximadamente entre 25 y 30 centímetros de longitud en adultos, aunque esta medida puede variar ligeramente según la estatura y edad de la persona. Anatómicamente, el uréter emerge directamente del hilio renal , la región del riñón por donde entran y salen vasos sanguíneos, nervios y conductos urinarios. Desde allí, el uréter desciende de forma posterior al peritoneo, recorriendo el abdomen y la pelvis menor, para finalmente desembocar en la vejiga a través de una inserción en la pared vesical llamada orificio ureteral. El uréter está formado por tres capas principales:

  1. Mucosa interna , compuesta por un epitelio de transición que se adapta a cambios de volumen y permite el paso de la orina sin filtraciones ni daños.
  2. Capa muscular media , con fibras musculares lisas organizadas en forma longitudinal y circular que realizan movimientos peristálticos.
  3. Adventicia externa , tejido conectivo que ancla el uréter a estructuras vecinas y contiene vasos sanguíneos y nervios. La característica más importante del uréter es su peristaltismo , es decir, la contracción rítmica y coordinada de sus fibras musculares que impulsa la orina de manera activa desde el riñón hacia la vejiga, independientemente de la gravedad o la posición del cuerpo. Este mecanismo asegura un flujo continuo y evita el reflujo urinario, lo cual es fundamental para prevenir infecciones ascendentes. A lo largo de su trayecto, el uréter atraviesa tres zonas de estrechamiento fisiológico:

IMAGEN NOMBRE DE LA

ESTRUCTURA

Vena renal VENA RENAL La vena renal es el vaso principal encargado de recoger la sangre desoxigenada y ya filtrada que proviene del parénquima renal, para devolverla a la circulación sistémica. Se ubica en el hilio renal, generalmente anterior a la arteria renal, y suele ser de mayor calibre que esta, debido a que recoge un gran volumen de sangre tras el proceso de filtración y reabsorción realizado en el riñón. Cada vena renal recibe la sangre de múltiples tributarias venosas, que provienen de las venas segmentarias y de las venas interlobulares, las cuales acompañan a las arterias correspondientes. Estas venas drenan la sangre desde la corteza y la médula renal, recogiendo los productos de desecho y el exceso de líquidos que ya no se requieren en la circulación. Después de atravesar el hilio renal, la vena renal se dirige hacia la vena cava inferior, desembocando en ella cerca del nivel de las vértebras L1-L2, lo que facilita el retorno eficiente de la sangre hacia el corazón. En el lado derecho, la vena renal desemboca directamente en la vena cava inferior, mientras que en el lado izquierdo suele ser más larga y pasa por detrás de la arteria mesentérica superior antes de unirse a la vena cava. La vena renal también tiene conexiones importantes con otras venas del abdomen, como la vena gonadal y la vena suprarrenal, que drenan órganos adyacentes. Estas conexiones son esenciales para el drenaje venoso integral del sistema urinario y endocrino renal. A diferencia de la arteria renal, la vena renal no posee válvulas, lo que permite un flujo venoso continuo pero también puede facilitar la diseminación de infecciones o trombosis en casos patológicos. Su función es fundamental para mantener el equilibrio hemodinámico y permitir que el riñón cumpla eficientemente con su papel en la homeostasis corporal. IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Vena renal

CÁPSULA FIBROSA / CÁPSULA RENAL

La cápsula fibrosa es una membrana delgada pero extremadamente resistente compuesta principalmente por tejido conectivo denso e irregular, con abundantes fibras colágenas y algo de fibras elásticas. Esta membrana envuelve directamente la superficie externa del riñón, adhiriéndose firmemente a la corteza renal subyacente. Esta adhesión cercana no solo protege el riñón de agresiones mecánicas externas, sino que también contribuye a mantener la arquitectura interna del órgano, evitando deformaciones o desplazamientos de sus estructuras delicadas. La cápsula fibrosa actúa como una primera línea de defensa contra infecciones, ya que su tejido denso dificulta la invasión bacteriana o viral hacia el parénquima renal. Además, su resistencia mecánica protege al riñón de traumatismos, absorbiendo y distribuyendo fuerzas que podrían dañar las frágiles estructuras internas, como los glomérulos y túbulos renales. Más allá de la cápsula fibrosa, la llamada cápsula renal comprende un sistema de capas adicionales que contribuyen a la protección y estabilidad del riñón. La grasa perirrenal, o adiposa perirrenal, es una gruesa capa de tejido adiposo que rodea la cápsula fibrosa. Esta grasa no solo funciona como un amortiguador mecánico que protege al riñón de golpes y movimientos bruscos, sino que también actúa como un aislante térmico que ayuda a mantener la temperatura óptima para los procesos bioquímicos del órgano. Por fuera de esta capa grasa se encuentra la fascia renal o fascia de Gerota, una lámina fibroelástica que delimita y fija el riñón a las estructuras anatómicas circundantes, como la fascia transversalis, la musculatura lumbar y la pared posterior del abdomen. Esta fascia está compuesta por fibras colágenas orientadas en varias direcciones, lo que le proporciona resistencia a la tracción y flexibilidad para acomodar movimientos corporales sin permitir un desplazamiento excesivo del riñón. Desde un punto de vista clínico, la integridad de estas capas es fundamental. Por ejemplo, la ruptura de la cápsula fibrosa puede facilitar la diseminación de infecciones renales al tejido circundante, como en la pielonefritis perirrenal. Asimismo, el acúmulo anormal de líquido o sangre en el espacio entre la cápsula fibrosa y la grasa perirrenal puede generar hematomas o abscesos que afectan la función renal y provocan dolor lumbar. La cápsula renal en conjunto —fibrosa, grasa perirrenal y fascia de Gerota— crea un microambiente estable que protege al riñón de la presión intraabdominal, amortigua traumas y asegura que la irrigación sanguínea, el drenaje linfático y la inervación sensitiva y autónoma se mantengan intactos. Esta protección estructural es esencial para que el riñón pueda desempeñar sus funciones vitales de filtración, regulación electrolítica y equilibrio hidroelectrolítico sin interrupciones o daños. IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Capsula fibrosa

HILIÓ RENAL

El hilio renal es una estructura anatómica fundamental ubicada en la cara medial del riñón, representando una depresión o entrada en forma de hendidura que permite el paso y la comunicación de las estructuras vasculonerviosas y el sistema excretor con el órgano renal. A través de este punto de entrada y salida, el riñón recibe su irrigación sanguínea, drena la sangre ya filtrada y evacua la orina producida hacia el tracto urinario inferior. Desde una perspectiva topográfica, el hilio renal presenta una organización específica y ordenada, que es crucial para la función renal y para procedimientos médicos o quirúrgicos. De adelante hacia atrás, se disponen las siguientes estructuras: primero, la vena renal, que es la encargada de recoger la sangre desoxigenada y filtrada para devolverla a la circulación sistémica; luego, la arteria renal, que aporta sangre arterial rica en sustancias que serán filtradas y procesadas; y por último, el uréter, conducto musculomembranoso que conduce la orina desde la pelvis renal hacia la vejiga. Esta disposición anatómica no es arbitraria, sino que refleja una adaptación funcional que facilita el flujo eficiente de sangre y orina, además de minimizar el riesgo de compresión o lesión entre estructuras. El hilio está también rodeado por tejido conectivo y grasa perirrenal, que protegen y estabilizan estas estructuras dentro del seno renal, cavidad interna del riñón. El hilio renal no solo es vital para la fisiología renal, sino que también tiene gran importancia clínica. En cirugía, especialmente en nefrectomías o intervenciones vasculares, el conocimiento preciso de la disposición del hilio permite evitar daños a los vasos y al uréter, minimizando complicaciones. Asimismo, en estudios de imagen, como la ecografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética, el hilio es un punto de referencia clave para identificar el riñón, evaluar su vascularización y detectar patologías como trombosis venosas, estenosis arteriales o dilataciones del sistema colector. Además, las variaciones anatómicas en el hilio renal, aunque poco frecuentes, pueden influir en la planificación quirúrgica y en el diagnóstico de enfermedades renales. Por ejemplo, en algunos casos, la arteria renal puede presentar múltiples ramas o ubicarse en posiciones atípicas, lo que requiere atención especial durante cualquier procedimiento. IMAGEN NOMBRE DE LA ESTRUCTURA Hilio renal

EXTREMIDAD SUPERIOR E INFERIOR DEL RIÑÓN

El riñón presenta dos extremos o polos denominados extremidad superior y extremidad inferior, que no solo definen la forma general del órgano sino que también determinan su relación con estructuras anatómicas vecinas, aspectos funcionales y relevancia clínica, especialmente en contextos quirúrgicos y diagnósticos. La extremidad superior del riñón se caracteriza por su mayor volumen y forma más redondeada u ovalada en comparación con la extremidad inferior. Esta extremidad está en íntima relación anatómica con la glándula suprarrenal, que descansa directamente sobre ella, separada solo por una delgada capa de tejido conectivo y grasa perirrenal. Esta proximidad tiene implicaciones funcionales y quirúrgicas importantes: la suprarrenal, órgano endocrino esencial, produce hormonas vitales para la homeostasis, y cualquier intervención sobre el polo superior renal requiere precaución para evitar daños que puedan comprometer la función endocrina suprarrenal. Además, la extremidad superior del riñón está cercana al diafragma, lo que implica que movimientos respiratorios pueden influir en la movilidad renal, particularmente en esta región. La arteria y vena renal suelen ingresar y salir cerca de esta extremidad, pasando a través del hilio renal, un punto clave para el aporte vascular y drenaje del riñón. Esto significa que lesiones o procedimientos quirúrgicos en el polo superior demandan una planificación cuidadosa para preservar el aporte sanguíneo y evitar complicaciones vasculares. En cuanto a la extremidad inferior , esta es más delgada, aguda y menos voluminosa que la superior. Se orienta hacia la pelvis menor y presenta mayor movilidad debido a una fijación más laxa a las estructuras circundantes. Esta mayor movilidad puede tener consecuencias clínicas, como en el caso del “riñón móvil” o nefroptosis, donde el riñón desciende más allá de su posición normal debido a la falta de soporte adecuado, especialmente en la extremidad inferior. Esta movilidad también facilita la acomodación del riñón dentro de la cavidad abdominal y permite cierta flexibilidad ante los cambios posturales o movimientos del cuerpo. La extremidad inferior se relaciona además con estructuras vasculares menores y vasos linfáticos que aseguran el drenaje y la nutrición del riñón en su parte más distal. Su proximidad a la pelvis renal y el uréter la convierte en un área de interés para el paso de la orina hacia las vías urinarias inferiores. Además, su orientación hacia abajo y medialmente facilita la evacuación eficiente de la orina hacia el sistema excretor. Desde un punto de vista embriológico, el desarrollo del riñón implica que estas extremidades se formen en función de la migración y diferenciación del órgano dentro del retroperitoneo, lo que influye en sus relaciones anatómicas definitivas. Las alteraciones durante este proceso pueden provocar anomalías en la forma, posición o función de las extremidades renales. En intervenciones quirúrgicas como nefrectomías parciales, trasplantes renales o abordajes laparoscópicos, el conocimiento detallado de las extremidades superior e inferior es fundamental. Por ejemplo, la preservación de la extremidad superior es vital para mantener la integridad vascular y endocrina, mientras que la extremidad inferior es clave para asegurar la continuidad del drenaje urinario y evitar obstrucciones. En conclusión, la extremidad superior e inferior del riñón son estructuras anatómicas con características morfológicas y funcionales definidas, cuya correcta comprensión facilita el diagnóstico, tratamiento y manejo quirúrgico del riñón, preservando su función y relaciones con órganos vecinos esenciales para la homeostasis corporal. MARGEN LATERAL DEL RIÑÓN El margen lateral del riñón es una estructura anatómica que se caracteriza por ser convexo y liso , curvándose hacia fuera, en contraposición al margen medial, que es cóncavo y presenta el hilio renal. Esta diferencia morfológica entre ambos márgenes es fundamental para la identificación precisa de la orientación del riñón durante procedimientos quirúrgicos, estudios de imagen y en la práctica clínica diaria.