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Anatomía del cuerpo humano, ........
Typology: Lecture notes
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Nos incorporamos, caminamos, nos sentamos,
gesticulamos, manejamos diversas herramientas y realizamos numerosas acciones durante el día.
Toda la actividad motriz que despliega nuestro
cuerpo es posible porque hay un sistema conformado por piezas duras, que se articulan, y piezas flexibles
y elásticas, adheridas a aquéllas. Además, gracias a este sistema, nuestro cuerpo adquiere una forma
determinada.
El sostén y el movimiento
El sistema ósteo-artro-muscular
Este sistema está conformado por piezas duras y rígidas, y partes más blandas y flexibles.
Es el más voluminoso del cuerpo humano y el responsable de los movimientos del cuerpo,
el sostén y la protección de los órganos vitales.
E E
l sistema ósteo-artro-muscular está in- tegrado por los huesos, los ligamentos, los cartílagos y los músculos. Determina la talla y modela el cuerpo de la persona. Los huesos son piezas óseas, resistentes y duras, que se relacionan entre sí. El conjunto de huesos se llama esqueleto. Una de las funciones del esqueleto es sostener las partes blandas del cuerpo. Es decir, sin él, nuestro cuerpo no tendría consistencia. El es- queleto, también, forma cavidades donde se alojan importantes y delicados órganos (cora- zón, pulmones, encéfalo). Las articulaciones son un conjunto de partes blandas que unen dos o más huesos. Se clasifi- can según su movilidad en: diartrosis (muy movibles), anfiartrosis (semimóviles), sinar- trosis (inmóviles). Los músculos cubren casi totalmente el esqueleto (salvo la parte del cráneo); sus extremos se insertan en los huesos. Es- tán atravesados por venas y arterias, que llevan glucosa y oxígeno a sus células. Son la parte activa del sistema: como se contraen y se relajan, actúan como verda- deras palancas y mueven los huesos. Cada mo- vimiento es el resultado de la contracción y la relajación simultánea de los pares de músculos intervinientes.
Desde el comienzo de la humanidad, el sistema ósteo-artro-muscular permitió a las personas desplazarse para conseguir sus ali- mentos, y tomar y manejar numerosas herramientas que fue creando, hecho que las distinguió de los demás ma- míferos. Además, este sistema permite soportar car- gas que pueden exceder el peso del cuerpo, por lo que las personas son capaces de transportar y desplazar objetos.
Adquisiciones humanas
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El esqueleto y los huesos
El esqueleto está formado, aproximadamente, por 206 huesos —de los cuales, 34 son impares— que se relacionan entre sí. Los huesos son órganos muy resistentes, pero no enteramente sólidos. Sus células se dividen constantemente, por lo cual crecen y pueden reparar las partes que se pierden.
Cráneo
ESQUELETO DE LA CABEZA
Cara
Columna vertebral
Caja torácica
Cintura pélvica (cadera)
ESQUELETO DEL TRONCO
EXTREMIDADES
Superiores Inferiores
Para poder estudiar el esqueleto, se lo divide en regiones
Maxilar inferior Hueso hioides Clavícula
Esternón
Falanges Huesos del carpo
Radio Cúbito
Hueso coxal
Fémur
Rótula
Tibia
Huesos del tarso
Falanges
Peroné
Huesos del metatarso
escapular^ Cintura^ Sacro (hombro)
la frente hasta la nuca.
cabeza hasta las piernas.
desde el cuello hasta el vientre.
por brazos, antebrazos y manos. El brazo es la zona comprendida entre el hombro y el codo, y el antebrazo, entre el codo y la muñeca.
los muslos (parte superior de las piernas), las piernas y los pies.
El sostén y el movimiento
Costillas
Los bebés poseen un espacio entre los huesos parietales, revestido por una membrana llamada fontane- la, que permite el crecimiento del encéfalo después del nacimiento.
Parietal
Occipital
Omóplato
Columna vertebral Costillas
Clavícula
Hueso coxal Sacro
Cóccix
Fémur
Tibia Peroné
Extremidades inferiores
Cara
Falanges
Huesos del metacarpo Huesos del carpo Cúbito
Radio
Extremidad superior
Cráneo
Cintura escapular
Cuando realizamos algunas accio- nes, movilizamos todo el esqueleto.
Huesos y funciones
Los huesos planos de la cabeza protegen el cerebro. Los huesos de la cara alojan algunos órganos importantes, como los ojos. La caja torácica, formada por las costillas y el esternón, resguarda los pulmones y el corazón. La columna vertebral permite mantener el cuerpo erguido. Las vértebras alojan y protegen la médula. Los huesos de la cadera protegen los órganos de la parte inferior del tronco, como la vejiga y el sistema reproductor. Las extremidades son prolongaciones articuladas al tronco, y su función es la de participar en los movimientos de locomoción y prensión.
Cintura pélvica o cadera
VISTA LATERAL
Sutura esfenoescamosa
Sutura nasomaxilar
HUESO ESFENOIDES Sutura frontocigomática HUESO ETMOIDES
HUESO NASAL
Sutura temporocigomática
HUESO MAXILAR SUPERIOR
HUESO MAXILAR INFERIOR O MANDÍBULA
Sutura coronaria
HUESO FRONTAL
HUESO PARIETAL
Sutura escamosa HUESO TEMPORAL Sutura lamboidea
HUESO OCCIPITAL Sutura occipitomastoidea
Conducto auditivo externo
Apófisis mastoides estiloidesApófisis del hueso temporal
Apófisis coronoides de la mandíbula
HUESO CIGOMÁTICO O MALAR
Cóndilo de la mandíbula
Apófisis cigomática del hueso temporal
VISTA INFERIOR
VÓMER
Apófisis piramidal del maxilar superior
Gancho pterigoideo
Cóndilo del hueso temporal Apófisis estiloides Conducto auditivo externo
Cóndilo del occipital
Agujero occipital
HUESO OCCIPITAL
Fosa incisiva
Apófisis palatina del maxilar superior Agujero palatino posterior
Arco cigomático Agujero oval
Conducto carotídeo Agujero estilomastoideo
Apófisis mastoides del hueso temporal
Agujero yugular
Agujero rasgado posterior
HUESO PARIETAL
Agujero mastoideo
El sostén y el movimiento
Esqueleto del tronco
E E
n la parte media del tronco, se encuentra la columna vertebral, formada por 33 vértebras, que se disponen una sobre otra. Son localizables al tacto en la zona de la espalda. La columna vertebral se divide en cuatro regiones:
Porción cervical
Porción dorsal
Porción lumbar
Porción pélvica o sacrococcígea
Sacro
VISTA POSTERIOR
COLUMNA VERTEBRAL O RAQUIS
Lordosis
Cifosis
La desviación de la co- lumna del eje central del
corrige con ejercicios que fortalecen la musculatura de la espalda.
VISTA ANTERIOR
VISTA LATERAL
Apófisis transversa
Cuerpos vertebrales
Atlas Axis
Sacro
Cóccix
Apófisis espinosas
Cóccix
Ver escoliosis en pág. 58
El sostén y el movimiento
Huesos de la caja torácica
S S
obre cada vértebra dorsal se articula una cos- tilla, por lo cual hay 12 pares de costillas, que se unen por delante al esternón. Las vér- tebras dorsales, las costillas y el ester- nón constituyen una gran cavidad, el tórax, que protege el corazón, los pul- mones, el esófago y la tráquea. Esta cavidad se extiende desde el cuello hasta el vientre. El esternón se ubica en la región ante- rior del tórax, entre las primeras 7 costi- llas, llamadas costillas verdaderas. Es un hueso plano e impar, de 15 a 20 cm de longitud y 5 a 6 cm de ancho. En
sus costados se ubican las superficies que se arti- culan con las costillas (escotaduras). Las costillas son huesos planos y largos, que se doblan hacia adelante. Las 7 primeras (costillas ver- daderas) se extienden desde la columna vertebral hasta el esternón, con el que están unidas por me- dio del cartílago costal o costilla cartilaginosa. Las 4 siguientes se denominan costillas falsas; no se articulan directamente con el esternón, sino que se unen con la inmediatamente superior (úl- tima costilla verdadera) por medio de un cartíla- go común. Las 2 últimas son más cortas que las demás y no llegan al esternón: se llaman costillas flotantes.
TÓRAX: vista anterior
1 .a^ costilla
CLAVÍCULA
Costilla
Costilla flotante Columna vertebral
OMÓPLATO O ESCÁPULA
Cartílago costal
12 .a^ vértebra dorsal
Costilla flotante
CLAVÍCULA: vista anterior
ESTERNÓN
Costilla falsa
Extremo externo: articula con el omóplato
Cuerpo de la clavícula
ESTERNÓN: visión anterior Escotadura clavicular
Sincondrosis esternal
Apéndice xifoides
Manubrio esternal
Horquilla esternal
Cuerpo del esternón
Escotadura costal
Ver respiración mecánica en pág. 79
La movilidad de las costillas es fundamental para la respiración mecánica. Durante la inspiración, la caja torácica se ensancha al ampliarse los espacios intercostales. Cuan- do vuelven a su lugar, los espacios intercos- tales se achican y el aire sale de los pulmo- nes, de la misma manera que en un fuelle.
Extremo interno: articula con el esternón
En el omóplato y la clavícula, se insertan importantes músculos de nuestro cuerpo. Algunos cumplen una destacada función en el movi- miento de la cabeza y las extremi- dades superiores. Otros protegen articulaciones.
4
1 (^32)
L L
a cintura escapular u hombro está cons- tituida por dos huesos: la clavícula y el omóplato o escápula. La clavícula es un hueso largo, con forma de s itálica. Se encuentra entre el omóplato y el ester- nón, con los cuales se articula. Ubicadas a ambos lados de la columna vertebral, forman la parte su- perior de los hombros. El omóplato es un hueso par con forma de trián- gulo, ubicado en la parte posterior y superior del tórax. Se articula con el húmero por medio de una superficie cóncava: la cavidad glenoidea. En su cara posterior presenta una superficie sobresa- liente y aplanada, la espina del omóplato, que termina en una apófisis voluminosa, el acromion, donde se articula con la clavícula por medio de carillas articulares, una cápsula articular y diver- sos ligamentos.
Huesos de la cintura escapular
y los miembros superiores
OMÓPLATO O ESCÁPULA: vista costal
La diáfisis de la clavícula se palpa a través de la piel. El ángulo inferior del omóplato suele localizarse a nivel del séptimo espacio intercostal.
Radio
Cúbito
Falanges
Apófisis coracoides
Cavidad glenoidea
Borde de la cavidad Borde externo
Ángulo inferior
Fosa subescapular
Borde interno
Ángulo superior
Borde superior
Acromion
HUESOS DEL MIEMBRO SUPERIOR: vista dorsal
Húmero
Omóplato
Clavícula
Huesos del carpo Huesos del metacarpo
1 Espina del omóplato 2 Borde vertebral del omóplato 3 Músculo infraespinoso 4 Músculo trapecio
L L
a cintura pélvica o cadera es una cavidad en forma de cuenca que está conformada por los hue- sos coxales, ubicados simétricamente con respecto a la columna vertebral. Cada uno está forma- do por tres huesos planos soldados entre sí: pubis, isquión e ilion (desde abajo hacia arriba). En su parte superior y hacia atrás, se unen al sacro. Se unen entre sí por medio de la sínfisis púbica, ubicada en la parte inferior y hacia delante. Por medio de la cavidad cotiloidea o acetábulo, se articula con el húmero. Junto con el sacro y el cóccix, forman un anillo óseo que conforma la pelvis, sobre la que descansa la columna vertebral.
Cintura pélvica y huesos de los
miembros inferiores
Hasta la pubertad, las tres piezas que conforman el coxal es- tán unidas por cartílagos, pero luego se osifican y forman un único hueso. La pelvis de la mujer es más ancha que la del hombre y su dis- posición es diferente, ya que, en el momento del parto, el bebé debe pasar a través de ella. Para eso, el diámetro de su cabe- za se acomoda por medio de giros.
Ilion SACRO
Pubis
Radiografía que muestra la pelvis.
PELVIS: vista anterior
Agujeros sacros
Articulación sacroilíaca
HUESOS COXALES Escotadura ciática mayor Cóccix
Cara interna del ilion
Espina ilíaca anterosuperior
Cabeza del fémur
Fémur
Tuberosidad del isquión
Eminencia iliopectínea
Rama descendente del isquión
Agujero obturador
Espina ilíaca anteroinferior
Isquión
Sínfisis púbica
Es común la fractura de cadera en personas mayores o de edad avanzada. A diferencia de lo que pasaba décadas atrás, actualmen- te es posible recuperar la locomo- ción mediante la implantación de prótesis.
Al igual que en las extremidades superiores, se distinguen tres regiones: los muslos, las pier- nas y los pies. El hueso del muslo es el fémur, el más largo y fuerte del cuerpo humano. Su extremo superior presenta una cabeza redonda que se articula con la cavidad cotiloidea de la cintura pélvica. Los tro- cánteres son eminencias que sirven de base de sustento para los músculos. En el extremo inferior se encuentran dos cóndi- los, que permiten la articulación en bisagra de la rodilla. En ella se encuentra la rótula, un hueso corto y aplanado de adelante hacia atrás, que se desarrolla en el tendón del músculo cuádriceps.
La pierna está formada por dos huesos: la tibia y el peroné. La tibia es un hueso largo y par, ubicado en la parte anterior e interna de la pierna. Las superfi- cies articulares de su extremo superior se articu- lan con los cóndilos del fémur, formando la ro- dilla. Su extremo inferior se articula con el pero- né y con uno de los huesos del tarso (talón). Presenta una apófisis descendente, el maléolo in- terno, que forma una prominencia en la parte in- terior del tobillo.
El peroné es un hueso largo y par, más delgado que la tibia. Se ubica en la parte externa de la pierna y se articula con la tibia por su extremo su- perior. Termina en el maléolo, que forma la pro- tuberancia externa del tobillo.
El pie está formado por los huesos del tarso, del metatarso y las falanges. Los huesos del tarso se disponen en dos filas: una anterior y otra posterior, que forma el talón. El metatarso está formado por huesos largos. Los huesos de los dedos se llaman falanges.
Radiografía del pie.
Ver fémur en pág. 46
El sostén y el movimiento
Astrágalo
Escafoides
cuboides
3.º^ cuneiforme
2.º^ cuneiforme
Calcáneo
FALANGES METATARSO TARSO
Cabeza del peroné
FÉMUR
HUESOS DE LA EXTREMIDAD INFERIOR: vista anterior
Cuello del fémur
Trocánter mayor Trocánter menor
Espacio poplíteo Epicóndilo externo del fémur
PERONÉ
Maléolo externo
Maléolo interno
Borde interno
TIBIA
Rótula
Epicóndilo interno del fémur
Cóndilo interno de la tibia Cóndilo externo de la tibia
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Todos los huesos del tarso son cortos, mientras que los del metatarso y las falanges son largos.
El sostén y el movimiento
los canales de Havers, diminutos conductos que contienen los vasos sanguíneos. Dentro de las la- melas hay pequeñas cavidades, ocupadas por cé- lulas óseas u osteocitos, que presentan mu- chas prolongaciones protoplasmáticas, conecta- das entre sí y con los vasos sanguíneos por ca- nales diminutos. La capa interna —hueso esponjoso— es rica en células óseas y presenta cavidades ocupadas por una densa red de vasos sanguíneos y grasa, que forma espacios ocupados por médula ósea, sustancia blanda que da origen a las cé- lulas sanguíneas. El periostio es una capa delgada y dura, que forma la cubierta exterior de los huesos. Una red de vasos linfáticos, capilares y nervios lo atravie- san por unos orificios denominados agujeros nu- tricios. De este modo, el alimento llega a todas las células del hueso y se transmiten al sistema nervioso las sensaciones de dolor. Su parte exter- na, fibrosa y de colágeno, se une firmemente con las fibras de los ligamentos y los tendones que se insertan en el hueso. La cavidad medular y los canales de Havers están cubiertos por el endostio, una envoltura fibrosa.
El sostén y el movimiento
Características de los huesos
Para poder cumplir con sus funciones específicas, los huesos presentan una especial composición y estructura. También están diseñados de acuerdo con la región del cuerpo en la que se encuentran. Si bien parecen rígidos como rocas, son órganos muy dinámicos: en ellos se producen procesos de formación y de intercambio.
L L
os huesos cumplen varias funciones:
Están constituidos por una materia formada por sustancias inorgánicas, como sales calcáreas, fosfato, carbonato de calcio, agua, y una mez- cla de sustancias orgánicas llamada oseína, que se compone de colágeno, azúcares y las gli- coproteínas, entre otras. Los huesos, en general, presentan dos capas. Una externa, dura y compacta, constituida por células óseas vivas que conforman el hueso compacto. Este último posee una matriz protei- ca, dispuesta en laminillas o lamelas, que rodean
Laminillas concéntricas del hueso
Hueso compacto
Hueso esponjoso
Vasos sanguíneos
Diáfisis
Metáfisis
Epífisis
Canales de Havers
Periostio
Canales de Havers
La capa externa o periostio está formada por columnas sólidas de material óseo. Cubre el cuerpo de los huesos de las extremidades.
El hueso esponjoso derecho, o ca- pa interna, es blando y presenta pequeñas cavidades ocupadas por vasos sanguíneos, grasa y médula ósea.
Ver músculos en pág. 52
Ver glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas en pág. 99
El cartílago es el material que constituye el esqueleto del feto an- tes del nacimiento. Éste es reem- plazado en forma gradual por el tejido óseo. En los adultos, el car- tílago permanece en algunos luga- res del cuerpo, como el extremo de la nariz, los discos interverte- brales, las extremidades de los huesos y en las articulaciones.
A. La membrana que envuelve al cartílago comienza a transformarse en periostio. B. En el centro de este modelo condroideo se forma un núcleo óseo primario que crece, des- pués de lo cual la sustancia cartilaginosa se osifica. La osificación también puede realizarse a partir de núcleos secundarios. C. La osificación se extiende. En las epífisis se forman los cartílagos de conjunción. En el in- terior del hueso, parte del tejido óseo es reabsorbido y empieza a formarse la cavidad medular. D. El hueso alcanza su desarrollo pleno. Los cartílagos de conjunción dan lugar a un tejido óseo. Sólo queda tejido cartilaginoso en las superficies articulares.
Preparación microscópica de mé- dula ósea.
A
B
C (^) D
Núcleo óseo secundario
Núcleo óseo primario
Cavidad medular
Cartílagos de conjunción
Epífisis del hueso
Superficie articular
Cavidad medular
¿Qué es la osificación? La fina capa de cartí- lago que se encuentra entre la cabeza ósea y el cuerpo del hueso está constituida por células que se dividen constantemente, dando origen a un nuevo cartílago que luego es reemplazado por un hueso. Este proceso recibe el nombre de osifica- ción y, gracias a él, los huesos crecen.
HUESOS LARGOS
Epífisis proximal
Diáfisis o cuerpo óseo
Epífisis distal
Capilares
Cavidad ósea
Cuerpo óseo
Capa externa o periostio
Hueso esponjoso
Cartílago (^) Cabeza ósea
Periostio Cartílago
¿Cómo se forman los huesos?
El cartílago es el material que constituye el es- queleto del feto antes del nacimiento. En el mo- mento de nacer, éste constituye una parte impor- tante del hueso. A medida que una persona cre- ce, el tejido cartilaginoso es reemplazado en forma gradual por el tejido óseo. El proceso de formación del hueso se llama os- teogénesis.
¿Cómo crecen los huesos?
Entre la cabeza ósea y el cuerpo de los huesos lar- gos se encuentra una fina lámina: el cartílago de crecimiento. Las células que constituyen es- ta lámina se dividen constantemente y depositan calcio en la matriz proteica del hueso. Gracias a él, los huesos crecen longitudinalmente hasta que la persona cumple 20 a 25 años, aproximada-
mente, edad en que se produce la osificación total del cartílago y, por lo tanto, se alcanza la estatura máxima.
¿Cómo se reponen los huesos?
Los huesos pueden engrosarse o reponer sus par- tes dañadas (por ejemplo, a raíz de una fractura) gracias a la reproducción de las células del pe- riostio: los osteoblastos, que son las células for- madoras. Si un hueso se rompe, esta capa se di- vide y crece sobre la fractura, uniendo las dos partes. El hueso se encuentra siempre en un proceso de formación y destrucción. Además de las células formadoras, los huesos poseen células destructo- ras: los osteoclastos. Estas células consumen el material producido por los osteoblastos con el fin de modelar adecuadamente el hueso dañado. Es- te proceso está regulado por hormonas.
El hueso regula el meta- bolismo del calcio y del fósforo.
OSIFICACIÓN DE HUESO LARGO
Los huesos irregulares tienen formas diferen- tes. Algunos son impares y se ubican en la parte media del cuerpo, como las vértebras y el hueso de la mandíbula. Otros son muy específicos, co- mo los huesecillos del oído.
Algunos huesos presentan partes sobresalientes: las apófisis. Éstas pueden ser articulares o no articulares. Las apófisis articulares forman parte de una articulación. Las segundas sirven para la inserción de músculos y ligamentos, y confor- man el punto de apoyo de una articulación. Las cavidades de los huesos cumplen diferentes funciones: o bien alojan eminencias óseas, y de- terminan una articulación, o alojan las partes blandas y las protegen. Por los orificios de los huesos pasan nervios, o arterias y venas que aportan sustancias nutriti- vas al hueso.
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11
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7 2 (^104)
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MANDÍBULA O MAXILAR INFERIOR: vista lateral externa
8
FRONTAL
Seno frontal
Apófisis cristagalli del etmoides
ETMOIDES posterior
Espina nasal del frontal
Huesos de la nariz ETMOIDES anterior Lámina perpendicular del etmoides
Conducto palatino anterior o incisivo
VÓMER MAXILAR SUPERIOR
Apófisis pterigoides
Hueso palatino
Apófisis estiloides
Agujero condiloideo anterior
Canal bacilar del esfenoides
Conducto auditivo interno en la porción porosa del temporal
TEMPORAL
Seno esfenoidal derecho
SECCIÓN PARAMEDIANA DEL CRÁNEO
Los senos maxilares, esfenoidales, frontales y etmoidales se denomi- nan senos paranasales. Sus desembocaduras se encuentran en los meatos nasales.
ESFENOIDES
El sostén y el movimiento
L L
as articulaciones son estructuras de teji- do conectivo, mediante las cuales dos o más huesos próximos se unen entre sí. Es- tán constituidas por varios elementos que le pro- porcionan estabilidad a esa unión. Al mismo tiempo, cumplen la función de limitar los movi- mientos para que éstos no sobrepasen una ampli- tud determinada y evitar roturas. Los elementos no óseos de las articulaciones (no todas) son el cartílago articular, los liga- mentos, la cápsula articular, la membrana sinovial y los meniscos. Las articulaciones mantienen la postura y el equi- librio, y permiten la locomoción y el crecimiento.
La delgada capa de cartílago que recubre los ex- tremos óseos en contacto se llama cartílago ar- ticular, y conforma una superficie lisa que dis- minuye la fricción. Es una forma especializada de
tejido conectivo, compuesto por células espe- ciales —los condrocitos— y fibras elásticas y re- sistentes que se ubican entre ellas. Estos elemen- tos están incluidos en una sustancia o matriz de proteína sólida (condrina), de consistencia seme- jante a un gel, a la que se debe la firmeza y la elasticidad que caracterizan al cartílago.
Los ligamentos son bandas o cápsulas de tejido conectivo. Están formados por fibras elásticas y de colágeno blanco, que se insertan cerca de las articulaciones en todos o en algunos de los hue- sos que las componen. Su función es dar firme- za a la unión entre los huesos, y limitar a la vez la amplitud de los movimientos articulares. Pue- den ser anchos, cortos, redondos, etc. Algunos se localizan en el interior de la cavidad articular; por ejemplo, el ligamento redondo de la cadera, o los cruzados de la rodilla.
El sostén y el movimiento
Las articulaciones
La mayoría de los huesos se encuentran unidos unos a otros. El lugar donde se unen dos
superficies óseas se llama articulación. Hay varios tipos de articulaciones: algunas son fijas,
otras son móviles o semimóviles. Cada una presenta diferentes características según la función
que cumplan o el trabajo que realicen.
Rodete glenoideo
Cavidad glenoidea
Escápula
Rodete glenoideo Cápsula articular
Húmero
Cabeza humeral Troquíter
VAINA SINOVIAL
Tendón del bíceps
ARTICULACIÓN ESCÁPULO HUMERAL DERECHA: corte frontal
Cápsula articular
Radiografía que muestra la arti- culación del hombro.
Cartílago articular
Membrana sinovial
Ver tejido conectivo en pág. 25